Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Quiero el divorcio por mihll

[Reviews - 132]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Estos personajes no me pertenecen, solo los utilizo en mis fics a modo de diversión.

Notas del capitulo:

Primero: quiero aclarar que este fic, ha sido inspiración en otro fic que leimos una amiga y yo en otro sitio, pero es tan solo la idea de un matrimonio en las vegas por que la trama se trata del intento de divorcio de nuestros dos protagonistas.

Segundo: la idea de escribir un fic en conjunto nació de la lata y el aburrimiento de las celebraciones anticipadas de nuestras fiestas patrias, digamos que eramos las unicas sobrias entre tantos ebrios descontrolados ( no tanto, solo exagero un poquito jejeje, no piensen mal), de alli nació lo mencionado con las consecuencias de beber en exceso ( nadie sabe excatamente que hizo o que dijo en estado de inconciencia)...

agradecimientos a la pachita por divertirme ideando este fic.

pero ya no doy mas lata con explicaciones, a continuación el fic, a leer se ha dicho.

 

Así terminaba una noche de diversión en las vegas para dos jóvenes que despertaban con un fuerte dolor de cabeza...

 

- AYYY!!!  Se me parte la cabeza- se quejó el muchacho pelirrojo llevando instintivamente sus grandes manos  a esa parte del cuerpo, como si con ello pudiese quitar el malestar que sentía.

 

- podrías quejarte en silencio, mira que no eres el único que tiene pesadez- sugirió Kaede quien apenas y despertaba con el enorme alarido de su compañero de equipo.

 

Hanamichi no dijo más puesto que toda su atención estaba en intentar recuperarse. El ojiazul por su parte no hacia mas que tratar de incorporarse, sus ojos párpados le pesaban demasiado pasando por alto que se encontraba durmiendo en la misma cama que su declarado enemigo de preparatoria.

 

- oye zorro- llamó el pelirrojo tomando en cuenta el pequeño detalle de la situación- ¿ se podría saber que haces durmiendo en la misma cama que yo?-

 

- yo debería preguntar lo mismo-dijo abriendo los ojos finalmente, su cabeza también le dolía un montón, y no se trataba de un dolor común, lo tenía claro, era la consecuencia de haber bebido descontroladamente junto a sus compañeros de equipo.

 

- ja ja ja...sabes zorro...anoche tuve un sueño contigo- se volvió para ver si su compañero mostraba algún interés en escucharle- soñé que bebíamos con los chicos y luego tu y yo nos íbamos a un lugar privado... y luego...no se...nos fuimos donde un juez que nos casó...y entonces...-

 

- un minuto... para ahí- interrumpió Kaede. Haciendo conciencia en el lugar y en el estado en que se encontraban, en un lujoso hotel, durmiendo en la misma cama y completamente desnudos por lo que pudo apreciar al levantar la sabana que apenas cubría medio cuerpo.

 

Negó instintivamente con la cabeza, esto que analizaba no le parecía para nada coherente y entonces, una punzada de dolor que le atravesó el cuerpo partiendo desde antes virginal entrada en el momento en que intentó sentarse, no hacia más que afirmar sus sospechas.

 

- torpe...ayy... no fue un sueño- corrigió al momento en que sus ojitos se llenaba de agua reflejo del dolor que sentía.

 

 Hanamichi no acababa de oír sus palabras cuando ya tenia por entendido casi todo- no puede ser...el y yo no...- pensó, la oleada de dolor que sentía en su cabeza era demasiado como para soportar también esta triste realidad a la que se enfrentaba.

 

- es tu culpa- dijo el ojiazul en tono frío.

 

-¿mía?-

- si, tú me llevaste a esa situación, embriagándome y más encima...me violaste-

 

- yo no te violé- reprochó Hana. Se volvió bruscamente para enfrentarlo como solía hacerlo cada vez que peleaban, solo que entonces, superando la barrera del dolor de su cabeza, también una punzada de dolor en la parte baja le acosó- pues...pues tu también me violaste- dijo con voz quebrada sin evitar las ganas de derramar lagrimas.

 

- tu eres un pervertido...todo es tu culpa- señaló. En ese momento le arrebató la sabana para terminar de cubrirse, solo que en el acto terminó por dejar a la luz el bien formado cuerpo del pelirrojo arrogante.

 

- no es solo mi culpa, tu también la tienes por no saber controlarte al beber- se defendió Hana intentando recobrar la sabana, solo que el estado en que se encontraba, con el dolor latente en cada parte de su preciado cuerpo, hacia mas difícil su cometido.

