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°~*Brilla para mí*~° por hanasaki aiko

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Notas del fanfic:

Kyaaaa one shot por fitas dejame tu opinion

Notas del capitulo: Nada solo disfruta de mis ratos de ocio y dejame un review !Gracias por leer!
 

El departamento estaba en silencio, Yuki había salido a entregarle el nuevo libro a su editora y para como iban las cosas no planeaba llegar hasta la tarde y es que había olvidado avisarle que le daban una semana de vacaciones, su nuevo disco estaba listo para salir a la venta y en lo que terminaban de darle los últimos detalles les habían regalado una linda semana para que hicieran lo que les viniera en gana, todos tenían algo en mente para matar el tiempo y él en cambio estaba atado a esa casa sin ánimos ni planes de hacer nada.

 

Su frágil cuerpo se retorcía del dolor debido a las arqueadas a las que había sido sometido su cuerpo recientemente, no podía ni siquiera oler la comida por que le daban tales ganas de vomitar que si en ese instante no hallaba un baño, se encontraba en serios problemas, estaba apático triste, débil por las intensas emociones y malestares que sufría y es que no era para menos con una agenda tan apretada, Yuki que estaba sumergido en su libro como siempre y él con esos terribles cambios en su interior, no podía decirle a nadie lo que le pasaba simple y sencillamente por que tenía miedo, no sería justo decir que había sido un error por que sería la cosa más cruel que pudiera hacer pero sinceramente no había sido planeado. La situación se le salió de las manos, tenía un novio sexy y apasionado que cuando decidía hacerlo perder la razón ponía todo su empeño y esa vez, no había sido distinto.

 

Se acercaba una de las fechas más importantes del año, navidad y ellos en pleno octubre seguían con el trabajo hasta los pelos, estaba exhausto no le habían dejado pasar con Yuki todo el tiempo que hubiera deseado y a decir verdad lo extrañaba horrores, su cálido cuerpo únicamente lo podía disfrutar por las mañanas antes de irse o en el momento de acostarse de ahí en fuera eran como desconocidos, llegaba tarde y lo único que quería era dormir, por supuesto que Yuki no se lo reprochaba pero de todas formas se sentía mal por no ponerle la atención que debería y que quisiera por supuesto. Esa noche fue tan especial que aún recordaba cada detalle, al llegar a la casa un camino de pétalos rojos le esperaba, la habitación olía a rosas y aún sin reponerse de su sorpresa caminó lentamente hasta donde terminaba el sendero. La timidez de pronto lo acorraló entre la puerta de la recámara y la sala, ¿Yuki había preparado eso para él? Intentó recordar si era una fecha especial pero nada, era un día como cualquiera únicamente que su amante decidió hacer la noche más romántica de lo que la había hecho en 3 años.

 

Asomó su rosa cabellera por la puerta, lentamente acostumbrándose  a la luz de las velas que rodeaban la recámara entera, Yuki lo esperaba acostado en la amplia cama que compartían, en una pose que nada mas con verlo le provocaba una hemorragia nasal, estaba desnudo con una mano en el pecho y otra en la cabeza, unos brillantes ojos lo miraban ocultos debajo de su rubia melena y esa sonrisa, seductora y llena de secretos lo llevaron a la gloria, ¡que pose! Se acercó lentamente y le devolvió la sonrisa agradecido por el detalle que sin duda lo había derretido.

 

Aquella vez ni tiempo le dio de tomar precauciones cuando ya tenía a su amante besándolo por todos lados, intentó pedirle que lo esperara pero simplemente nunca se detuvo y ahora el resultado era ése, él inclinado en el suelo del baño con esas desesperantes ganas de vomitar, aterrorizado hasta el límite y una diminuta pancita que comenzaba a crecer sin control. Así es, el hermoso e hiperactivo pelirrosa de ojos violetas, el cantante más famoso de Japón estaba embarazado, tenía aproximadamente 3 meses ½ y aún no sabía como darle las noticias al susodicho padre del bebé.

 

Pero eso no era lo más grave no, había algo que debió haber hecho desde un principio y que le hubiera evitado dar una doble explicación, nunca le dijo a Yuki que era fértil, tenía la posibilidad de tener hijos ¡y vaya posibilidad! De entre todos los hombres fértiles que ésa institución tenía registrados estaba entre los más destacados, era una bendición pero una desgracia al mismo tiempo, Yuki era tan fogoso que siempre tenía que andar preparado por si las dudas, tomaba pastillas anticonceptivas intentando que nadie lo descubriera.

