Un joven de alta estatura entra con emoción a su lujosa habitación de hotel después de un día arduo de trabajo. Su cuerpo comienza a temblar en solo pensar el ese chico de cabellera rubia y cuerpo pequeño. Observa todo alrededor de su solitaria habitación para cerciorarse de que todo estuviera perfecto para cuando su tan esperada visita llegara.
-Haber… que no falte nada… ¡Ya se! –dice para si y camina hacia el teléfono junto a la cama para llamar a servicio a la habitación. –Si ¿hola? Me gustaría que por favor me trajese una botella del mejor vino que tenga… si, debe ser de uvas 100% ¿entendido? Si gracias… ah! Y además –se apresuró a decir antes de que la persone al teléfono colgara –también tráigame uvas en racimo por favor. Si gracias eso es todo. Cárguelo a mi cuenta por favor.
Los nervios le invadían, la persona que más amaba iría a visitarle dentro de unos minutos, eso hacía que su cuerpo temblase, a pesar de que… él no correspondía sus sentimientos. Tantas veces anhelando tenerlo entre sus brazos, amándolo, besándolo, compartiendo su solitaria cama… ¿A quien engañaba? Eso jamás sucedería. A pesar de los tantos intentos que había hecho por conquistarle no lograba que su amado le aceptase… solo por ser un hombre.
-Eres un tonto, Gackt –dijo para si mismo. –Él nunca te aceptará, ya te lo ha dejado muy en claro… será mejor que lo olvides.
En eso, alguien llama a su puerta. El cuerpo comienza a temblarte aun más que antes… seguramente sería él. Solo había algo que hacer… calmarse y abrir la puerta. Se acerca despacio, el temor hace que ni siquiera se asome por el orificio de la puerta para saber quien es.
Un poco más calmado, abre la puerta lentamente y pone una de sus sonrisas más sinceras para recibir a quien esté a otro lado del umbral.
-Buenas noches, Gackt-san. Le traigo su orden. –le saluda un joven que trabajaba en el hotel.
-Oh, si… gracias –dejando pasar al joven para que dejase el pedido adentro. Le da su propina y el joven se marcha. –“Valla… que susto… yo que creí que era él”
De pronto, el sonido de la puerta le hace salir de sus pensamientos. Ahora si que sería él, no cabía duda… Va hacia la puerta para abrir… su cuerpo comienza a temblar nuevamente. A buena hora se le ocurría a sus músculos fallarle. Da un ligero suspiro y abre la puerta.
La persona detrás de la puerta le saluda con una tierna sonrisa amistosa.
-Hola, Gac-chan.
-Haido, Hola. Pasa.
-Gracias.
Nunca se había sentido tan nervioso en toda su vida. A pesar que de Hyde había estado tantas veces en su casa, o a solas en alguna habitación de hotel, como ahora, nunca lo había sentido. Talvez era por el solo hecho de que en aquellas veces, era Gackt quien le invitaba, ya fuera para beber o con cualquier excusa tonta que se le ocurriera con tal de estar cerca de Hyde, pero ahora, no sería él quien tendría el control de la situación ya que había sido Hyde quien quería verle.
-Espero no molestarte, Gac-chan.
-Claro que no. No me molestas en lo absoluto.
-Que bien, porque necesito hablar contigo de algo muy serio –escuchar eso de la boca de su amado le hizo temblar. ¿Qué sería eso de lo que estaba hablando? –Hay algo que no está bien…
-¿No está bien? ¿De qué hablas? –pregunto nervioso.
-Debemos alejarnos, Gac-chan. No podemos seguir viéndonos.
-¿Qué dices? ¿Por qué? ¿Hice algo que te molestara?
-La verdad… si, Gac-chan –Gackt sintió como un frío recorrió su cuerpo al escuchar esas palabras proviniendo de un ser que le miraba fríamente -. Por escribir en tu autobiografía eso de que si yo fuera mujer te enamorarías de mí ha hecho que los medios especulen que tú y yo tenemos algo. También me ha traído problemas con Megumi y lo sabes. Así que esta será la última vez que nos veamos.
-¿Qué? ¿Por qué te importa tanto lo que dice la gente? ¡Lo único que dije fue que si fueras una mujer! ¡Nunca dije que estuviera enamorado de ti!
