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un regalito por sister_of_Itachi_and_Mu

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Notas del fanfic:

Es un fanfic que hacía tiempo que me estaba planteando y NINGUNA PERSONA (Gaara-kun/Ero-sennin) me dijo que era mejor cambiar lo típico de los finales bonitos. Gracias por leerme y gracias a NINGUNA PERSONA por aguantarme siempre antes de colgarlos.

Notas del capitulo: Es un fanfic que hacía tiempo que me estaba planteando y NINGUNA PERSONA (Gaara-kun/Ero-sennin) me dijo que era mejor cambiar lo típico de los finales bonitos. Gracias por leerme y gracias a NINGUNA PERSONA por aguantarme siempre antes de colgarlos.

Te gusta alguien y no puedes decirlo, piensas que esa persona te odia y que, probablemente, ya esté enamorada de otra persona. Sin ganas quieres saber si lo que piensas es cierto, pero nunca se sabe del todo.

 

Día tras día, los entrenamientos llegaban, con ellos llegaban los encuentros deseados. Por una parte, la gran ba… Sakura que estaba ansiosa de ver a Sasuke, por otra parte Naruto ansioso de ver a su amor y Sasuke que simplemente está allí para mirar babeante a Naruto.

 

No muy lejos de ese día, faltaba poco para el cumpleaños del Uchiha y Naruto, como buen compañero de equipo, tenía que hacerle un regalo. El problema era cual. Pensando, pensando, topó con Shikamaru.

-¿Qué te pasa? Pareces muy pensativo.

-Tengo que hacer un regalo de cumpleaños y no se que regalar.

-Si es para Sakura…

-¡No es para Sakura! Es para Sasuke.

-¿Sasuke? Bueno… Eso es más dificil… Podrías…

Pero antes de terminar la frase, Ino apareció de la nada.

-¡Yo tengo un regalo fantastico para Sasuke! Bla, bla…

Y el rubio decidió largarse del lugar sin saber, todavía, que regalarle. Y cabila que cabilarás que de nuevo te toparás. Pero esta vez se topó con Kiba.

-¿Qué piensas tanto?

-Pienso en un regalo de cumpleaños.

-¿Para Sakura?

-¡Otro! ¡Que no es para ella! Para el suyo queda mucho. Es para Sasuke.

-Regalale buen humor.

-Eso no se puede regalar… Si se pudiera haría tiempo que lo hubiese hecho.

-Pues…

Y de la nada salieron un grupo de locas.

-¿El cumpleaños de Sasuke? ¡Vamos ha hacerle un regalo!

Y como no se oian ni estando al lado, Naruto, decidió irse sin saber que regalarle.

 

No paraba de darle vueltas, pero es que no sabía que regalarle, si al menos le gustase algo… Pero como era tan reservado nadie sabía que le gustaba, solo lo que odiaba, es decir, casi todo lo existente. Pero… ¿Y Sai? Era muy parecido… Seguro que sabía que le podía regalar… Pero no paraba de buscarle y nunca lo encontraba.

 

Más tarde se encontró con Iruka, que estaba dando una vuelta con Kakashi.

-Hola, Naruto.

-Hola Iruka-sensei…- Decía sin animos.

-¿Qué te pasa?

-Que es el cumpleaños de Sasuke y seguro que no sabe que regalarle.

-Bingo… Es muy dificil. Lo odia todo…

-Yo creo que cualquier cosa basta…

-Eso no me ayuda, Iruka-sensei.

-Perdona, pero me vengo a referir que…

-Sí, lo que cuenta es el detalle. Pero tiene que gustarle. Imagina que Kakashi te regala un despertador el día de tu cumpleaños…

-Esto… Naruto, una vez en su cumpleaños, como una broma le hice un regalo. Le dije que era un regalo muy bonito, pero era para gastarle una pequeña broma, tengo que decir que sí tenia uno de verdad, pero era un despertador, al verlo me lo lanzó a la cabeza. Todavía me duele…

-Lo que cuenta es el detalle, ¿No, Iruka-sensei?

