Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu falso amor por Darcy_Luna

[Reviews - 27]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Darcy & Luna: Hola a todos!!!

Darcy: aquí estamos publicando nuestro primer trabajo juntas!

Luna: siii y quiero aclarar antes de empezar dos cosas, como siempre, Fullmetal Alchemist no nos pertenece si no a Hiromu Arakawa, y la segunda...

Darcy: es un AU y para no crear dudas estas son las edades de los personajes: Edward 20, Alphonse 19 y Roy 30 las demás carecen de importancia ^^

Luna: sin más espero que os guste la idea ^w^ nos vemos!

Darcy: cuidense, chao!

Notas del capitulo:

Darcy: wiii mi primer fic con Luna ^0^

Luna: ^^ bueno pues esta idea es suya, yo le pedí hacer un fic y a ella sola se le ocurrió la idea

Darcy: ^//^ pues algo así y esto es lo que nos ha salido

Luna: esperemos que os guste aunque esto es el principio juju

Darcy: no digas eso que van a pensar que le hacemos sufrir a nuestra parejita

Luna: es que no lo hacemos? o_O

Darcy: (risa nerviosa) bueno el primer capítulo lo tenía escrito hace un tiempo y luna se encargó de modificarlo y cambiar los nombres, etc...

Luna: así que sin más disfrútenlo y nos leemos abajo!

Darcy: esperemos que os guste!

La fría noche caía en la ciudad de Londres, el aire surcaba por parque refrescando el ambiente donde se encontraban dos jóvenes e inmóviles, cualquiera que los hubiese visto juraría que iban a matarse ahí mismo, el odio resentía el ambiente, el silencio se quebranta con un grito de furia: ¡Maldito! ¡Eres una escoria!

 

 

El otro joven se negaba a contestar, el moreno arto del silencio de su acompañante alzó su mano golpeándola contra la pequeña mejilla. Este rápidamente se tocó la parte golpeada sintiendo como aquel hombre tenía todo el derecho a golpearlo. Pero ahí siguió, sin decir ni una sola palabra, tan solo se limitaba a mirarlo humillado y con la única pregunta que se pudo hacer en su mente: ¿Cómo me fui a meter en todo esto? Si tan solo pudiese recordar el porque yo...

 

 

 

 

Era un gran actor en la ciudad, lamentablemente habían muchos, como cerca de cien de actores para ser exactos. El trabajo que se nos ofrecía era escaso, además solían ser demasiado exigentes, si cometías un error, te despedían y de inmediato otro te reemplazaba. Por ello no bastaba con ser actor sino que debías ser el mejor y aunque suene un poco presuntuoso yo era uno de los mejores, trabajé por casi un año y medio en una novela, muy popular por cierto, sin embargo, al termino de esta me quede nuevamente sin empleo y ya todo estaba ocupado no había forma de ganar dinero. Por el momento eso no importaba con lo que gané nos bastaría para que mi madre y yo viviéramos bien por medio año, tiempo suficiente para encontrar otro empleo.

 

 

Lamentablemente el destino tenía planeada una jugarreta para mí. En aquel día estaba relajadamente descansando en mi habitación cuando sonó el teléfono, era mi Alphonse, mi hermano menor, me avisó de que nuestra madre se encontraba en el hospital, al parecer muy grave. No me lo pensé dos veces, no me tomé tiempo ni de ver si llevaba ropa adecuada, me fui directamente al automóvil y me dirigí hacia allí. Cuando llegué mi hermano parecía que estaba muy preocupado esperando al doctor, nada más verme corrió hacia a mi.

 

 

- Que bueno que estas aquí. Sabes en tres horas más tengo que ir a una reunión muy importante en Francia, pero no quiero dejar a mamá sola y si falto me despedirán ¿Podrías quedarte con ella? Te prometo que llegaré en cuanto pueda - por su voz podría saber que era demasiado importante asistir a ese lugar.

 

 

- De acuerdo, tu ve a la reunión - le sonreía intentando tranquilizar a mi hermano quien me miró sorprendido - recuerda que tu tienes una familia a la cual mantener, en cambio yo no tengo tal responsabilidad y puedo cuidar de ella.

 

 

- Te lo agradezco, toma si necesitas dinero llámame y te mandaré - dijo mientras me extendía una tarjeta con su numero y sin más salió de allí no sin antes pedirme algo - y por favor despídeme de mamá.