 

Las llevaba en una cajita pequeña en la bolsa de su pantalón intentando por cualquier medio mantenerla oculta de la vista de Hiro, Ryuichi, Tohma, las fans, K y los medios de comunicación que siempre andaban tras él, del único que no debía preocuparse era de Suguru, era tan discreto que no cabía la posibilidad de que les dijera en caso de que alguien lo viera y siempre era así desde que se enteró, él intentaba buscar un tiempo a solas lejos de la vista de todos para tomarse las pastillas o revisar las cartas que le mandaba dicha institución sobre lo que debía hacer, curiosamente cada que estaba cerca de Suguru tenía el tiempo para hacerlo, pero no se sentía con ánimos de profundizar en ese hecho.

 

El teléfono llevaba rato sonando, se levantó del suelo lentamente limpiándose la boca con la manga de su playera e intentando parecer normal levantó la bocina con el estómago revuelto.

 

-¿Alo?

 

-¿Quién habla? ¿Shuichi?-respondió Hiro con la preocupación marcada en la voz-¿Por qué no contestabas? Te habló Suguru ¿Estas bien?

 

-... Si, disculpa es que no lo escuché, andaba un poco... ocupado

 

-... De acuerdo-susurró como analizando su respuesta-¿Quieres salir? Vamos a ir a una feria Suguru y yo y como sabemos que te gustan...

 

-Lo lamento Hiro-dijo interrumpiéndolo-Pero estoy muy cansado y solo quiero dormir será en otra ocasión

 

-Bien, cuídate

 

-Por supuesto bye

 

¿Se había dado cuenta de lo apagado de su ánimo? Mientras se preguntaba esto fue caminando hacia su recámara, donde después de ponerse la pijama, se recostó para dormir un rato, estaba seguro de que el no comer le podría hacer daño tanto a él como a su bebé pero es que no tenía nada de hambre ni las ganas de olerla, las últimas veces que comió lo hizo con una mano en la nariz y una graciosa expresión de asco, realmente se veía chistoso por que cuando entró Yuki a la cocina sonrió contrariado ¿Es que tan mal sabía? Los colores se le subieron al rostro y dejó el sándwich de lado mientras se aventaba delicadamente a los brazos de su amado escritor. Él no se dio cuenta pero cada vez comía un poco menos, era gracioso el doctor lo regañaba por no comer pero cuando le veía hacerlo la cara se le llenaba de horror, al instante de probar bocado corría al baño a vomitar lo que no traía en la panza, le recetaron vitaminas, ácido fólico y una larga lista de cosas que ni sabía el por que, todas ellas estaban de su  lado del closet, ocultas debajo de las playeras que no usaba, lo divertido del asunto era tomárselas cada que Yuki se volteaba y después aguantarse las ganas de volver. Era desgastante, tanto así que en el instante que puso la cabeza en la almohada se quedó dormido.

 

-Ya llegué-dijo Yuki extrañado por no escuchar a su koi por ningún lado-¿Shuichi?

 

Lo buscó por todas partes, en la cocina, en el baño, en su estudio y al dar con la recámara una sonrisa de alivio apareció en su rostro, su baka tenía algo distinto, sus ojos brillaba más que antes y pese a que había días en los que lo notaba más pálido de lo normal, lo cierto era que el color de sus mejillas era distinto, como en ese momento que cuando lo acarició y Shuichi se acercó inconscientemente buscando su contacto, notó que estaba ruborizado aunque su piel estaba fría.

 

-Que extraño, no tiene fiebre-susurró acostándose a su lado

 

No llevaba ni 15 minutos acostado a su lado observándolo mientras dormía, cuando lo vio levantarse corriendo hacia el baño, cerró la puerta detrás de él y no salió en buen rato, vaya susto que le pegó, por lo visto no había notado que estaba a su lado así que se levantó para esperar a que saliera, se recargó en la puerta y se mantuvo en silencio mientras unos extraños ruidos provenían del mismo.

 

-¿Shu? ¿Qué sucede? ¿Estás bien?-pregunto mientras golpeaba la puerta suavemente

 

-¿Yuki?-musitó realmente sorprendido

 

-¿Estás bien? ¿Qué tienes? ¿Por qué vomitas?

