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Mi Princesa por Ootori Kyouya

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Ella era mi princesa, hermosa y radiante. Todos los días me tocaba atenderla, obedecer su más minimo capricho y para mi, era todo un honor, adoraba a esa bella princesa que me volvía loco cada segundo que la observaba a cada instante, me tocaba bañarla, darle relajantes masajes, estar con ella cuando se disponía a dormir, alimentarla, todo.

Era albina, su piel completamente blanca al igual que su cabello, repleto de canas que le llegaban hasta la media espalda, casi siempre recogida en una cola de caballo, la cual yo solía hacerle. Sus ojos eran grises, pero con un brillo tan notorio de felicidad, que me provocaba abrazarla a cada instante, porque amaba esos labios que yo le pintaba de rojo con sus dientes color perla asomandose. Era simplemente perfecta.

Siempre vestía vestidos de seda y tela fina, lo mejor para mi princesa, todo de la mejor calidad, se cambiaba tres veces por día, eso si no tenía un evento importante.

Yo era su criado, su mejor amigo, su confidente. Pasaba todo el tiempo a su lado, era rara la ocasión que me pedía el la dejara sola y yo con tristeza tenía que resignarme abriendole paso.

La amaba, la adoraba, era mi droga el estar a su lado, era un honor, una bendición del señor el dejarme ser su criado.

Era bondadosa, amable, cariñosa. Era perfecta.

Deje a mi familia por ella, por aceptar su bondad y dejarme vivir en su palacio, fue lo mejor que me pudo haber pasado, mis padres no me entendieron, más yo no hice caso, era una oportunidad única, el estar con la chica de mis sueños. Ahora dicen que no tienen hijos y me da igual, no me importa en lo mas mínimo, porque estoy con mi princesa.

Areli es su nombre, hermoso verdad??

Qué porque estoy todo el tiempo con ella?? Porque yo soy el único al que le a confiado su mas profundo secreto haciendome amarla más. Nunca lo imaginé, es un secreto que para varios puede resultar repulsivo si sale a la luz, pero para mi no, porque ella es perfecta.

-Jonathan que tanto escribes??- Me pregunta a la vez que se sube a mi cama, yo la observo embobado, casi creo mi baba saldra escurriendo.

Al darme cuenta que está por tomar mi cuaderno lo cierro de golpe, perdoname Areli, pero esto es algo que no estoy dispuesto a que leas.

-No es nada, solo mis pensamientos y sentimientos, un poco de mis emociones. Nada que sea interesante para usted su majestad.- Guardo mi cuaderno en el cajon de la mesa de noche que tengo al lado de mi cama, no deseo levantarme.

-Todo lo que tenga que ver contigo me interesa. Yo te he contado todo.-

-Princesa...- No puedo evitar el suspirar su nombre cuando la veo con los labios entreabiertos.

-Qué sucede??- Preguntas como si en verdad tubiera algo que contarte, pero es que tu presencia me quita el aliento, las palabras de mi boca y mi mente se vuelve en blanco, olvidandome de todo, excepto tu belleza.

Intento desesperadamente decirte algo, no deseo verme como un idiota frente a ti.

-Son las 4. Hora de mi baño, me ayudas Jonathan??- Me preguntas casi en un susurro, aún te averguenza que vea lo que en verdad eres, pero esque no sabes que así me gustas más?? Asiento como un baboso y observo que me das la espalda mientras recoges tu cabello haciendolo para adelante.

Mis manos se posaron en los hilos de tu corset, era demasiado complicado desamarrarlo y ponertelo, pero me encantaba como te veías con el puesto. Era rosa pastel, me gustaba más el que usaras colores fuertes como el negro, azul marino, rojo...porque tu piel resaltaba y con los colores pastel no era tan grandiosa.

Terminó de desabrocharlo y lo quito despacio observando como te cubres con tus manos aunque estes plana. Giras un poco la cara para verme y yo observo un pequeño sonrojo en tus mejillas, que si no fueras mi princesa, esos labios ya serían mios.

Me levantó y busco una toalla. Recuerdo que cuando recién llegue a tu palacio mi cuarto era un desastre, peor que el de un sastre o campesino, ya que tu padre no era del todo bondadoso con los criados, más tu te encariñaste de mi y me asignaste otro, osea este.

