No tienes derecho a menospreciar, lo que hay en mi corazón. No te des el lujo sólo por ser mi amigo. Por mucho amor que le entregues, el seguirá volviendo a mis brazos, porque sabes que así es cada noche.
Cada noche estará en tus brazos, pero, ¿quién es el que le alberga de día?, ¿ante la mirada atenta de todos?. Yo, yo soy aquel que ha sido nombrado su novio ante los demás. Dime, ¿qué puede hacer un simple amante ante este tipo de relación?.
Seré un simple amante, como tú le llamas, pero este amante que ves aquí, hace que él sonría todo el día. Este amante que miras por debajo de tu hombro es el causante de sus ojeras por la mañana. Porque durante toda la noche, nuestros cuerpos se unen en una danza deliciosa, que ambos deseamos y esperamos durante el transcurso del día.
¿Por qué no entiendes que sólo te busca por sexo?. Él es así, siempre será así. Volátil como las hojas de un árbol por el otoño. Su alma libre e intranquila deambula por la vida buscando refugio donde abrigarse, para luego buscar otro lugar más acogedor y largarse sin decir nada.
Pero, ahora que encontró este refugio en mis brazos, no ha sido capaz de marcharse. Se siente cómodo en mi pecho, y es así como será por un largo tiempo. De ti se cansará pronto, no lo dudes. Te dejará con el sabor amargo del desamor. Como amigo, te aconsejo que le dejes tú. No te tortures más.
Y como amigo, te respondo sinceramente. Nunca en mis cinco sentidos dejaré que se marche de mi lado. Le ataré si es necesario para mantenerlo cerca mío. Esto que siento, no podrá borrarse nunca, y se lo demostraré hasta que caiga totalmente a mis brazos. Tu serás el que sufrirá, cuando él se de cuenta quien es el único en su vida.
Cada noche me lo dice al oído. Que soy especial, que sin mí sería un desastre. Que cada noche me busca para sentir un cálido abrazo el cual tú no le puedes entregar.
Y cada mañana vuelve a mi lado, burlándose de lo aburrida que fue su noche. No quiero sonar cruel, pero es la verdad. Date cuenta de una buena vez, él sólo se divierte.
Me duele admitir, que también se burla de mí, sonriendo hipócritamente frente a mí. Besando mis labios con esa falsa ternura que a veces me muestra. Con ese superficial amor que tanto deseo.Dime amigo, ¿Has saboreado su cuerpo?, ¿Has bebido del delicioso afrodisiaco que es su piel?. Debo contarte, que no hay manjar más exquisito en este planeta. Poder sentir sus labios recorrer fervientes todo mi cuerpo, es la sensación más indescriptible que uno puede sentir. Sus jadeos bajo la luna, su sudorosa frente pegada a mi pecho. Cuanta magnificencia en su anatomía.
Lo sé. Creéme que lo sé. También he sido poseedor de todo aquello. De su silueta bajo mi cama, de su frágil cuerpo sobre el mío.
Sé también lo venenosa que puede ser su lengua, al hablar cínicamente de nuestra relación, de lo bien que va. Pero perdono todo aquello, porque le amo, porque mi mente y corazón se entregaron a él desde el momento en que comenzamos una conversación. Me enamoré de su decidida mirada, de su rebeldía al hablar, de su extrovertida actitud. Y como no decirlo, de su perfecto rostro y su delgado cuerpo.
Locos estamos ambos, de seguir entre sus redes. Aquellas redes que tejió a nuestro alrededor, manteniéndonos en su territorio. Porque él es como una araña. Una araña que te atrapa, y te acecha hasta acercárse. Una vez a tu lado, saca sus hermosos colmillos y te envenena con su asfixiante veneno de pasión y tentación. Y como pobres insectos, fuimos consumido por sus juguetonas mandíbulas, y aquí estamos, dentro de su cuerpo sin poder salir.
Pero debemos aceptar, que amamos aquel encierro dentro de su figura. Adoramos sentirnos deseados por él. Somos sus caprichos actuales, y así será hasta que se sacie de nuestros cuerpos y almas. Hasta que nuestro amor le sea una mera insignificancia, y vaya en busca de otra presa la cual morder.
Mientras, yo aprovecho el momento que me da para estar a su lado. Le entrego todo lo que poseo, aunque sé que después sólo esté en sus recuerdos.
Estoy aquí para él, como lo estás tu también.
Porque ambos le amamos, ambos le deseamos. Y él disfruta de lo que recibe, y se saborea los dedos cada vez que ve su magnifica haza a volverse más y más grande. Está bien que disfrute, porque para eso estamos. Para entregarle lo que quiere, y a cambio, nos deja recorrer su cuerpo cada vez que deseemos. Se deja amar, besar, acariciar, poseer. Porque eso es lo que busca. Compañía segura a su solitaria alma.
Solitaria alma, claro que sí. Porque Kim Heechul no sabe amar, no sabe querer. Pero para eso estamos nosotros, para enseñarle, a ver si algún día deja de vagar por las calles de la vida, y se decide de una buena vez, en donde asentarse. Y para ese día, estaré dispuesto a entregarle un lugar seguro y alejado del dolor. Un lugar donde sólo estemos los dos y nadie más.
Y para ése día, también estaré yo. Le amaré como siempre lo he hecho, y le haré sentir la persona más feliz de la tierra. Le entregaré refugio y tranquilidad. Amor y seguridad.
Ambos estamos para él. Ambos le amamos a él. Pero veamos si al final, Kim Heechul será capaz de amar. Y veamos pues, para ese momento. ¿A quién elegirá?.
...Para Kim Heechul, con eterno amor. Choi Siwon & Han Geng...