 

-¡No entres!-grito asustado-Estoy bien, es sólo que la comida me cayó mal

 

-Déjame ayudarte, no importa

 

-No, enseguida salgo

 

Mas sin embargo no salió en un buen rato, Yuki se sentó en el sillón con la angustia a flor de piel por que su niño no le dejara verlo, siendo que siempre lo hacía y espero por aproximadamente unos 5 minutos hasta que ya sin poder soportar la preocupación, se levantó del baño decidido a abrir esa puerta y enterarse de una vez por todas lo que pasaba.

 

-¡Yuki!-exclamó sorprendido

 

Lo encontró hincado en el suelo del baño totalmente inclinado en el retrete, varias gotas de sudor resbalaban por sus mejillas al igual que lágrimas debido al miedo, al entrar a verlo Shuichi brincó asustado e intentó tapar la taza mas sin embargo Yuki se lo impidió, lo jaló con facilidad y después de ver volteó a verlo con más preocupación que antes. Lo abrazó con fuerza y volvió a separarse de él para preguntarle con la mirada lo que le sucedía

 

-No es nada....

 

-Cuéntame, ¡Estás vomitando sin nada en el estómago! ¿Qué sucede Shu? Quiero ayudarte, platícame no me molestaré

 

-No es nada, de verdad

 

-¿No confías en mí?

 

-Yuki....-suplicó tristemente-Es que no quiero que te molestes conmigo, lo harás lo sé

 

-¿Cómo estás tan seguro de ello?

 

-.... Me correrás de la casa, no querrás verme y me abandonarás

 

-¿Y por que habría de hacer eso?

 

-Por que estoy... esperando un hijo tuyo...

 

-........

 

Yuki no contestó, sus ojos lo repasaban una y otra vez y contrario a lo que esperaba lo cargó entre sus brazos con tanta alegría que hasta le sorprendía el verlo tan sonriente, no era propio de él, los ojos se le llenaron de lágrimas y ocultó el rostro en el hombro de su adorado rubio impidiendo que este lo viera, no era que estuviera feliz por él o por que lo habían logrado tan solo... no sabía que hacer ante una respuesta como esa y decidió que lo mejor era aparentar, por supuesto Yuki nunca había querido tener hijos se lo comentó una vez cuando le iba a comentar que era fértil, tal vez por eso había simulado estar contento para no decirle la verdad.

 

-¡Tenemos que celebrarlo Shu! ¿Cómo fue que sucedió? ¿Cuántos meses tienes?-pregunto sin darse cuenta de que su amado koi lloraba

 

-........

 

-¿Shuichi?

 

-Descuida Yuki-respondió separándose de su abrazo y limpiándose las lágrimas ante un sorprendido escritor que lo veía sin comprender su comportamiento-Sé por que lo haces y... te juro que no tienes que fingir nada

 

-¿Fingir?-pregunto asombrado-¿Crees que estoy fingiendo?

 

-Te conozco, tu no quieres compromisos, un hijo es demasiada responsabilidad y entiendo que no estés dispuesto a aceptarla, no te preocupes sabré hacerme cargo solo de mi hijo no te voy a exigir nada

 

-¡Espera! ¿De que estás hablando?

 

-¡Ya te lo dije Yuki! No tienes que hacerte cargo si no lo deseas, tendré a mi bebé y si quieres verlo no te voy a negar nada, no tienes por que fingir que estás contento

 

-Es que yo....

 

Antes de que terminara de hablar Shuichi entró a la habitación por la maleta que ya tenía preparada desde hace tiempo, saco sus cosas y las pastillas que le había recetado el doctor, Yuki aún no se recuperaba de su sorpresa, veía como preparaba sus cosas para irse y aún así no entendía lo que pasaba ¿En que estaba pensando ese baka? Lo vio correr por toda la casa antes de plantarse frente a la puerta con una gran maleta y volvió la vista hacia él ¿Se iría? ¿Pero por que?

 

-Hace poco renté un departamento así que me iré a vivir ahí, descuida no intervendré más en tu vida y podrás hacer lo que quieras

 

-¿Por qué te vas?

