Su cuerpo se mecía al ritmo de la música… al ritmo de aquella infernal música, sus caderas se contorneaban mientras sus rodillas se flectanban. Con sus manos se toca la propia nuca, para luego bajar en un camino que llegó hasta sus pechos; dos pequeñas colinas cubiertas por ese pequeño pedazo de tela color ébano. Siguió un poco más abajo pasando por su albo y plano abdomen… llegando a su corta falda de azules pigmentos de mezclilla, sujeta por un delicado cinturón rosa.
A Aibon le gustaba esa falda…
El eléctrico ritmo se termino dando rápidamente paso a un canción en otro idioma, no lograba descifrar cual era… ¡¿Qué importaba?! Dio más fuerza a su contorneo en las caderas.
Aibon siempre la regañaba cuando bailaba así en público…
A la mierda con “Aibon”… ¿acaso Aibon se había detenido a pensar en ella por un momento?... la respuesta era obviamente no.
NO NO NO NO
Por que si hubiese pensado un poquito las cosas no se hubiese ido con ese… con ese hombre.
Desde su posición entre la gente en medio de la pista de baile, pudo divisar entre el humo y las luces un guapo joven que la miraba.
Sonrió, seria su oportunidad para darle a su “Aibon” un poco de su propia medicina.
Movió el dedo índice invitando al joven a venir hasta ella, él no se izo mucho de rogar.
Él llego e inmediatamente la reconoció, ella volvió a usar su dedo índice para hacerle callar, esa noche era para divertirse, no para recordar quien era… o quien había sido.
La canción cambio a un ritmo pegajoso… ella le sonrió y comenzó nuevamente con sus movimientos, él comenzó a hacer lo mismo, con menor soltura… pero era una digna pareja al menos.
“Pareja”
Desde su audición en la UFA(*), esa palabra se había quedado grabada en su mente.
En la misma sala de espera para poder demostrar sus habilidades frente a los productores y directivos, había una muchacha… de su misma estatura. Con el cabello negro, al igual que ella; con los ojos rasgados, pequeños y juguetones… igual que ella. El cuerpo de la muchacha era delgado y dócil… que sorpresa… igual que ella.
La niña le sonreía, mostrando sus dientes, algo chuecos pero adorables… increíblemente… ambas tenían un parecido excepcional.
Y al audicionarlas, los jueces lo habían notado, Oh, como lo notaron.
Ambas muchachas, junto a otras dos chicas habían entrado ese año al famosísimo “Mornig musume”, en la casa productora del Hello Project!( *)
Siempre juntas como las mejores amigas se habían echo un hueco en el grupo… a pesar de la hostilidad y envidia… salieron a delante… juntas.
Algo parecido a la rabia izo curvar sus labios, todo había comenzado en la dichosa audición, todo se debía a su ferviente deseo de cantar y bailar un sexteto de mujeres… vaya estupido sueño de niñata.
Continuo con su vaivén, pero ahora se dio media vuelta para hacer del baile algo más profano… poso su trasero, que aún se contornaba, sobre la entrepierna del extraño… parte corporal que ya estaba despierta, notaba por el contacto que no había sido muy bien dotado… pero que tampoco era mínimo.
Mini…
Aún se acordaba cuando Tsunuku (*) la llamo a su oficina, como siempre llevo a Aibon consigo… siempre estaban juntas, en poco tiempo se habían echo las mejores amigas… realmente quería mucho a esa niña, que impresionantemente, al crecer un poco más… seguía siendo igual a ella.
Al llegar al despacho se encontraron con la menuda Mari Yaguchi y la hawaiana Mika Tood, aunque se extrañaron no lo demostró mucho, simplemente se saludaron cordialmente y especularon con algunas bromas cual era el motivo de aquella junta.
Y vaya que motivo era… tener un grupo adicional a Morning musume, las cuatro más bajas y carismáticas…
¿El nombre del grupo?...
“mini moni”.
Allí si que la popularidad se fue hasta el cielo, pero aún no llegaban al estrellato… Nozomi era inmensamente feliz junto a Aibon, es verdad… cada día agradecía a Kami-sama y a todos los dioses habidos y por haber por otorgarle tanta maravilla y perfección en un sola persona… SU Aibon.