-Bueno…

-Pues eso, que debe gustarle o seguro que me lo tira a la cabeza como hiciste tú.

-Hummm… Siendo Sasuke… No se… Quiezás… ¿Colonia?

-Seguro que no le han regalado nunca…- Ironizaba el rubio.

-¡Pues eligelo tú!

Iruka se llevó a Kakashi lejos de Naruto, quedando tirado y sin saber que regalar.

 

Solo faltaba un día para el cumpleaños del Uchiha y todavía no tenía regalo… Seguro que Sakura le hacía uno bonito…

-“Que envidia…”

Pero tenía que seguir pensando… Descartando colonia, ropa y cosas que todo el mundo regala cuando no sabe que comprar… No le quedaba nada. Pero Sai siempre está para lo que haga falta y apareció en el último momento.

-Hola, Naruto.

-¡Sai, que alegria verte!

-No se nada…

-No es por eso, necesito opinión.

-¿Sobre qué?

-Necesito que me ayudes a escoger un regalo para Sasuke.

-Para Sasuke… Pues… Yo creo que el mejor regalo es hacerle de guardaespaldas  el día de su cumpleaños apartando las locas que se le lancen encima.

-Algo de verdad…

-Perdona, pero no se que le puedes regalar… ¡Ya se!

-“Esa mirada…”

-Regalale una buena sesión de…

-¡Ni lo sueñes!

-No me has dejado terminar.

-Pero ya se por donde iba la cosa.

 

Sin saber que regalarle pasaba el día y cada vez estaba más desesperado y con menos tiempo… Pero en una tienda vio un pequeño cartelito:

“Haga su propio peluche a mano”

¡Eso es! Algo hecho a mano… Pero… ¿El qué? Otro problema. Ahora sabía que lo haría a mano, pero no tenía ni idea de que podía hacer. Seguro que los ositos no le gustaban y a eso se le añadían otros animalitos de peluche. Vaya, hacer un regalo podía ser todo un problema.

 

A la mañana siguiente, en el puente…

-Hola chicos, como hoy es el cumpleaños de Sasuke, iremos a tomar algo, invito yo como forma de regalo.

-¡Bieeeeen!- Gritaban Sakura y Naruto, Sasuke lo dijo como si fuese a un entierro.

Por el camino, locas intentaban darle regalos a Sasuke, pero este no los aceptaba y de fodo alguien se abría paso, ese alguien era Ino.

-Toma, Sasuke, este es mi regalo.

Y le dio un gran ramo de flores.

-Que original, cerdita Ino. ¿No tenías nada más en tu tienda?

 

Y así, después de separarlas, se fueron a un bar donde pidieron refrescos.

-Toma, Sasuke. Este es mi regalo.

Y del interior sacó colonia y un collar con su nombre y una ficha donde ponía el significado de su nombre.

-…

-Sasuke… Este es el mío…

Y miró en el interiror el paquete… Unos segundos más tarde…

-¡Jajajaja!

-¿De que ries? Mejor dicho ¿Ries?- Kakashi.

-Mirad, estos muñequitos somos nosotros. Este soy yo con los brazos cruzados, este es Naruto intentado hacer una tecnica, Sakura amenazando con el puño y Kakashi envuelto de humo, con el ojito feliz y saludando. Gracias, Naruto.

-De… De nada.

 

Era un día subrealista. Primero Sasuke riendo y luego dando las gracias y para postres era todo gracias a Naruto.

-¿Cómo te puede gustar eso más que lo mío?- Pesada… Digo, Sakura.

