Noche de bodas
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Capitulo 1: ¿Somos novios?
Se encuentran dos jóvenes entrando a la habitación del hotel para celebrar su primera noche de bodas.
Uno estaba vestido de novia; de cabello corto con un mechón al lado y sus ojos eran de color morados; su cuerpo...tes clara y muy delgado. El otro vestido de esmoquin negro; de cabello negro, ojos de color verde; cuerpo delgado y con una presencia muy varonil.
- ¡Lan que genial la habitación, tiene yacusci y una tremenda cama!- muy contento intentando no tropezarse con el vestido de novia.
- ¿Sano puedes quedarte tranquilo? Que te vas a caer con el vestido, más encima a ti se te ocurre ponerte esos tacos tan altos - sacándose la corbata y con un tono medio enojado, aunque lo admiraba para andar así.
Sano se le acerca y le dice.-ya habíamos hablado de esto- intentándolo abrazar.
- Si pero... ¿Cómo lo vamos a hacer tú y yo? Somos hombres nunca le podremos dar hijo a nuestros padres. Más encima tu padre lo único que quiere que su hija Sano le de un hijo, pero en realidad su hija es un hombre.- alejando a Sano de su lado, para luego sentirse un poco culpable por lo último que dijo a Sano.
- Entonces... ¿Para que aceptaste? Yo nunca quise tu compasión, yo amaba a una mujer y no fue culpa mía que mi madre le mintiera a mi padre por que quería una niña, después de tener ya 6 hombres.- gritándole y poniéndose a llorar, sentado a los pies de la cama.
- Sano....-Habla con un tono dulce, agachándose y quedar a su altura para abrazarlo - Sano yo te amo, pero me va a costar a similar un poco la situación.
Sano en le pecho de Lan, seca sus lagrimas con sus manos- Lan se siente tan bien estar entre tus abrazos y sentir tu corazón me hace estar en paz- poniendo una sonrisa en su cara y tratando de olvidar la discución.
- No lloremos más, estamos en nuestra noche de bodas- dice Lan soltando a Sano y dirigiéndose a la mesita que contiene una botella de champagne y unas copas llenas, las cuales toma para Sano y él.
Sano la recibe y le sonríe agradecido a su esposo, recibiendo la copa. -Gracias... ¡Tomemos hasta estar ebrios! -dijo último en un grito, llevándose todo el líquido a la boca. Lan solo le surca una gota en la cabeza, pero al verlo tan feliz hace lo mismo, para luego reír como loco los dos.
Tiempo de después se encontraron borrachos
- Lan- Dice Sano con la cara sonrojada, intentando verlo con claridad, aunque solo llega a sostenerse junto a su cuerpo.
- ¿Si?- Responde Lan un poco menos borracho.-
- Me dieron ganas de...-sonriendo con complicidad y acercando, como a la vez acariciando con sus manos la tela de la camisa que separaba el cuerpo de Lan con él.-
- ¿De que te dieron ganas? - Lan con cara de duda y mirando detenidamente como las manos de Sano en forma sensual le acarician sobre la ropa. -
- De esto...- Sano toca sus labios con los de él. Dándole un beso tímido, el cual él intensifica y luego se separa unos centímetros que eran escasos, para hablar.- Sabes bien Lan...
- ¿Qué fue eso? - Lan un poco sorprendido, ya que nunca Sano le había besado de esta manera, y menos de la forma que imaginaba.
- Se que estas sorprendido, pero quiero hacerlo -Sano un poco encogido, para después volver apresar sus labios y buscando la aceptación de Lan que corresponde y se fugan entre un juego de lenguas algo tímidas al principio, para después unas más tentadoras.
- ¿Estas seguro?...bueno yo no se como se hace.- Lan, rasándose la cabeza avergonzado y llevándose sin querer uno de sus dedos a la boca, pensando en lo dulce de los labios de Sano.
- Bueno...yo se algo- Sano igual un poco incomodo- Me instruí viendo unas películas cuando estaba solo en mi casa, aunque en la practica cero.- Acercándose nuevamente a él, para esconder su rostro sonrojado con el pecho de Lan.
Lan levanto el rostro de su esposo con delicadeza, donde Sano se dejo llevar cerrando los ojos y luego sentir como era besado con una delicadeza y después sentir el encierro que hacía Lan en su cintura.
- Lan... -dijo en un suspiro, dejándose llevar por las emociones fundidas con el alcohol que aún tenía.
- Intentare hacer lo mejor posible... -Lan que sonreía a gusto al ver el rostro de Sano- Guíame...
- Hai... -Sano que abría los ojos y envolvía el cuello de Lan con sus brazos, para después besarlo con pasión.
Él y Lan se fueron con dirección a la cama.
Lan le saco le vestido a Sano, hasta que este cayo al piso y la corona tirándola a un lado, para después, con unos besos apasionados, besar el torso blanco. Sano tampoco se quedaba atrás, donde mientras Lan lo desvestía él también lo hacía con él. Quitó la camisa un poco salvaje, como tratando de descargarse con ella los pequeños gemidos que Lan le hacía sacar con los besos. Pero al estar en la orilla empuja a Lan a la cama y se acomoda encima de Lan para hacer lo mismo que le hacía él a su cuerpo.
- Sano... ¿Es así? - un poco quejumbroso ante los besos de Sano, que al llamarlo ahora se encontraba fundido en los ojos de Sano.
