Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hola, hermanito por RukiaU

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: DISCLAIMER: No me pertenecen ni Itachi, ni Deidara, ni Kisame, ni Orochimaru, ni Sasuke (es de Naruto) ni Naruto (es de Sasuke). No, espera. Itachi sí me pertenece.

Hola, hermanito

Sasuke abrió la puerta de su casa y arrojó las llaves encima de un mueble. Había sido un día muy duro. Primero Kakashi se había retrasado porque se encontró una perra embarazada dando a luz y tuvo que asistirla en el parto, dar nombre a los cachorros y subastarlos por Internet. Luego Sakura y varias chicas más de su club de fans habían hecho pancartas con su nombre y lo habían perseguido ofreciendo sus úteros para revivir su clan. Y más tarde, y eso era lo que más le molestaba, Naruto le había pedido que dejara de intentar violarlo. Sasuke había intentado razonar con él, explicándole que si lo hace un Uchiha no es violación, porque es imposible que nadie se resista a sus encantos, pero el otro chico se había mantenido en sus trece, y al final Sasuke había tenido que invitarle a ramen, sin recibir siquiera unos segundos en algún callejón oscuro como compensación.

Con un suspiro, se quitó los zapatos y se dirigió hasta el salón, decidido a ver la televisión un rato hasta que llegara la hora de llamar a Naruto para pedirle ayuda con su último Jutsu. La idea de Uchiha Sasuke pidiendo ayuda a otro ser humano le sonaba irreal incluso a él, pero Naruto siempre se lo creía.

Al entrar en el salón, sin embargo, se olvidó de Naruto y del bote de sirope de ramen que había comprado la tarde anterior por si las cosas se ponían interesantes.

Allí, de pie delante de la mesa, con el mando a distancia en la mano y mirando con desagrado a la pantalla, estaba su hermano, Uchiha Itachi.

Al verlo, Itachi apagó la televisión, dejó el mando sobre la mesa y se acercó a Sasuke, que se había quedado inmóvil de la impresión.

- Hola, hermanito - dijo, mirándole a los ojos profundamente. Una vocecita dentro de la cabeza de Sasuke, que sonaba exactamente igual que Naruto, le gritó que no fuera imbécil y que saliera corriendo de ahí, pero Sasuke era incapaz de moverse. El sharingan de su hermano lo tenía atrapado. Sasuke hizo un último esfuerzo por resistirse, pero cuando por fin pudo apartar la mirada de los ojos de Itachi se dio cuenta de que ya no estaba en su salón. El suelo, de un rojo que recordaba al del sharingan, se fundía con un cielo de un rojo más claro en el horizonte. En medio de ese lugar desierto sólo se encontraban Itachi y él.

Itachi parecía a punto de sonreír. Con un paso muy decidido se comenzó a acercar a Sasuke, que seguía sin poder moverse, pero tropezó con una piedra y estuvo a punto de caer al suelo. Molesto, recompuso su capa y se sacudió varias motas de polvo invisibles con un gesto airado. Sasuke aprovechó para hablar.

- ¿Dónde... dónde me has traído?

Itachi sonrió. Sasuke se preguntó si cuando él lo hacía daba tanto miedo, y recordó de repente que él nunca sonreía. Bueno, por si acaso, debería probar esa sonrisa con su club de fans. Quizás así dejaran de mandarle invitaciones para su propia boda.

- No te he traído a ningún sitio. Nada de esto es real. Ni el cielo, ni el aire que respiras, ni siquiera tú eres real.

- La piedra era real - dijo Sasuke, mirando a los pies de su hermano.

Itachi reflexionó.

- Bueno, la piedra sí. Hay pocas cosas más reales que las piedras. El sake, por ejemplo.

Sasuke asintió. A la mañana siguiente, el sake era lo único que verdaderamente parecía real. El resto siempre estaba rodeado de una neblina de irrealidad.

- ¿Y a qué has venido?

- Sólo quiero hablar contigo un rato

- ¿Hablar?

Itachi parecía incómodo.

- Bueno, es Navidad. Creía que eso es lo que hacen las familias en estas fechas.

Sasuke lo miró fijamente.

- Itachi, dado que fuiste tú el que acabó con la vida de todo nuestro clan, no creo que seas el más adecuado para hablar de reuniones familiares. Además, estamos en mayo.

- Oh.

Sasuke, que poco a poco empezaba a recuperar la movilidad, se cruzó de brazos y miró a su hermano, enfadado.

- Entonces supongo que no tiene sentido que te pregunte qué quieres como regalo- dijo Itachi. Sasuke lo miró con curiosidad.

- ¿Qué tenías pensado?

Itachi se encogió de hombros.

- Primero se me ocurrió que lo que más te gustaría sería verme morir, pero entonces no podría ver tu cara después de darte el regalo, así que lo descarté. Luego pensé en darte mi capa, pero como creía que era invierno pensé que pasaría frío volviendo al cuartel general de Akatsuki. Así que he decidido regalarte a Kisame.

