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S.I.D.A. (Solo Intenté Darte Amor) por I Z U M I

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Notas del fanfic:

Esta historia se me ocurrió porque me gustaba la idea de un personaje con VIH, no es algo ajeno a ningún mundo y me pareció interesante escribir sobre esta temática de la que poco he leído. Y me gustaría leer más, no vendría mal que cada uno exprese, atravez de un personaje como vé que son tratadas las personas con HIV.

Notas del capitulo:

GRACIAS POR TOMARSE EL TIEMPO Y EL TRABAJO DE LEER MI HISTORIA ^^

Y

ESPERO QUE SEA DE SU AGRADO.

S.I.D.A. (Solo Intenté Darte Amor) 

-Julián, ¿sabes donde está mi remera azul?- preguntaba un chico; tendría unos 23 años, era alto con su pelo negro corto un poco húmedo; desde la entrada de una cocina bastante grande mientras que otro chico estaba cortando unas zanahorias sobre una tabla de madera, también tenía una gran cantidad de otras verduras y hortalizas para picar y poner en una olla que contenía agua hirviendo sobre la cocina.

-Debe estar en el segundo cajón del armario- le contestó sin mirarlo pues estaba cortando la zanahoria. Tenía puesto una remera de mangas largar pero arremangadas para poder trabajar cómodamente, un jean azul y por sobre la ropa un delantal de cuerpo entero para no ensuciarse. Aparentaba unos centímetros más bajo que el otro chico al igual que más juventud, sus ojos eran marrones oscuros y su pelo castaño oscuro.

El de pelo negro bajó su toalla de la cabeza y le abrazó por atrás mientras el otro cocinaba, cerró los ojos y suspiró mientras le abrazaba fuertemente, rozó levemente sus labios en su cuello.

-¿Qué pasa, Ariel?- le preguntó Julián al ver el suspiro del otro chico sobre su cuello por lo que se detuvo en la preparación de la comida.

-Nada… solo…- ni él tenía una respuesta a la pregunta de Julián, siempre que le abrazaba así solo pensaba que algún día ya no estaría más con él y eso lo ponía triste.

-¿Estas pensando en eso otra vez?- indagó el cocinero mientras sonreía ligeramente.

-No entiendo como podes estar tan tranquilo- respondió abrazándolo con más fuerza por la cintura.

-Porque acepté que tarde o temprano voy a morirme y vos deberías hacer lo mismo- Julián dejó la cuchilla sobre la tabla de madera y se volteó para ver a Ariel directamente a los ojos con su sonrisa tranquila- yo no voy a estar por mucho tiempo acá, deberías buscarte a otro mientras vives conmigo, él será más útil que yo- acarició su mejilla mientras intentaba hacer que Ariel volviera a verle a los ojos- por eso te pedí que fuéramos nada… yo… jamás podré hacerte feliz y la verdad tampoco quiero que sientas tristeza por mí- rozó sus labios con calma.

-Pero yo te amo… ¿Por qué no podes aceptar mis sentimientos? Aunque sea miénteme…- interrogaba Ariel intentando aparentar fortaleza pero la verdad sentía ganas de llorar.

-Yo estoy agradecido de que me quieras cuando nadie me ha querido, que estés ahí donde ya nadie quiere estar… pero no tengo derecho a hacerte infeliz- le respondió Julián mientras le abrazaba con fuerza para luego soltarlo y volver con sus labores culinarios en la cocina- Ve a vestirte, te vas a enfermar si seguís así- le ordenó mientras le daba la espalda.

Ariel agachó la cabeza al tiempo que secaba una lágrima que se deslizó por su mejilla y sin decir nada salió de la cocina para ir a cambiarse.

Mientras caminaba por el comedor se sacó la toalla del cuello y la colgó en una silla alrededor de la mesa del comedor enfrente del televisor y perpendicular a un mueble con adornos y algunos papeles, también, al sofá y a la mesa ratona que observaban hacia la ventana.

Una vez entrar a la habitación buscó, donde Julián le había dicho, la remera pero luego de ponérsela se sentó en la cama y apoyó su cabeza sobre sus manos y sus codos en sus piernas, intentando controlar las ganas de llorar que sentía. La situación de ellos no era la mejor.

-¿Por qué?- susurró Ariel mientras intentaba controlarse sin embargo las cosas que pasaban por su cabeza no era, precisamente, la mejor manera de calmarse.