-¿Y no lo estás? –Le dijo acercándose a él – ¡Responde! ¿Estás enamorado de mí? –le preguntaba conforme caminaba hacia él, provocando que Gackt se pusiera nervioso y caminara hacia atrás como si una fiera estuviera asechándole, hasta que llegó hasta el tope de la cama y se sentó no teniendo más espacio para caminar -. ¿Entonces? No he escuchado una respuesta.
-No lo estoy –le mintió en un susurro, lamentando su propia cobardía al no enfrentarle por miedo a que si respondía con la verdad se alejara para siempre de su lado como estaba amenazándole antes.
-No te escuche. ¿Qué dijiste? –le dijo acercándose como si no hubiera escuchado a pesar de que si lo hizo.
-¡Que no te amo! –le gritó con las lágrimas amenazando por salir.
-Entonces, ¿qué es eso? -apuntando hacia la botella de vino y las uvas -. Cuando llame por teléfono te pregunte si recibirías visitas y me dijiste que no. ¿Debo suponer, entonces, que eso era para mí?
Gackt calló agachando la cabeza al no encontrar una respuesta, mientras Hyde le veía desde arriba asechante.
-Responde, Gac-chan.
-¡Si! ¡De acuerdo! ¡Lo hice por ti! ¡Lo ordené cuando supe que venías! Y con respecto a tu pregunta anterior… ¡Si! ¡Te amo, Hideto! –ya no pudo soportar más la presión que sentía en su pecho al reprimir esas palabras por tanto tiempo.
-Entonces, ¿me amas? –preguntó agarrándole el rostro para que le viera a los ojos -. ¿Me amas? –volvió a preguntar aun sosteniendo la cara de Gackt quien solo sentó con la cabeza -. Nunca nadie me había dicho eso –le confesó mientras acercaba su rostro al de Gackt -. Ni si quiera Megumi, o Sakura… ¡¿y tu dices que me amas?! –dijo soltando de un tirón a Gackt.
Hyde se paseo por la habitación y llegó a dar hacia donde estaban las uvas y el vino. Observó por un momento la deliciosa fruta y arranco una uva del racimo para introducirla en su boca.
-Deliciosa –dijo a su amigo que seguía sentado en la cama sin hablar -. Debo admitir que tienes buen gusto en fruta. La uva… es un clásico ¿no?
-Sabes que lo hice porque es tu favorita -. Dijo Gackt mirando al piso.
-Entonces, ¿no hiciste esto para acostarte conmigo? –le dijo tomando más uvas en su mano para introducir una en su boca mientras caminaba hacia donde se encontraba sentado Gackt.
-Claro que no. No lo he hecho antes ¿o si?
-Puede que no, pero has intentado besarme en más de una ocasión. ¿O es que ya lo olvidaste?
-¿Cómo olvidarlo? Si cada vez que lo intento me rechazas.
-Sabes que no he estado con un hombre desde Sakura, y aun así lo intentas… -dijo viendo al vacío mientras introducía otra uva en su boca.
-El que hayas estado con él me da esperanzas de que un día me aceptes…
-¿Y si no lo hago? ¿Qué harías si no lo hago? Solo estarías perdiendo tu tiempo cuando podrías estarlo aprovechando con You…
-¿You?
-Tu amante… No creas que soy estúpido, Gac-chan. Como sea… no importa… esta es la última vez que me verás…
-¿Por qué no te has ido? ¿Intentas torturarme?
-¿Quieres que me valla? –acercándose lentamente a Gackt, comiendo otra de las uvas que tenía en su mano.
-Sabes que no -. Dijo viendo a su amigo desde donde estaba sentado -. Pero me torturas con todo esto… si vas a alejarte de mi vida hazlo sin hacerme sufrir.
-Aja… -dijo acercándose aun más a Gackt. Entonces repentinamente toma el rostro del chico alto -. ¿Crees que eres el único que sufre por esto? –le susurra cerca de sus labios haciendo que el corazón de Gackt se acelerara. De repente Hyde lo tumba sobre la cama y se monta sobre él con las piernas abiertas y sus rostros cerca -. Yo también…-uniendo sus labios contra los de su ahora amante.
Gackt estaba más que confundido por lo que su pequeño ángel oscuro estaba haciendo. Pero no quiso tomarle importancia y solo se dedico a besar con amor los labios que siempre anhelo.
El beso se intensifico conforme sus cuerpos lo pedían. Sus lenguas jugueteaban y se saboreaban el uno a otro. Sus manos inquietas no tardaron en ser participes del amor que ahora estaban profesándose. Hyde acariciaba con ternura el rostro de su “amigo” mientras este acariciaba toda su espalda bajo su camisa.
