Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una Vida no nos Fue Suficiente por Byoky_Mythos

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta historia es la secuela de "Amor en la oscuridad"  si no la han leido es necesario hacerlo para entender algunas cosas.

 

Bueno esperamos que les guste nwn.

Notas del capitulo: Tardamos mucho para seguir la historia pero aqui seguimos con lasecuela, esperamos que les guste.

 

 

"Una vida no nos fue suficiente, no alcanzo para demostrarnos el amor y la pasión que sentíamos el uno por el otro. Fue tan poco nuestro tiempo juntos que maldigo al destino y a Dios mismo por haberme castigado, por hacer que me separara de ti."

"Pero ahora que he vuelto y que me han dado otra oportunidad luchare, luchare cuanto sea posible para volver a encontrarte, volver a amarte, por que aun en mil vidas… en cien mil años, solo tendré ojos para ti, mi corazón, no, todo mi cuerpo es tuyo"

...El sol brillaba en todo su esplendor. El despertador marcaba las siete de la mañana; buena hora para despertarse, para empezar bien el día y el primer día de clases… a no ser que toda la noche no ayas podido dormir absolutamente nada por el nerviosismo, por el hecho de que comenzarías en un nuevo colegio, y que tendrías que hacer nuevos amigos. Que tal vez no fueras aceptado por algo…; por que a esa edad en el colegio suelen ser muy crueles y buscar cualquier cosa, por mas tonta que sea, para marcarte como en fenómeno del salón o peor… el de toda la escuela.

Bien, todas esas preocupaciones no salieron de su mente en toda la noche y parte de la madrugada hasta que a eso de las seis pudo dormir, apenas hace una hora, por lo que definitivamente no despertaría lógicamente a la hora de siempre.

Todo fue calma en su casa hasta como eso de las ocho, cuando se oyó un fuerte grito que sacudió por completo la casa, maldiciones a los cuatro vientos, discusiones, mas gritos, ruidos estruendosos de cosas que caían al piso y por ultimo pasos acelerados desde el segundo piso.

Salió aprisa de la casa apenas despidiéndose de su madre. Ya era tarde para la escuela, de seguro que se perdía el primer modulo y parte del segundo. Buen comienzo escolar, llegar tarde en tu primer día.

Sí, definitivamente ya estaba marcado, la mala suerte lo perseguía.

Elliodt Stevens, un chico mas común que corriente, en sus propias palabras, recién se había mudado a esa ciudad, por el divorcio de sus padres y nuevo trabajo de su madre, próximo a cumplir los 15 años. Pero el pobre para nada parecía adolescente, apenas alcanzaba una estatura medianamente decente, era demasiado delgaducho y pálido, dando apariencia de chico demasiado débil, de esos que parecen romperse apenas uno les pone un dedo encima. Mas daba apariencia de esas muñecas de repisas, de las que solo puedes ver y no tocar por que temes que su belleza se desvanezca, conservaba aun a su edad ese porte de niño e inocencia en sus grandes ojos azul profundo, tan hermosos pero tan enteramente tristes, parecía que cargaba con una tristeza de años, de vida pasada… tristeza por perder algo importante en su vida.

Su cabello era largo y de un exquisito y raro lila. Raro por que todos en su familia eran castaños y el era el único con ese color de cabello. Varias veces había intentado cortárselo pues así daba apariencia de chica pero, por alguna razón, justo cuando lo iba a hacer se arrepentía, nunca lo llevaba suelto, siempre era sujetado en una coleta baja y unos mechones largos le cubrían la frente y ojos perdiéndose a simple vista.

Llevaba una vida monótona y aburrida, la mayor parte del tiempo estaba solo en su casa, pues su madre trabajaba demasiado, y a su padre no lo veía mas que una vez por mes, cosa que la verdad agradecía.

Entre las cosas que no entraban en lo normal eran esos sueños extraños y por demás alucinantes que tenía muy seguido, nunca se lo ha contado a nadie por que lo considera vergonzoso. Pero cada noche, ahora con más frecuencia, sueña a dos chicos; uno casi una copia de él, eso no le asustaba nada si no el hecho de que en cada sueño hacían el amor , se tocaban, las palabras las cosas que se decían con demasiado amor, demasiados sentimientos que el sentía tan reales tan propios y aun cuando despertaba tenia la sensación en su piel de haber sido tocado, sí, esos sueños le costarían si se los contaba a alguien una ida segura al terapeuta y que su madre lo clasificara de pervertido.