- ¿Qué? - exclamó Sasuke, boquiabierto. Cuando su hermano asesinó al resto de la familia empezó a sospechar que había algo que no funcionaba bien en su cabeza, pero parecía que nunca acabaría de sorprenderlo.- ¿Para qué demonios voy a querer que me regales a Kisame?

Itachi se encogió de hombros de nuevo.

- Es muy limpio y educado con las visitas, hace unas galletas de coco deliciosas, y dibuja bien. Es verdad que es un poco difícil de mirar, pero nada que una sábana por encima de la cabeza no solucione.

- Itachi, no quiero que me regales a Kisame. Me da igual que sepa hacer galletas.

Itachi lo miró desilusionado.

- Pero esperaba que te ayudara a revivir el clan.

- Itachi, Kisame es un hombre. ¿Cómo me va a ayudar a revivir el clan?

- ¿Entonces prefieres a Deidara?

Sasuke suspiró.

- Cuando quiera revivir el clan me ocuparé de solucionar el problema yo solito, gracias - sus propias palabras le hicieron acordarse de su club de fans, y no pudo evitar estremecerse. Itachi siguió hablando, sin escucharle.

- Creía que eso de que fuera hombre no te importaba mucho. He visto cómo intentabas dejar preñado al zorro rubio.

Sasuke lo miró molesto. Creía que el único que los espiaba era Kakashi.

- No intentaba "dejarlo preñado"

- ¿Ah, no? ¿Entonces es al revés?

- ¡No! - Sasuke respiró hondo. Si alguno de los dos se fuera a quedar preñado, definitivamente no sería él. Pero¿en qué estaba pensando?. Itachi siempre le hacía cosas raras a su cabeza.- Además, últimamente no quiere... dice que vamos demasiado deprisa y que es mejor que nos lo tomemos con calma. Al parecer piensa que intento forzarlo.

- ¿Le has explicado que si lo hace un Uchiha no es violación?

- Lo he intentado, pero no me escucha.

- Tendré que hacerle una visita

- No, Itachi. No lo mates.

- ¿Por qué?

- No puedes matar o... o regalar a cualquiera que te moleste.

- ¿Y por qué no?

Sasuke decidió intentarlo de otra manera.

- Si matas a Naruto nunca podrá ser la madre de tus sobrinos.

- Los hombres no pueden ser madre, Sasuke. No digas tonterías.

Sasuke estaba ya harto.

- Bien, si has terminado, dame a Kisame y lárgate.

Itachi bajó la cabeza.

- Verás, yo...

- ¿Qué?

- Olvidé traer a Kisame

- Creía que era mi regalo

- Estamos en mayo. No esperaba que me lo pidieras ahora.

Sasuke cerró los ojos con fuerza durante unos segundos. Al abrirlos, Itachi aún seguía ahí, mirándolo con su habitual expresión impasible. Mierda.

- Itachi

- ¿Qué?

- Déjame salir de aquí y vete

- Eso es muy maleducado, hermanito

- Déjame salir de aquí y vete, o te mataré

Itachi asintió, satisfecho.

- Pero antes tenemos que discutir otra cosa.

La paciencia de Sasuke se agotaba.

- ¿El qué?

- Me han comentado algo muy feo sobre ti y Orochimaru.

Sasuke se removió incomodo. No era el momento más adecuado para que Itachi se enfadara por lo de hacer cualquier cosa por matarlo. Sí, Itachi deseaba que se hiciera más fuerte, pero Akatsuki estaba enemistada con Orochimaru, y seguramente no le haría gracia que Sasuke hubiera tenido que recurrir a él para conseguir poder y acabar con su vida. Si su hermano descubría la razón por la que había seguido a Orochimaru se enfadaría, y ya había tenido suficiente con la reacción de los demás.

Aún recordaba la desilusión con la que lo había mirado Kakashi los primeros días. No por la desilusión, sino porque realmente se había molestado en despegar los ojos de su libro pervertido para mirarlo. Esa mirada le había hecho sentirse realmente incómodo. Normalmente, Kakashi sólo observaba algo con tanta atención cuando había sudor y gemidos de por medio, y no precisamente porque alguien estuviera luchando.

Sakura había acampado con el resto del club de fans delante de su puerta, y cuando salía de casa se abalanzaban sobre él para intentar tomar muestras de tejido y poder clonarlo si volvía a desaparecer.

Y la forma en que Naruto lo había encadenado desnudo a su cama durante una semana para que no se le ocurriera escaparse de nuevo con otro pervertidor de menores había sido muy cruel. Mmm. Deliciosamente cruel. Pero ahora no era el momento de pensar en esas cosas.

- Itachi, hayas oído lo que hayas oído seguro que no es...

- Me dijeron que eras su nueva mascota sexual

- Ah.

El silencio se apoderó del lugar.

Itachi miró a su hermano, que fue enrojeciendo cada vez más.

- Itachi, no es lo que piensas...

- Ya, claro

- Que no, que no fui con él por eso...

- Sasuke, no deberías haberme ocultado algo así

- Pero Itachi, que en realidad yo sólo...

