- Esto es extremadamente fácil, Ban…
- Lo sé, y no me gusta, pero…
- ¡ES MUCHO DINERO! – dijeron los dos Get Backers al mismo tiempo y silenciándose mutuamente después.
Tomaron su objetivo de una caja de seguridad en una habitación del segundo piso de la gran mansión de la que ahora intentaban salir. El objeto a recuperar era un espejo antiguo, pequeño pero hermoso y muy pero muy valioso.
Fue Hevn quien les había contactado con Amelia Khrishna, una anciana que vivía en un asilo y cuyo único recuerdo de su difunto esposo fue robado del banco. No fue extraño que ella pidiera la ayuda de los GB, considerando que ella fue amiga de la abuela de Ban, por lo que conocía sus habilidades a la perfección y confiaba en él plenamente.
Para Ban era un trabajo como cualquier otro, además del generoso pago que les haría. Mediante la red de información de Kazuki, descubrieron que el ladrón fue en realidad un trío de hechiceras conocidas como Banshee, quienes se dedicaban al robo de objetos relacionados con la brujería. Las siguieron hasta la mansión y cuando éstas salieron del lugar, los GB entraron en acción.
- Muy bien Ginji, aún no han regresado. Tenemos que salir lo más pronto posible.
- Sí, no quiero peleas innecesarias.
- ¿Qué quieres decir con eso? - se escuchó de entre la oscuridad de la noche.
- ¡Sal de tu escondite! - gritó el dueño del Jagan.
- ¡Ban! – éste siguió la vista de Ginji y localizó a la dueña de la voz en lo alto de la escalera, una mujer de larga cabellera negra y ojos por igual, sus hermanas eran idénticas a ella, exceptuando el color de sus trajes, morado, marino y granate.
- Así que pensaban irse sin despedirse… - continuó la Bashee púrpura.
- … y tomando algo que no es suyo… - dijo la vestida de marino.-
- … pero qué mal educados son… -continuó la menor - las tres saltaron y quedaron al nivel de los chicos.
- Esto no fue suyo desde un principio, es de nuestro cliente, no lo tomen personal. – dijo Ban sin inmutarse por las leves risas de las mujeres.
- Escucha, dueño del Jagan, nosotras somos tres, ¿cómo intentarás devolver ese espejo?
- No lo intento… ¡lo estoy haciendo! - Ban se abalanzó hacia la Banshee púrpura, pero ésta le esquivó de un salto y contraatacó desde el aire con esferas de luz que explotaban al contacto.
- ¡BAN!
- No te preocupes por él – sin darse cuenta, el emperador había sido rodeado por las otras dos.
- Su muerte será rápida – ambas comenzaron a acercarse lentamente acorralándolo.
- … ¡pero muy dolorosa! – dijeron al mismo tiempo al igual que lo atacaron a base de golpes, Ginji los esquivaba pero no sabía por cuanto tiempo lo podría hacer, la velocidad de las Banshees aumentaba con el tiempo.
- ¡Ginji! ¡Deja de jugar! ¡No tenemos tiempo que perder! – dijo Ban saltando fuera de la esfera de humo causada por las explosiones.
- ¡De acuerdo! Lo siento señoritas, pero tengo un trabajo que cumplir. – dijo mientras aún se defendía del ataque doble, pero concentrando su electricidad en sus puños, bastaron dos golpes para que ambas cayeran inconscientes.
- ¡Ban! ¿Estás bien?
- ¡Sí!
- ¡No por mucho! – en un desesperado ataque, la banshee púrpura junto sus manos y una gran esfera voló en dirección de Ban, pero usando su fuerza de 200kg, la desvió de regreso a ella.
- ¡Bien hecho Ban! – se le acercó el rubio y en ese instante, los cuerpos de las mujeres con quienes peleaba Ginji se esfumaron en un extraño humo negro.
- ¿Pero qué dem…?
- Ella creaba copias de sí misma, sólo ilusiones…
- Pero muy fuertes… - se lamentó Chibi Ginji de sus golpes.
- Vámonos, tenemos un trabajo que terminar.
- ¡Sí!
- ¡No tan rápido! ¡Ewig Traum! – la Banshee se levantó y creó una esfera de luz que atacó a ambos, pero…
- ¡Vieja bruja! ¡Necesitas más que eso para vencerme!
- Serpiente… eres tan tonto… - la mujer cayó desmayada.
- ¿Qué… ? – por instinto, miró a su derecha y observó a Ginji en el suelo y corrió a su lado. - ¡GINJI! ¡DESPIERTA! ¡GINJI!