-(¡Han pasado dos malditos meses desde que tuvieron que refugiarnos juntos... Maldita sea! ¡Cada día lo soporto menos! Ése maldito desgraciado... Ya no sé a quién odio más, si al maldito cara rajada o al viejo loco de la nariz rota! )-Pensaba Malfoy muerto de ira.
Todo había comenzado desde que su propia madre le pidió a Dumbledore que le apartara de la guerra y del señor oscuro, para ello, su madre le había confesado al director su condición como mortífaga, y el anciano había aceptado hacerse cargo de él.
Sin embargo, el director había explicado a su madre que por motivos de seguridad, le mantendría apartado y escondido. Era por ello que no le quedaba de otra que obedecer a ésa bola de idiotas.
-(La "Orden del fénix"!, ¡Si cómo no!!! ¡La orden del pollo frito deberían llamarse!!!)-
Draco se encontraba en un sillón mirando de frente a Harry con cara de pocos amigos, mientras que el chico pelinegro ignoraba totalmente su mirada fulminante con un libro, el rubio recordaba cómo había comenzado todo:
Tener que trasladarse de la manera Muggle era una de las cosas más humillantes que había hecho en su vida, transportarse en un automóvil muggle ya era de por sí denigrante... pero tener a Potter sentado en sus piernas, eso era, eso era!!! ¡Insultante!!!
Ambos estábamos sentados hasta el extremo derecho del vehículo, en la parte trasera de ése pequeño auto en el que iban el licántropo al volante, el anciano director al frente junto al licántropo, atrás a su izquierda iba el tal Ojoloco Moody y la loca de mi tía Tonks.
-(Primero tener que viajar apretado dentro de ése insignificante transporte que a demás carecía de clase, para que luego el cara rajada se sentara sobre mis piernas! Si tan sólo mis padres me vieran! ¡Sería el hazme reír de la comunidad mágica! Potter en mis piernas!!!)- Malfoy se había colorado de la vergüenza que sentía de sí mismo, sintiéndose a cada minuto más incómodo en el trayecto por culpa del pesado camino que tenía baches ocasionales. Éstos causaban un rebote general en los ocupantes, el problema es que al estar Potter en sus piernas y por la acción de los agujeros, el trasero de éste se frotaba contra su hombría. No es que le gustara tal cosa, sin embargo las reacciones corporales ante semejante fricción no se hacían esperar. Comenzó a hacerse presente cierta dureza en el interior del pantalón del chico Rubio que, aunque trataba de controlar con todas sus fuerzas su creciente erección, luchaba aún más por guardar las apariencias, en especial cuando el anciano, quién iba al frente preguntó:
-¿Todo bien allá atrás?- justo en el momento menos indicado.
-(Ése viejo degenerado!)- El chico de ojos grises se limitó a asentir como si nada. Mientras todos contestaban pesadamente que si. En ningún momento escuchó la respuesta de Potter- (¡Y qué diablos me importa la opinión de ése estúpido?!)- El Malfoy menor se hallaba molesto. -(Ése desgraciado está como si nada, sólo mira hacia fuera viendo el paisaje. Quizás no se haya dado cuenta de nada... si es así, estoy a salvo. ¡Podría soportar todo, menos una burla de ése! Tan sólo imaginarme que ése tonto se burle de mí diciendo "¿Qué... te excitas con mi trasero Malfoy???")- el chico volvió a ponerse colorado, primero por sonrojo y luego por reprenderse a sí mismo.-(¿En qué cosas estoy pensando? Como si tal cosa fuera posible!... ¿Potter burlándose de mi? ¡Ni que tuviera oportunidad!... ¡Ni que tuviera una razón...!)- Pronto una sensación en su entrepierna lo sacó de sus pensamientos, aquello había sido... obra de otro bache,
-(¡Maldita sea!!!)- era por un pequeño instante pero no podía evitar sentirse excitado... y... húmedo. -(¡Maldición, si esto sigue así, el cara rajada lo notará!, No, vamos, no debo perder la calma)- se decía el muchacho- (¡Debo pensar en otra cosa, claro, con eso será suficiente!)- pero otra sacudida hizo de las suyas azotándolo con sensaciones más provocativas.
Pronto el camino se volvió más inestable al igual que el auto control del rubio.
Las sensaciones invadían su cuerpo, no había forma de evitarlo.
Su duro miembro era masajeado por el trasero de Harry, aún no podía creer que el trasero de ése muchacho le provocara tales sensaciones...