 

 

- Claro, ve tranquilo.

 

 

Minutos después mientras esperaba sentado en una de las sillas de la sala apareció un doctor para informarme sobre lo ocurrido.

 

 

- ¿Señor Edward Elric?

 

 

- Sí, soy yo.

 

 

- Lo sentimos pero su madre esta en un estado de coma, aun no sabemos las causas pero al parecer hace mucho tiempo que se encontraba muy mal.

 

 

- Y ¿qué es lo que puedo hacer por ella?

 

 

- Por el momento queremos determinar la causa de su estado y luego veremos lo que podemos hacer.

 

 

- Esta bien...

 

 

- Como comprenderá mantener a su madre en este hospital resultaría un muy caro, si prefiere llevarla a otro más barato puede hacerlo cuando quiera y no le cobraran mucho, se lo aseguro.

 

 

- ¿Qué esta insinuando? ¿Acaso cree que soy un pobretón? sería mejor que cuide sus palabras - dije enojado sin importarme llegar hasta ser arrogante.

 

 

- Lo siento es que pensé… discúlpeme.

 

 

- ¿Puedo ver a mi madre? - intenté cambiar de tema ya que el otro empezaba a molestarme y en parte sentirme mal pero yo no tenía la culpa de que no me saliera un trabajo decente…

 

 

- Sí, pero antes debe ir a firmar algunos documentos – ahora seguramente me tendrán todo el día firmando documentos inútiles…

 

 

- Iré, pero ahora quiero ver a mi madre – miré al doctor con odio podría decirse que lo amenazaba con la mirada, pero no voy a quedarme sentado firmando sin haber visto a mi madre…

 

 

- Esta bien puede pasar, pero solo un momento - dijo un poco asustado el doctor, al parecer esa mirada funcionó aunque supongo que debería tener un poco de cuidado para no causar demasiados problemas, ya tengo suficiente con lo que tengo.

 

 

Entré a la habitación que me guió el doctor no pude evitar entristecerme al ver a mi madre en tal estado pero aun así le sonreí con melancolía mientras me acercaba a ella para quedar a un lado de la cama blanca.

 

 

- Lo siento mamá… ¿Hace cuánto que has estado sufriendo y no habías dicho nada? - le acomodé su almohada, se que no sentiría nada ni me escucharía pero yo tenía la esperanza de que estuviera donde estuviera ella podía escucharme… - todo esto fue demasiado repentino. Siento que mi hermano no pudiese estar aquí, pero tuvo que viajar, aunque él quería quedarse contigo. Mamá no te preocupes todo saldrá bien y sé que saldrás pronto de aquí - mientras yo seguía hablando con mi madre entró una enfermera, me hace un gesto, entiendo lo que quiere decirme… - lo siento ahora debo irme pero vendré mañana, te lo prometo - le di un beso en la frente y salí de aquella habitación cerrando la puerta para dejarla descansar en paz.

 

 

Para entonces ya estaba realmente deprimido: debía pagar la cuenta del hospital  y peor aun, me encontraba desempleado, estaba realmente enfado y a la vez desesperado por conseguir el dinero y aunque me cueste reconocerlo he intentado conseguir varias veces un trabajo.

 

 

 Después de maldecir por varias cuadras intenté tranquilizarme y para ello saqué un cigarrillo de mi bolsillo y comencé a fumar, mientras caminaba silenciosamente, sin embargo, el silencio fue interrumpido por  el llamado incesante de mi celular. Al contestar me respondió un amigo que quería hablarme de algún asunto importante. Me pidió que fuera al bar de siempre donde solíamos quedar, la verdad es que no tenía muchas ganas de hablar pero de todas maneras no tuve más remedio que ir.

 

 

Volví sobre mis pasos ya que el bar se encontraba en dirección contraria, creo que también era hora de que me compra un coche así no tardaría tanto y no tendría que ir a pie a todos lados… Cuando llegué al bar lo encontré sentado en una mesa, me saludó e hizo una señal de que me sentara con él para luego pedir unos tragos.

 

 

- Hola Ed ¿Cómo has estado? y ¿qué tal va el negocio?

 

 

- Que tal Russel. Bien… no me quejo y ¿de qué querías hablarme?

 

 

- De negocios, por supuesto. Sé que el asunto de la actuación va de mal en peor y como he sabido que estas sin trabajo entonces quería ver si aceptas hacer un pequeño trabajo para mi.