Su beso era tan intenso que sus respiraciones comenzaron a fallarles lo que les obligo a separarse. Hyde jadeaba por la excitación y desesperación sobre el cuerpo de Gackt y este de igual modo, pero sus cuerpos querían más…
-No te entiendo, Haido…
-No quiero que me entiendas… quiero hacerte el amor.
Y sin decir mas se abalanzo sobre sus labios nuevamente para comenzar una nueva batalla entre besos y caricias. Pronto sus ropas comenzaron a estorbar en su misión así que decidieron deshacerse de ellas. Hyde desabotonaba la camisa de Gackt mientras este hacia lo mismo con la de su amante quedando ambos pechos desnudos.
Hyde tomó sus ropas y las aventó lejos para que no estorbaran en su lecho. Acto seguido, se acerco nuevamente a sus labios dejando en ellos un tierno y casto beso para comenzar a recorrer su cuello y pecho con un camino de besos y mordidas que provocaban que saliera más de un gemido por parte de Gackt. Hyde se intereso en los pezones de su Gac-chan por lo que se dirigió al izquierdo para besarlo y juguetear con su lengua.
-Mmm… Haido… no pares… no pares y no me digas que esto es un… ahh… sueño… porque si lo es no Ahh quiero despertar… mmm….
-No te preocupes… no pararé… y no… esto no es un sueño -. Le dijo depositando un beso apasionado sobre los labios de Gackt.
-Ahora déjame a mí… por favor… quiero satisfacerte en lo que quieras….
-¿Y dejarte tomar el control? Olvídalo… eres mío por esta noche Gac-chan…
-Por esta y todas las que quieras….
Hyde levanto la vista por un momento y vio el plato de uvas que no se encontraba muy lejos. Estiro el brazo para alcanzar el plato hacia la cama y arranco una.
-¿Te gustan las uvas, Gac-chan? –Gackt sonrío picaramente y asnito con la cabeza.
Al ver la reacción de su amante, Hyde tomo la uva que había arrancado y la puso entre sus labio acercándose a los de Gackt para que este arrebatara la fruta con un apasionado y dulce beso.
Sus cuerpos se deseaban más con cada caricia haciendo que la pasión los llevara a deshacerse de sus pantalones para dejar al descubierto su excitación y hambre. Al igual como hizo con las prendas anteriores, así mismo hizo con estas. Gackt no usaba ropa interior lo que hizo que lo que seguía a continuación no tuviera ningún obstáculo.
Hyde bajaba por el firme torso de Gackt llenándole de besos y caricias, pasando por ambos pezones y ombligo hasta que su recorrido llegaría a la meta planteada. Hyde masajeaba los fuertes muslos de Gackt mientras se acercaba lentamente a la parte íntima de su nuevo amante para comenzar con una serie de lamidas que le provocaban que más de un gemido saliera de su boca.
De pronto Gackt sintió algo estrecho y húmedo en su hombría lo que le hizo gemir de excitación.
-Ahh!! Haido!! Así!! No pares!!
Hyde devoraba con gusto el miembro hambriento de Gackt, los gemidos de este hacían que nuestro rubio cantante se excitara y quisiera oír más de esas dulces melodías por lo que devoraba con más ansias el miembro endurecido de su amante en turno.
-Haido… que me corroo… Ahh!!!
A pesar de las advertencias, el chico rubio decidió hacer oídos sordos a su amigo y seguir succionando golosamente anhelando saborear la semilla que suplicaba por salir.
-Haidooo!!!! –gritó al llegar al orgasmo y derramándose dentro de la boca de su pequeño demonio, quien la recibió gustoso relamiéndose los labios.
Con la semilla de Gackt aun en su boca, se acerco al rostro de este y viendo el plato de uvas arranco una la puso en su boca para que Gackt comiera de ella y saboreara su propio semen en un beso ardiente.
-Eres maravilloso, Haido… -le dijo tratando de recuperar el aliento que Hyde le robaba con sus caricias y besos.
-Y tu delicioso… -dijo para, así, volver a besarle para despertar nuevamente la excitación de Gackt
Gackt acariciaba toda la espalda desnuda de su chico amado y bajaba lentamente hasta llegar a sus glúteos para masajearlo con lujuria hasta que la ropa interior negra de Hyde comenzó a estorbarle y la quitó de su camino dejando al aire el miembro despierto de Hyde.