 

 

Esta es la pequeña historia de la vida de este chico, que como se había dicho es por demás normal, pero todo lo normal nunca dura y da paso a lo extraño, lo excitante y lo romántico o, en pocas palabras, hasta que conoció a ese chico que se haría indispensable en su vida.

....Como era de esperarse, llego tarde a la escuela.

Agradecía haber venido una semana antes, cuando se inscribió y así pudo conocer ese elegante colegio, que no sabia como es que su madre, con su trabajo, iba a pagar.

Se sentía fuera de ambiente, que los pocos alumnos que estaban en los pasillos lo miraban, bueno eso ya se le hacia normal. Siempre le miraban, más que nada, por la curiosidad que según daba el color de su cabello.

Saco un papelito de su mochila, donde ponía el horario de su nuevo grupo junto con el salón, sonrió animado al darse cuenta de que estaba justo enfrente de este, pero ahora tendría que esperar a que el periodo terminara para poder entrar.

A lo lejos de el estaba un chico, al principio no le presto atención pero algo en su interior le hizo levantar la mirada para observarlo con más detalle, sonriendo sin saber por que ante lo que veía:

Era un chico mas alto que él, eso se notaba al instante. Parecía un poco molesto, pues sus labios se curvaban en una mueca de fastidio, pero lo hacia lucir enigmático y por demás atrayente. Era algo pálido, como el, pero por extraño que pareciera ese mismo color en la piel le resultaba tan sensual, sus cabellos negros y sedosos se movían un poco con el airecillo travieso que parecía encantado con él; sus ojos, apenas los miro cuando el muchacho pareció darse cuenta de que era observado, lucían un atrayente color perla. Nunca antes había visto ese color, o si lo había hecho, la verdad prefería no acordarse, para él, esos ojos se volvieron únicos.

El muchacho, por su parte y apenas presto atención a ese chiquillo que parecía querer comérselo con la mirada. Le hizo gracia, sabia que despertaba el interés de muchos chicos y chicas, pero en ese momento no se encontraban de humor para jugar con el chiquillo.

Lo habían sacado de la clase por culpa de su hiperactivo amigo, y el que siquiera había alcanzado a regresarle la bola de papel que el muchacho le había lanzado, cuando el profesor, molesto, le digo que se saliera.

-Estúpido Xiah - gruño, cruzándose de brazos – ya me las pagaras.

Dudoso, se acerco un poco mas a donde el chico hasta estar a un lado suyo y sonreírle con timidez

 

-Bue...buenos días – pronuncio inseguro.

-Buenos días...- dijo a regañadientes sin levantar la mirada, pero algo le instó a hacerlo. Cruzaron miradas y...algo en su pechó se removió, una emoción, un sentimiento desconocido pero a la vez tan familiar.

Elliodt también lo sintió. Se sonrojo sin entender y solo acato a bajar la mirada al instante, dando paso a un incomodo silencio entre ambos....algo le llego a la mente…Un beso....de nuevo se sonrojo mucho mas...

-¿Falta mucho para que termine la clase? -pregunto tímidamente.

Miró su reloj, aun con el ceño fruncido. –Quince minutos.

-umh -suspiro resignado mirando hacia otro lado - Elliodt...- se le hacia tonto pero sentía ganas de decirle su nombre y además supuso que ese chico seria compañero suyo pues estaba enfrente del que era su salón de clases - me llamo Elliodt...

El chico no supo por qué pero sintió un cosquilleo en las piernas, a demás de una emoción a la que no le encontraba motivo.

- Aztaroth...mucho gusto- le tendió la mano en un gesto que el consideraba normal, además de que era educado con las personas que también lo eran con el.

El recién presentado sonrió ya mas tranquilo, extendiendo también su mano, más al contacto con la del muchacho, esa sensación antes causada le invadido de nuevo sintiendo ese vuelco en el corazón.

Sin saber como o por que, se abrazo a él por el cuello fuertemente, como pidiendo ser protegido, apapachado tal vez.

-¡¿Q-que te pasa?!- exclamó el moreno algo sorprendido. Sin darse cuenta, sus manos se habían aferrado a la cintura del chiquillo.

No le importo que los estuvieran mirando, que abrazara a un desconocido como su vida dependiera de ello, pero no lo soltó, al contrario lo tenía mas agarrado, en un abrazo puro y sincero.