 

 

- Oye no malinterpretes a pesar de que estoy sin trabajo no me costará mucho encontrar otro, es sólo que quise descansar por un tiempo, pero igual ¿Qué clase de trabajo es? - pregunté con indeferencia, puede que ese trabajo me ayudé a salir de mi problema y pagar el hospital.

 

 

- Nosotros hemos sido muy buenos amigos y sé que eres uno de los mejores en tu ramo y es por ello que quiero que me ayudes a destruir a una persona que esta interfiriendo en mi camino - este sonrió mientras bebía un trago, empezaba a darme mala espina, sé que el dinero es el dinero pero no quisiera dedicarme ha hacer esos trabajos… aunque aun así quería seguir escuchando de que trataba más afondo.

 

 

- Tú sabes que ya no hago ese tipo de trabajos. Mejor dicho habla con más claridad ya sabes que a mi no me gustan los rodeos – le contesté sin quitar la arrogancia en mi voz.

 

 

- Como sabrás de hace algún tiempo estoy detrás de conseguir un cargo muy importante en la empresa en la que trabajo y el jefe estaba por dármela cuando de la nada aparece aquel sujeto y ahora esta pensando cual de los dos es el más apto para el cargo. Es aquí en donde tu entras, sé por muy buenas fuentes que el viejo odia a los homosexuales y que si descubre que él es uno de ellos usará cualquier motivo para despedirlo.

 

 

- Ya veo… quieres que demuestre que él es gay.

 

 

- Exacto.

 

 

- Pero y ¿si no lo es? - ¿se pone a ofrecerme trabajos sin estar seguro? Soy actor no alguien que va por la calle concediendo milagros…

 

 

- Es ahí por lo que te llame a ti. Confió en las habilidades que tienes como actor y si se da el caso que él no lo sea, tú debes hacer hasta lo imposible por que se enamore de ti.

 

 

- ¡Ja! al fin te volviste loco y ¿qué te hace creer que aceptare tal excentricidad?

 

 

- El pensar que eras un amigo y que me harías este favor además la paga no va ha ser mala es más es el doble de lo que ganas normalmente.

 

 

- Bien lo haré - dije de mala gana, pero no podía evitar aceptar si había mucho dinero en juego y menos si lo necesito a toda costa - pero sólo por que sé que nadie podría hacer este trabajo como yo y eres mi amigo. Así que acepto, pero debes darme toda clase de información útil.

 

 

- Gracias y ya la tengo – me entrega una carpeta que la tenía todo el rato encima de la mesa - aquí esta todo desde su nombre hasta lo que comió  ayer.

 

 

- Veo que no se te ha escapado nada - dije mientras hojeaba el contenido de la carpeta, al parecer me llevaría un tiempo hasta conocerlo como la palma de mi mano.

 

 

- La verdad es que yo quería mandarlo a matar, pero ese no sería mi estilo ya sabes. Entonces tienes cuatro meses para conseguir tu objetivo, si quieres menos, pero no más de eso y si por algún motivo fallas simplemente desaparécelo. Bien, salud - dijo levantando su copa.

 

 

- Salud – repetí mientras imitaba el movimiento del otro chocando nuestras copas para luego echar un trago.

 

 

Después de un rato dejamos de lado el tema y comenzamos a beber y ha conversar de cosas sin importancia.

 

 

- Oye ya es tarde y estas ebrio lo mejor será irnos - dijo Russel dando el último trago a su copa y golpeándola contra la mesa

 

 

- Sí, creo que si pero tu conduces.

 

 

~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º

 

 

A la mañana siguiente me levanté temprano con un poco de resaca de anoche, me dirigí hasta la cocina para prepararme algo rápido cuando vi la carpeta y la foto que deje a un lado, ni siquiera la miré, comencé a leer y memorizar toda la información como si fuese un guión, era más fácil de lo que yo pensaba. Al cabo de una hora ya lo sabía todo acerca de aquel tipo, ahora veía porque Russel se siente tan intimidado por este sujeto, claramente esta mucho más calificado, es más se podría decir que es un genio…

 

 

Después de terminar de darme una ducha salí a la librería a buscar un libro que había encargado estaba emocionado, ya que una de mis grandes debilidades era el leer y aquel libro lo había estado esperando por varios meses, el señor de la librería me saludo y me pidió que esperara.

