Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Las dos caras de la moneda por Belashi

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este es mi primer fanfic, por favor decidme todo lo que no os parezca que intentaré enmendarlo. Que disfruteis. Va por todas mis amigas que me ayudaron a seguir escribiendolo.

Notas del capitulo: Este es mi primer fanfic, por favor decidme todo lo que no os parezca que intentaré enmendarlo. Que disfruteis. Va por todas mis amigas que me ayudaron a seguir escribiendolo.

 

Cap. 1: Primero, Ruth...

 

Vaya, ya casi he acabado mi segundo vodka y todavía no ha aparecido por ninguna parte, ni siquiera me ha llamado para disculparse.

- Será cabrón- Me dije a mi misma; no sabía muy bien por que pero me sentía aliviada de que no hubiese aparecido; al fin y al cabo era él quien había insistido en quedar y al final no había aparecido, pues a disfrutar de la noche, total mañana no tendría visita hasta las 12 h. o así, me podía permitir el lujo de trasnochar un poco.

Me dirigí otra vez hacia la barra para dejar mi última consumición y pagar lo que se debe, no me gusta demasiado este local para pasarlo bien. De pronto noté como unos ojos se habían posado en mí, ya estamos, como sea un borracho otra vez… Giré intentando no parecer demasiado furiosa, buscando los ojos de donde venia esa mirada, encontrando unos almendrados preciosos, por poco se me cae el vaso, el dueño de esos ojos resultaba ser dueña... ¡y estaba sobria! Me puse nerviosa sin saber por que, ya tenia experiencia en relaciones lesbicas, pero aquella muchacha me erizaba el vello de la nuca y me hacia sentir rara, como una colegiala que ya no era ni mucho menos. Había cambiado de opinión, me quedaría un rato más en ese bar. Me fui hacia la barra intentando disimular la inquietud. De vez en cuando desviaba mi mirada para verla mejor, pero no podía ver más allá de su pecho por culpa de la barra. Por lo que veía parecía tener 20 años... no más de 22, su pelo caía traviesamente por su nuca y por sus hombros descubiertos, llevaba una camisa azul grisáceo de tirantes; su largo cuello me tentaba de una forma casi irresistible a besarlo; ante aquella idea enrojecí y se debió notar por que ella sonreía y me miraba coqueta. Desvié la mirada, al cabo de un rato volteé para verla de nuevo y ya no estaba, me sentía... ¿desilusionada? Me levanté de mi sitio para irme y al girarme ahí estaba, detrás de mí, abrió lentamente los labios, ¿me querría hacer sufrir?

- ¿Ya te ibas?- Me dijo con sus labios hechos unos pucheros-

Recobré la compostura lo mas rápidamente que pude y la miré a los ojos, no me haría hacer el ridículo, por lo menos no mas de lo que ya lo había hecho.

- Si, m....- No me dejó acabar, dos de sus dedos se posaron en mis labios y los acariciaron.

- Ven conmigo y te daré una buena razón para quedarte, ¿si?- Sus ojos me miraron de forma inocente y me robaron la poca fuerza de voluntad que me quedaba, así que decidí seguirla allá donde me llevase.

Me dirigió a una esquina más solitaria; de repente me acorraló contra la pared y me miró fijamente a los ojos, parecía saber cual era mi flaqueza ante ella, se acercaba lentamente y mi mente se debatía entre el autocontrol y huir o dejar que siguiera; bueno la verdad que la 1ª opción era bastante floja, por eso cuando sus labios acariciaron los míos mi cerebro se desconectó y la acerqué más a mi, haciendo que nuestros labios chocaran una y otra vez; aprovechando un gemido inaudible su lengua se infiltró entre mis dientes buscando mi lengua, esta no se hizo de rogar y por fin se encontraron.

 

//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

 

¿Que me estaba pasando? No era muy propio de mí apasionarme tanto por alguien; solo una vez había llevado una relación seria y después de aquella se me habían quitado las ganas de llegar lejos con alguien, pero... esa chica... lo había cambiado todo. Cuando nos separamos para respirar, después de aquel primer contacto, mis ojos habían buscado desesperadamente los suyos, fue entonces cuando se desviaron para mirar a sus labios.... esos labios.... curvados, hacía apenas unos segundos que los había sentido como si fueran míos y solo míos. En ese momento se preparaban para hablar.

 

- Mmmfff...... fffffuuuu......¿A que es una buena razón para quedarse un rato mas?- Sonrió y me miró, socarrona. Y si, era una muy buena razón para quedarme más tiempo.

