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I Want Candy por Madame Lawliet

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Notas del fanfic:

One Shot
Song Fic
Disclaimer: Los personajes de este fic no me pertenecen. Jai?
Aclaración: En este fic tanto L como Light tendrán 18 años. Y punto pelota xD
Aclaración 2: Viven en un sitio con playa porque si no no hace gracia :D

Notas del capitulo: Seguramente os preguntaréis por qué narices escribo otro fic teniendo el otro abierto desde hace cosa de siglos.
Pués es, simple y llanamente, porque el otro está en el otro ordenador el cual está sin internet.
¿Por qué no lo paso a un disco o disket? Porque no tengo.
Cuando arregle estos problemillas ya pondré la continuación del otro.
I know a guy who's tough but sweet
He's so fine, he can't be beat
He's got everything that I desire
Sets the summer sun on fire


Light Yagami es un chico normal y con una vida normal. Pese a su evidente inteligencia y buen aspeco, está libre y disfruta de su soltería con felicidad cortejando a cualquier chica que se le ponga a tiro. Está planeando dejar la casa de sus padres e independizarse para poder irse a estudiar, pero aún no ha conseguido el dinero suficiente y tiene que comerse muchos días de aburrimiento en el hogar familiar.
Ese día en concreto, caminaba por las calles sin prestar mucha atención a nada...hasta llegar a esa pequeña cafetería.

Entró y miró la cafetería con interés. No era muy grande ni tampoco muy lustrosa, pero parecía acogedora. Tras la barra se encontraba un anciano de aspecto agradable y bigote cano que le saludó con un asentimiento de cabeza. Siguiendo su recorrido, se fijó en lo pequeñas que eran las mesas y en los extraños colores que tenía todo. En la barra, al lado del hombre mayor, había un expositor lleno de dulces que parecían de una calidad demasiado buena para el ambiente de la cafetería...
-¿Qué desea, joven?
-Oh...esto...un café solo, por favor-El hombre asintió y se dirigió a una gigantesca cafetera de aspecto horriblemente desvencijado. Tomó asiento en uno de los taburetes de la barra sin dejar de escudriñar la estancia. Había algo sospechoso...inquietante...espera...¿era una persona eso que había en el banco? Entornó los ojos, fijándose en la mancha blanca, negra y azul. Sí, era una persona... Parecía un chico...sentado...en...posición fetal... Se encogió de hombros. Cosas más raras había visto.
-Aquí tiene-Miró la taza. El café tenía buena pinta, pero la taza... Suspiró y bebió. La verdad es que estaba my bueno, mejor de lo que esperaba.
-Disculpe...-Un escalofrío recorrió su cuerpo al oir esa palabra, pronunciada con voz suave y pausada-Me preguntaba si querría algo para acompañar el café. Ni siquiera le ha echado azúcar, debe estar muy amargo...-Se giró para encontrarse con el chico de antes frente a él, ligeramente encorvado. Su piel pálida le daba un aspecto casi fantasmal y su pelo azabache caía sobre sus ojos negros enmarcados por unas increibles ojeras.
-No...gracias-El chico siguió mirándole parpadeando apenas. Empezaba a sentirse MUY incómodo con esa mirada clavada en él-¿Qué...qué ocurre?
-Nada. Papá, dale la cuenta.
-Ya voy, hijo...qué impaciente...-El anciano se acercó portando un papelito-Son dos euros, señor. Disculpe si es muy caro, pero el negocio no marcha demasiado bien y tengo que mantener a mi hijo.
-Oh, no se preocupe-Pagó la cuenta y se dispuso a salir con las manos en los bolsillos...pero el chico de la cafetería le tiraba de la manga.
-Oiga...se deja el cambio...-Sacó una mano del bolsillo y otra pálida y suave depositó unas cuantas monedas en ella. Sin saber por qué, un leve rubor tiñó sus mejillas.
-Gracias-Salió por fin sacudiendo la cabeza con vehemencia. Estaba seguro de que no se había ruborizado y estaba seguro de que no había sentido nada cuando le tocó. …l era Light Yagami y era muy hetero. Punto.