Julián, en la cocina, esperaba que el guiso terminara de cocinarse y estaba sentado en la pequeña mesa que frente a la olla estaba con sus ojos perdidos pensando: ¿Cuánto tiempo más soportarían esa situación? Entonces la olla lo sacó de su ensoñación pues estaba desbordando el agua. Se apresuró para llegar a la olla y apagar el fuego. Luego de servir dos platos con la comida llamó a Ariel para que viniera a comer, este trató de disimular que había estado llorando e intentó poner su mejor cara, pero Julián se percató.

-Estuviste llorando otra vez- afirmó Julián al instante que ambos se sentaron a comer.

Ariel no respondió nada estaba cansado de insistir en una relación con compromisos más allá que la de dos amantes, estaba cansado de pensar que amaba tanto a Julián y que este actuara de manera tan frívola con sus sentimientos.

-Si no quieres decir nada está bien- Julián agachó la mirada a su plato mientras comía para luego volver a hablar- perdóname, por como te traté en la cocina. No fue mi intención ser tan malo- levantó su mirada del plato aún así no quiso mirar a Ariel, solo miraba un punto fijo en algún lado- si no hubieras estado conmigo ya me habría suicidado, pero a la vez no quiero hacerte daño cuando no esté. Preferiría mil veces que me odies, como todos, a que me ames como lo haces- Julián levantó la mirada para ver a Ariel- hubiera querido que no nos involucráramos como lo hicimos,  sé que cuando lo hacemos, te muerdes los labios, para en el momento del climax, no decir “te amo”, ¿es irónico verdad?- Julián, sin poder evitarlo, comenzó a derramar lágrimas mientras sonreía tristemente- el amor que la gente tanto desea encontrar, es lo que más nos lastima a ambos-.

-Julián, yo no se que decirte- le contestó Ariel mientras se paraba de la silla e iba a donde se encontraba Julián para abrazarle con fuerza.

-Hazme el amor, después de comer- le susurró este al instante que sintió el abrazo correspondiéndolo.

Ariel besó a Julián sosteniendo su rostro con sus manos mientras que con sus pulgares secaba las lágrimas de las mejillas.

Julián correspondió el beso al tiempo que le abrazaba por el cuello para luego pararse de la silla y pegarse al cuerpo del otro.

Ariel lo fue llevando así hasta la habitación para acostarlo en la cama, se dedicó a besar y acariciar todo el cuerpo de Julián, mientras este gemía y se entregaba con claridad.

Cuando Ariel terminó de desvestirse dispuesto a ingresar a Julián este lo detuvo.

-El preservativo- le ordenó con seriedad Julián.

-A mi no me importaría hacerlo sin él, ya esto- -no pudo terminar la frase porque Julián le tapó los labios con dos dedos de la mano izquierda mientras que con la mano derecha buscó en el cajón de la mesa de luz derecha.

-Por una noche de estupidez terminé con SIDA, mis viejos al enterarse me echaron, mis amigos me rechazaron y no puedo encontrar trabajo en ningún lado cuando saben que tengo SIDA, no quiero que vos también la tengas- luego de encontrarlo lo abrió con sus dientes y lo sacó- si quieres te lo coloco con la boca, pero úsalo, sino el polvo terminó-.

-Está bien...- se dejó colocar el preservativo y luego entró en Julián.

El reloj digital de una de las mesas de luz indicaba las tres de la mañana, a pesar de no estar haciendo nada, no estaban durmiendo se veía a cada uno reflexionando en su propio mundo.

-No quisiera que te vayas- dijo al fin Ariel mientras abrazaba al Julián que tenía debajo.

-Esa no es decisión mía, por desgracia. Ariel, me gustaría haberte conocido mucho antes… si hubiera sido así, seguramente podría haberte hecho feliz-.

-Ya me haces feliz- le susurró contra el pecho con un poco de desdén.

Julián sonrió con un poco de tristeza- a veces no sabes mentir…- besó la cabeza de Ariel y luego miró al techo.

-Me hubiera gustado que fuéramos mucho más de lo que fuimos-.

-Me hubiera gustado mucho… ir contigo a algún lugar romántico, pero…- confesó Julián aún mirando el techo.

-Vamos, aunque sea por un día, vayamos a algún lugar romántico- dijo Ariel mirándolo a los ojos- me gustaría aunque sea una vez tener una foto juntos…- volvió a recostarse sobre el cuerpo de Julián- nunca quisiste tener una foto conmigo ¿Por qué?-.

