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Renuncio en secreto por Eli Winner

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Renuncio en secreto
by Eli Winner


Inclinó su rostro una vez más, completamente concentrado en aquella lectura que había mantenido durante las ultimas horas; el libro de pasta dura y roja apoyado sobre sus piernas mientras los mechones de cabello rubio caen hacia su semblante ocultando sus ojos verdes, sin que nada de esto pudiera preocuparle. Aún se encuentra sentado en ese sillón, con las piernas cruzadas sobre el, y a espaldas de este las cortinas blancas de la ventana se alzan dejando pasar una ráfaga de aire cálido que invade la estancia, agitando tanto las hojas de su pequeño libro como sus cabellos rubios, mas ni siquiera eso parece perturbarle.

Y se le ve tan tranquilo, tan relajado, que dudo tener el derecho de estar aquí tan sólo mirándole, siento que mi simple mirada, mis rojos violáceos sobre él pueden romper esa atmósfera apacible que le rodea. Y no quisiera, no quisiera ser yo el causante de ello. Muerdo mi labio con suavidad, intentando prestarle atención a otra cosa, cualquiera cosa con tal de no ser obvio en lo que hago.

“ Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor, y al pasar,
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte ... y jamás lo sabrás. ”


~~~

Cambio de página, levantando la vista por unos instantes sólo para observarle y saber que es lo que hace, mas la regreso de inmediato a mi lectura. Lleva demasiado tiempo en silencio, sin hablar ni moverse de donde se encuentra sentado desde que llego; niego para mis adentros, pues lo mejor es no preguntarle nada ni interrumpir lo que sea que pretende hacer.

Intento leer, retomar mi lectura justo donde la he dejado mas es algo que realmente me resulta imposible ante su presencia; sin embargo no soy capaz de demostrarlo y me empeño en continuar algo que, tras su entrada, no es otra cosa que una simple pantalla con la cual me escudo. Y aún sigo sin entender por que me es tan difícil aceptar lo que bien sé desde hace tiempo, pero me niego a ello, por el simple temor de creer conocer la respuesta. Puedo aparentar todo lo que quiera, puedo engañarle pero nunca podré hacerlo conmigo.

“ Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía,
y no volver el rostro para verte pasar.
Puedo apretar mis labios un día y otro día...
y no puedo olvidar. ”


~~~

Y no puedo. No importa cuando me empeñe en no mirarle y en no pensar en él, me resulta simplemente imposible el no hacerlo; y más aún al verle ahí, tan tranquilo, aunque parece que sólo mientras lee, mientras se concentra y se aleja de este mundo es cuando logra alcanzar esa paz que ahora transmite. Sé bien que sufre y que no encuentra la manera para dejar libre todo ese dolor y esos sentimientos que tanto daño le hacen, mas no permite que nadie se acerque ni mucho menos que alguien le ayude.

Rechaza todo aquello, y finge ser él sólo quien pude salir adelante, mas yo sé que eso no es verdad y aún así, no soy capaz de ayudarle. Desear abrazarle no significa hacerlo; desear poder mirarle a los ojos y confesarle mis sentimientos tampoco significa realizarlo; besarle, tocarle... nada de eso es algo que pueda tener al alcance de mis manos, pues no me atrevo, aunque desesperadamente lo pida mientras le observo en silencio. Sin el valor para actuar.

“ Soñaré con el nácar virginal de tu frente;
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar;
soñaré con tus labios desesperadamente;
soñaré con tus besos ... y jamás lo sabrás. ”


~~~

Y día con día, ese escudo que finge protegerme se rompe más; cada día la grieta se hace mayor y amenaza con dejarme desamparado en un mundo al cual temo tanto, pero mientras más grande se hace, más le evado y le lastimo. Más frío e indiferente me vuelvo al temer que en cualquier momento se caiga frente a mis ojos, sin que yo pueda hacer algo para evitarlo. Pues si cae por completo, no habrá forma de repararla.

Pero me doy cuenta que no pretendo hacerlo, no tengo intención alguna de levantar los pedazos de un escudo desecho; pero temo tanto a ese exterior, que con mirada frías y con mi indiferencia he comenzado a levantar otra barrera tras la primera. Así, cuando la primera caiga, tendré otra y mis sentimientos hacia él, simplemente se mantendrán en el silencio, sin darles la mínima posibilidad. Sin siquiera tomarles en cuenta.

Y es así, como intento vivir, a tu lado y sin sentir, preguntándome en silencio que es peor... si callar y limitarme a soñar?... o hablar y aceptar la realidad?... Mas no sé y tal vez nunca sepa, que es lo que él siente o piensa, le temo a ello probablemente mucho más que cualquier otra cosa, pues la simple idea de un ‘no’ por respuesta me hace dudar, pues sé bien que su indiferencia dolería mucho más que callar y sólo soñar.

” Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente,
casi aburridamente, sobre un tema vulgar,
puedo decir tu nombre con voz indiferente...
y no puedo olvidar. “