-Mira, tú lo has comprado y me has regalado lo típico, Naruto lo ha hecho a mano, ha trabajado en ello y lo ha hecho con sentimiento. Prrr… (Malísimo efecto de sonido en el que sacas la lengua y te mofas). Naruto…- Ahora con tono sensual- Por que no… Vienes esta tarde a mi casa y… bueno… Buscamos un sito a los muñecos y si eso…

Sakura estaba hirviendo y Naruto no sabía que decir, pero mejor era aceptar que esperar a que Sakura le encontrase y le matase.

-Cla…Claro… “Mejor esto que morir en sus manos”.

-Tema…- Repetía Kakashi entre susurros.

Eso hacía que Sakura hirviese más, que Naruto se pusiera más nervioso y que Sasuke sonriera malevolamente como dandole la razón.

 

Después de tomar algo y de ver a Sasuke sonreir, tocaba la hora de despedirse y de que Naruto se encerrase solito en la boca del lobo. Todos sabían, incluso el mismo, de la gran atracción que le producía al Uchiha y eso le daba miedo.

 

Ya en la casa del Uchiha… Todo comenzó normal… ‘Ven, pasa a mi cuarto’ ‘Venga, vamos ha buscar un sitio para los peluches’ ‘Vamos, que te lo voy  a comer todo’… Cosas normales en el Uchiha, pues la última frase de normal poco.

-¡Decidido! ¡Se queda al lado de la cama! (En una mesita).

-Pues ya tienen sitio.

-Pero la cama está muy vacia… ¿Y si la rellenamos?

-¡Sasuke! “Estoy empezando a tener miedo…”

-Vamos… Esta vez no me digas que no… Solo un poco… Un rato… Un buen rato…

Sasuke intentaba controlarse, pero sus impulsos eran fuertes y sus ganas todavía más.

-Sasuke… Dejalo… No.

-Vamos… Un poquito…

Sasuke se deslizaba felinamente junto a Naruto, para dejar su mano justo en la entrepierna, lo justo para tocarla un poco y notar como se despierta levemente.

-Sasuke, para…

-Vamos… Te gustará…

-Para…- Decía intentando controlar su voz.

-No… Estoy harto de frenarme… Hoy vas a ser mío.

Decía lanzandosele encima. Comenzó besandole el cuello, pero Naruto tenía fuerza y consiguió sacarselo de encima.

 

Escapando de Sasuke, por toda la casa, Naruto terminó por tropezarse y llenarse de una substancia pegajosa y que olía muy mal.

-¿Qué es esto?

-Una cola especial. Sirve para enganchar pequeños intrusos nocturnos. Despegate antes de que se seque.

Naruto se levantó corriendo de encima, pero ahora apestaba.

-Que asco.

-Duchate aquí.

-No, seguro que me haces algo.

-¿Prefieres salir así a la calle? No haré nada.

-Bueno…

Y Sasuke, le preparó la ducha a Naruto. Pero eso de ‘No haré nada’ no fue un promesa y tampoco dijo cuando y por cuanto tiempo valdría, así que, como todos esperabamos entró en la ducha.

 

El rubio se veía muy apetecible con aquella piel bronceada, esos cabellos dorados mojados y revueltos y el cuerpo mejor formado del mundo. A Sasuke no tardaron en despertarsele los instintos basicos, en su caso, violar a Naruto.

-¡Sasuke, habías dicho que no harias nada!

-Pero no cuando ni por cuanto tiempo.

-Debí haberlo imaginado, sabía que algo así pasaría.

-Bueno… Pues si lo sabías e igualmente te has duchado era por que no deseabas evitarlo. Y ya que estamos juntos pues… Solo un poco… Ya que la cama está sola pues… En la ducha también es un sueño mío…

-Joder, y mío.

-Pues que mejor oportunidad.

-No me refería contigo.

-Cuanto más dificil te pones más me gustas. Dejame aunque solo sea un beso.

-¿Un beso?

-Me conformaré por ahora. Pero debes darmelo, sino te violo aquí mismo.

-¿Si te doy el beso pararás?

-Sí, pero no creas que será un besito casto y corto.

-¿Siempre tiene que haber peros?

