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EmoKID por bloodypanther

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Notas del fanfic:

esta serie se me ocurrio antes de los examenes y la fui desarrollando durante mis ratos libres asi que desgraciadamente no esta muy pulida...
pero poco a poco la historia se hara haciendo más interesante y se ira cargando de tensión aunque siempre con toques de humor ^_^ 

Notas del capitulo: como bien dice el capi esta es una presentacion del protagonista: Jason!
El odiado sonido del despertador retumbaba en sus oídos, ya llevaba un buen rato despierto así que se levantó rápidamente de la cama para empezar con la monótona rutina de siempre.

Se ducha, se viste, se peina, se maquilla ligeramente, se coloca los accesorios y baja.

Allí esta su madre cocinado, sobre la mesa había una gran cantidad de comida que paulatinamente iba desapareciendo según su hermano mayor la iba devorando, era desagradable, parecía un monstruo.

Se sentó haciendo caso omiso a los alegres saludos de su madre y se dedicó a beberse el zumo y a mordisquear una galleta.

Suspira… y aún era miércoles…

Dejando el vaso ya vació se arrastró hasta la puerta silenciosamente. Y sin decir nada salió.

La madre oyó el liegro sonido que producía la puerta y miró hacia la mesa. Allí solo estaba su hijo mayor aun desayunando.


- Y tu hermano?

- ya se ha ido

- y sin decir nada? Si es que este chico siempre hace igual.

- Déjale, ese puto emo nunca va a cambiar.

- Ya sabes que no me gusta que le llames así.


Ajeno a la conversación, el menor iba caminando tranquilamente escuchando uno de sus grupos favoritos, ignorando completamente a los compañeros con los que se iba cruzando.

Estos actuaban de las maneras más diversas: desde cruzar se acera asqueados al verle, hasta insultarle e incluso mirarle de forma lujuriosa o lanzarle piropos; y no solo chicas, también chicos.

Por que la verdad, aunque era una persona borde y antisocial… feo… no era.

De estatura media, quizás algo más alto. Muy delgado y pálido pero sin tener un aspecto enfermizo, solo algo decaído.
Llevaba los vaqueros grises algo rotos y una camiseta a rayas negras y rojas con un corazón de tela, sobre el suyo propio, de color azul claro.
Su pelo era extremadamente liso y negro, lo llevaba cortado a capas y con varios mechones algo más largos tapándole el ojo derecho y dejando al descubierto, por unas horquillas colocadas en cruz que sujetaban los mechones del otro lado, se podía ver un ojo de un azul grisáceo profundo rodeado por unas largas y oscuras pestañas y un pequeño pincho metálico que sobresalía por encima y por debajo de la ceja.

Lo reconocía… era bastante afeminado, pero no dejaba de ser atractivo.

Pero eso a él no le importaba, ya que no le interesaban ni las chicas, ni los chicos;… es más, ni siquiera tenía amigos, prefería estar solo.



Llego finalmente al instituto escoltado por una gran cantidad de miradas, al igual que todos los días. Aún no se habían acostumbrado a su presencia fantasmagórica, ni a su palidez; ya que era una ciudad de la costa y todos tenía un color moreno en la piel incluso en invierno; ni a sus extrañas ropas que el mismo diseñaba y tejía… a todo él.

Pero a eso a él le daba igual, lo único que quería era acabar cuanto antes los dos años de instituto que le quedaban para poder marcharse de esa aburrida ciudad de una vez por todas.

Aunque más que una ciudad era un pueblo algo grande; un pueblo pesquero de la costa, siempre de clima templado y muy soleado. Rodeado de verde: bosques, campos, prados…; y con espléndidas playas por los alrededores.
Un lugar muy alegre y tranquilo para vivir… y soleado… y rústico… lo odiaba.

Guardó el mp3 oyendo el griterío de toda la multitud de adolescentes que entraban. Le pareció oír incluso que le saludaban a él, pero pasó de largo.

La primera hora era tutoría (en nuestro instituto se llama formación), tenía que hacer la estúpida autoevaluación de cada trimestre ya que el tercero estaba tocando a su fin y pronto serían las vacaciones y acabaría el curso. Tenían que dar su “valiosa” opinión sobre las actividades realizadas a lo largo del curso para ayudar a generaciones futuras… como si a él le importasen…

Calificó todo rápidamente con respuestas neutro y sacó sin disimulo alguno su cuaderno de bocetos para seguir con el diseño de un nuevo pantalón.

Total, el profesor no iba a llamarle la atención, sacaba buenas notas y nunca se metía en problemas. Salvo una vez hace un par de años que unos mayores fueron con la intención de darle una paliza pero como él era fuerte y sabía defenderse bien; al final los que salieron mal parados fueron ellos y no él que solo acabó con el labio inferior partido, pero creía recordar que incluso en esa ocasión le rompió una costilla a alguno. Pero eso solo lo recordaba vagamente…

Era su mayor defecto, cuando la ira lo controlaba entraba en una especie de coma violento en el que no podía controlar ni sus propias acciones y además después casi ni recordaba lo que había hecho.

Ese año recibió más sermones que en el resto de vida pero como ya no armó más jaleo, padres y profesores se acabaron olvidando del tema. Al final los resultados fueron que y a nadie se le volvió a ocurrir meterse con él físicamente su padre le compró un saco de boxeo para que descargase su ira sobre él. Tampoco lo utilizaba demasiado pero le ayudaba a controlar esos repentinos ataques de rabia.

Las dos horas siguientes eran lengua e inglés; pasaron deprisa, como de costumbre, pero durante las clases tubo en el cuerpo una extraña sensación que le envolvía, como si ese día fuera a pasar algo que cambiaría totalmente su modo de ver la vida…

Sonó el timbre que anunciaba el recreo y ajeno al gran alboroto que formaban sus compañeros empezó a recoger lentamente dejando fuera el almuerzo y su cuaderno de bocetos, del que nunca se separaba.

Salió al jardín y fue a sentarse a la sombra de un gran árbol que estaba en la parte más apartada del patio donde siempre pasaba la media hora que duraba el descanso de media mañana.

Engulló rápidamente el ligero sándwich de pavo que contenía el papel de plata de su almuerzo y armado con el portaminas y la goma abrió la hoja del cuaderno en la que estaba trabajando dispuesto a seguir con ese diseño.

Pero entonces, una extraña sombra se abalanzó sobre él.


Notas finales: aunque mis amigas dicen que es mi viva imagen ¬¬ salvo el lo de que saca buenas notas pero bueno espero que le cojais tanto cariñico como yo!
ademas creo que con este fic estoy relando mi propia evolucion... jeje

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