Al sentir el contacto entre ambas hombrías Hyde sintió la necesidad de más y comenzó a balancearse frotando su miembro contra el de Gackt haciendo que este despertara completamente.
-Mmm… Gac-chan… Date la vuelta… Mmm… quiero poseerte…
-Pero Haido… yo… nunca… Ahh! –protestaba entre gemidos.
-¿No dijiste que querías complacerme? Este es el momento… anda… date la vuelta…
Gackt se dio la vuelta no muy convencido de hacerlo. Nunca antes nadie le había poseído, siempre era el quien poseía.
-Ponte en cuatro patas –le pidió Hyde.
-Haido… yo… -tartamudeaba temeroso de lo que se avenía.
-No te haré daño, Gac-chan –le dijo acompañado de un beso tranquilizador.
De ese modo Gackt hizo más confiado todo lo que su amante le pedía. Y una vez estando en la posición indicada, Hyde humedeció uno de sus dedos con su saliva y comenzó a buscar espacio en la entrada de Gackt; mecía su dedo dentro de la estrecha entrada para que se hiciera más flexible. Una vez que Gackt se acostumbró a su dedo, introdujo un segundo y hasta un tercero conforme la entrada y los gemidos de Gackt le pedían.
-Relájate Gac-chan –le dijo una vez teniendo sus dedos fuera.
Tomando las caderas de Gackt introdujo lentamente su miembro en la entrada ahora no tan estrecha. Mientras Gackt gemía conforme le sentía cada vez más adentro.
-Mmm… Gac-chan eres tan estrecho… -le dijo a su amante una vez estando por completo dentro de él.
Hyde se mecía lentamente para no lastimar al chico alto mientras se acostumbraba a su engrosado miembro. Sus embestidas comenzaron a intensificarse conforme ambos cuerpos lo pedían hasta llegar al punto en que Hyde se pusiera salvaje debido a la pasión que sentía meciéndose brutalmente y sin piedad.
-Ah… Haido!! –gemía de dolor y excitación por las no muy cariñosos consideraciones que tenía con él.
Hyde embestía con más intensidad concentrándose en su propia pasión y olvidándose de atender como se debía al otro participante de la fogosa escena. Entonces tomó el miembro solitario de Gackt para comenzar a masturbarlo haciendo que este gimiera de excitación.
De pronto, las embestidas de Hyde fueron perdiendo intensidad para luego sacar su excitado miembro para que Gackt pudiera darse a vuelta y estuviera más cómodo. Se acercó al rostro de su uke para besarle apasionadamente mientras acariciaba su cabello. Acto seguido, Hyde volvió a introducirse dentro de su amante para saciar su hambre. Se mecía intensamente dejando que la pasión le envolviera más y más. No tardo mucho en que el clímax llegara a ambos, Hyde dentro de Gackt y este entre sus vientres.
Al sentir su cuerpo débil por la descarga de energía, Hyde se acomodó en el fuerte pecho de Gackt dejándose abrazar por este. De pronto levantó la mirada para ver a su amante.
-¿Lo disfrutaste? Porque yo si… -dijo un agotado Hyde.
-Como no tienes una idea… -respondió jadeante besando sus suaves labios.
Pronto el cansancio les ganó y ambos durmieron placidamente abrazado el uno del otro.
Su sueño se había realizado… había pasado una noche maravillosa con el amor de su vida ¿qué más podía pedir?
La mañana se hacía presente con la luz del sol entrando por la ventana del lujos cuarto de hotel. En sus adentros Hyde observaba tranquilamente a su amante que yacía dormido a su lado. Beso su frente con cariño y sin despertarlo dijo:
-Gracias por amarme, Gac-chan… -entonces, con el mismo tono para no despertarle… comenzó a cantarle una canción que conocía bastante bien.
“Yukuro ni kimi to mita
Orenji no Taiyou
Dakisobora kawo wo shite
Eienu no sayonara…”
-“Yo también te amo, Gac-chan… -susurro a su oído aun sabiendo que no le escuchaba.
Sin decir más se levanto de la cama se vistió y se despidió para siempre de su amado…
No tardó mucho cuando Gackt despertó solo en su cama haciéndole falta la presencia del ser con quien la había compartido esa noche…
Le buscó pero no le encontró. Entonces volteo a la mesa de noche y vio algo que le entristeció: un anillo. El anillo que le había regalado yacía sobre su mesa… no tardó en descubrir que esa era la señal de su fatídica despedida… No le volvería a ver… pero por esa noche… fue suyo y de nadie más.
~OWARI~