 

- idiota, estamos "casados"- dijo envolviéndose en la sabana dificultosamente y alejándose lo mas posible de su susodicho esposo.

 

- yo no puede casarme contigo, es ilógico- lloriqueo. No sabía en que mundo se podía dar cabida a esta situación, y negaba rotundamente que fuera en este. Era Kaede Rukawa, el muchacho de hielo de la preparatoria el que en una noche de inconciencia se había trasformado en su pareja, eso, para Hanamichi Sakuragui, era una completa locura.

 

- quiero el divorcio, no quiero regresar a Japón casado contigo- sentenció el ojiazul con voz fría y decidida, si hay algo en este mundo que no pretendía, era aquello, estar casado con el hombre menos perfecto y arrogante que se podía hallar.

 

- pues yo también quiero el divorcio y no quiero que  mis amigos o conocidos se enteren que me case con el hombre de hielo- dijo entre sollozos el muchacho hundiendo su rostro entre sus piernas recogidas sin atender a su completa desnudez.

 

- entonces anularemos el matrimonio hoy mismo- indicó Kaede.

 

 El ojiazul no tenia seguridad de nada, sabia que la escasa relación que tenia con Hana daba un vuelco impresionante ¿como volvería a mirarlo ahora? ¿Con odio?¿ con vergüenza?... no sabia, solo sabia que debía hacer los tramites cuanto antes para evitar que cualquier dato relevante llegara a manos de los otros que seguramente los juzgarían sin pensar.

 

Apenas creyó que podía levantarse, recogió sus cosas para ir a refugiarse al baño. Hanamichi no dejaba de sollozar y entre el ruido de sus quejidos, un inconfundible timbre del teléfono móvil, hizo que buscara inmediatamente el aparato entre los bolsillos de su chaqueta.

 

- ¿que sucede Akagui?- contestó tratando de sonar lo mas normal posible.

 

- ¿SE PUEDE SABER DONDE DEMONIOS TE  METISTE?- se oyó al otro lado de la línea, tuvo que apartar el aparato de su oído para evitar un aumento en sus dolores.

 

- me encuentro en un hotel-

 

- y ese otro idiota irresponsable, ¿esta contigo?- volvió a preguntar el capitán con un tono mas disminuido pero no dejaba de ser un reproche.

 

- si-

 

- pues entonces regresen de inmediato, ha pasado algo grave y tenemos que regresar con prisa a Japón-

 

-¿con que prisa?- preguntó sin dejar olvidado el tramite que debía realizar antes de volver.

 

- El profesor Anzai sufrió un ataque cardiaco y se encuentra en muy mal estado... nuestra gira se acabó y debemos regresar ahora.-

 

No podía ser verdad, un pequeño y gran inconveniente se interponía ahora en sus planes de divorcio, y conociendo a Akagui y el afecto que tenía por ese viejo entrenador, no le daría tiempo para hacer más que vestirse y dirigirse al aeropuerto.

 

- tenemos un problema- informó a su dizque esposo una vez que la llamada se hubo cortado.

 

- ¿que sucede?- preguntó Hana levantando finalmente la cabeza para mirarlo.

 

- tenemos que regresar a Japón en este instante, el profesor Anzai esta en un hospital... sufrió un ataque cardiaco-

 

- ¿el gordito en un hospital?-

 

- así es y Akagui quiere que regresamos de inmediato al hotel, vístete ya- finalizó procediendo a hacer lo mismo que antes había indicado al pelirrojo.

 

- pero...pero...-

 

- tendremos que resolverlo después-

 

¿Resolverlo después? ¿Cuándo? Si este viaje a Estados Unidos había tardado meses en planearse. No era tan fácil decir que después regresarían como tampoco era fácil aceptar que tendrían que regresar a su país, casados.

 

- recuerda esto zorro... nadie debe saber nada de nada, para mi tu sigues siendo el mismo antisocial odioso de siempre- advirtió el pelirrojo antes de abandonar la habitación que había sido testigo de la consumación de un matrimonio que nunca debió llevarse a cabo.

 

Kaede por su parte tan solo oyó, el tampoco estaba dispuesto a enterar a medio mundo de tal relación con ese torpe que, legalmente y de la noche a la mañana, se había transformado en su conyugue.

Notas finales:

ya pues, estoy de mejor ánimo y acepto todo tipos de comentarios, buenos o críticas, siempre y cuando sean contructivas...

espero que les haya gustado

se despiden mihll y pachita.

hasta pronto...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).