- Solo si tú te quedas también-

Ahora mismo, me siento como una estupida por dejarme mangonear tan fácilmente por una jovencita como ella, joder, parezco una vieja y tampoco soy tan mayor; apenas tengo 25 años. Pero la verdad que tengo excusa de que me mangoneara así, ella me tenía hipnotizada, había algo que me atraía peligrosamente, y lo que mas me fastidiaba era que no sabía el que era eso tan fascinante en ella. Bueno, por lo menos averigüé como se llama. Aunque no estaba segura de volverla a ver.

- ¿Te pasa algo?- Mi compañera de piso, Haruka- san, tan perspicaz como siempre, me hizo notar que estaba acompañada y que los extraños aspavientos que hago cada vez que me viene algún nuevo pensamiento no pasan desapercibidos. – Cada día eres más rara, jijiji- ¿Se esta riendo de mi por lo bajo? ¿Tan patética soy?- Vamos, no pongas esa cara y cuéntamelo... que para algo somos amigas.

- Nada....- Me miró como si no me creyese, lo más normal del mundo puesto que me conoce bastante bien.... ahora que pienso.... ¿cuanto hace que conozco a esta chica? Haruka había aparecido hacia dos años, venia desde Japón y había decidido hacerme compañía por que por lo visto no voy a poder superar nada sin un poco de su sabiduría oriental.

- ¿Que te pasa?- Volvió a insistir- No creas que no me di cuenta de las horas que eran cuando llegaste anoche, y encima no estabas borracha- Etto..., si, para ella lo normal a juzgar por las horas hubiese sido que llegase borracha como una cuba.

- No te pases, no paso nada, solo que me dejó plantada- Esto no va a colar, pensé mientras se lo decía.

- ¿Solo eso?- Lo dicho, que no colaba; sus ojos ya me estaban escudriñando otra vez.- No te creo, si fuese por eso habrías vuelto mas pronto; además....- Huy, ese ‘además’ no me gustaba ni un pelo.- ¿Por que tienes un chupetón en el cuello?

Eso me hizo enrojecer hasta la punta del pelo.

- ¿Como? ¿Don... donde?-

- ¡Ja! ¡Te pillé! No tienes ni un solo chupetón, ¿como se te iba a escapar uno en un sitio tan vistoso después de examinarte bien anoche enfrente del espejo?- Será.... ahora no me dejará en paz hasta que le explique el por que de todo.

- Eres... ummf... esta bien, te explicaré todo-

- Bueno, si no hay mas remedio, te escucho- Dishhh... eso realmente es típico de ella.

- Pues, a ver, ayer, en el bar donde quedé con ese pequeño bastardo, que por cierto no apareció; conocí a alguien, alguien bastante... peculiar, por lo menos comparada con las personas con la que suelo tener este tipo de aventuras.

- ¿Que pasó?-Por supuesto, comparada con ella la chica de ayer era de lo mas normal posible.

- Hace mucho tiempo que no me sentía así, ya lo había empezado a olvidar; la mayoría de veces son, pues eso, aventuras sin importancia, pero con esta ha sido diferente. Fue ella la que atacó, fue ella la que me acorraló y fue ella la que me besó.

- Jop, que bonito, te envidio.... lo que no entiendo es por que hacías cara de disgusto a veces. – Como siempre, había dado en el clavo.

- Pues por que.... lo único que se de ella es su nombre.... y ni siquiera se si la volveré a ver.

- Vaya, tan pronto estas en una nube como te caes estrepitosamente contra el suelo; no me mires así, lo siento, pero no deberías pensar así, seguro que la podrás volver a ver si realmente quieres- Joder, ahora entiendo como es que vivimos juntas, sino fuera por ella ahora estaría arrastrándome por el suelo.

- Por cierto...- ¿Eh?- ¿Has visto que hora es? Ya se que hoy tienes cita mas tarde pero aún así, te pasas de la hora- Ostia, tenia razón.

Me vestí a toda prisa y me bebí el té (como no, con una japonesa en casa); cuando abrí la puerta me llamó de nuevo.

- Por cierto, ¿como se llama?

- ¿Que?

- Ella

- Aaa... ella. Me dijo que se llamaba Ruth.

La puerta se cerró detrás de mí, un nuevo día se cierne sobre nosotras.... ¿Que me deparará el día de hoy?

Notas finales: Espero que os haya gustado, el proximo cap lo colgaré mañana.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).