Mi cama era de paja, ahora es de caoba, no tenía muebles y muy poca ropa, ahora tengo de todo y un armario a punto de explotar.

Se que sonará estúpido, pero a veces pienso que estas enamorada de mi, aunque tal vez sea una alusinación mia por mi desesperación de poseerte.

La encontre. Me acerco a ti y cierro mis ojos mientras te las pones.

-Listo.- Dices y abró mis ojos, solo para verte extendiendome tu corset y la falda del vestido, las tomó y te diriges al baño yo solo suspiró.

Cuando entró te veo ya en la tina jugando con las burbujas que por ser un tonto y demasiado lento no las puse antes de que entraras.

Me coloco atras de ti, dispuesto a darte un masaje listo para escuchar lo que tengas que decirme, simpre que quieres esté contigo en la hora del baño es porque algo te sucede.

-Ahora qué es??- Preguntó mientras mojo un poco tu cabello, tu aces un pequeño puchero con el agua salpicandome un poco.

-Te disgustará saberlo.-

-Entonces es una mala noticia.-

-Una muy mala, que me provoca odiar más a mi padre.-

-Cuentame, yo te escucho y aconsejo, tambien te apoyare.-

Tomas aire, no pense que sería una tan mala, una noticia que me desgarraría el corazón.

-Mañana me casare.- Dices a la vez que derramas lagrimas y tu voz se va perdiendo en los sollozos que provienen de tu dulce boca roja.

Casarte?? Eso significa que...

-Me iré a vivir en su castillo. Esta mas haya de los tres reinos que están por nuestros territorios, cruzando el inmenso mar azul hasta llegar al otro extremo del planeta. Se encuentra a meses de aquí por lo cual...-

-No nos volveremos a ver.- Completo tu frase sintiendo como mis ojos comienzan a inundarse de lagrimas, no puedo creer que me quieran separar de ti, mi dulce y bella princesa.

-Pero...el sabe tu secreto?? Cómo sabes que te amará sabiendo eso??-

-No me lo compliques más. El no me ama Jonathan, dudo que le importe lo que sea, solo se casara conmigo porque mi padre necesita las especies, animales, esclavos, todo lo que se encuentre en ese reino para venir y venderlo aquí y yo soy el trato. Si me casó con el, mi reino ganará y sera rico en el comercio.-

-Pero a costa de tu felicidad.-

-Losé, pero nada puedo hacer.-

-Ya veo.-

-Quiero salir, pasame una toalla. Tengo que prepararme para la boda, será aqui.-

No te respondo, estoy demasiado triste y aún no lo puedo creer. Lloraré?? Si, hasta que ella se vaya, no deseo que me vea, mis oportunidades de ganar su corazón se han esfumado, ido para siempre porque perteneceras a un hermoso principe y yo solo soy tu criado.

Nada se le compara. La vida no es justa y lo acabo de descubrir, dejé todo por tí para que te vayas con alguién más.

Te entregó tu toalla y solo veo como rapidamente te la pones y alejas de mi vista. Es ahí cuando la primera lagrima resbala por mi mejilla.

Me dejó caer al piso mientras lloraba amargamente, aún no lo podía creer.

________________________________

Me invitaste, cuantó hubiera deseado que te olvidaras de mí este día que para ninguno de los dos es especial. Te veó pasar lentamente por el pasillo vestiendo un hermoso vestido blanco que se confunde con tu piel, pero aún mantienes los labios rojos.

Suspiró.

Te paras a su lado, lista para escuchar al sacerdote unirlo y yo, no soportaría el ver eso. Más lagrimas escapan de mis ojos y salgo corriendo del lugar, enserio no quiero verte unir tus hermosos labios rojos con un estúpido como aquel.

Me duele.

Me lastimaste en lo mas profundo de mi ser.

Y tu te mientes a ti misma compartiendo tu vida con ese miserable que no te merece.

Ni siquiera yo te meresco.

Las puertas se cierran detras de mi y solo volteó un minuto para ver tu cara de incredulidad, lagrimas inundan tu perfecta cara y todos piensas que es por la felicidad de compartir tu vida con la persona que amas.

Qué ingenuos, no??

El pensar seras feliz con él sin saber la verdad.

____________________________

Es de noche, mañana partirás y no te volveré a ver. Ni siquiera fuí a la fiesta después de la boda, no deseo verte tomada de la mano con ese sujeto. En este momento has de estar compartiendo la cama con el.