A partir de ese día, pasó por la cafetería prácticamente a diario. Siempre pedía lo mismo y siempre se dejaba el cambio. Era...como una extraña costumbre. Pero hasta dos semanas después, no empezó a hablar con él.
-Disculpe...
-Ya sé, el cambio.
-Sí, señor. Es algo despistado.
-Deja de llamarme de usted. Soy Light Yagami, encantado.
-Oh...yo soy L-Se quedó mirando al chico de aspecto desgarbado con cara de poker.
-¿L?
-Sí-L se llevó el pulgar al labio con una extraña sonrisa.
-Si tú lo dices...-Se giró para irse. La voz de L le detuvo.
-¿No quieres algo más? Gratis.
-¿Gratis? ¿Por qué?
-Invitamos a los clientes que vienen prácticamente todos los días al menos una vez-Siguió a L hasta el banco. …l se sentó con normalidad mientras que el otro adoptaba su extraña posición fetal y se mordisqueaba el pulgar. Le observó. En realidad, ese chico le fascinaba. Nunca hablaba, sólo abría la boca para ofrecer algún dulce o avisarle sobre el cambio. Tal vez...tal vez por eso siempre se lo dejaba, para oirle... Bah, menuda idea más ridícula...
-L ¿te traigo lo de siempre?
-Sí. Gracias Watari.
-Te he dicho que no me llames así-El anciano se giró y le miró-¿Y usted, qué desea?
-Pués...mmm...algo no muy dulce...
-Está bien.
-¿No te gusta el dulce, Light-kun?
-¿Eh? No-Ahora que se daba cuenta...¿ese chico no se pasaba el día comiendo dulces? Sí...eso era lo que hacía. Y no parecía engordar...menudo bicho raro.
-Vaya...-Watari volvió. Dejó ante L una porción de pastel de fresa y frente a él un café solo. Como siempre.
-Gracias.
-A usted-Se retiró. Volvió a quedarse observándole. Incluso comiendo era especial. Cogía el tenedor con dos dedos y alzaba el brazo para tomar un mínimo trozo de pastel. …l bebía su café en silencio, analizando los movimientos del otro.
-¿Qué es tan interesante en mí Light-kun?
-La verdad es que todo.
-Ohm...-Se tragó la fresa y dejó el tenedor en el plato ladeando la cabeza-¿Te gusto, Light-kun?
¿Lo qué? ¡¿Qué narices hacía preguntándole eso?!
-¿Cómo?-L sonrió.
-Me has malinterpretado. Me refería a mi compañía en general.
-Oh...sí...bueno...aunque no eres muy hablador.
-Tú tampoco.
-En fin...creo que he de irme. Es bastante tarde-Se levantó despidiéndose con la mano-Volveré mañana ¿sí?
-Ja...jai.
-Adiós-Y mientras salía pensó en su pregunta. Parecía un chico dulce...seguramente por su manía de andar siempre zampando cosas azucaradas...pero también parecía duro a su manera, de una forma particular. Se movía rápido, lo sabía por las veces que le había asustado al ponerse tras él sin avisar así que apostaría una mano a que si intentaba darle un golpe lo esquivaría tan felizmente. Y por último...era...delicado...como una chica...con esa piel pálida y suave más propia de una colegiala y esa actitud inocente ante el mundo...
Mientras caminaba de vuelta a casa, Light Yagami dejó de ser un chico normal y de tener una vida normal. Light Yagami empezó a descubrir lo que realmente sentía. Light Yagami se sorprendió pensando que ese tal L era todo lo que deseaba en ese momento. Light Yagami concluyó que ese maldito lunático zampabollos había incendiado su sol de verano.

Go to see him when the sun goes down
Ain't no finer boy in town
You're my guy, what the doctor ordered
So sweet, you make my mouth water