- Si, así es, pero...- Sentándose en sus muslos- Yo no seré él que lo haga, ya que tú eres el hombre en esta relación - con voz media infantil, sacando la lengua en forma traviesa.
- Entonces -sonriendo de lado, besándolo como casi un roce, mientras le acariciaba la mejilla- Sano tú... ¿Me dirás como es? - nervioso ante la situación.
Sano comienza a darle las intrusiones que recordaba de las películas que había visto. Lan comenzó con una conferencia de prensa (sexo oral)
- ¡¡Aahh...!! Lan un poco...más rápido.- Sano casi a punto de un orgasmo.
- "Parece que esta apunto ¿Qué hago me trago tú semen o no?" - Pensamiento de Lan. Observaba a un sonrojado Sano, el cual sus ojos tenían un brillo especial, además de ver detenidamente el cuerpo de este y los bien formadas piernas hasta llegar aquella hombría que estaba a un limite.
- Lan ya estoy, trágatelo por favor...- Sano que en un momento siente que va a llegar y tomando la cabeza de un desprevenido Lan, le hace tragarse su pene, corriéndose en el proceso. Ve como un choro de blanca y espesa mezcla sale de la boca de Lan.
- Sano...- limpiándose la boca con un pañuelo.
- ¿Si?- Viendo como este se acomodaba frente suyo y le sobaba su miembro-¿Qué haces?-con cara de sorprendido.
- Ya esta -con una cara feliz.
- ¿Qué? -Ve a sano poniéndose en cuatro patas sobre la cama dándole la espalda y con sus dos manos abriendo sus nalgas.
- Quie-quie-res...que... -Atontado y medio confundido -No entiendo.
- ¿Para que crees que te masaje tu amigo?- Algo divertido-tienes que meterla, ya esta, no te preocupes por mi -con cara de ansioso.
-¿Seguro? -Sintiéndose algo excitado por el panorama que tenía al frente, el cual lo veía muy sensual.
-Hai - Avergonzado, se tapa la cara con la almohada y de reojo lo ve -Hazlo.
Lan lo comienza a meter, Sano por su parte aprieta con fuerza las almohadas que estaban en la cama, dando un grito ahogado en ellas.
- ¿Ya?... ¿Estas bien?- dice Lan, preocupado al sentir la tensión del interior de Sano, el cual lo apresaba de una forma tan deliciosa que le producía moverse dentro de Sano.
- Ha-hai...Sigue -Dolorido -"Mierda, con todo esto, me olvide prepararme, pero si le digo se asustara. Tendré que aguantar" -pensaba, sintiendo el comienzo. Lan se meneaba primero despacio buscando un ritmo.-Si...si...Así- Decía ya segado por el placer y dando a entender con el movimiento de sus caderas que aumentara las embestidas, casi al punto del orgasmo.
En eso se le vinieron las imágenes de cómo había conocido a Lan.
Flash Back
En la entrada del baño de la casa de los Tagarai, una familia de bastante adinerada. Un joven camina con dirección a la manilla de la puerta del este, en eso una voz suave y bella le pregunta atrás de la puerta.
-¿Quién esta ahí?- con un tono enojado. Mientras se escuchaban los Valdés de agua con los que se bañaba.
En eso el joven abre la puerta y ve a una persona de cabello muy largo, sentada en una banquillo, era una figura muy delgada, en la cual no sabia si era hombre o mujer.
- Disculpa es que escuche cantar a un hombre , señorita.- un poco sonrojado al ver por primera ves una mujer desnuda.
Pensamiento:- "oyó mi canción"- tocándose la boca y ocultándose un poco de al miradas del joven.- "tengo una idea dejare que lo crea y le haré pasa para luego darle una sorpresa"- se ríe.
- Puedes pasar, es que esta entrando una brisa y me puedo resfriar- con una voz entre picara y suave.
- ¿Lo dices de verdad? - Un poco contento y consternado, tratando de fijar su mirada en el rostro la persona, pero su miras se iban a los muslo que se notaban suaves y duros en la posición es que estaban.- "tengo una ganas de tocarlos, si ella debe de ser la chica que escogieron para mi, ¿pero si me equivoco y si no es"- pensando, sintiendo el ardor de su mejillas al pensar en aquellas cosas.
- "Que tonto es este tipo, piensa que soy una mujer, la sorpresa que se va a llevar" - pensando. Toma un poco se su cabello, dejando ver su hombro, pero siempre dándole la espalada.- Si, de verdad, necesito alguien que me resfríege la espalda - tomando la esponja.
Del otro lado de la casa se encuentra la señora Tagarai en el patio.
- Noemí, mi hijo se comprometerá con un hombre.- Con cara de angustiada, pero en eso aparece Noemí la empleada confidente de esa casa.
- Pero, ¿Por qué no le dice al señor que la señorita Sano es hombre?-Preocupada igual.
- Debe seguir creyendo que tiene 6 hijos y una hija- un poco enojada por el comentario de la empleada.
- ¡¡Amor!!- Era la voz del señor Tagarai que se acercaba donde estaban.
- Nilo, el no lo entendería - moviendo la cabeza de un lado para el otro.
- Amor ¿Dónde esta Sano?- abriendo la ventana - Que ya llegaron las visitas.
Volviendo al baño
- Hola me-me...llamo Sanouyo Tagarai - parándose y dejando ver todo su cuerpo.
- ¡¡Un hombre!!- Parándose los pelos de punta, grito Lan en shock, mientras Sano se reía internamente por la cara del otro - ¡¡mi prometida es un hombre!!
Continuara..............