El cielo se matizaba de un hermoso pigmento rojizo debido a al atardecer presente, las primeras estrellas se permitían aparecer mientras que el sol de a poco moría en el horizonte. La luz del decadente sol entraba a diestra y siniestra por el lugar, introduciéndose ávida en cada ventanal.
- ¿Quién eres?... -
Aquella voz era profunda e inclusive fría, los ya oscurecidos rayos del sol dejaban entrever a un muchacho de cabellos y ojos negros, piel nívea y bastante alto apoyado sobre un mullido colchón; miraba hacia abajo suyo, mostrándose una ensombrecida figura que se negaba a develarle su identidad.
- Dime... ¿Quién eres? -
La efigie debajo de él negaba divertida, alzando sus manos para tocar el rostro del insistente pelinegro. Eran blancas como la nieve, suaves al tacto ajeno, hábiles en su trabajo de reconocimiento.
- ¿Qué quieres de mi?... -
Por más preguntas que hiciera quien yacía debajo de él no hablaría... en respuesta una de sus manos tocó la zona superior izquierda del pecho del pelinegro, mientras que la otra delineaba grácil el contorno de los labios del ojinegro.
- Kyouya... -
Un par de ojos negros se abrieron en el momento en que el misterioso ser recitó aquel nombre.
- ¿Por qué ese sueño me atormenta tanto? -
Quejumbroso se levantó hasta quedar sentado sobre su cama, los rayos del nuevo día entraban sin pudor alguno cegando de momento al pelinegro; buscó a tientas sus lentes, dando con estos sin mayores líos. El era Kyouya Ootori, el tercer hijo de la familia Ootori y candidato a heredar cada una de las acciones que su senil padre poseía de momento. Indiferencia, era quizás la característica que mas reluciente de él; quizás también la manía de buscar en cada situación un beneficio material... al menos ahora todo aquello era un poco menos marcado, desde el día en que lo conoció a él, a Tamaki Suou.
- Hn... - musitó desencajado, poniéndose sus lentes y masajeándose en el acto las sienes que suplicaban por atención de su parte - Este sueño... esa persona... - cavilaba entre sus reflexiones, pensamientos, preocupaciones - ¿Qué demonios me sucede? -
Suspiró, masajeándose con mayor ahínco su cabeza... le punzaba, le ponía de mal humor y de por si al despertar su humor jamás había sido el mejor.
- Buenos días Kyouya-sama - saludó amablemente una sirvienta - Me sorprende verle levantado tan temprano pero bueno... su baño matutino ya está listo, igual su desayuno y sus ropas... -
- Muchas gracias Hitomi -
- Estamos para servirle - hizo una reverencia para después dejar solo al pelinegro
Sin más remedio se puso en pie, renegando en parte por las actividades escolares aunque después de todo era viernes... mañana podría dormir cuando se le antojara a menos que su duro padre pugnase lo contrario.
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- Tamaki-kun... - decía una voz femenina y bastante tímida
- ¿Si, princesa? -
Rubio, alto, de piel tan blanca como la nieve y con un encanto imposible de ignorar por mucho esfuerzo que se hiciera; era él Tamaki Suou, hijo del director de Ouran y fundador del Host Club. Alrededor suyo se tergiversaba un ambiente lleno de vivos colores acentuados por una brillantez fantasiosa. La muchacha que le hacía compañía no podía hacer más que deleitarse con la imagen que le ofrecía el galante rubio... a leguas se podía notar el rubor de sus mejillas y la estela especial de sus ojos.
- Tamaki yo... -
- No digas más mi hermosa princesa. - posó su mano sobre la mejilla de la joven - Déjame disfrutar en silencio de tu belleza etérea e indigna de mis ojos... de este milagro de poder verte sin morir en el intento... -
- Ta... ma... ki -
Y se sostenía un bohemio ambiente acentuado por la excelsa actuación del llamado Rey... sin embargo...