-Quiero uno de verdad, un buen morreo con lengua.

-¡¿Cómo?! Estás muy mal.

-O eso o violación.

-¡ESO, ESO!

Sasuke se salió con la suya. Los labios se acercaban mojados por el agua de la ducha, las manos del Uchiha se colocaban en la nuca del joven kitsune para profundizar el beso, sus lenguas jugaban a ver cual era la más feróz y la que recorría más espacio. El beso era largo, muy largo, sus bocas no se separaban y sus lenguas no paraban de jugar. Sasuke apretó un poco contra la pared a Naruto, pero…

-Oye, era un beso.

-Bueno, como no parabas pensé que… Pero… Lo prometido es deuda.

-“No entiendo como me he dejado llevar…”

 

Una vez habían salido de la ducha, todo empezaba de nuevo. Lo primero, fue una pequeña invitación de Sasuke a Naruto para que se quedar a cenar en su casa, que inocentemente el rubio aceptó. Y a la hora del postre…

-Naruto… Yo quiero… Bueno… Es igual… Tengo que pedirte una cosa.

-¿Qué cosa?

-Debes cerrar los ojos.

-¿Para?

-Es mi cumpleaños, solo hazlo.

-Está bien.

Naruto cerró los ojos sin imaginarse lo que el Uchiha deseaba. Pero poco a poco su cara fue cambiando y un leve gemido salio de su boca.

-Sas… Sasuke… Mmmm…

-¿Ves como te iba a gustar?

Decía el Uchiha debajo de la mesa tomando su ‘postre’.

-Para… Por favor…

-Vamos, ahora no puedes negarme que esto te gusta.

-Aaaah… Vale… Me gusta… Pero… Aaaah…

 

Sasuke no le hacía caso, seguía a lo suyo. Lamiedo, succionando, dandole besos, deleitandose con el sonido de los orgasmos que le producia, solo le faltaba verle la cara. Naruto decidió dejar de resistir lo evidente y con su mano marcó el ritmo, cosa que a Sasuke lo volvió loco. Había deseado tanto eso…

-Aaaah… Voy… Voy a… Mmmm… Aaaah…

Se corrió en su boca, pero no dejo escapar nada. Poco a poco se levanto para mirarle a la cara y besarle nuevamente de forma apasionada y feróz.

-Naruto… Te dije que te gustaría… Vamos… Ven…

Sasuke llevó a Naruto a su cuarto.

-La cama está vacia, ¿No crees?

-Un poco… ¿Y si la llenamos?

-En eso estaba pensando yo, Naruto…

 

El Uchiha lanzó al rubio y se colocó sobre este. Pero pronto fue destronado y quedó bajo el peso del kitsune. Ahora él dominaba la situación. Movía ligeramente las caderas para que sus sexos rozasen, para que Sasuke gimiese. Naruto acercó su cara a la de Sasuke y le fue besando y lamiendo. Los oidos tan sensibles que gemia por el simple roce con el aliento era muy excitante, el cuello tan sensible al roce con los labios que le producian gemidos realmente estridentes. Todo él era sensible a los roces y besos que le daba su amante. Delicados roces con las manos por el torso, ahora desnudo.

 

El tiempo pasaba y Naruto seguía dominando, Sasuke estaba en el cielo y los dos sin ropa para taparse. El movimiento de caderas dejó de ser sutil no hacía mucho para transformarse en uno más sensual.

-Sasuke… Quiero ser tuyo…

Decía Naruto moviendo sus caderas un poco más rápido. Sasuke gimió, era todo mejor de lo que había soñado. Jamás pensó que eso pudiese ocurrir. Sus manos se movían agiles por el cuerpo del rubio, que ni cortas ni perezosas tocaban todo lo que podían.

 

Una mano se dedicó a tocar los pecones semiendurecidos y la otra estaba siendo lamida para introducir un dedo. Poco a poco, despacio, dando circulos, entrando y saliendo, aciendole gemir sin descanso.