~~~

He dicho que es un niño y que mi deber es cuidar de él, y se ha molestado en cada ocasión, me ha mirado sin decir nada para luego ser indiferente y no contestar. También me muestro atento con él, intento ser dulce y no hacerle enfadar, pero a cada palabra, a cada gesto sólo parece que me hundo más. Le hago daño?, le lastimo?... o es sólo, que no siente nada por mi?. Intento ser su amigo, sin dañarle ni pedir más, pero soy rechazado y sólo aparento que es una broma, que no tiene importancia, que no ha dolido.

Por eso me limito a callar, a observarle en silencio, esperando que sea él quien rompa los silencios, quien me dirija la palabra, quien me miré y se acerque. Jamás ha sido mi intención lastimarle, y si con hablar y actuar lo hago entonces no tengo que dudar de mis decisiones. Mas desear tanto tenerle me daña aún más, añoro a alguien que no tengo... que parece que no debo tener, mas he sido yo quien tomó esa decisión, por su bien más que por el mío, pues aunque lo niegue y se enfade es sólo un niño. Es sólo un niño, y no lo puede ocultar.

“ Yo te amaré en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos ... y jamás lo sabrás. “


~~~

Mantengo mi vista en el libro y una vez más doy vuelta a la hora, pero me he olvidado de leer y seguir las palabras, simplemente paso la vista sobre ellas perdido en mis pensamientos. Me contradigo, una y otra vez, entre tantas palabras y pensamientos, entre acciones que se bien que no haré, pues no tengo aún el valor para esperar una respuesta de su parte, una negativa. Suspiro ligeramente, sintiéndome de pronto cansado de todo esto, de la pantalla que intento mantener al tenerle cerca y sobre todo del temor que me provoca confesar algo que escondo tras mi acostumbrada indiferencia.

Escucho la puerta abrirse con suavidad, y puedo sentir ese nerviosismo que le invade al entrar y verle sentado en silencio, no sé que hace aquí pero lo que pretende para mi es más que claro, no puede ocultármelo y no sé por cuanto tiempo consiga mantenerlo oculto de Tzusuki. O mejor dicho, cuanto tiempo él quiera fingir que no lo ve, cuando es por demás obvio a los ojos de cualquiera. Hijiri puede hacer todo aquello a lo cual yo me limito a desear; puede sonreírle y acercársele, puede mirarle de frente y sonrojarse.

Cierro mis dedos sobre la pasta del libro, molesto ante lo incomodo de la situación pues detesto que sea el precisamente quien interrumpa estos silencio que Tzusuki con mucho esfuerzo logra mantener. Pero no les observo, finjo como siempre indiferencia a pesar de que él me ha saludado al entrar y de vez en cuanto me observa para saber si estoy molesto o no, y no tengo necesidad de verle para saber eso. Me basta con sentirlo.

Puedo fingir que no me interesa lo que hacen, que su presencia me es indiferente. Puedo vivir en mi mundo, sin siquiera mirarles; puedo aparentar todo eso pues ninguno sabe lo que siento o pienso. Sin embargo soy yo quien si puede sentirles, nerviosismo por parte de uno pero siendo capaz al tener la oportunidad de entregar todo sin el mínimo reclamo, y ese no puede ser otro que Hijiri; mientras Tzusuki se mantiene tranquilo y amable, inocente como es y como siempre suele serlo a la espera, tal vez, de que algo más ocurra. Cierro mi libro, interrumpiendo su conversación por breves segundos; quedarme y sentir duele demasiado pues temo que él le acepte sin dudarlo.

“ Puedo estar a tu lado como si no estuviera,
y encontrarte cien veces, así como al azar...
puedo verte con otro, sin suspirar siquiera,
y no puedo olvidar. ”