Luego de cuatro maravillosos años, todo se fue a la mierda cuando Mika decidió renunciar, así que “mini moni” pasó a ser un hermoso recuerdo en los corazones de todos los niños de Japón, quienes gozaban y llenaban estadios completos con esas cuatro pequeñas chicas.
Aibon dijo que no se debía preocupar, que todo estaría bien… que no había problema alguno… y vaya que no lo hubo…
Tsunuku les comunicó su graduación de Morning musume para pasar a ser un dúo…
El corazón de Nozomi casi tuvo un paro cardiaco… un dúo quería decir… muchas… demasiadas horas al día junto a Aibon… giras junto a Aibon… escenarios junto a Aibon… ¡¡UNA MALDITA VIDA JUNTO A AIBON!!
Si alguna vez en su vida se había sentido tan feliz, no lo recordaba.
U+U= W
Ese era el nombre del dúo… un éxito desde el principio… ahora si que habían llegado al estrellato, calzando rápidamente con las estrellas… tenían aquel lugar asegurado allí.
Volteó una vez más cuando el ritmo cambio y seductoramente depositó un sensual beso en la mejilla del joven, rozando sus labios… invitándole a más, invitación que fue aceptada gustosa, casi desesperada.
Avanzando, aún moviéndose al ritmo de la música, llegaron hasta un lugar más o menos desierto y bastante oscuro… no hace falta detallar aquel desenfrenado beso… para nada necesitado de saliva y lenguas luchando con la contraría, gemidos ahogados y manos curiosas.
Nozomi a veces entendía… de verdad que había llegado a comprender que Aibon no le correspondiera cada beso que intentase profundizar… era obvio que no lo quisiera hacer con esos asquerosos dientes que sus padres nunca quisieron arreglar. Aibon le pedía que se conformase con un casto beso en los labios.
Y Nono aceptaba, prefería ese pequeño resplandor de esperanza a desconsiderado NO.
Suki, suki, suki… kisu, kisu, kisu decía el coro de la canción robokiss… Las artistas pop siempre cantan cosas que no sienten, cosas que ni siquiera llegaban…
Vale… ¿y a quien engañaba?....
Con aún más rabia devoró el cuelo de su compañero esa noche, comenzó a desabotonar la pulcra camisa… mientras la temperatura de ambiente aumentaba sin consideración y las inquietas manos del hombre recorrían sus muslos, apretándolos en la zona justa para que ella lanzara gemidos al aire.
Que raro… ella pensaba que los gemidos de placer no se parecían en nada más en el mundo, pero los sonidos que emitía en ese viciado lugar perdido en una discoteca de mala muerte eran exactamente iguales a los que dejaba escapar cuando se enteraba por la prensa del escándalo en el que Aibon había estado involucrada… ¿Qué hacía la tierna e inocente Ai Kago fumando?...
Se había preguntado una y otra vez en que momento todo se le había ido de las manos, un día estaban grabando canciones para el nuevo single y al otro se enteraba de la suspensión indefinida de la persona que más amaba en el mundo.
Ni siquiera pensó en las horrorosas consecuencias, solo pensaba en Aibon Aibon Aibon todo el día… aunque fue ella quien se quedo prácticamente de vacaciones… sin Ai, W no existía… si suspendían a una, la otra quedaba inmediatamente imposibilitada de trabajo…
Comenzó a lamer las tetillas del hombre que ahora gemía mientras la guiaba con su mano empujando en la nuca un poco más abajo, no protesto…; solo bajo un poco más hasta quedar frente a frente con el jeans azul, que guardaba un erecto miembro atrapado en aquella dolorosa presión.
Levanto la vista con seductora mirada y sonriéndole de medio lado…, el joven, bastante guapo, sonrió lascivo.
Una vez Aibon le había mirado así… un año después de su suspensión… cuando todo se había calmado, cuando Japón había perdonado a la chica… cuando todo regresaba a la normalidad y la efímera sonrisa de Nono regresaba….