- disculpa...no quiero apartarme de ti.

No supo que decir, pero, al ver sus ojos…Quedó prendado. Múltiples imágenes inundaron su mente. Un chico parecido a él cariando con vehemencia el cuerpo de otro...susurros y palabras apasionadas...

Elliodt levanto un poco el rostro no quería dejar de mirarlo, se perdía en esos ojos…para él eran tan hermosos.

El momento era perfecto, la escena era tan tierna, ambos estaban cohibidos por abrazarse, mas ninguno hacia intento de querer soltarse, solo se miraban a los ojos, con un sentimiento muy conocido.

Hasta que el primero en hablar arruino el momento:


-madre –musito Elliodt con demasiado cariño, desconcentrando al muchacho quien lo soltó, casi mas bien lo empujo, como recién salido de un trance profundo. El pelilia estaba que no cabía en su vergüenza, se tapo la boca con ambas manos bajando la mirada.

Buen momento para llamar a su mamá.

Aztaroth intentó aguantar la risa, pero no pudo. Soltó una carcajada, llevándose una mano al estómago. Eso jamás se lo habría esperado pero la verdad que no le molesto, le causo demasiada gracia.

Definitivamente las peores cosas solo le pasaban a él, el primer día de clases, llego tarde, abraza a un chico que nunca antes había visto y para rematarla le llama "madre". No, ese no era su día. Se puso completamente rojo sintiéndose por demás tonto, a si que hizo lo primero que se le ocurrió salió corriendo por los pasillos para irse a encerrar a los baños.

-Nunca un intento de ligue había sido tan patético- susurró al ver que el chico salía corriendo.

Aun con la sonrisa, se dirigió a los baños para disculparse con el chico por reírse en su cara. No era del tipo que se disculpara, pero sentía que debía hacerlo.

 

Elliodt corrió hasta los baños ni se detuvo a mirar si eran los de los chicos.

Se encerró en el ultimo baño del fondo, subiendo los pies en el retrete al tiempo que echaba su cabeza hacia atrás tratando de pensar el por que le había llamado así y, de nuevo sonrojándose, jamás saldría del baño de eso estaba seguro ahora.

 

Con toda la calma del mundo abrió la puerta, contiendo las ganas de carcajearse de nuevo.

-A ver…si yo fuera un chiquillo que se acaba de humillar... ¿a donde iría?- canturreó, caminado frente a los cubículos. Se detuvo en el último, entrelazando las manos detrás de la espalda.

- Puedes salir, Elliodt.

El recién nombrado se encogió más al escuchar la voz del muchacho, negando. Como si el otro estuviera mirándole. No quería humillarse de nuevo...

- No esta - contesto tontamente como niño encaprichado, después de un largo rato de haber sido llamado.

Eso le hizo mas gracia y no pudo evitar reír de nuevo, pero esta vez conteniéndose un poco para no hacerlo a carcajadas.

-Anda, chico…sal-le animó, poniendo una mano en la puerta.

-¡¡Nooooo!! - pateo un poco la puerta -¡te vas a reír mas!

-Te juro que no lo haré- dijo entre risas. Respiró hondo, para evitar volver a reír, pues el chico no saldría nunca. -Anda.

-Ya voy…pero si sigues riéndote entro de nuevo al baño -
se oyó un ruidito; el seguro, abriéndose lentamente la puerta.

Aztaroth se puso serio.

-Vale, no me rió más.-dijo esperando que saliera.

Elliodt asomo un poco la cabeza para mirarlo y, una vez comprobó que estaba serio, salió completamente con la mirada clavada en el piso, que en ese momento parecía ser tan interesante.

-Quiero disculparme por mi actitud, normalmente no soy así- se puso una mano en el pecho, en gesto de solemnidad.

-¿Normalmente sueles reírte mas? - pregunto entre defensivo y tímido al tiempo que pasaba de él, yendo hacia los lavabos a lavarse las manos - ...no te preocupes yo me acabo de humillar...lo olvidaré.

 

-Normalmente, cuando alguien intenta ligar conmigo, pongo algo de mi parte- sonrió, encogiéndose de hombros.

Le miró picaramente a través del espejo.

Elliodt se giro rápidamente completamente ofendido por eso.

-¡¡Yo no intentaba ligarte!! - le contesto un poco molesto, sintiendo sus mejillas calientes - ¡estas equivocado!