Atardecía y él se dirigía, como siempre, a la cafetería. Hacía ya bastante que tenía claro lo que sentía por el pirado del azúcar y más que para tomar café iba ahí a verle. Todos los días se sentaban y hablaban largo y tendido sobre cualquier cosa. Pocas veces se iba sin dejarse el cambio, de forma deliverada entonces, y ninguna se mrchó sin tocar al menos una vez la piel del otro chico. Aunque fuese para quitarle algo de nata de la mejilla o simplemente un mero roce al coger lo mismo que él. Ese día se seguía el ritual de siempre...pero él estaba dispuesto a cambiarlo.
-L.
-¿Sí?
-¿Quieres salir a dar una vuelta después?
-¿Eh? ¿Por qué?
-Nunca te he visto fuera de la cafetería, pensé que te gustaría salir un rato.
-Mmmm...está bien-L sonrió. …l pagó la cuenta. Los dos euros de siempre, pero esta vez justos.
-Vamos.
-Light-kun...
-Jai?
-Hoy no has dado dinero de más...
-¿Eh? Ah, bueno...sí, lo llevaba justo. Venga, levanta-Tiró de la mano de L hasta que se levantó. Bien, uno de sus objetivos del día estaba conseguido. Le había tocado. Pero le quedaba otro... Tragó saliva. No estaba acostumbrado a esas cosas...
-¿A dónde vamos?-Inconscientemente, sus pies le llevaron hasta un pequeño parque no muy lejos de la cafetería.
-Aquí. ¿No es bonito?
-Mmm...sí...-Le miró. Parecía increiblemente nervioso e inquieto.
-¿Qué te pasa?
-Es la primera vez que salgo con alguien que no sea Watari-Enarcó una ceja. El chico más encantador que había conocido, seguramente el más adorable de toda la ciudad, no había otro comparable a él. ¿Cómo era posible?
-Es por mi adicción al azúcar.
-Nani?
-Sí. No puedo estar mucho sin tomar nada dulce. Watari intentó curarme, pero no lo consiguió-Sonrió. Cada vez era más atrayente.
-Bueno, por ahora no te quejas.
-No...que raro...-Parecía preocupado. Sonrió. Lo tenía en bandeja, asustado e inseguro ante un mundo desconocido y sin azúcar.
-Anda, ven...-Abrió los brazos. L frunció el ceño sin entender y sin moverse. Con un suspiro, él mismo avanzó unos pasos y envolvió al otro en un cálido abrazo.
-Na...nani...? ¿Qué haces, Light-kun?
-¿Recuerdas cuando me preguntaste si me gustabas?
-Ja...jai...-Los brazos de L estaban ascendiendo lentamente hasta su pecho, con timidez.
-Pués...me gustas, L-san. Más que eso-L temblaba. Bah. Si tenía miedo era cosa suya.
-¿Más...que...eso...?-No le respondió. Simplemente se separó de él y le tomó con suavidad de la barbilla. Sus mejillas presentaban un leve sonrojo y sus ojos oscuros y vacuos casi parecían brillar. Rodeó su cintura con un brazo atrayéndolo hacía él y con increible lentitud se inclinó y unió sus labios. L se tensó y tembló aún más que antes...aunque llegó a responder el beso con tanta timidez que casi empezó a desesperarse. Sus labios estaban increiblemente dulces por sus excesos azucarados.
-Amai...-Murmuró, separando su rostro del suyo apenas unos milímetros.
-Go...gomen...
-¿Por qué?
-No te gusta el dulce...
-No importa-Le soltó y sonrió-El médico me recomendó que tomara dulce-Guiñó un ojo a L, que se ruborizó aún más.
-Light-kun...-Le tomó de la muñeca y volvió a besarle, interrumpiéndole.
-Oishii...
-Light-kun...yo...quería preguntarte algo
-Jai?
-Mañana Watari y yo íbamos a ir a la playa...y...etto...¿quieres venir?
-¿Eh? Claro-L sonrió. Parecía contento pese a su mirada casi perpetuamente vacía-¿A qué hora, L-san?
-Mmmm...sobre las cinco de la tarde.
-Ok. Estaré a esa hora en la cafetería, jai?
-Jai-Asintió y pasó un brazo sobre los hombros de L, conduciéndole de nuevo a la cafetería. Al llegar a esta, se detuvo en la puerta y le obligó a mirarle.
-L...-Se inclinó sobre su oido-Sólo con pensar en mañana se me hace la boca agua...-Susurró jugueteando con una de sus manos entre las suyas.
-...Light-kun...tengo que entrar...Watari...
-Oh...sí, lo entiendo-Dió un paso atrás sin soltar su mano, mirándola.
-Light-kun...
-Sólo un momento...-Besó las yemas de sus dedos. L estaba tan rojo que parecía brillar en la oscuridad-Ya puedes entrar. Buenas noches, L-san.
-Buenas noches...
Volvió a emprender el camino hacia su hogar con una estúpida sonrisa de satisfacción. Estaba verdaderamente hechizado por el enigmático paliducho azucarado... Rió entre dientes y apretó el paso. Quería llegar cuanto antes a casa y recrearse en su felicidad.