Estaban preocupadas y emocionadas… al otro día lanzarían el nuevo single…, pero eso no impidió que aquella noche por primera vez, su lengua se colara con la de Aibon.
Aquella noche le había demostrado todo su “amor” a Kago. Recorriéndole con delicadeza y memorizando cada parte de ese cuerpo forrado en nívea piel.
Y… por supuesto que había lamido… paso su lengua por todo el aquel cuerpo… incluso por la virginal flor de su amada…
¿La virginidad se perdía con la lengua y los dedos?...
La misma lengua que ahora recorría desde el glande hasta la punta del miembro del joven desconocido, mientras los mismos dedos masturbaban en un acelerado vaivén
Ya llevaba un buen rato entretenida escuchando los gemidos, sintiendo los espasmos… cuando su lengua se encontró con algo húmedo aún más contundente que su propia saliva… amargo pero no del todo desagradable… eso era el liquido pre-seminal entonces…
El joven la levanto de su reducida posición mirándole interrogante… Nozomi sabía lo que el joven quería… ¿Quién era ella para negarse?...
Con cuidado bajo sus diminutas bragas, el joven la tomó con un poco de fuerza mal contenida por la ansiedad y la hizo quedar apoyada en la fría muralla de aquel antro… luego de un beso húmedo y demandante, algo muy duro y desagradablemente doloroso se coló en su interior.
¿Así habrá sido cuando Aibon se metió con aquel sujeto?... es que no podía entender como esa misma mañana, al despertar feliz de la vida por haber echo “el amor” con Aibon todo se fue a la mierda con un estupido programa de farándula.
“Ai Kago al descubierto” decía el titular de la revista rosa….
¿Lo importante?...
Los periodistas habían sacado fotos de su chica entrando a un motel con un hombre… con el cual salió la mañana siguiente, según los registros del establecimiento… ambos solo estuvieron en un cuarto…
Ai Kago despedida del H¡P, Nozomi en la extrema depresión y sin trabajo estable…
Una verdadera mierda.
Las embestidas eran cada vez más rápidas y el dolor había dado paso al placer… entonces… ¿Por qué las lagrimas de suicidaban desde sus ojos?....
Todo termino… “game over”, se dijo a si misma cuando sintió una invasión de algo caliente en sus entrañas… ya todo estaba hecho y ni ella ni Aibon volverían a ser lo que alguna fueron…
* * *
Tres meses después, su vida se había regularizado un poco… había logrado superar la depresión en extrema… gracias al lindo novio que ahora la acompañaba…. ¿Quién?... pues el mismo chico que se la había follado en la discoteca.
Terminaron intercambiando números y haciéndose amigos… luego de tres polvos más se habían echo definitivamente novios.
El chico era actor… tenía dinero y carisma… ¿Qué mejor pareja para una idoll?
Su trabajo había visto nuevas aguas más calmadas al terminar la tormenta… un nuevo grupo… “gyaruru”… donde al fin había podido mostrar su verdadera forma de vestir y peinar… con sus compañeras simpáticas y agradables… aunque no eran como la traidora de Aibon…
Luego de la presentación del grupo al público, un desesperante dolor se apoderó de ella… las nauseas la hicieron incluso desmayar.
“Gastroenteritis” dijo el comunicado de prensa oficial por el médico.
“Tres meses de embarazo” decía el examen que Nozomi guardaba recelosamente entre sus manos.
Antes de contarle a su novio, decidió rebajarse por última vez… desperada llamo a la chica que aún amaba… quien solo le dijo “estoy tan feliz ahora… mi novio me llevará de vacaciones, de hecho, acaba de llegar, adiós.”
Su corazón se terminó por desintegrar… y las lágrimas ni siquiera se dignaron a salir…
Una semana después todo el mundo supo del embarazo de Nozomi Tsuji y de su casamiento con el carismático actor.
Nono siempre guardo la esperanza de que alguna vez Aibon la llamara… todos los días, en la tranquilidad de su hogareña casa, donde era una buena madre y devota esposa, se sentaba junto al teléfono esperando una llamada que jamás recibió.
Fin