-¿Sabes cuanto he soñado esto?

-Aaaah… Espero… Que… Aaaah… Lo justo… Aaaah…

-Lo he soñado cada noche de mi vida, desde que te conocí.

Ahora eran dos dedos los que se aventuraban a entrar. De nuevo despacio y con circulso para ensanchar la entrada. Luego tres dedos hacindo lo mismo para luego ser substituidos por el miembro de Sasuke.

 

Los dos gemian sin control, era, Sasuke, realmente bueno en la cama. Estocadas firmes y duras, sin descanso, cada vez más veloces. Con una mano masturbando a su amado y con la otra puesta en la cadera.

-¡Aaaah! Justo así… Aaaah… Así… Así… Aaaah…

-Como me pone oirte decir eso, Naruto… Aaaah…

-Más rápido, por favor… Aaaah… Así… ¡Aaaah!

Los dos terminaron al mismo tiempo, Naruto manchando la cama y Sasuke el interior de Naruto. Se acostaron el uno al lado del otro, pringados de semen.

-Ahora eres mío. No vale la pena resistirse. Al final te ha gustado.

-Joder, es que la mamas de miedo. Pero… Esto no significa que sea tuyo. Ha sido un desliz y punto.

-Que lastima… Bueno, pues sexo sin copromiso. Ya me vale.

-¡Que ha sido un desliz! Esto no se repite nunca más.

No pasaron ni diez segundos que estaban nuevamente dale que te pego al tema.

 

Para cuando despertaron ya era la mañana siguiente, Sasuke estaba abrazado a Naruto que estaba despatarrado en la cama como si no tuviese a nadie al lado, vamos, como solía dormir siempre.

-Hola, Naruto. “Tenía tantas ganas de decirle esto en la cama…”

-Hola, Sasuke… “¿Por qué lo habré hecho? Ha sido un desliz…”

-¿Te apetece desayunas ahora o prefieres la ducha?

-La ducha… Estoy pringoso y pegajoso…

-Pues ahora mismo te la preparo.

 

Sasuke se levantó, completamente desnudo, tal y como se quedaron tras el último asalto, se dirijió a la ducha y puso el agua templada, para que su amado no se quemase, pues él también tenía una piel muy sensible a las temperaturas y, siendo de fuego, no le gustaba mucho el calor y no pensaba dejar a Naruto que se duchase solo.

 

El joven kitsune, confiado de que no habría peligro, decidió ir a la ducha, pero se encontró que Sasuke le estaba esperando.

-¿Qué haces aquí?

-Esperarte para ducharnos juntos.

-…

-Bueno, vale, te prometo que no te voy a hacer nada en mi casa.

-Espero que sea verdad.

Naruto entró a la ducha, era bastante grande, por lo que no tenía que preocuparse por el espacio que les juntase o separase a los dos. Sasuke estaba un poco entre apenado y alegre por la suerte de la noche que había pasado con Naruto, alegre por qué por fin había hecho el amor con él y triste por qué Naruto no quería nada más. Y pensando esto y mucho más acabó la ducha y se dispuso para hacer el desayuno para los dos.

 

-“No, no puede ser… Solo fue un desliz… Eso fue y nada más.”

-“Seguro que ahora no querrá saber nada más de mi…”

-“Espero que no se lo tome mal, pero es que no… Sí… No…”

-Eh… Ya está preparado, come.

Había arróz, pescado y un poco de pan (el desayuno más raro de mi vida). Todo estaba bastante bueno, a palabras de Naruto, pues como solía comer ramen para desayunar, un desayuno tradicional era muy extraño para él.

-Cocinas bien.

-Debo entrenarme, pues si quiero comer cada día mejor que esté bueno y si quiero que te quedes más veces, más bueno debe estar todavía.

-Calla. No pienso quedarme más. Que seguro que vuelvo y me violas sin compasión.

