-Es Nekomimitis- dijo House con tono contundente al tiempo que usaba su colita para pasarle un fólder a Foreman, quien se lo arrebató con gesto de impaciencia.
-¿Neko qué?- preguntaron al unísono Chase, Cameron, Wilson y Cuddy moviendo sus peludas orejas y acercándose a Foreman para leer el informe.
Ese día el equipo de House, Cuddy y Wilson habían despertado con partes corporales que antes no tenían. Alarmados se habían concentrado toda la mañana en la oficina del jefe de diagnósticos en espera de encontrar una respuesta a la extraña condición que los aquejaba.
-Nekomimitis- repitió House- una rara enfermedad de origen japonés cuyos síntomas más evidentes son la aparición de orejas y cola de gato.
-¿Más evidentes?-inquirió Chase con cierto temor en la voz- ¿eso quiere decir que nos van a pasar otras cosas?
-Sí, cosas terribles, dolores inimaginables que no quiero ni describir.- explicó House abriendo mucho los ojos y alzando las manos con gesto teatral haciendo que el rubio se pusiera pálido.
– Tendremos que ser valientes y afrontar esto de la mejor…
-Aquí dice que los únicos otros síntomas son lengua rasposa, hipersensibilidad al sonido, al movimiento y antojo de comer pescado- lo cortó Foreman con tono seco.
-Claro, eso es parte de los dolores inimaginables, créanme que será una tortura cuando vean un ratón y les den unas ganas locas de salir corriendo tras él sin importarles que estén en público.
-Esto es ridículo- protestó Cuddy exasperada- nunca había escuchado hablar de semejante enfermedad.
-Tal vez no en las revistas médicas pero, ¿crees que los personajes de anime tienen esas orejas y cola de a gratis?, ¿eh?, ahí está la prueba mayor de que esto les sucede a los japoneses.
-¿Anime? -Animación japonesa- aclaró de inmediato Wilson sin quitar los ojos del informe. – House me ha obligado a ver algunas series con él- explicó poniéndose a la defensiva al sentir las miradas de incredulidad que los otros le lanzaban.
-Pero ninguno de nosotros ha estado en Japón recientemente- dijo dubitativamente Cameron - al menos que el virus estuviera en el sushi que comí la semana pasada- expresó parando sus blancas orejas con expectación.
-Nosotros no comimos sushi.
-No Foreman, el virus no estaba en el sushi, el virus vino desde Japón directamente hacia nosotros.
-¿Eeeh?- dijeron los doctores a coro.
House sonrió al ver que tenía la atención de todos, se recargó en su escritorio, sujetó su bastón con la cola y comenzó a moverlo mientras explicaba lo que había sucedido.
-Hace tres semanas vino a la clínica un grupo de turistas japoneses con una fuerte gripa, todos usaban tapabocas pero recuerdo que uno se lo quitó para que lo examinara de cerca, en ese momento estornudó fuertemente. Seguramente tenía el virus de Nekomimitis y ahí fue donde lo contraje.
-Es verdad, hace dos semanas comenzaste a estornudar y luego empezamos a hacerlo nosotros.
-Así es Cameron, el virus se escondió detrás de los síntomas de la gripa y por eso no le dimos importancia al hecho de sentirnos extraños hasta que, bueno, nos salieron las orejas y cola de gato, esas son bastante difíciles de ignorar.
-Qué horror- se quejó Cuddy dejándose caer pesadamente en el sillón.
-Pudo ser peor, pudieron habernos salido también bigotes, personalmente no me importa pero no creo que a ustedes las… señoritas les hiciera mucha gracia- dijo House en su tono más consolador, aunque Cuddy lo miró con ganas de matarlo como si los hubiera contagiado a todos a propósito.
-Supongo que no nos queda mas que esperar a que desaparezcan- suspiró Chase resignado con las amarillas orejas un poco gachas.
-Sí, en una semana o dos estaremos curados, procuren dejar el pescado fuera de su dieta, no se expongan demasiado al sol, eviten la hierba gatera y coman muchas algas Nori, las sustancias que contienen contrarrestan al virus de Nekomimitis, por eso los japoneses casi nunca manifiestan los síntomas. Bueno, y ahora a trabajar, Cameron, dijiste que tenías un caso interesante de….
-¡House!, ¡¿cómo es posible que tome esto tan a la ligera?!, ¿de verdad espera que veamos pacientes en este estado?- explotó Foreman- ¿quién nos va a tomar en serio con estas ridículas orejas y esta tonta cola?- En la mañana tuve que correr del estacionamiento hasta la oficina con un periódico sobre la cabeza para que nadie viera mis estas peludas orejas negras.