 

 

Al cabo de un rato salió el caballero y muy serio me pide disculpa porque aun no le había llegado mi pedido, por mi parte estaba realmente furioso, no obstante, me marcho tranquilamente. Con cierto aire de resignación me marché allí y me fui a pasear por la orilla del balneario, había poca gente por ser época de invierno, estaba pensativo, realmente quería leer la continuación del libro, sé que pensarían que soy como un niño chico y en parte es cierto...

 

 

Me apoyé un momento en las baranda a contemplo el mar, era relajante y me hacía recordar cuando tenía que salir a escena pensaba en el mar para relajarme. Ya estaba por irme a ver a mi madre cuando al voltear vi que alguien que estaba sentado en una banca, estaba leyendo el libro y para mi buena suerte estaba recién en la primera página me acerqué.

 

 

- Hola, disculpa… aun no has comenzado a leer ese libro ¿verdad? - pregunté  un poco nervioso, no quería parecer un maleducado, la verdad… - sabes me preguntaba si no seria mucha molestia si leyera contigo, por favor - aquel hombre me sonrió… rayos esto debe ser muy raro, espero que no se enfade y salga corriendo o me golpee por excéntrico…

 

 

- Claro que puedes - dijo sin más saliendo de su asombro y sonriendo - además sería muy cruel de mi parte el decir que no - dijo amablemente.

 

 

Comenzamos a leer, estábamos realmente absortos en la lectura, ninguno de nosotros habló en todo ese rato hasta que sonó mi celular era Russel, pero no le respondí, me paré del asiento y miré a aquel sujeto de frente.

 

 

- Muchas gracias por permitirme leer el libro contigo - le dije amablemente.

 

 

- De nada - respondió mientras me miraba con una pequeña sonrisa.

 

 

- Bien me tengo que ir, gracias de nuevo – me marché de allí hacia el hospital para poder ver a mi madre.

 

 

Después de haber leído al menos un poco me encontraba realmente feliz. Al llegar al hospital me adentré directamente a la habitación donde descansaba mi madre, me puse a un lado igual que ayer y le tomé su mano. Ya había pasado casi una hora hablándole de cosas sin sentido y más cuando sé que no puede escucharme cuando de nuevo sonó mi móvil, otra vez Russel, no me quedó otra opción que contestar.

 

 

- Hola Russel.

 

 

- Oye y tu ¿Qué te has creído? ayer quedamos en que nos juntaríamos para ver ese asunto, procura llegar aquí antes de las seis -  sin decir nada más ni dejarme tiempo de contestar colgó el teléfono.

 

 

Estaba triste, no quería volver a dejarla sola, pero era algo inevitable o más bien vital para el futuro de mi madre, le besé la frente y luego me marché.

 

 

Manejé el auto rápidamente hacia donde estaba Russel, ya iban a ser las seis y conociéndolo si llegaba tarde me montaría una buena... Al llegar estaba furioso pero al parecer al verme se calmó y esperamos ocultos cerca de la entrada donde trabajaba Russel. A los pocos minutos salió el hombre al que esperábamos.

 

 

- Es él, ese es el maldito - Al verlo no pude evitar sorprenderme y descuidadamente murmuré…

 

 

- ¿Él…? es el mismo sujeto… - estaba realmente desconcertado, ya que al verlo más atentamente vi que efectivamente se trataba de ese tipo, Roy, del sujeto que debía destruir, y el mismo sujeto amable que me dejó leer el libro sin conocerlo, me sentí realmente mal, sin embargo, traté de mantener mi compostura.

 

 

- ¿Dijiste algo? - me preguntó Russel sacándome de mis pensamientos.

 

 

- No nada…

 

 

- Esta bien… - al parecer no se lo creyó, pero me alegré de que no siguiera preguntándome - quiero que empieces desde mañana ¿esta bien?

 

 

- Claro.

 

 

- Toma este es tu primer pago. Haz un buen trabajo y te pagare el doble – me extendió un sobre amarillo con dinero, me lo guardé en el bolsillo y me despedí de Russel.

 

 

Luego de hablar con él me volví de nuevo al hospital. Ya allí el doctor me avisa de que mi madre esta aun en observación y por el momento no puedo verla. Me sentó en la sala de espera, a pensar si de verdad quería continuar con el trabajo, pero después de pensarlo muy bien, al fin y al cabo no tenía otra opción, al menos ya me ahorré el pensar como iba a acercarme a él sin que se viera sospechoso. Permanecí toda la noche en el hospital sin poder ver a mi madre y ya iban a ser como las cinco cuando una enfermera muy amablemente me dijo que ya podía entrar a verla, se lo agradecí y me quedé al lado de ella.