- Si las nuevas generaciones del clan Uchiha va a tener la sangre de esa serpiente en sus venas al menos me podrías haber avisado antes - Sasuke sintió un escalofrío al oír la palabra serpiente. Definitivamente, tenía que sacar a Itachi de su error. Después de todo, sólo había ocurrido una vez.

- Itachi, te estás equivocando, yo fui con Orochimaru para...

- Lo que más me duele - continuó Itachi, sin dejarlo hablar, como de costumbre - es que prefieras a Orochimaru antes que a Kisame o Deidara. Al menos Kisame parece un hombre. Si tienes que quedarte embarazado de alguno de los tres, elígelo a él.

- Es físicamente imposible que me "quedara embarazado" de ninguno de ellos. Y Kisame parece cualquier cosa menos un hombre. Además, si tienes tantas ganas de revivir el clan hazlo tú mismo.

Itachi miró a Sasuke de arriba a abajo.

- No es que no haya pensado en ello alguna vez - reconoció, tras unos instantes- Las noches en el cuartel de Akatsuki son muy solitarias. Pero sería un poco raro. Tendríamos que dar muchas explicaciones en el censo. Además, no creo que te gustara que tu hijo heredara mi aversión por las reuniones familiares.

Sasuke abrió la boca para hablar, pero no sabía qué decir. Algo había ido mal desde el principio de la conversación, y ya era tarde para remediarlo.

- Itachi, en serio, ¿por qué te dejan salir de casa sin medicación?

- Deidara pregunta eso continuamente. Tenéis más en común de lo que parece a simple vista- dijo, guiñándole un ojo- Además, cualquier día de éstos descubrirá que es una mujer, y así tú no tendrás que llevar al niño en tu cuerpo.

Sasuke no se molestó en responder a eso. ¿Por qué en vez de venir a hablar con él no había usado el sharingan como lo haría una persona normal y le había permitido morir?

Pero no. Tenía que matar a todo su clan y dejarlo con vida precisamente a él.

De repente se le habían quitado las ganas de ver la televisión.

- ¿Eso es todo? - preguntó Sasuke en tono cansado. Itachi lo miró.

- ¿Pensarás en todo lo que hemos hablado?

- ¿Acaso hay alguna manera de olvidarlo?

Itachi lo miró con satisfacción.

- Entonces ya está todo decidido - "¿Qué está decidido? . ¿Qué?. ¿Qué me he perdido?"

Itachi chasqueó los dedos, y la habitación roja que había a su alrededor se desvaneció. De nuevo se encontraban en el salón, tal y como al principio. Sasuke se tambaleó, dando un par de pasos hacia atrás, teniéndose que apoyar en un mueble cercano. Itachi se alisó los pliegues de la capa, como si la última media hora sólo hubiera ocurrido en su imaginación. Sin decir nada más, Itachi se encaminó hacia el pasillo. Antes de salir del salón se volvió y sonrió a Sasuke.

- Por cierto, si te has preguntado qué quiero yo por Navidad, siempre he deseado tener un osito de peluche.

Sasuke observó mudo como Itachi le hacía un gesto amistoso con la cabeza y se dirigía hacia la puerta.

Sin esperar a que su hermano abandonara la casa, se desplomó sobre el sofá con un gemido.

Necesitaba sentarse un rato.

--------------------------------------------------------------

Sasuke se dejó caer sobre el pecho de Naruto, agotado.

- ¿Esto es a lo que te referías cuando me pediste que te ayudara a preparar la misión de mañana? - susurró el otro chico con una risita, aún respirando entrecortadamente, mientras le acariciaba el pelo.

En vez de contestar, Sasuke le besó juguetonamente el ombligo, y continuó bajando por el cuerpo de Naruto.

- Por cierto, cuando venía me encontré con tu hermano

- ¿Mmm?- "¿Tiene que acordarse de Itachi AHORA?"

- Os parecéis mucho. En varios sentidos - comentó, frunciendo la nariz. Sasuke levantó la cabeza al oír esas palabras y alzó una ceja. - ¡Casi lo olvido! Me dio esto para ti.- dijo Naruto, apartando a Sasuke y rebuscando entre el montón de ropas que había a los pies de la cama.

- ¿Para mí?- preguntó Sasuke, incorporándose y cogiendo de las manos de Naruto un bote lleno de pastillas y una carta.

 

Hola, hermanito:

Hablé con el zorro rubio. Grita de una forma muy desagradable. Es cierto; no comprende que si lo hace un Uchiha no es violación. Cambiando de tema, hemos discutido acerca de lo de revivir el clan, y dice que no le importa que seas la madre de sus hijos. Sólo tendrás que tomarte una pastilla azul cada día durante tres semanas, y luego dejar que la naturaleza siga su curso. Si el zorro rubio no sabe cómo hacer su parte dile que me llame y yo le daré algunas clases.

Te mandaré a Kisame para que te ayude con el bebé cuando se acerque el alumbramiento.

Un saludo

Itachi.

 

Sasuke estrujó el papel entre sus manos.

- ¡¡¡ITACHI!!!

Continuará

Notas finales:

 

Reviews???


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).