- Yo me cubrí con la bufanda más grande que encontré- comentó Cameron al tiempo que señalaba una horrible pieza tejida de colores chillones.
- Usé una vieja pashmina
- Gorra de béisbol.
- Un sombrero.
- Como se dará cuenta no es posible trabajar en este estado. Tiene que haber un método más rápido para curarnos, tal vez deberíamos extirparlas o…
-Podríamos ponernos los turbantes que usamos durante las cirugías, o los gorros- ofreció Chase bajito
-¡Excelente idea! Usen gorros para cubrirse las orejas, las batas de doctor serán suficientes para ocultar la cola, y debido a que este virus se propaga mediante la saliva, usar tapabocas será indispensable cuando hablen con los enfermos. Claro que si no les parece- musitó ante las miradas exasperadas de Foreman y Cuddy- no me importaría tomarme unas vacaciones.
-Ni lo sueñes House, no te vas a escapar tan fácilmente.
-Pero no podré trabajar en la clínica mientras tenga el virus, no querrás que por accidente contagie a todo el mundo, ¿o sí?
Cuddy se mordió el labio pero no tuvo más remedio que negar con la cabeza, lo que menos quería era que su hospital se viera envuelto en un escándalo por ser el origen de una epidemia de Nekomimitis.
-Voy a revisar el estado actual de todos los pacientes con los que has tratado en las últimas semanas y si alguno de ellos está contagiado y nos demanda… – comenzó a decir Cuddy con su tono más amenazador mientras cubría sus orejitas marrón oscuro con la pashmina- dile adiós a tu bono navideño.- Concluyó al tiempo que salía rumbo a su oficina.
Wilson también se disponía a irse cuando sintió un tirón en su colita color chocolate. -¡Ay!, ¿qué quieres House?
-¿Te veo a la hora del almuerzo?
-Hoy no, tengo mucho trabajo atrasado, pero mañana ve a mi oficina, no quiero ir a la cafetería, lo que menos deseo ahora es estar rodeado de mucha gente. Me da miedo vomitar una bola de pelo enfrente de todos.- Expresó con gesto horrorizando al cruzar la puerta.
-Bueno, ¿en qué estábamos?- dijo House volviéndose hacia su equipo moviendo su gris rabito, los demás bajaron un poco las orejas y con un suspiro de resignación comenzaron a revisar el expediente del nuevo paciente.
***
-¿Dónde andabas?, ¡muero de hambreee!
-Perdón, los niños no me dejaban ir.
-¿Por qué no traes puesto tu gorro?, ¿esperas conquistar chicas moviéndoles las orejas?
-No… uno de los niños me lo quitó, cuando los demás vieron las orejas pensaron que eran de juguete, algún tipo de entretenimiento nuevo, como cuando van payasos a darles una función. Los niños y las enfermeras estaban tan encantados que no tuve corazón para decirles que me dejaran en paz.
-Mmm…
-Aquí tienes tu sándwich, es de pavo, ¿por qué estás molesto?, no llegué con tanto retraso, alcanzamos perfectamente a almorzar con calma.
-No me agrada que un montón de niños y enfermeras te estén manoseando, tocando tus orejas y tu cola.
-Nadie me tocó la… cola. Ni siquiera la vieron, la mantuve bien oculta bajo la bata.
-¿Ah sí?, seguro que no notaron que la movías contento cuando te acariciaban las orejas, cuando frotaban así la parte posterior de ellas, ¿eh?
-House…
-Esto te agrada ¿no?, te hace ronronear.
-Yo no ronroneo…
-¿No?
-N…no…
-¿Y si también acaricio esta colita esponjosa tuya?, ¿eh?
-Mmm… n…no…
-¿Y si paso mi lengua por esta parte de tu cuello que es tan sensible…?
- House…
-¿Wilson?
-Cállate y bésame de una buena vez.
Por una vez en su vida House no tuvo problemas en obedecer de inmediato y Wilson cerró los ojos pensando que la lengua de gato no era tan desagradable después de todo.
FIN
*****
¡Extra! Al ponerme a pensar cómo se verían los doctores con orejas y cola decidí darles características de razas de gatos existentes.
La relación quedó así:
House: Británico de pelo corto
Wilson: Birmano
Cuddy: Balinés
Foreman: Europeo de pelo corto
Chase: Ocycat
Cameron: Van turco
Pueden ver las fotos de los gatos en esta página: Razas de gatos