-¿Yo? Pero que dices, solo lo hago con consentimiento. No violo, solo hago el amor. Y todo sea dicho, tienes un maldito cuerpo de vicio, no te extrañe si un día por la calle te atacan por detrás y acabas sin pantalones.

-Vaya, pues si tengo que denunciar ya se a quien debo hecharle las culpas.

 

Y una vez terminado el desayuno y haberse vestido (si, seguian en pelotas para desayunar), Naruto se fue de la casa del Uchiha para encontrarse con Sakura en la puerta con cara de asesina psicopata.

-Naruto… Dime que ha pasado…

-Pues esto… “No puedo decirle la verdad”… Lo que pasó es que… Mira… Pues pusimos los peluches en su sitio y luego cenamos y… pues… eso… que al final me quedé a dormir y ya está… “No he mentido, solo he omitido un detalle”.

-Ya… ¿Y esa forma de andar?

-Pues… Es la mia… de siempre…

-¿Cómo un pato?

-¿Qué pasa? Los patos me gustan… “Estoy muerto…”

Y cuando Sakura levantó la mano y le faltaban centimetros para tocar la cabeza de Naruto un shuriken en llamas dio en la cabeza de Sakura, grandes actos de un chico celoso que no quiere que toquen a su amado (Sasuke).

-Diós, me has salvado la vida.

-Ahora me debes una.

-Vamos al hospital…

 

Naruto apagó el pelo de Sakura y se la llevó al hospital, donde le dirían que debía estar allí por lo menos unas semanas, que tenía una herida profunda por el shuriken y unas buenas quemaduras, que seguramente iba a quedar medio calba… (¡Bien!). El rubio se fue del hospital y se encontró de frente con Sai.

 

-¿Qué regalo le hiciste al final?

-Unos muñequitos hechos a mano con nuestra forma…

-Que bonito… ¿Y la sesión de sexo?

-Esto… Pues…

-¡No! ¿Acabasteis haciendolo? ¿Cómo fue eso?

-Es que… Mira… Él me dijo que cerrase un momento los ojos y cuando lo hice se puso bajo la mesa y… no veas como la come… y luego… pues… hicimos dos asaltos…

-Vaya. Pero ahora… ¿Qué?

-Solo fue un desliz.

-Dos.

-Pues dos. No somos nada… No me gusta… No digo que no esté bueno… ¡Que digo!

-Vamos, seguro que te gusta, pero no haces más que negarlo.

-¡Que no me gusta!

 

Y el joven se fue sin decir nada más para que Sai quedase satisfecho para sus chafarderias. Pues le encantaba ese tipo de cosas. Era un buen amigo y si le decias que era un secreto no decía nada a nadie, pero le encantaban los cotilleos.

 

Luego se encontró con Kiba.

-Oe, Naruto. ¿Qué tal con Sasuke?

-No hicimos nada…

-Yo no te preguntaba eso. Me refería al regalo.

-Pues le hice unos peluches con nuestra forma a mano.

-Vaya, que original.

-Y ya está, no pasó nada…

-¿Por qué no paras de decir este tipo de cosas?

-Por nada, tengo que tirarme de un puente.

 

Más tarde se encontró con Shikamaru, que más inteligente que el anterior consiguió más información de las extrañas palabras de Naruto.

-Hola. ¿Qué tal con Sasuke?

-No hicimos nada…

-Yo no te preguntaba eso. Me refería la regalo.

-Pues le hice unos peluches con nuestra forma a mano.

-Vaya, que original.

-Y ya está, no pasó nada…

-¿Es que acaso si hiciste algo? Parece que niegues algo que sí has hecho.

-No, no hicimos nada.

-Mientes, esa forma de ponerse a la defensiva por nada te delata.

 

Y de la nada apareció una especie de ardilla voladora, que resultó ser Sasuke, se lanzó sobre Naruto y le abrazó fuertemente.

-Hola, guapo.

-Hola, Sasuke.

