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Sentimientos por bloodypanther

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Notas del fanfic:

tras leer el tomo 7 de Death note y con el super viciamiento a mello me vino la gran inspiración para hacer este fic, espero que lo disfruteis

Notas del capitulo: un fic inspirado en los sentimientos de ambos genios
Salió de su cama, se calzó y paso por la hilera de camitas perfectamente alienadas a cada uno d los lados de la pared sin percatarse de que otra, además de la suya, estaba vacía.

Estaba frustrado y terriblemente enojado, mucho más que cuando le superaba en las notas aun cuando él se había pasado horas y horas preparando el examen.

Siempre era igual, no hacía más que juegos de rompecabezas, siempre solo como si nada la importase. ¡ Y siempre mejor que él! ¡estaba harto! Y más aún después de lo ocurrido esa misma tarde.


****FLASH-BACK****


Todos corrían por el pasillo como de costumbre cuando el Sr. Roger le cogió de la mano y mirando a Near, que estaba en la sala al lado suya, les dijo que quería verles los dos en su despacho.
Allí esperábamos los dos impacientes, por lo menos el rubio, a que el Sr. Roger les dijera lo que tenía que decirles ya que este se había quedado tras su escritorio apoyando su barbilla sobre sus manos entrelazadas, en silencio.

Ya harto el mayor que ocurría, su repuesta fue clara:

- L ha muerto

A ambos casi se les salieron los ojos de las órbitas al oír esto.
El rubio perdió los papeles ante tal noticia y recargando su peso sobre el escritorio empezó a hacer preguntas, esperanzado de que esa noticia no fuera cierta sino una broma pesada por parte del director del orfanato.

- si no vences en los juegos, si no acabas montado los puzzles… eres un simple perdedor.

Habló Near desde que había oido la noticia mientras se dedicaba a arrojar todas las piezas del complicado puzzle que acababa de montar.

Entonces el rubio recordó algo importante.

- ¿y a quien a nombrado L? ¿ a Near o a mí…?

- a ninguno de los dos… y, una vez muerto, no puede elegir…

Ante esto Mello no pudo contestar nada.

- Mello, Near… ¿por qué no unís vuestras fuerzas?

- Si, es lo suyo.

Respondió Near ante la propuesta del viejo hombre. Respuesta a la que Mello solo pudo responder con una mirada asqueada en dirección a donde estaba el menor. Finalmente habló fríamente:

- Es imposible, Roger… Sabes muy bien que Near y yo no nos llevamos bien… siempre estamos compitiendo…. “ siempre… yo siempre quedó el segundo… por mucho que me esfuerce… por mucho que pugne…” De acuerdo Roger… Near será el próximo L… Al contrario que yo, él es capaz de actuar con sangre fría, sin ninguna emoción, como quien arma un puzzle. Yo me retiro… también de este centro.

- MELLO!

Fue el grito desesperado del viejo director.

- Roger, lo quieras o no, pronto cumpliré los 15. Viviré a mi manera.

Y se marchó dando un portazo.


**** FLASH-BACK****


Quería gritar hasta desahogarse por completo; pero obviamente no podía ya que despertaría a todo el mundo y le mandarían de vuelta a la cama y en esos momentos prefería pasear antes que estar dando vueltas sobre el colchón oyendo las calmadas respiraciones de sus compañeros de cuarto cuando el no podía estar tranquilo. No estando él delante suya.

Pasó por el largo y frío pasillo mordisqueando la última barra de chocolate que le había podido proporcionar Matt. Sin darse cuenta ya había llegado hasta la robusta puerta principal.
Un poco de aire fresco no le vendría mal así que intentado hacer el menor ruido posible y todo lo calmadamente que sus alterados nervios le permitían, abrió la oscura puerta y salió al extenso jardín.
Esa noche hacia bastante frío pero había sido precavido y se ajusto la chaqueta que había cogido antes de salir del cuarto.

Miro el campo de fútbol donde había estado jugando anteriormente con sus compañeros y eso le hizo recordar cuando le insistió tan fervientemente al albino hasta casi obligarlo a jugar con ellos. Ojalá nunca lo hubiera hecho pero como nunca le había visto jugar a otra cosa que no fueran rompecabezas pensó que en eso le superaría ya que él era el mejor de todos los que jugaban. Al final el peliblanco acepto, seguramente por el mero hecho de callar al rubio pero fue grande sus sorpresa y su enfado al ver como el albino metía un gol tras otro. Al acabar el partido todos le pidieron que jugase otra vez pero lo único que hizo el menor fue mirar al rubio.

El enfado de este era notorio pero ante esta mirada fija no supo como reaccionar y simplemente se quedó plantado en el sitio, devolviendo su azulada mirada a esas pupilas que se clavaban en él como nunca lo habían hecho; ya que el peliblanco nunca le miraba cuando le hablaba.
En ese momento todo el enfado desapareció para dar paso a un único pensamiento “tiene unos ojos bonitos”. Pero la rabia volvió en cuanto el menor abrió su, a vista del rubio, “deliciosa” boca y pronuncio en un murmullo pero lo suficientemente alto como para que el rubio lo oyera: “ya he jugado, ya estas contento ¿no? Pues me marcho”.