No sabes como adoraría, haría lo que fuera para estar abrazado a ti en ese momento. Estoy acostado sobre mi cama, viendo hacia el techo e imaginando como sería mi vida a tu lado.

Pero soy tan solo un criado.

Tocan a mi puerta y yo me sobresaltó, son las tres de la mañana, no es hora de visitas, así que no abriré.

Siguen tocando y me sacan de quicio. Me levantó de mala gana y abro la puerta. No lo puedo creer, estoy sin habla, mi voz se a ido de nuevo.

Eres tú. Tan solo una sabana subre tu hermoso cuerpo blanco, sería tan perfecto, solo que tus ojos estan rojizos por tantas lagrimas derramadas.

Te hago pasar y siento en mi cama, claro, yo al lado tuyo.

-Qué sucede??-

Respiras hondo y yo estoy listo para escucharte.

-Me vio y me aborreció.-

-A qué te refieres??-

-Vió lo que soy en realidad.-

Te abrazo, nunca pensé que eso fuera tan duro para ti, pero esque tu padre, deseaba tanto una niña que te educó y a cierto grado te hizo creer eras una.

Te hablaba como tal, te vestía como una y te obligo a tener el cabello largo, siempre queriendo te fijaras en muchachos y dejaras de lado a los hombres, porque el quería una niña, no un varón.

-Yo te amo tal y como eres.- Le digo sin dejar de abrazarlo, porque lo amo y para mi él es perfecto.

-Losé, yo tambien. Por favor...- Tomas aire. -Hazme tuyo, quiero dejar de fingir ser una mujer para complacer a mi padre. Demuestrame el amor que tanto me prometes y mencionas.

Esas palabras me volvieron loco. Mi princesa atrapada en un cuerpo de principe. Levanté tu cara para verte a los ojos, esos ojos rojizos por las abundantes lagrimas que aún salían de tus grises ojos.

Cerré los ojos y uni mis labios a los tuyos. Podría decir fue algo mágico. Abriste un poco tu boca dejando entrar la mia y te adore. Seguiamos abrazados, por nada del mundo te iba a soltar, ahora que podrías ser mio.

Cuando nos separamos no pude evitar acostarte sobre mi cama y despojarte de esa estorbosa sabana y aprecie tu desnudez, tu perfecto cuerpo rendido ante mis pies, con tus mejillas sonrojadas y tus ojos cerrados.

Bese y mordi tu cuello a la vez que mis manos jugaban con tu bello cuerpo y tus gemidos, era música para mis oídos.

Baje a tus pezones y comenzé a chuparlos, larmerlos y morderlos un poco lograndolos poner erectos, pero esque eras adorable!! Nose como pude pasar días, meses, incluso años sin saborearte de esta forma.

Porfin, ante mis ojos lo que mas soñe tener frente a mi, tu miembro semi erecto por mis anteriores atenciones.

Besé la punta de tu miembro mirandote de reojo para apreciar tus expresiones de placer. Lentamente saqué la lengua y comenze a lamerlo lentamente de arriba a abajo.

Su princesa gemía gustoso de eso, comenzaba a respirar agitadamente, era la primera vez que se la chupaba a alguien, no era para nada desagradable, sabia tan bien.

Abrí la boca metiendomeló por completo, tan solo escuche un gemido ahogado por la repentina acción, pero esque realmente te merecias estas atenciones, no entiendo como tu "esposo" pudo despreciarte al ver como eras.

-Aww, siento que algo saldrá.-

Me das tanta ternura, nunca estuviste con otro hombre, ni siquiera creo te hayas masturbado antes, pero no es tu culpa, de esa forma de amo mas.

Saco tu miembro de mi boca, aún no quiero que te corras, prefiero lo hagamos juntos. Soy inexperto en esto, así que espero no desilucionarte.

Acercó tres de mis dedos a tu boca y por lo visto me entendiste, los lamiste gustoso y es por eso que bese tu frente con una sonrisa en mis labios. Rapidamente aviento mi ropa, realmente es estorbosa.

Observo tu cara de incredulidad al verme, es algo nuevo para ti. Esque aún eres un niño, tienes 15 años y yo 22.