- ¡Kya! ¡Hikaru y Kaoru! ¡Qué tiernos! - fueron varias las que exclamaron enternecidas por una escena que no se veía debido al tumulto acumulado en torno a los gemelos Hitachiin - Qué lindo es el amor entre hermanos -
- Hikaru yo... no es necesario que te preocupes tanto por mi... - decía el menor de los gemelos con melosa voz, ambos eran muchachos de cabellos rojizos y ojos amarillos profundos, de piel blanca y con un singular encanto
- Kaoru, sabes que eres mi vida... jamás, entiéndelo, jamás podría dejar de preocuparme por ti... de pensar en ti... -
- Hikaru... gracias... - alzó su mano alcanzando el rostro de su hermano, quedando a escasos centímetros el uno del otro en lo que parecía ser el indicio de un beso
- ¡¡Kyaaaaa! - las damas estaban totalmente encantadas con la actuación de los gemelos y externaban mediante gritos su satisfacción
El rey no parecía muy de acuerdo con los gritos de las damas... de hecho, ahora era celoso de que parecía que los gemelos tenían más clientas que él mismo... y eso que no era tan mal parecido después de todo. Aunque, en otro lado de la tercera sala de música...
- ¿Y entonces Mori-senpai sirve a tu familia? - preguntó una joven, rodeada de otras más que veían con devoción hacía dos muchachos muy distintos en apariencia pero muy unidos pese a ello
- Bueno... ya no exactamente es así... la familia de Takashi terminó siendo muy unida a la nuestra así que ese trato de sirvientes no se da... y así puedo compartir con Takashi todos los pasteles... ¿Verdad? - explicó Honey-senpai, un muchacho con apariencia de niño, rubio, de ojos cafés profundo y que transmitía una ternura imposible de ignorar
- Sí - agregó Mori-senpai, un joven alto, moreno, de rostro estoico y mirada azabache profunda.
- ¡Kyaaa! ¡Qué tiernos se ven juntos! -
- ¿Tú crees? - preguntó Honey mientras comía un delicioso trozo de pastel de tres leches
- ¡Claro que sí! ¡Juntos son adorables! -
- ¡Usa-chan opina lo mismo siempre! Aunque Usa-chan podría ponerse celoso... - dijo tomando ahora a su conejito de peluche - Pero a Usa-chan también le gusta jugar con Takashi... -
- Si tú lo dices... Mitsukuni -
El rey les miraba aunque no tan enfadado como cuando enfocaba sus orbes en los gemelos Hitachiin...
- Kyouya-senpai... ¿Sabes que le sucede a Tamaki-senpai? - preguntó quien parecía ser un muchacho aunque su voz y apariencia decían lo contrario, poseía hebras cafés y mirada café profunda... mucho más profunda que ninguna otra persona.
- Solo está celoso de que los gemelos tengan más fama que él... es algo fácil de ver, Haruhi -
- Si tú lo dices... me es difícil a mi predecir que tiene Tamaki-senpai siendo que su humor es muy cambiante... así que no puedo hacer conjeturas tan ‘obvias' como tú - explicó mirando acusadoramente a Kyouya que no parecía reparar en ello
- Debo admitir que Tamaki tiene razón en estar celoso -
- ¿Por qué lo dices Kyouya-senpai? -
- mira... - el llamado rey entre sombras le mostró una especie de grafica de barras en las cuales se contabilizaba la frecuencia con que cada uno de los miembros era solicitado - Últimamente Hikaru y Kaoru ocupan la cima de solicitudes, seguidos por Honey-senpai y Mori-senpai juntos... -
- Pero... ambas parejas tienen una diferencia abismal con respecto a los demás - dijo perpleja Haruhi
- Exacto... lo cual me parece peculiarmente raro... nunca se había dado un fenómeno así. -
- Creo que el secreto debe ser que están en parejas, ¿No crees? -
- Es una posibilidad pero el que hayan estado en parejas en el pasado no representó ningún progreso más allá del normal. Y ahora, de forma repentina, son más cotizados que el mismo Tamaki... o tú misma -
- Entonces debe ser algo así como una moda... por así decirlo -
- Eso parece aun más factible pero... a decir verdad, no tengo idea de que podría estar de moda en este momento para una alumna -
- Creo saberlo... - dijo pensativa, pero antes de que pudiera dar con el meollo del asunto...