 

-Por que tu.... no me amas, no quieres a este bebé y por que te conozco, no quiero que hagas ni digas nada Eiri-dijo interrumpiéndolo-He decidido ser padre soltero, no quiero comprometerte a nada conmigo, no tienes ninguna responsabilidad, se que te gusta ser libre y que es por eso que has estado conmigo tanto tiempo, soy el único que no te pide explicaciones de tu comportamiento o de las extrañas salidas que haces a media noche, te doy la libertad que deseas pero este bebé que viene en camino no se merece una familia así, él o ella tendrá un hogar hecho y derecho a mi lado

 

-P-pero yo nunca dije eso

 

-No es necesario, lo veo en cada uno de tus actos, cuando llegan tus camisas oliendo a mujer y con lápiz labial por todos lados, cuando recibes llamadas extrañas que te hacen salir a media noche y no regresar hasta que amanece

 

-Creí que nunca.... Te diste cuenta, no creí que te importara tanto

 

-No importaba hasta ahora, antes no tenía una vida por la cual cuidarme, un bebé al cual proteger y procurar sabes que conmigo puedes hacer lo que quieras, que puedes decirme cualquier excusa por el hecho de que no me hayas tocado ni un solo cabello en más de tres meses pero no puedes jugar con la vida de nuestro hijo, Eiri no estás hecho para llevar una vida así y eso es lo que necesito de ahora en adelante, a un hombre que no se avergüence de llevar una relación gay, necesito alguien que vea por mi bienestar tanto físico como espiritual alguien al que le importe si llego de trabajar o no, si me acaban de borrar de las listas top ten o si la prensa anda detrás de mi para preguntarme alguna burrada

 

-P-pero ¿Por qué? ¿Por qué ahora?

 

-Por que si no es ahora no será hasta que el bebé cumpla sus 20 años y tu y yo estemos viejos y amargados, no importa si tengo que vivir solo el resto de mi vida dedicado en cuerpo y alma a mi bebé, no importa si hay veces en las que no sepa que hacer para hacerlo desistir en verme cuando lloro por que todo eso será mejor que estar a tu lado mientras haces como que vivimos juntos, mientras te mientes a ti mismo en que esto esta de maravilla cuando la verdad es que no sabes ni quien me trae en la noche

 

-No estás siendo justo

 

-Tal vez no pero.... Me importa más que viva mi bebé feliz que en una mentira, hasta nunca Eiri

 

Había pasado un mes desde que Shuichi se fue de la casa, lo cierto era que aún no asimilaba lo que había pasado cada noche esperaba que las llaves que escuchaba fueran las suyas para que entrara, cada día ansiaba tenerlo a su lado, abrazándose mutuamente, sabía que tenía razón pero aún no asimilaba lo que había pasado, Shuichi se fue y él aún no podía salir de su sorpresa.

 

-¿De verdad se fue Aniki?-le preguntó Tatsuha sorprendido

 

-.... Si, creo que si

 

-¿Cómo que creo que si? ¿Por qué no lo has buscado?

 

-Es que no se por que lo hizo, es cierto lo he descuidado mucho pero al momento en que me lo dijo no lo rechacé, no le dije que no ni le pregunte si en verdad era mío, lo abracé con fuerza y le pregunté como íbamos a festejar y entonces se fue

 

-¿No se supone que deberías de andar como león enjaulado?-Lo cuestionó receloso

 

-Es que no puedo enojarme con él, ni siquiera me puedo poner triste por que voy a ser papá, Tatsuha ¡Voy a ser papá!

 

-........... Creo que ya se por que se fue, si reaccionaste así cuando te lo dijo entonces de seguro pensó que era una broma tuya, tanta felicidad en ti parece mentira

 

Antes de enojarse y golpearlo con todas sus fuerzas, se quedó pensando en lo que le dijo, tal vez tenía razón y lo que pasaba era que había malentendido su reacción,  si ese era el caso entones debía aclarar las cosas, se levantó decidido a ir a buscarlo y antes de irse agarró una pequeña bolsita color amarillo pastel, Tatsuha agarró su celular de la mesa y marcó un número, había logrado su propósito.

 

-Lo logré Hiro, él va para allá-dijo una vez que le contestaron

 

-¿No vas a venir? ¡Anda que se hace tarde!