 

 

- Gracias…- le sonreí, de verdad era una enfermera muy linda, rubia con grandes ojos azules, debo recordar el invitarla a salir uno de estos días…

 

 

Estaba comenzando a dormirme, había pasado toda la noche en el hospital y ya había salido el sol hace horas cuando sonó mi teléfono, otra vez ese Russel ¿es que no se cansa de llamarme? me recordó que hoy debía empezar con el trabajo y cortó.

 

 

Después salí del hospital y fui a tomarme un trago ya para la hora de almuerzo volvió y permanecí en aquel bar. Como a las cinco recibí una llamada que me indicaba que debía ir a trabajar, sin más me marche de nuevo a ver a Russel. Al llegar llevaba una cara de furia que daba miedo.

 

 

- Rayos ese maldito hoy salio temprano y no tengo ni idea de como lo localizaremos - podía notar como estaba realmente nervioso.

 

 

- No te preocupes estoy seguro de que mañana será un mejor día para ello – le sonreí intentando tranquilizarlo un poco.

 

 

- ¿Cómo estas tan seguro?

 

 

- Ya verás, pero primero quiero que hagas hasta lo imposible por conseguirme un trabajo en la empresa y así tendré la oportunidad perfecta para lograr nuestro objetivo.

 

 

- Veo que recién lo estas tomando en serio.

 

 

- Claro, debo cumplir con el plazo, de lo contrario sería una vergüenza para mi reputación como actor - le sonreí, realmente es mejor que sea de esta manera. Después de todo necesito este trabajo, ya que mi madre cuenta con mi ayuda y pedirle dinero a mi hermano no es una opción, no quiero que se entere que no tengo trabajo y que soy un fracasado, además de que él también necesita el dinero - ya verás que muy pronto ese puesto será tuyo y a ese idiota lo despedirán, claro que debes estar bien atento por si necesito tu ayuda.

 

 

- Claro, eso ya es un hecho.

 

 

- Bien, ya me voy, mañana será un día muy duro y te encargo que me consigas el trabajo ¿vale?

 

 

- Sí.

 

 

Ya estaba todo decidido el plan estaba en marcha y no pararíamos hasta conseguir cumplir con nuestros propósitos. Antes de volver al hospital decidí volver a dar un paseo como de costumbre, estaba muy preocupado y deprimido, era la primera vez que mi sentía un inútil y sobre todo un fracasado total, en mi interior lo único que deseaba era desaparecer, por supuesto que no se me notaba ya que siempre intento sonreír. Me detuve un momento y saqué un asqueroso cigarro de su bolsillo, debería de pensar en dejarlo pero ahora es imposible con todo lo que esta ocurriendo, sin embargo, antes de encenderlo sintí un fuerte dolor de cabeza y sufrí un desvanecimiento, por fin la falta de sueño me estaba cobrando la cuenta, ya que desde que mi madre calló al hospital casi no había dormido y mucho menos comido bien. Me encontraba realmente mal y en eso siento que una persona se acerca e intenta ayudarme, cielos, que calidez… fue lo último que pensé antes de caer. Me llevó a unas bancas cercanas y cuando al fin me recuperé después de varios minutos pude reaccionar.

 

 

- ¡Mierda! ¿Qué me paso? - dije sosteniéndome la cabeza como si tuviese una terrible jaqueca.

 

 

- Vaya veo que ya te sientes mejor.

 

 

- Sí, muchas gracias por su ayuda - dije mirando al suelo - siento ser tan maleducado, pero ya debo irme.

 

 

- Claro.

 

 

- No, creo que lo mejor será descansar un poco más - sonreí al ver que en ese momento me era difícil sostenerme en pie y cuando al fin miré a esa persona mi sorpresa fue enorme - pero si eres… - recordé que supuestamente no sabia su nombre - el de la otra vez y tu nombre es…

 

 

- A disculpa mi nombre es Roy, mucho gusto…

 

 

- Edward. Gracias de nuevo por ayudarme, al parecer el destino esta encaprichado en  unirnos ¿no lo crees? - le sonreí cuando me di cuenta… - “¡dios! que gay sonó eso, creo que voy a vomitar. No, concéntrate este es tu trabajo”

 

 

- Claro - otra vez ese sonrisita de la cara ¿me estaba siguiendo el cuento o es que realmente esta de acuerdo en lo que dije?