Las princesas se casan de los 15 en adelante, por eso no te sorprende el tener sexo ahora. Asiento levemente cuando extiendes tu mano directo a mi erecto miembro, lo tocas inseguro y yo gimo por lo que alejas tu mano asustado.

-No, esta bien. Es solo una reacción, es agradable que me toques.-

Sonríess. No sabes como amo tus sonrisas.

Estabas distraido, por eso me atreví a introducir el primer dedo escuchando tu grito y viendo como unas cuantas lagrimas escapaban de tus ojos.

-Tranquilo, es preparación, en un momento comenzarás a disfrutar. Te lo prometo.-

Asientes levemente, creeme que si hubiera alguna forma de no sentir dolor lo haría.

Meto otro y ahora son dos jugando en tu interior, moviendose, entrando y saliendo, estas distraido, mis dulces palabras te distraen y es hora. No ahí necesidad del tercer dedo, estas completamente listo.

Te penetro y vuelves a gritar, esta vez mas fuerte.

Trato de calmarte, hasta me he quedado inmovil.

-Muevete.- Me dices cerrando de nuevo los ojos, tal parece que tu dolor ha pasado. Me alegro. Salgó de ti y rapidamente te vuelto a penetrar.

Es tan placentero sentir tu estrecho interior, tan agradable el escuchar nuestros gemidos combinados y tú me entiendes.

Aferró mis manos a tu cadera moviendo a un ritmo que he impuesto y por lo visto es de tu agrado. Tus manos se encuentran enrredadas en las sabanas mientras te mueves sin control gimiendo mi nombre.

-Jonathan.-

Casí estamos cerca del final, falta muy poco.

-Puedo correrme en tu interior??-

Tu asientes, no tienes deseos de hablar en este momento y te obedesco, no soporté más y termine manchando tu interior, me agacho acercandome a tus labios, degustando su exquisito sabor cuando siento mi pecho humedo.

Si, te has corrido entre los dos y me agrada. Paso lentamente mi mano por ahí cogiendo un poco, metiendolo a mi boca, sabes delicioso.

-Abrazame.- Te volteó a ver. Estas desnudo, completamente sudado, despeinado y con tus mejillas sonrojadas mientras tratas de normalizar tu respiración.

Yo te abrazó, besando tu frente una y otra vez, feliz de que me hayas permitido poseerte.

-Pase lo que pase, tu seras mi rey.-

-Y tu mi princesa.- Te respondo besando esos hermosos labios rojos.

Nos olvidamos por completo de que en la mañana tendrás que partir y terminamos dormidos en mi cama, abrazados fuertemente, temiendo el ser separados. Te amo tanto, no tengo que decirlo, lo sabes a la perfección, eres mi bella princesa atrapada en un cuerpo de principe.
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Lloras sobre mi pecho abrazandome con fuerza mientras tu padre te jala impidiendote el estar a mi lado. Llegaron en la mañana y nos encontraron, nuestros cuerpos desnudos, semen por todas partes, las sabanas en el suelo.

Era más que obio lo que habiamos hecho.

-Es un criado!!-Gritaba tu padre una y otra vez y tu llorando amargamente pidiendo te dejara a mi lado, te dejara ser feliz.

-No me importa que sea un criado, yo lo amo!!-

Te sostenía entre mis brazos lo más fuerte que podía, pero los guardias de tu padre eran más fuertes que yo. Oh, mi princesa, si tan sólo supieras como en verdad trate de correr hacia ti cuando ese rey te jaló del cabello sacandote del cuarto, sin importarle que todos en el palacio te vieran en ese estado.

Aún recuerdo la noche en que fuimos uno solo y la mañana en que te alejaron de mi. No conservo nada de ti, nada que me recuerde tu esencia.

Fuiste desterrado por humillar a tu reino. Por ser hombre cuando debías ser mujer, por escapar de la noche de bodas con tu "esposo".

No supe más de tí.

No sabes como te extraño.

No sabes como te necesito.

Nosé a donde te mandarón, no tengo ni la más miníma idea de donde estas, ni siquiera se si aún vives o el rey te mandó a matar.

Llevó cinco años buscandote y mi princesa, aún no me he rendido, no me rendire hasta encontrarte y saber que estas bien, tenerte conmigo.

Sólo espero aún no te olvides de mi, que te estoy buscando y espero...algún día Dios escuche mis plegarias y me reencuentre contigo...

Mi princesa en cuerpo de principe...

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