-Por el mismo motivo de que no quiero algo serio- le contestó mientras sonreía levemente mirando un punto fijo en el techo- mañana tienes que trabajar y es tarde, descansemos- sugirió mientras se ponía de costado, tirando a Ariel y abrazándolo de costado.

Al día siguiente Ariel ya se había levantado mucho antes y se había ido cuando Julián se despertó, se quedó revolcándose en la cama mientras reflexionaba lo sucedido el día anterior. No era la primera vez que sucedía y no era la primera vez que había sido insensible con respecto a los sentimientos de Ariel. El quería alejarlo quería distanciarlo para que cuando el muriera, Ariel no sufriera su pérdida. Pero la verdad que estaba sintiendo que lo que intentaba hacer por el bien de Ariel en realidad estaba haciéndole mas daño que otra cosa, abrazó la almohada y susurró- Ariel, perdóname- y con algunas lágrimas en sus ojos los cerró para intentar dormir otra vez.

El reloj de la mesa de luz indicaba las diecisiete y Ariel volvía del trabajo, por lo general cuando volvía: el baño estaba listo para que tomara su ducha y Julián le esperaba con la merienda lista y una sonrisa en sus labios. Pero esta vez Julián no estaba feliz.

-Ariel, yo- Julián se paró y fue al encuentro del otro chico para abrazarlo con fuerza- quiero ir a la playa contigo, quiero sacarme una foto con vos, quiero besarte en la playa, quiero ver el verdadero amanecer aunque sea una vez, por favor- Julián estaba desecho a cada deseo perdía fuerzas para hablar y para mantenerse parado tanto que cayó de rodillas.

Siguiendo los movimientos de Julián, Ariel calló de rodillas soltando su mochila y abrazándolo- yo también quiero, yo también, vamos, este fin de semana, por favor, renunciaré al trabajo si es necesario- Ariel abrazó con fuerza a Julián mientras ambos lloraban pero el llanto de Julián era mucho más fuerte que el de Ariel, tanto que no quería separarse de este para seguir llorando y no detenerse.

 

Los años pasaron Julián murió de una infección común de la cual no podía defenderse debido al virus del HIV, sus restos fueron enterrados en un cementerio común sin lápida y sin servicio velatorio. Ariel se encargó de los gastos y lo había acompañado en todo el proceso incluso en su muerte. Ni la familia de Julián había asistido al servicio funerario, ni siquiera algún amigo que  tuviera. Solo Ariel lloró su pérdida.

Ese día se cumplían 2 años del fallecimiento de Julián y Ariel había ido a visitar su tumba.

-Hola, Julián- dijo él mientras colocaba unas flores en la tumba del chico al tiempo que, luego, acariciaba la piedra y se hacía la señal de la cruz- je, seguramente debes estar puteándome en donde quieras que estés diciendo que no debería llorar por ti o que ni siquiera debería estar aquí- sonreía tristemente al tiempo que, con la manga de su campera de jean, se secaba las lágrimas derramadas- te extraño, Julián. Me gustaría estar contigo ahora mismo- Ariel sacó una foto que tenía en su bolsillo y la miró. En ella estaban los dos con mayas en la playa, ambos con una enorme sonrisa- aunque dijeras lo contrario, me hiciste muy feliz, Julián, me gustaría que el momento de esta foto fuera eterno, nunca fui tan feliz como ese fin de semana- colocó la foto en el sepelio cerca de las flores- no te preocupes esa es tu copia, yo tengo la original, je je- sonrió otra vez mientras se secaba las lágrimas- la casa sin ti no es lo mismo, cuando vuelvo del trabajo siento tanto tu falta- Ariel apoyó su frente en la piedra y volvió a llorar más fuerte luego de pasar una hora llorando en silencio sin poder ordenar las cosas que quería decirle, sabiendo que eran demasiadas. Se separó del sepelio, dio un paso para atrás y volvió a secarse las lágrimas con la manga de su campera- Yo Solo Intenté Darte Amor… - se volvió a hacer la señal de la cruz dio media vuelta y se fue del silencioso lugar con su cabeza gacha.

 

FIN
Notas finales:

Espero que si terminaron de leer esta historia, me dejaran un comentario acerca de como les pareció mi exposición del tema. Cuando inicia la historia Julián ya está en la ultima etapa del ciclo y es la "aceptación" de, en este caso su muerte.

Espero que haya sido de su agrado la historia y me gustaría que me dejen algún review para saber que les pareció la historia. Gracias por tomarse la molestia de leer mi historia hasta el final. ^^ 


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