 

 

- Disculpa, ¿aun andas trayendo el libro?

 

 

- Me parece que sí - abrió su maletín y comenzó a buscar hasta que lo encontró -aquí esta - dijo pasándomelo.

 

 

- Que bien, ya lo has leído.

 

 

- La verdad es que no, no he tenido tiempo por culpa de mi trabajo…

 

 

- Ya veo…

 

 

- Si quieres te lo presto, además ahora estoy muy ocupado y no me queda tiempo libre.

 

 

- En serio eso sería genial, ¿pero cómo te lo devolvería?

 

 

- Cuando lo termines podríamos juntarnos en este lugar.

 

 

- Vale, bueno creo que nos volveremos a ver muy pronto - me miró extrañado y al darme cuenta agregué - cuando te devuelva tu libro - volví a sonreír, por poco se da cuenta, el que valla a trabajar en la misma empresa que él tiene que parecer una coincidencia.

 

 

- Claro, entonces…- se paró y antes de irse agregó - en verdad que eres un poco extraño - empecé a reír un poco nervioso mientras me levantaba también de mi asiento.

 

 

- Cree me que no eres el único que lo piensa así de mi - de nuevo empezó a salir la melodía de mi celular.

 

 

- Bien ya me voy - dijo Roy dándose la vuelta y marcharse de allí dejándome con su libro en las manos.

 

 

Contesté al teléfono era Russel, parecía que nunca se le agotaba el saldo… como de costumbre me llamaba para decirle que me pusiera la pilas y que tomara su trabajo en serio y esa sarta de tonterías de sus extremadamente alterados nervios. Hasta que por fin acabo con mi paciencia…

 

 

- ¡Maldita sea! ¡Cállate de un vez! - cuando al fin Russel siguió su orden continuó - ¿sabes con quién me acabo de encontrar…? al mismísimo Daniel y creo que le agrado. Mañana, si me consigues ese trabajo, podré al fin hundirlo y ¿cómo vas con lo del trabajo?

 

 

- Bien ya es un hecho que estas trabajando allí aunque claro que te he inventado un par de cosas para que no sospechen, claro que tu nombre sigue igual pero tu apellido desde ahora será Alfie,  más bien Edward Alfie , perdona el apellido tan cutre pero la persona que contrate al parecer fue lo mejor que se le ocurrió en tan precario tiempo. También tengo tus documentos: tu carné, certificado de nacimiento y demás. Mañana te los llevaré.  Tan solo encárgate de aquel sujeto.

 

 

- Como digas, entonces mañana será un día muy agotador, pero interesante. Bien, si eso es todo…

 

 

- Sí, nos vemos - dijo Russel antes de colgar.

 

 

Me dirigí a mi casa, me tomé un baño, me cambié de ropa y nuevamente fui al hospital a ver a mi madre. Al llegar allí aun seguía ausente y nadie decía nada, de seguro lo único que ellos desean es que ella se muera para cobrarme y que no siga estorbando… esos pensamientos se hacían cada vez mas frecuentes en mi cabeza. Esa noche no me podía quedar allí ya que por la mañana tenía que ir a mi “nuevo trabajo”  aunque eso no me importó y me quedé acompañando a mi madre y en eso como de las tres y media entró la bella enfermera y al verme parece que se sorprendió.

 

 

- Hola señor, perdóneme pero no sabia que estaba aquí - dijo un poco avergonzada.

 

 

- La verdad es que hace varias horas quería irme, pero preferí estar con mi madre un poco mas.

 

 

- Entiendo, bien me voy.

 

 

- Espere, sabe usted es realmente amable ¿que le parecería si mañana salimos y nos conocemos un poco más? - sonreí con mi mirada seductora, no podía negarse…

 

 

- Ya veo que usted no es para nada tímido - bromeó para luego seguir hablando - pero que descaro.

 

 

- No me malinterprete yo sólo lo digo como amigo, ya que de ninguna manera sería capaz de faltarle el respeto a una señorita como usted - me acerqué a mi madre y me despedí como de costumbre - bien creo que lo mejor será que me valla. Píenselo y después me da una respuesta.