-¿Qué ha pasado con Sakura?

-Nada, solo se quedará unas semanas en el hospital y se quedará medio calba.

-Oh, vaya.

-Cuando salga me matará.

-Pues antes de que te toque le lanzó otro shuriken en llamas.

-Esto… Perdona… ¿Qué ha pasado para que le hicieseis eso a Sakura?

-Pues mira, que Naruto y yo…

-Calla.

-Ya claro, fueron dos deslices y no lo quieres decir a nadie.

-¡Sasuke!

-Entonces… Eso es… Por eso estás a la defensiva… ¡Te acostaste con Sasuke!

 

Y un grupo de locas aparecieron de la nada para gritar.

-¿Quién se ha acostado con Sasuke?

-Pues, esto… Naruto. Quien si no.

-¡Shikamaru!

-Vamos, Naruto, no pasa nada. Te acostaste conmigo, dos veces, no es para tanto. Si quieres repetimos cuando el cuerpo vuelva a estar entero.

-¡Calla! ¡Te dije que fue un desliz y punto! ¿Por qué no quieres entenderlo? ¿Por qué estás tan empeñado en eso? No fue nada, no significó nada.

-Eso… Eso duele más de lo que crees. Hasta hora no he dicho nada, pero cada vez que dices eso me duele, ahora ya no quiero callarlo, me duele que digas que solo fue un desliz, primero lo tomé de una forma en la que no te sintieses presionado, pero si tanto te empeñas en que fue un desliz eso me hace daño, si eres capaz de decir estas cosas tan friamente, sin pensar que estoy a tu lado… Yo… Estoy cansado, hace tiempo que renuncíe a callar lo que siento, hace tiempo que decidí rendirme a lo evidente, a que me gustas, a que no puedo vivir sin verte aun que sea tras un cristal. Pero esas palabras no las quiero volver a oir, es tan… Mira, yo… si no quieres nada conmigo vale, pero si vas a decir eso de nuevo, procura que yo no esté delante. Pues para mí sí que significó algo.

 

Sasuke se fue de allí, sentía la necesidad de llorar, llorar de verdad, como jamás lo hizo antes. Era muy duro soportar esas palabras. Se fue a donde tantas veces se quedaba con sus pensamientos y lagrimas a solas, en el lago donde intentó aprender sus tecnicas de fuego, donde siempre recordaba a su hermano, donde siempre, esa agua, era la que se tragaba las lagrimas para convertirlas en su propia agua. Un lugar donde no importaba si lloraba durante días o segundos, un lugar donde estaba tranquilo.

 

-Sasuke tiene razón.

-Lo sé, pero es que… yo… realmente… no lo sé, quiero decir que…

-Dejalo. Solamente veo que tiene la razón, no me sirve lo que digas.

Shikamaru se fue, Naruto estaba triste, había hecho llorar a Sasuke y si quererlo, eso le dolía más de lo que quería que le doliese. Ver las lágrimas de su amigo era más duro de lo que pensaba, le dolía en el alma aquello.

-Soy un idiota, un idiota sin remedio.

 

Sasuke se quedó quieto, muy quieto mirando al lago, las lágrimas hacía rato que se habían secado, ya no lloraba, tenía un gran nudo en la garganta que le impedía hacer salir las lágrimas que antes, tan libremente, recorrían su cara hasta mojar su jersey.

-Si no me quieres dimelo y ya todo acabará, pero no digas eso, que es matarme en vida. Si me dices que no te gusto me matas, pero me haces menos daño que matandome así. Las cosas que dices siempre me han hecho daño, pero siempre me he callado y he dejado que estuvieses comodo. He sido yo quien ha sufrido el daño de las palabas y los actos, más que tú, que estabas con miedo a que yo me lanzase sobre ti. Me matas en vida y me entierras. ¿Qué más quieres de mí? Ahora no puedes decirme que no es eso lo que haces, pues ya me has enterrado casi todo el cuerpo, pero prefiero a que esperes a que muera del todo, no me entierres todavía. Ya queda poco.