Candy on the beach, there's nothing better
But I like candy when it's wrapped in a sweater
Some day soon I'll make you mine
Then I'll have candy all the time


Ya estaban en la playa. Watari aconsejaba a L que se pusiese el bañador y se bronceara un poco o parecería un fantasma toda su vida. L se negaba en redondo a quitarse su amado sweater blanco y sus raidos vaqueros.
-No pienso hacerlo, Watari.
-Vamos L...no seas tímido...tu amigo Light ya se puso el suyo-L le miró y se ruborizó. Admitía que estaba bastante bien, pero tampoco era para tanto...además, el bañador a modo pantalón corto de color amarillo fosforescente que le había encasquetado su madre a base de capones era bastante poco sexy...
-Vamos L-san, no pasa nada porque te quites eso un día...
-Shikashi...-Con cuidado de que Watari no se percatara, se acercó a L y rozó su cintura con la mano.
-L-san...por mucho que ahora te empeñes en seguir vestido...antes o después te haré mio...y podré tenerte todo el tiempo...-Fue un murmullo quedo en su oido, apenas audible, pero notó el estremecimiento de L.
-Watari...
-Jai, L-san?
-Voy a ir a dar una vuelta con Light-kun.
-Vale. Pero no volváis tarde-Watari sonrió. Seguro que se olía algo...pero no decía nada. Se encogió de hombros y siguió a L que andaba lentamente por la arena. Cuando se perdieron de vista tras unas rocas, L se detuvo.
-Light-kun, ¿está seguro de lo que has dicho antes?
-Sí-Se acercó a L. SU L, SU dulce preferido-No hay nada mejor que esto...estar contigo...aqui...-Rodeó su cintura con los brazos desde atrás.
-...-L suspiró. Le encantaba ese chico. Era tan extraño...y sin quitarse el sweater en la playa. No entendía cómo no se moría de calor, pero le gustaba.
-Sabes muy bien lo que quiero de ti ahora...¿verdad, L-san?
-Iie...
-¿No eres capaz de deducirlo por mis palabras de antes?
-Oh...yo...-Sonrió deslizando las manos bajo su sweater blanco lentamente. Era tan...suave...-¡Light-kun!
-Sssh...-Le dió la vuelta para mirarle a la cara. Pelo negro cayendo en mechones desordenados sobre ojos repentinamente brillante. Una tonalidad rosácea sobre las pálidas mejillas y finos labios entreabiertos-¿Acaso tienes miedo?
-N...no...pero...
-Pero nada-Le besó suavemente. De nuevo ese sabor dulce raspó sus papilas gustativas... Con delicadeza, introdujo la lengua en la boca de L que se agarró a sus hombros para no caer. El sabor dulce se hizo aún más patente según exploraba con su lengua, acariciando la del otro mientras volvía a deslizar las manos bajo su ropa, recorriendo su espalda.

Candy in the morning time,
Candy in the hot sunshine.
Candy baby can't you see,
All I want is your candy!


No sabía cómo había acabado así, pero estaba tendido junto a L, ambos desnudos y ruborizados. Sus cuerpos sudorosos y sus respiraciones agitadas eran, junto con una misteriosa sustancia blanquecina, lo único que dejaban claro lo que había ocurrido.
Se giró y miró a L. Su cuerpo era delicado, casi femenino y su nívea piel presentaba marcas hechas por él en su recorrido a través de esta.
-L-san...
-Jai?
-Ai shiteru-Se lo había dicho múltiples veces mientras todo ocurría y ninguna vez había recibido respuesta. L estaba demasado ocupado intentando asimilar lo que estaba sucediendo y ahogando cualquier sonido que pudiese resultar alarmante para alguien que pasase cerca.
-Yo también, Light-kun...
-¿Tú también te quieres?-L se cruzó de brazos en un mohín irritado.
-Baka...-Sonrió y le abrazó. Su piel aún estaba caliente...
-Arigatou, L-san-Respondió y se incorporó, poniéndose el ridículo bañador fosforescente y recogiendo la ropa de L.
-Será mejor que volvamos o Watari se preocupará-L se levantó y se vistió. No pudo evitar quedarse mirando sus extraños movimientos de contorsionismo...
-Vamos-L le sonrió. Había algo en esa sonrisa. Algo que decía que a partir de entonces estarían juntos por la mañana, por la tarde, por la noche...con calor abrasador o con frío gélido...pero juntos. Y eso era lo único que quería...lo único que anhelaba. Estar siempre con su dulce, con su...candy...
Notas finales: Bah, pués listo.
Sí, es una tontería, pero lo hice para despertar las neuronas xD
Canción "I want candy" de no recuerdo quién con la última parte tomada de la odiosa versión de Aaron Carter.
So...eso es todo.
Enjoy.
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