 

 

Me fui antes de que ella pudiese rechazar mi oferta. Al llegar a su casa me quedé profundamente dormido, apenas llegué a mi cama.

 

 

~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º~’~º

 

 

Russel llegó muy temprano y me entrego los documentos para luego marcharse. Los leí intentando memorizarlos y guarde todos sus documentos originales en mi mesita de noche y eché los nuevos en mi billetera, sin embargo, al buscar algo que delatara mi verdadera identidad vi una vieja foto en la que estaba con una hermosa chica, me detuve como si estuviera recordando algo muy importante y luego le di vuelta a la fotografía, pero no la saqué. Salí de mi apartamento hacia la empresa en la que trabajaba mi objetivo, estaba un poco nervioso al llegar la recepcionista me atendió.

 

 

- Buenos días señor ¿Qué es lo que se le ofrece?

 

 

-Buenos días, soy el señor Edward Alfie.

 

 

- Ah, sí, él señor Bradley lo espera en el tercer piso. Por cierto este es su gafete - la recepcionista me entrego el susodicho.

 

 

- Gracias - le sonreí a la muchacha y esta se sonrojo de inmediato. Subí donde me indicó que me esperaba aquel sujeto.

 

 

Ya en el tercer piso entré al despacho de Bradley, donde me habían dicho, allí me lo encontré sentado en su cómodo sillón negro esperándome

 

 

- Buenos días, es un verdadero placer el tenerlo en esta compañía por su currículo se ve que es un verdadero genio en su área.

 

 

- Sí - no sabía que decir, estaba un poco nervioso. Justo en ese momento alguien más llamó a la puerta entrando con el permiso de Bradley y para su sorpresa encontrarse con Roy quien lo mira desconcertado.

 

 

- Ah, por cierto él es el señor Roy Mustang, desde ahora le dejo a su cargo para que se instale y espero ver su gran habilidad muy pronto, él es Edward Alfie.

 

 

- Yo también quisiera verla - murmuré con cuidado de que no me escuchara nadie y luego con orgullo añadir - así será señor.

 

 

- Hola, veo que nuevamente nos vemos de la manera mas inesperada - dijo Roy extendiendo su mano la cual acepté en forma de saludo..

 

 

- Eso parece - bien al menos este idiota se lo a creído todo, ahora es cuando empieza lo difícil, creo que al fin y al cabo me voy a divertir.

 

 

- Bien, sígueme - salimos del despacho, aquel hombre me guió hasta la que sería mi zona de trabajo - Esta es nuestra área, sólo nosotros dos trabajamos en este piso, luego le siguen los demás y en el último piso esta la presidencia por si acaso - ¿ha dicho nuestra o es sólo mi imaginación? - De a poco te irás recordando las otras áreas. Bien, este es tu escritorio tiene todo lo necesario bueno has un buen trabajo y si necesitas ayuda no dudes en pedírmela - me quedé viendo el lugar tan acogedor que estaba enseñándome, un escritorio con todo tipo de cosas, una mesita para preparar café y una estantería llena de libros a la izquierda.

 

 

- Gracias, hoy creo que la necesitaré más que nunca.

 

 

- Y eso ¿Por qué?

 

 

- Es que el primer día siempre me encuentro muy nervioso y suelo cometer errores de novatos - reí un poco nervioso…. ¡mierda! a ese imbécil le pedí un trabajo aquí, pero no tan cerca, y más, encima estaremos a solas por horas ¡maldito! ahora si que Sserá estresante estar aquí.

 

 

- Ya veo… Bueno cualquier cosa estaré cerca - dijo abriendo la puerta de la sala para después salir.

 

 

- Bien…

 

 

De nuevo me quedé a solas, me acomodé en el sillón del escritorio y miré la pantalla y para mis adentros volvía a maldecir a ese… ¡mierda! Es que ese ¡idiota! de todos los puestos que habían me puso uno demasiado importante y ahora ¿qué hago? no sé nada acerca de que rayos trata este trabajo, ya tranquilízate y actúa tranquilo. Lo mejor será llamarlo…

 

 

Tal como lo dije lo llamé y este cuando contesto le pregunté muy disgustado.

 

 

- Maldición y ahora ¿qué se supone que debo hacer? - dije en el tono más bajo que pude.

 

 

- Tranquilo, tu trabajo no es tan difícil, pero de todas maneras lo hice ayer y sólo tienes que abrir el archivo que esta en la computadora dice “All” ¿lo ves?

