“Cuando No Es Como Debería De Ser”
Sentía su cuerpo demasiado pesado como para considerarlo normal, no sabia las razones y estas no importaban realmente mucho ya que podía haber un millón de ellas para sentirse de ese modo, estar en ese lugar y curiosamente no recordar ni donde estaba, ni como había llegado a el, y mucho menos recordar algo de si mismo… era curioso pero igual y no era del todo anormal, el no podía saberlo, mucho menos si no recordaba nada y sentía esa extraña seguridad invadir su pecho.
El tibio calor que sentía sobre su cuerpo y el cantar de algunos pájaros le indico de que era de día algo tarde por el calor que sentía, los sonoros pasos acercándose a donde el estaba hicieron que decidiera abrir los ojos, cosa que le costo un poco de trabajo, seguramente debido al cansancio, pero eso realmente no era lo que le intrigaba, ni tampoco el saber donde se encontraba o que demonios habia pasado, sin embargo el hecho de que seguía en la misma oscuridad de antes a sabiendas de que tenía los ojos abiertos y eso era algo que le intrigaba mas que asustarle.
Su primera reacción fue la de desesperación, cosa que suprimió con rapidez ya que lo más importante era saber donde estaba y que había pasado… al parecer esa parte de su cerebro empezaba a funcionar correctamente.
Intento hacer memoria ganándose un terrible dolor de cabeza y el pavor a no saber ni como se llamaba. Una de las personas que se habían acercado se sentó a lado suyo dejando a entre ver (N/a: que cínica) el peso del cuerpo que sospechaba era de un hombre, y por la cercanía de este, dejar que su delicado olfato captara la colonia atractivamente masculina.
-¿Te sientes bien?-Suspiro pesadamente al escuchar la voz profunda que confirmaba sus suposiciones mientras el notaba como hablar requería de un esfuerzo titánico.
Detalle que ignoro descubriendo que su voz salía ronca seguramente por un largo periodo de no usarla y felicitándose por formar una oración completa a la primera.
-Realmente, ni siquiera recuerdo quien soy…-Por algunos segundos un incomodo silencio se apodero la habitación siendo interrumpido por la armoniosa voz de otro joven que se sentaba del lado contrario apoyando sus manos en el regazo del amnésico y dejándole que oliera su fragancia mucho mas fresca que la del otro.
-No importa, nosotros te ayudaremos en todo lo que sea posible ¿verdad Ron?- El otro se quedo en silencio mientras suspiraba suavemente a modo de aceptación.-Bueno, es una lastima que no me recuerdes, pero soy tu amigo, a decir verdad soy tu mejor amigo y confidente. Blaise Zabini. Y tu medico no es ni mas ni menos que Ronald Weasley, mi novio y tu antiguo “rival” o mejor dicho acompañante de tu rival por decirlo de alguna forma de la infancia.
-Eh… vaya.-se sentó en la cama con ayuda de los dos muchachos agachando la cabeza y descubriendo que algunos mechones rebeldes de su cabello le daban hasta los codos.- eh ¿Cómo me llamo?-La voz del que decía llamarse Blaise no tardo mucho en responderle.
-Draco Lucius Malfoy, tienes 26 años, cabellos platino a media espalda con algunos mechones mucho mas largos, la piel tan blanca que parece porcelana, los ojos plateados mas hermosos que cualquiera haya visto en su vida y una sonrisa cínica y arrogante tan encantadora que conquistaría a cualquiera.-Draco se sonrojo y bajo la cara apenado, en un gesto que saco una exclamación de sorpresa en ambos chicos al ver una acción tan poco usual por no decir inexistente en el antiguo Draco que no entendió muy bien el porque de la exclamación, pero le tomo mas atención a sus pensamientos al saber que podía visualizarse con su descripción.
El sonido de tacones saco a los tres muchachos de sus pensamientos. Hermione Granger poso su mirada caoba en Draco quien a duras penas había logrado bajar el sonrojo por su falta de control sobre sus emociones que antes lo había hecho tan conocido.
Coloco una de sus finas manos en la mejilla de Draco que se mostró un tanto sorprendido al desconocer totalmente la sensación.
Herm pareció darse cuenta ya que mostró una suave sonrisa en sus labios rosados y un cambio en sus facciones haciéndolas ver similares a la matriarca Weasley cuando estaba con sus hijos.
-Eh… ¿quien eres?- La castaña suspiro mientras tomaba el rostro de Draco con sus manos para ver sus ojos sin brillo alguno mientras Draco era levemente cautivado por el olor a almendras que ella desprendía.