- Nosotros tenemos la respuesta a todas sus preguntas - dijeron al unísono los gemelos Hitachiin habiendo terminado sus actividades por hoy en el club - Es algo tan perverso como nosotros juntos... -
La muchacha se les quedó mirando extrañada, mientras ambos pelirrojos mostraban una especie de manga en cuya portada no había dibujo alguno.
- Kaoru empezó a darse cuenta de que muchas de las mujeres leían este tipo de historias a escondidas - explicó Hikaru, esbozando una amplia sonrisa
- Todo esto después de darnos cuenta de que había mucha gente a nuestro alrededor cada que dábamos una ‘función' - añadió Kaoru sonriendo tan ampliamente como lo hacía su gemelo
La muchacha abrió aquel libro viendo que su contenido era...
- ¿Yaoi? - musitó incrédula, dando vuelta a cada pagina que encontraba, examinando minuciosamente las imágenes provocativas de parejas de hombres que se veían con devoción
- Se oye lógico... - mencionó el pelinegro mientras examinaba el libro junto a Haruhi - Siendo los gemelos un poco más perversos, como las parejas yaoi del libro, es normal que tengan un raiting mayor al de todos los del club. Honey-senpai y Mori-senpai por el contrario transmiten esa relación pura y devota entre sirviente y amo... -
- ¡Correcto! - dijeron los gemelos nuevamente al unísono
- Con razón... - se quejó Tamaki ya reincorporándose a su descanso reuniéndose con el grupo - sabía que tenia que ser algo así de drástico -
- Tamaki-senpai no te lo tomes tan apecho. Debo admitir que Hikaru y Kaoru tomaron ventaja de la perversión de las muchachas - dijo Haruhi, tratando de tranquilizar al rubio
- Tama-chan no te enojes... ¿O también estás enojado conmigo? - dijo Mitsukuni, pareciendo que en verdad iba a llorar por la actitud del rey del club.
- ¡No, no!... Honey-senpai no llores... jamás podría estar enojado contigo... -
- Bueno Tama-chan... - sonrió el pequeño - Ves usa-chan te dije que no estaba enojado conmigo - hablándole a su peluche
- Por hoy hemos terminado - mencionó ya más amable el rey - Que pasen un buen fin de semana todos -
- Adiós señor - dijeron los gemelos Hitachiin al unísono, sonriendo con malicia hacia el rey quizás para inquietarle
- Mitsukuni... vamonos -
- ¡Adiós Tama-chan! ¡Adiós Kyouya-chan! ¡Adiós Haru-chan! - inquirió el pequeño alzando también su conejo para que se ‘despidiera'
- Nos vemos después muchachos - dijo Haruhi mirando afable al rey y la reina por así decirlo - Hasta el lunes - añadió para después irse
- Tamaki - llamó el pelinegro
- ¿Mande? - preguntó amable el rubio, pareciéndole raro que Kyouya le pidiera que se quedara un poco más
- Los gemelos Hitachiin han sido claros con lo que está de moda... se me ocurre aprovechar eso para atraer más clientela -
- No es mala idea - dijo el rubio, animado por las altas expectativas que siempre tenia el rey entre sombras - Ya tenemos a los gemelos Hitachiin, a Honey-senpai junto a Mori-senpai... quedamos tres... entonces podríamos hacer otra pareja más -
- De eso quiero hablar contigo - dijo el de lentes, yendo directamente al grano - Descartaré la idea de ponerme a mi mismo con Haruhi pues se como reaccionarías. Podrían ser tú y Haruhi la tercera pareja... -
- Sabes Kyouya-san... la verdad, no me importa con quien quede... - dijo sonriéndole para después irse sin dejar que el rey entre sombras tomase la palabra.
- ¿Tamaki? - cuestiona ya estando solo, la confusión por más que lo negase le invadió en ese momento.