 

Llegaron a toda velocidad a una de las muchas puertas del estadio que esa noche se convertiría en el escenario para el tan esperado concierto que Bad Luck daría, hace más de tres meses que los boletos se habían agotado, la respuesta de los fans era completamente favorable y todos esperaban ansiosos el comienzo del concierto más promocionado de todo Japón. El escritor más sexy, se bajaba del auto y esquivando a unos cuantos reporteros se metía a escondidas a los camerinos donde aguardaban los integrantes de Bad Luck su salida.

 

-Es aquí-le susurró Tatsuha-Ve a recuperar tu familia hermano y esta vez no la riegues

 

-Si

 

Entro abriendo la puerta lentamente, su koi estaba frente al espejo con una cara totalmente triste y desolada, ni parecía que iba a tener un bebé, suspiró sin querer atrayendo su atención y se recargó en la puerta sabiendo que era el culpable de que la cara de desolación de su adorado pelirrosa no desapareciera.

 

-¡Yuki!-susurró sorprendido-¿Qué haces aquí?

 

-Lo siento creo que.... Esta vez mi silencio no fue bien interpretado, Shuichi.... Quiero que tengamos a nuestro bebé

 

-¿C-Como?

 

-La vez que me lo dijiste... estaba demasiado contento por la noticia, no sabía que esa cara de felicidad nunca me la habías visto y es por eso que... creíste que estaba fingiendo

 

-... ¿Cómo se que no me estás mintiendo?

 

-Por que no estaría aquí pidiéndote perdón, ni me hubiera escabullido de los guardias para entrar a tu camerino ¬¬ tan simple

 

-Ah jajajaja es cierto-respondió con una sonrisa inocente

 

-Entonces.... ¿Me crees?

 

-.... Si

 

Un ligero y tierno rubor cubrió sus mejillas, agachó la cabeza totalmente apenado al tiempo en que jugaba con sus dedos, Yuki lo veía sonriendo completamente feliz, se acercó hasta donde estaba y lo abrazó en un tierno gesto que llenó de color sus mejillas, ambos se abrazaron en silencio estaban juntos de nuevo y eso era lo único más importante, pero para Shuichi las sorpresas aún no terminaban.

 

-Shu... quisiera hacerte la pregunta más importante de toda mi vida

 

-¿Eh?-pregunto mientras lo veía hincarse frente a él

 

-¿Te casarías conmigo?

 

-¡¡Kyaaaaa!! Claro que sí

 

Sonriendo le colocó un hermoso anillo de diamantes, se levantó lentamente sin quitarle la mirada y lo beso suavemente, con amor y con una infinita ternura mientras le colocaba su segundo regalo entre las manos.

 

-Es para el bebé-susurró una vez que se separaron

 

-¡Sugoi! Es una.... ¿Qué es Yuki?

 

-Jaja es una chambrita, es de color amarillo por si es niño o niña, también quiero que me acompañes a reacondicionar la recámara de huéspedes para el bebé

 

-¿De verdad?-pregunto abriendo sus hermosos ojos violetas-¿de verdad vamos a regresar Yuki? ¿Si quieres tener a este bebé?

 

-¡Claro!

 

-¡Shuichi! Entramos al escenario en 20 segundos ¿Donde estás?

 

-¡Ya voy Hiro! Dame 5 segundos

 

-Ve

 

-Gracias Yuki, te amo

 

-Yo también Shu-chan, vamos Brilla para mí

 

-¡Si! Ah por cierto tengo 4 meses ½

 

Esa noche Bad Luck hizo una de sus mejores interpretaciones, el público quedó fascinado mientras que Hiro y Suguru sonreían cómplices de la felicidad del pelirrosa, ambos amantes se deleitaban la pupila desde lejos mientras que los reporteros tomaban nota del anillo que traía Shuichi y que sin embargo horas antes no traía, se le veía más contento que hasta hace poco pero nada pudieron preguntarle ya que así como terminó el concierto este desapareció misteriosamente junto con un rubio de ojos gatunos.

 

-¡Tat-chan!-grito Ryuichi aventándose a sus brazos-Hola ¿Sabes donde quedo Shu-chan?

 

-My honey Ryuichi, que gusto verlo pues si, verá él se fue con Yuki, tienen que celebrar su reconciliación

 

-Ahhh comprendo entonces.... ¿Tienes algo que hacer?

 

Fin

Notas finales: mis más sinceras disculpas por lo corto que está, gracias por leer nos veremos después

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