Cogió un kunai, con le que se cortó las venas de la muñeca.

-¿Ves? Si dejas que me desangre morié, espera a que muera para enterrarme, por favor.

No pasó mucho tiempo que se desmayó sin remedio. Pero la suerte hizo que alguien pasase por allí y viese a Sasuke, llevandolo al hospital.

 

Cuando despertó se entristecio, seguía vivo…

-¿Por qué no me dijas morir? Si tanto me quieres enterrar espera a que muera.

-¡Sasuke!

Entraba gritando el joven kitsune.

-¡¿Cómo has podido?! Si llegas a morir… Si no llegan a verte…

Comenzaba a llorar, a llorar sin control, dejando que su cuerpo temblase, haciendo que sus piernas ya no pudiesen aguantar su peso haciendole caer al suelo junto la cama de Sasuke. Se tapó la cara.

-¿A que has venido?

-Ha verte. Si llegas a morir yo… yo…

-¿Has venido para decirme esto? ¿A tanta costa quieres que siga vivo? ¿Eres capaz de mentir así para que siga vivo?

-¿Qué quieres decir con mentir?

-Se que no te gusto y se que sabes por qué he intentado suicidarme, si quieres que siga vivo no hace falta que me digas lo que quiero escuchar.

-Yo no… No… Yo no he venido a esto… Yo no he venido a discutir… Yo no… yo no quiero que mueras…

-Dejalo, ya te he dicho que no quiero falsas palabras.

-Muy bien… Como quieras, pero la proxima vez que te suicides procura conseguirlo.

 

Naruto se levantó del suelo, se secó las lágrimas que todavía seguian cayendo sin forma de ser frenadas. Miró a los negros ojos inexpresivos que tenía delante, cerró la boca que le había quedado abierta tras hablar, puso una expresión seria en su rostro.

-Pero dime cuando vas a hacerlo para acompañarte.

-Te… Te he dicho que… No… no quiero escuchar falsas palabras…

Sus ojos dejaron de ser inexpresivos para denotar gran tristeza y unas lágrimas.

-¿Sigues creyendo que miento? Es igual, ya me escucharás.

Naruto se dio la vuelta y salió del cuarto en el que estaba su amigo.

-¡Mierda!

Fue lo último que dijo Sasuke dando un puñetazo a su cama.

 

Naruto se fue a su casa, tenía ganas de llorar, de llorar sin que nadie le preguntase la razón. ¿Por qué tenía que darse cuenta en el último momento de que le gustaba esa persona? ¿Por qué tenía que gustarle una persona tan odiosa?

-Al final, va ha resultar, que soy yo el problema del mundo.

Y por otra parte, Sasuke, decía unas palabras muy similares.

 

Desde aquel día, desde que se dijeron aquellas palabras, Sasuke no quiso hablar más con Naruto, nunca quiso escuchar lo que tenía que decirle. Naruto, por su parte, ya no tuvo más intención de hablar con Sasuke. Era imposible acercarse a la fortaleza que él mismo se había creado. Renunció a decirle nada, a explicarle lo que sentia. Y con todo eso renunciaron a ser felices para el resto de sus días. Siempre deseando al otro pero sin estar dispuestos ha acercarse o escucharse.

 

Pasado el tiempo, Naruto no tuvo pareja, incluso alguna chica y algún que otro chico se le declaró, siendo rechazados. Sasuke, por su parte, no volvió a intentar suicidarse, pero quedó solo, nunca tuvo oportunidad de renacer su clan. Y tanto sus vidas como su muerte fueron grises. Pero para su muerte todavía faltaba mucho.

Notas finales: Vuelvo a dar las gracias a los que me lean y a NINGUNA PERSONA por aguantarme. Acepto críticas constructivas y tonterías que querais ponerme como que es bueno XD... No, en serio. Espero que os haya gustado.

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