~~~

Sonrío ampliamente al ver el pastel que ha puesto sobre la mesa frente a nosotros, y sin pensarlo dos veces acepto su invitación a probarlo, no puedo evitarlo es parte de mi. Le observo mientras abre la cajita con sumo cuidado y corta rebanadas, pero no puedo evitar que mi mente divague y regrese una y otra vez al mismo pensamiento, él... Hisoka. Se parecen tanto, los mismo rasgos y casi los mismo ojos sin embargo sólo tienen ese parecido físico pues son tan diferentes en casi todo lo demás, en las miradas y el tono en que hablan, en sus conversaciones y gustos.

Sé lo que siente por mi, y yo le quiero es cierto. Pero jamás pensaría en nada más que no fuese una amistad; se parecen pero aceptar a Hijiri no es aceptar a Hisoka. Y no me permitiría usar a uno por añorar al otro. Dirijo mi vista hacia este ultimo, intentando notar algún cambio en su persona, pero tal parece que en nada le importa la presencia de Hijiri, continua como si nada, leyendo en su mundo. O por lo menos eso aparenta, mas sé que él jamás terminará de agradarle.

Suspiro para mi, llevando el tenedor hacia mis labios. Hablando animadamente del rico sabor del pastel que tengo en mis manos, de su dulzura y color mas no es esto realmente lo que ahora quisiera tener. Bajo la vista, observándole cortar una tercera rebana para luego observar a Hisoka con intenciones de entregársela, mas antes de que Hijiri pueda decir palabra, este cierra su libro sin mirarle y se levanta con la única intención de marcharse. Pasa a mi lado con su rostro serio e impasible, el libro aferrado con fuerza, y me limitó a intentar sonreírle mientras le muestro el pastel y murmuro algo sobre él. Con ello, intento en vano detenerle.

“ Y si un día una lágrima denuncia mi tormento,
-- el tormento infinito que te debo ocultar --
te diré sonriente: "No es nada ... ha sido el viento".
Me enjugaré la lágrima ... ¡y jamás lo sabrás!. ”


~~~

Sólo le dirijo una última mirada, tan indiferente como siempre. Negándome a aceptar una rebanada del pastel, sabe que no me gustan las cosas dulces y aún así... siempre insiste sin prestarme atención. No soy como él, acaso no lo comprende?... yo no me río, ni hablo sobre lo que me pasa, yo no le preparo pasteles y no puedo mirarle a los ojos como él lo hace. Yo no puedo entregarme como él, aunque ese sea mi mayor deseo.

Sin romper mi silencio salgo de la habitación, cerrando la puesta a mis espaldas, y tras un leve silencio que invade el lugar, vuelvo a escuchar la voz de Hijiri y las respuestas en el tono alegre de Tzusuki. Cierro mis puños con fuerza, apretando mi libro entre mis manos. Yo no puedo, no lo sabe él?... Le escucho reír y le siento alegre aunque algo extraño, y me duele más aún saber que soy egoísta, pues no le quiero ver como él... pero tal vez sea lo mejor. Deseo que Tzusuki sea feliz.

Inclino mi rostro permitiendo que mis cabellos rubios cubran ligeramente mi semblante y mis ojos húmedos. La mirada de Tzusuki cambia al tenerle cerca, se le ve realmente tranquilo, sin esa pena que oculta tras sonrisas y comentarios absurdos. Niego con un movimiento de cabeza, intentando alejar esa sensación que cruza por mi pecho, estremeciéndome por un momento. Limpio mis mejillas húmedas mientras comienzo a caminar, sintiéndome confuso por unos instantes al sentirles dentro de aquella estancia que poco a poco dejo atrás y que ahora me parece tan lejana y ajena a mi, pues me encuentro fuera de su mundo. Lejos de lo único que realmente deseo.


” Ya ves: Tu no sospechas este secreto amargo,
más amargo y profundo que el secreto del mar...
porque puedo dejarte de amar, y sin embargo...
no te puedo olvidar!. ”

~~~

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