No pudo reaccionar, se quedó allí plantado sin ni siquiera desviar la mirada hacia el albino que se marchaba haciendo caso omiso a las llamadas de sus compañeros.

Después de eso no dejó de entrenar hasta casi enfermar de agotamiento para ir a la sala común donde se encontraba el menor haciendo un puzzle. Este, como de costumbre, no le prestó atención hasta que el rubio, todo lleno de barro, le gritó que jugase contra él que esta vez iba a ganarle. Pero ante eso el albino solo respondió que no le interesaba, que ya jugó una vez y que no quería seguir perdiendo el tiempo en un juego tan estúpido y que si el quería desgastarse físicamente de esa manera que allá el pero que no le inmiscuyera.


Lo odiaba, lo odiaba más que a nada en su vida, toda su existencia se basaba en ese rencor… y aunque él lo sabía… seguía odiando.

Siguió caminando perdido en sus pensamientos hasta llegar a la parte del jardín que daba a la fachada trasera de el gran caserón. Era un lugar bonito, con muchos tipos de árboles desperdigados por allí y por allá algunos mucho mas viejos que otros. Se acercó a uno de los más viejos que tenía un tronco muy grueso y lleno de asperezas para sentarse sobre alguna de las duras raíces que sobresalían .

Se sentó sobre una a la que llegaba algo de la luz que proyectaba la luna, cerró los ojos y se quedó quieto. Intentó calmar su agitado pulso y respiración para dar paso a unas expiraciones calmadas y sosegadas.

Se quedó un rato así, escuchando… sin pensar en nada; ni en Near ni la estúpida rivalidad ni siquiera en el chocolate que aun tenía en las manos.

Los sonidos de la noche… el viento entre los árboles, el criquequear de los bichitos, algún perro ladrando en la lejanía…. y los sollozos ahogados de alguien. Un momento… sollozos?

Se giró alarmado pero sin hacer ruido, allí vio una especie de vultito que temblaba. Se fue acercando hacía donde estaba y abrió los ojos desmesuradamente al ver la imagen más tierna y conmovedora de cuantas había visto nunca.

Un pálido y pequeño chico vestido completamente de un gris clarito, casi blanco. Acurrucado abrazándose las rodillas pegándolas a su cuerpo intentado guarecerse del frío de la helada noche, con la cabecita apoyada encima de las rodillas dejando que algunos mechones platinados le tapasen los ojos pero sin poder tapar el acallado llanto que aparecía con ríos de diamante sobre las blancas mejillas.

En ese mismo instante, el rubio se olvidó de todo, de las notas, los deportes, los juegos…. De todo rastro de rivalidad.

Se empezó a acercar sigilosamente para no asustar al menor con su presencia, de la que aún no se había percatado. Y cuando estuvo suficientemente cerca le envolvió con sus brazos hundiendo ese pequeño cuerpo en su protector abrazo.

Ante ese movimiento en platinado se sorprendió y se asustó e intentó forcejear por su liberación. Pero su captor estrechó aún más el abrazo.

- Sssshh… calma… tienes que tener frío…

Esa voz… reconocía esa voz… aunque sonaba muy diferente a cuando le gritaba o hablaba de la forma… alterada con la que siempre se hacía oír.
Vio unas suaves hebras rubias y entonces estuvo seguro de a quien pertenecían esos cálidos brazos.

Sin poder evitarlo se hundió en el pecho del mayor y lloró desconsoladamente durante un rato más hasta que poco a poco el embriagante olor de este y las suaves caricias que le calentaban la espalda le calmaron por completo.

Mello alzó el rostro del platinado y le miró tiernamente mientras con una mano secaba las lágrimas que habían quedado en las blancas mejillas del albino. Fue un contacto suave… y tierno…

Near bajó de nuevo su rostro para apoyarlo sobre el pecho del rubio, oyendo los calmados latidos de s corazón. Se sentía tan bien, tan protegido.

Por su parte Mello también disfrutaba del contacto, sintiendo por primera vez como su mente y su cuerpo estaban totalmente en paz, aspirando el suave y dulce olor que desprendían las finas hebras platinadas del cuerpecito que es resguardaba entre sus brazos.

Lentamente bajó y besó esa cabecita que por primera vez no pensaba, solo sentía. Sentía al suave contacto de esos rosados labios sobre su pelo, esos cálidos brazos rodeándole, los pausados latidos de su corazón en su oído, la envolvente calidez de su cuerpo…. Sentía a Mello… y se sentía bien…

Ambos se quedaron así, abrazados, sin hablar observando como la luna iba dejando paso al claro amanecer, ninguno de ellos sentía frió alguno ya que la calidez del otro era abrigo suficiente, la calidez de sus sentimientos.

Y ese momento así lo recordarían para siempre…


“ A mi manera…”


Notas finales: espero que les haya gustado y que no les haya empalagado demasiado el final, no se si me animare a hacer otro fic de esta adorada pareja pero quien asi lo quiera ya sabe como animarme ^_^ Reviews!! jeje ya nya! ^_^

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