 

 

- Sí…

 

 

- Ábrelo y coloca la contraseña “aniquilación” - tras decir eso hice lo que me decía mientras me iba tranquilizando poco a poco.

 

 

- Sí y ¿ahora?

 

 

- Pégala en tu escritorio y luego cambia el nombre y borra el otro archivo y listo, allí esta el trabajo de todo el día fácil ¿no?

 

 

- Lo siento, no debí alterarme - dije más tranquilo, pues si que era fácil el trabajo ¿y cuánto se supone que pagan por hacer eso?

 

 

- Esta bien, sólo finge que trabajas y cumple con el objetivo.

 

 

- Bien, por cierto no se te olvide contratar  al fotógrafo.

 

 

- Sí, te llamaré a la hora del almuerzo...

 

 

Al colgar me relajé en mi sillón echándolo hacia atrás quedando tumbado con los brazos estirados por algunos minutos, la verdad es que sí que será un día difícil, sonreí al pensar en lo que vendría luego, sin embargo, al darme cuenta de que Roy estaba observándome volvía sentarme bien fingiendo que trabajaba.

 

Pasaron algunas horas y borré la copia falsa que estaba haciendo y me senté en el marco de la ventana a fumar, me encontraba cansado casi no había dormido, ya que Russel llegó muy temprano esta mañana. Miré hacia abajo, había varios pisos hasta el suelo… entonces una idea se me vino a la mente…el seguro, así podré pagar el hospital, si yo muero mamá se salvara. No… maldita sea ¿en qué estoy pensando? yo no soy ningún cobarde como para hacer eso, sin embargo, lo dejaré como un opción…

 

 

Ya había terminado mi segundo cigarro cuando Roy se acercó hasta donde yo estaba, no pude evitar ponerme nervioso…

 

 

- Lo siento, este… yo…  perdón sé que no debo descansar sin que me lo autoricen pero…

 

 

- Relájate - me sonrió intentado que sus palabras me hicieran efecto para luego continuar - esta bien por ser tu primer día no te preocupes pero a la próxima avísame.

 

 

- Claro, bien entonces creo que volveré al trabajo - pero ¿Qué estoy haciendo? este es el momento perfecto para crear algún tipo de situación sin embargo, al voltear  y al ver aquel hombre tan imponente en la ventana me avergoncé será mejor dejarlo por ahora…

 

 

Las horas pasaron y ya era hora de almorzar, pero sin darme cuenta me había quedado dormido, estaba con la cabeza apoyada en mi escritorio con un rastro de saliva por la comisura de mis labios. Sólo se despertó al sentir que alguien lo movió, era Roy quien sonreía por tal escena.

 

 

- No deberías quedarte dormido y menos en un lugar así - su tono era burlón, pero a la vez denotaba preocupación.

 

 

- Lo siento, es que ayer no dormí muy bien y… - aun estaba medio dormido, pero cuando despertó por completo dije un poco nervioso y alterado - ¡lo siento, perdóneme esto no volverá a pasar este…”

 

 

- Tranquilo, sólo que no te vea el jefe. Bien es la hora del almuerzo vamos a la cafetería, te apetece comer algo ya supongo, no?

 

 

- Claro… gracias - mierda ¿tiene que ser tan amable? Así creo que me contará llevar todo a cabo, espero no coger mucha confianza con él, eso podría empeorar mucho las cosas… Sé que estaba mal lo que le estoy haciendo a este hombre que no tiene culpa de nada pero si no lo hago no podré pagar ningún hospital y me costaba admitir que en ese caso mi madre moriría si la desconectaban…

 

 

 

Continuará…

Notas finales:

Darcy: de nuevo nosotras para saber que les pareció mi primer fic de Fma y además con Luna

Luna: sí jeje la convencí de escribir también aquí a que es una gran escritora de la categoría de yu-gi-oh ^^ y les recomiendo que se pasen a leer sus fics, estan muy buenos n_n aquí les dejo el enlace para ir a sus fics: http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewuser.php?uid=7436

Darcy: sólo que estoy con el seudónimo "deyaniradarcy" Bueno espero seguir aquí y escribir más fics juntas!!

Luna: sip, así que este no será el único fic en el que nos vean!! Bueno no se olviden...

Darcy: ... dejar reviews!!!!! Bueno nos vemos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).