-Mi nombre es Hermione Granger y soy la directora del hospital San Mungo que es donde estas ahora.-Draco sonrió brevemente por la voz suave de la mujer, logrando sacar la misma expresión de sorpresa, pero de ahora tres personas, cosa que lo hizo pensar que lo que hacia no era tan normal por el silencio que se había formado por su acción.
-Eh… quisiera saber quien soy, se mi nombre, mi apariencia y mi edad, pero no se nada mas.- Pudo escuchar como Hermione suspiraba. Mientras que Blaise y Ronald se levantaban y hablaban en voz realmente baja de cosas indescifrables para el que apenas recibía rastro de la conversación, pero la voz de la mujer hizo que le regresara toda su atención.
-Eh Draco… creo que será mejor numerar las cosas. 1.- Eres mago, uno de los mejores que he conocido, manejas el ataque y defensa de una manera fenomenal, y eres de los mejores médicos, tanto muggle como mágico que he tenido el placer de ver en acción.
2.-Tus padres Lucius Malfoy y Narcissa Black y tu hermana mayor Catrina, murieron durante una guerra que hubo aquí, en el mundo mágico hace nueve años, pero los buenos ganamos gracias a un muchacho llamado Harry Potter quien destruyo al Señor oscuro.-Draco ponía atención en las palabras de Hermione, era un mago poderoso, era medico de ambos mundos y no tenía ninguna familia principal, murieron como espías protegidos por la Orden del fénix, que según había entendido, eran los buenos.
Su hermana Catrina murió por un ataque mortifago, que eran los soldados de ese tal “Señor oscuro” en plena batalla final, el saber que existía algo tan maravilloso como la magia era algo grandioso.
Tenía una tía llamada Bellatrix hermana mayor de su madre, quien trabajaba para el “Señor ese” misma que mato a su otro tío, primo de su madre y de la “supuesta-obvia-asesina”: Sirius Black, durante el quinto año de Hogwarts, un prestigiado colegio donde aceptaban a chicos de 11 años y les daban la educación mágica reglamentaria durante siete años, misma que él termino con honores en la casa de Slytherin, una de cuatro casas: Griffindor, Hufflepuff, Reavenclaw y Slytherin, dirigido por el gran Albus Dumbeldor quien fue asesinado por su padrino: Severus Snape durante su sexto año.
La guerra se desato poco después de finalizar el séptimo año, muchos de sus compañeros habían muerto, entre ellos una tal Ginny cosa que saco un pequeña exclamación de Ronald quien para su sorpresa salio se la recamara seguido de Blaise dejándolo a solas con Hermione y que provoco un fuerte dolor en el pecho que enterró hasta el fondo, en donde no le afectaba, era heredero de una cuantiosa fortuna y varias propiedades de su familia, ya que todos sus tíos y primos habían muerto y el era el único con vida y relación sanguíneas según sabía todo el mundo.
Draco sintió y casi tuvo la certeza que Hermione estaba omitiendo grandes e importantes cosas en esos 6 puntos, pero prefirió no decirlo en esos momentos ya que en esos momentos no sabía en quien confiar y en quien no. A pesar de eso aún le quedaba una duda y esa no podía dejarla sin aclarar por ninguna razón.
- ¿Como fue que quede ciego?- Se formo de nueva cuenta un incomodo silencio que duro algunos minutos en los que empezaba a sentirse realmente incomodo sin poder evitarlo tomándose con ambas manos el vientre algo abultado por razones que el desconocía mas sin embargo no le eran del todo desconocidas pero dejo eso de lado al oír un pequeño gruñido de parte de la mujer.- ¿Hermione…?
-Lo siento, eso fue después, incluso te graduaste como medimago y como medico en el mundo muggle mientras tenías vista, pero la ceguera fue hace un año, no se muy bien lo que paso, vivías en el mundo muggle.
-¿Muggle?- Hermione ya había mencionado eso anteriormente pero en esos momentos no considero muy prudente interrumpirla y ahora que había vuelto a mencionarlo que mejor que sacarse las dudas de la cabeza.
-Es donde viven las personas que no tienen magia, yo soy lo que se dice una “sangre sucia” ya que mis padres son muggles pero sin embargo yo nací con magia, tu por ejemplo eres un “sangre pura” ya que perteneces a dos antiguas familias de magos al igual que Ron o Blaise que no se han mezclado con ninguna otra especie… hay squibs que son los que no pueden hacer magia pero tienen conocimiento de ella y pueden entrar a nuestro mundo con algunas condiciones. -¿Y como vine a dar aquí? -Un Squib amigo tuyo, te trajo ya que habías recibido un balazo en la cabeza pero de milagro sobreviviste, tu caso es único en esta época.- ¿Único? Un fuerte mareo y la sensación de letargo lo llevo a la inconciencia siendo lo último que escuchara la voz de un desconocido diciendo de forma amarga su recién conocido nombre.