-Si…si como digas- se pasó una mano por los cabellos negros.

El gesto se le hizo extraño, el nunca se peinaba así.

-¡¡odioso!! - le aventó un poco de agua mas se quedo mirándolo al hacer eso...sonriendo un poco, yendo hacia él.

-Siempre me gusto ese gesto de ti - de nuevo se tapo la boca. Estaba diciendo muchas cosa extrañas.

Aztaroth enarcó una ceja. Ese chico le intrigaba. Le resultaba hasta cierto punto interesante, pero extrañamente familiar, como si ya lo conociera.

-¿Perdón? ¿No que no querías ligarme?

En un movimiento rápido lo acorraló contra los lavabos, inclinado la cabeza hasta quedar a su altura, ni dándole tiempo al más chico de reaccionar y asimilar las cosas.

 

-¡¡No quiero hacerlo!!  - contesto Elliodt, sonrojado y muy nervioso moviéndose para safarse de el – anda, quítate...ni quien te quisiera...no eres la octava maravilla del mundo...quita.

 

Volvió a reírse ante los tontos comentarios del acorralado, podría molestarlo más pero simplemente se hizo a un lado, dejándole paso.

-Como siempre… ¡tan berrinchudo! - al instante desapareció su risa poniéndose serio y analizando lo que le había dicho.

- ¡¡No es verdad!! - se defendió Elliodt tomando un porte infantil, omitiendo el "como siempre"- ¡¡no me conoces nada!!...además...- se sonrojo, lo tenia mucho muy cerca - tú...tú me estas acosando.

-Yo no te estoy acosando. Desde hace un rato dejé tu camino libre y tu no te quitaste- sonrió burlón- acéptalo…te gusto.

- ¡¡Engreído!! -intento moverse mas su cuerpo se quedo quieto  - ¡aparta! - le ordeno.

-Si quisieras irte...ya lo hubieras hecho...como la primera vez...-susurró entrecerrando los ojos.

- ¿cual primera vez? - pregunto y sin ser consciente, abrazándolo.

Al instante Aztaroth se echó hacia atrás, llevándose una mano a las sienes. Movió un poco la cabeza. Estaba aturdido.

-Debo...debo irme.

Al oír eso, el pelilila lo aferró mas hacia si, abrazándolo casi desesperadamente. Casi rogándole con sus brazos que no lo dejara.

-Esta vez no te dejare ir - le hablo suavemente.

-Elliodt...-le miró a los ojos. ¿Quien demonios era ese niño?, se preguntó.

 

Sin pensarlo mucho, Elliodt se levanto de puntitas haciendo un esfuerzo sobre humano para alcanzar sus labios, apenas y rozándolos, dándole cortos y desesperados besitos.

De primer instante Aztaroth quiso apartarlo, mas entre su aturdimiento y sintiendo un vuelco en el estómago, besó al chico de forma apasionada, pegándolo a su cuerpo. Levantándolo por la cintura para tener mas acceso a su boca.

Elliodt abrió la boca para darle paso a su lengua que se movía juguetonamente con la suya.

Aquello lo tenía confundido pero no deseaba parar el beso, su primer beso era ese; dado a un hombre y no le importaba. Se sentía por demás bien, y extrañamente familiar, como si ya tiempo a tras hubiera probado esa boca

Aztaroth chupó esa lengua de miel, sintiendo el deseo en su entrepierna. Precipitadamente, lo alejó de él.

- ¡No!- exclamó entrecortadamente- esto esta mal.

Sentía que estaba mal, no sabía por que pero lo sentía. No el hecho de haberlo besado, no, le había gustado mucho pero algo en ese niño que no entendía que era lo hacia sentir extraño, feliz, y por supuesto, por demás confundido.

Elliodt asintió, bajando la cabeza y sintiendo un extraño hormigueo recorrerle todo el cuerpo. Se tocó inconscientemente los labios los cuales ardían un poco por el beso recién dado.

-Perdona…no…no se en que estaba pensando - hizo una reverencia para después correr hacia la puerta y salir inmediatamente de ahí.

Aztaroth soltó un suspiro, recargando las manos en el lavabo. Se echó agua fría en el rostro, esperando que ese calor bajara. Cuando se sintió mejor, salió al pasillo, directo a su siguiente clase.

 

El primer día de clases siempre era el más cansado y por supuesto el más raro, pero este en especial había estado de locos.....

Notas finales: bye bye!!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).