-(que ése, Ése... ÉSE!!! TUVIERA UN TRASERO TAN REDONDITO Y FIRME COMO ÉSE!!!!)- el chico rubio se perdió en la oleada tan intensa que estaba recibiendo, hasta que poco a poco su pensamiento se fue des nublando.
-(Si, tenía que ser por el movimiento de la abultada carretera, ¿Cómo podría ser posible que ÉL pensara que el trasero de Potter es fabuloso?)- el chico se puso colorado
-(¡Ni hablar!)- se reprendió a sí mismo
-(aunque... la verdad es que.... movimiento o no, el trasero de Harry había sido un buen receptor...! Y... hablando de receptores...) el muchacho notó que el camino ya no era de terracería, sino que era un camino plano y negro. Pronto su alma se le cayó a los pies, no sabía durante cuanto tiempo se había perdido su mente, pero de una cosa si creía estar seguro.
-(¡Sin duda Potter lo ha notado!)- El chico se aseguró de que nadie más lo hubiera notado mirando disimuladamente a su alrededor.
-(¡A salvo!)- Nadie parecía haberlo notado, sin embargo, aún le faltaba asegurarse de Potter...
-( Mira distraídamente al frente, parece aburrido... igual que el resto de ésos patanes "Orden del fénix" bah! Se creen muy importantes!)- El rubio miraba el rostro del chico frente a si mediante un extraño y rectangular espejo que tenía el cristal del carro.
-(Son muy verdes....)-...
-(Se ve aburrido...)-...
-(Quizás no lo notó...)-... hubo algo en "la voz" de su pensamiento que le hizo reaccionar y dejar de mirar el reflejo del moreno.
-(¿Decepción?)-...
-(... ¡NO!!!! ¡SIMPLEMENTE ABSURDO!!!)- Algo que pudo notar a pesar de reprenderse mentalmente es que se encontraba más "tranquilo" al igual que su miembro que había regresado a su tamaño usual.
El trayecto había finalizado, cuando por fin habían abierto las puertas del auto todos bajaron pesadamente y arrastrando los pies, sin embargo, cuando Harry iba a bajar, al abrir la puerta se resbaló un poco, lo que provocó una ligera fricción. El chico de ojos verdes logró evitar su caída al estabilizar un pié en el piso, pero eso en sí no hubiera sido suficiente para evitarlo, un par de manos le sujetaron de las caderas evitando la caída. Harry se volvió al dueño de dichas anclas y lo que el rubio vio en el rostro del otro lo dejó... impactado.
-(¡El chico de ojos verdes está sonrojado!)- fue entonces que aquél chico de ojos verdes desplazó su mirada hacia sus propias caderas. Draco siguió la mirada del chico y comprendió que el único motivo por el cual Potter no se le había quitado de encima era por que sus propias manos le habían sujetado... justo... sobre su entrepierna. El chico rubio retiró las manos como si le quemaran. Pero el moreno tardó unos instantes en retirarse pues seguía mirando a aquél rubio.
El ojigrís vio que Potter le miraba extremadamente colorado. Y él mismo no sabía cómo reaccionar, simplemente se quedó petrificado.
-¿Qué sucede Harry, te encuentras bien?- Preguntó desde fuera uno de aquellos extravagantes
-¿Eh? ¡Si, lo que pasa es que me entumí y me cuesta tenerme en pié!- El rubio no podía creer que el pelinegro pudiera deshacerse tan rápido del rojo de su cara para parecer normal.
-¡Oh, claro, después de un pesado viaje nos pasa a todos...!- y el tipo le ayudó a bajar-¿Tú también te entumiste?- le preguntó a su vez el hombre tendiéndole una mano... que por supuesto no aceptó. Levantó la cara lo más Malfoy posible (aunque su ego estuviera por los suelos) y bajó por su propio medio del vehículo. Delante de él se extendía un camino de conducía a lo que parecía una casa de campo
-(¡¡¡Valla sitio para "esconderse"!!!)- pensaba molesto - (¡Parece más una casa para veranear que un escondite! ¡No se lo toman en serio!)- y tras decir aquello miró a la bandada de locos que estaban delante de él caminando sin mirarle, pero su mirada se detuvo a contemplar la espalda que había estado mirando durante todo el camino esperando observar reacciones. Actuaba como si nada... Una imagen cruzó por su mente: Un chico moreno de cabellos azabaches y hermosos ojos verdes le miraba sonrojado. No lo pudo evitar y se detuvo sonrojado y enojado.
-¡Anda, no te quedes atrás!- le gritó uno de los locos. El muchacho reinició su andar sin contestar....
Para Malfoy estaba claro que su tortura no había acabado al regar al refugio, sino más bien... apenas habría de comenzar...
Fin???