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|| Pain, Sadness and our painful Love || por bou chan

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Notas del capitulo:

TOT morire...el primer fic que publico, gracias a Kayita que me ayudo, gracias a ella pude publicarlo ^^ espero que les guste tanto como a mi, porfavr dejenme reviews con sus opiniones y criticas y todo lo que quieran =) besos

Bou

Caminaba casi tropezándose por el pasillo de ese departamento, avanzando con los empujones que le daba en la espalda llevándolo hasta el baño. Era doloroso ver la mirada de ese hombre que lo empujaba, tan fuerte, tan...llena de deseo e ira...lujuria, capaz de ser saciada a toda costa, aún si eso implicaba...

-¡no quiero seguir ocupando la fuerza contigo, Ruki! O te calmas, o será peor... - le habló Uruha, tratando de agarrar las manos del rubio, tirándolo en el suelo y poniéndose sobre él, mientras el vocal no hacía mas que llorar a gritos y suplicarle

-¡déjame! ¡No quiero! - la voz se le estaba agotando, y le costaba respirar debido al peso que Uruha ejercía entre su pecho y el frío suelo en su espalda, casi imposibilitándolo en la tarea de respirar - te lo ruego...Uruha, por favor...déjame...yo...yo no quiero... ¡suéltame!... por favor...no... - suplicaba, mientras sus fuerzas eran cada vez más escasas y el castaño lograba agarrarle de manos -   ...p-perdóname...

-eso...ya no vale... - se bajó los pantalones, con dificultad debido a la pataleta que Ruki tenía debajo de su cuerpo y los gritos que nuevamente salían de los labios de Ruki cada vez mas potentes y que lo ensordecían, y dejó a la vista su ya bastante erecto miembro

Ruki, al ver la entrepierna de su compañero tan cerca de su entrada, comenzó a gritar, a pedir ayuda a quien fuese que lo escuchara en ese momento. De pronto y sin poder evitarlo al estar concentrado en su tarea de gritar y llorar desesperado, sintió como Uruha lo penetraba, con fuerza, con brutalidad, con lujuria, deseo... Se sintió sucio, se sintió usado...se sintió no valer nada en ese momento, y para que decir, el dolor lo invadió por completo haciéndolo llorar con mas fuerza. Lo único que podía hacer era gritar y sentir como las lágrimas de dolor salían abundantes y a litros de sus ojos y empapaban sus parpados.

Comenzó a embestir rápidamente, sin importarle el dolor o las heridas que empezaban a sangrar en el interior del rubio, la verdad, lo que más deseaba era hacer sufrir al vocal, hacer todo el daño que en ese pequeño cuerpo se pudiera hacer. Cegado por el odio y la ira, no se le podía llamar de otra manera. Lo que Ruki le había hecho, a su parecer, era imperdonable...y merecía un castigo...

Uruha gemía con satisfacción llegando cada vez mas al fondo de ese cuerpo, mientras Ruki gritaba y su sangre recorría sus muslos. Las uñas de Uruha se clavaron en el tórax del rubio, lo arañó todo lo que pudo, dejándole incontables marcas rojas, moretones, heridas abiertas y obviamente rasguños en todo el cuerpo.

Se corrió en el cuerpo del vocalista, quien no había parado de llorar, pero si de gritar un poco ya que las cuerdas vocales se le habían desgarrado, al igual que su corazón y su interior físico. Extasiado, satisfecho, el castaño salió del cuerpo de Ruki intencionalmente brusco y con un gemido de placer.

Se sintió...tan asqueroso al sentir la tibia esencia de Uruha recorrerlo. Las lágrimas se endurecieron en su rostro, pero de inmediato el dolor de las heridas tanto sicológicas como físicas se abrieron, dando paso a su dolor que llegó como una oleada...

Se levantó, se vistió, y se fue al salón de su departamento, dejando el usado y castigado cuerpo de Ruki en el suelo del baño en el que había sucedido todo.

Con dificultad abrió sus ojos, irritados por el llanto, y pudo verse mejor...sus muslos, completamente ensangrentados, el semen de Uruha entre sus piernas mezclado con su sangre, los rasguños y moretones en todo su cuerpo, centrándose en su abdomen y su pecho. Tenía frío, tirado en esa helada baldosa del baño y lo peor; no tenía fuerza alguna para levantarse, pero lo intentó y lo logró aunque le haya costado horrores, se sujetó del borde del lavamanos y levantó su vista al espejo...jamás pensó que se llegaría a ver así, tan derrotado, herido, traumado, sus ojos que antes eran hermosos...ahora mostraban dolor, profundo dolor...comenzó a sentir el ardor en sus heridas y en sus ojos, comunicándole así el inminente llanto, que pronto inundó nuevamente su rostro y sus dolorosos sollozos llenaron el departamento, llegando también a los oídos de Uruha en el sofá del salón. Caminó, sintiéndose despedazado en cada paso que daba, sentía que nunca llegaba a donde sea que fuera a ir en ese momento, solo caminaba, de pronto vio la puerta cerrada del cuarto de Uruha, la abrió y entró, sin importarle que ese no fuese su lugar, no sabía adonde ir en ese momento, se sentó en la cama y pudo ver su ropa en una de las sillas, se alegró de haberla encontrado ya que cuando Uruha le vendó de ojos y lo desvistió, no supo en donde habían quedado sus prendas. Se las puso, sintiendo todo el dolor, sobre todo de su cintura para abajo concentrándose en su entrepierna. Su llanto no cesaba y ahora debía irse de ese lugar, no solo porque no fuese su departamento, sino porque estar ahí era la muerte en vida. Bajó, sollozando y con la respiración entrecortada, miró la figura sentada en el rojo sofá, y su llanto aumento considerablemente, desvió la mirada y se acercó a la puerta, gimiendo de dolor y sollozando, caminando a penas

- espero no tener que castigarte otra vez... - dijo lastimeramente Uruha, sin mirar al rubio que  permanecía frente a la puerta sin abrirla y tratando de aguantar los gritos desesperados que pedían desgarrar su garganta -nos vemos mañana, cuídate y no olvides que hay ensayo, Ruki-chan - habló como si nada hubiese pasado nunca, dándole un toque increíblemente sínico al "Ruki-chan", cosa que hizo que la sangre del rubio hirviera por dentro y que se le escape un gemido doloroso

No dijo nada, ¿Qué podría decir? su estado lo expresaba todo al igual que sus ojos, tembló al sentir que Uruha se acercaba y le abría la puerta

-ven cuando quieras, adiós - el castaño sonreía como si fuesen los mejores amigos, se acercó al rostro del chico y le tomó del mentón girándole el rostro y besándole pasionalmente en los labios para luego sonreír entre lasciva y maquiavélicamente

¿Qué le pasaba? llegó a pensar que Uruha estaba demente, salió lentamente y sintió la puerta cerrarse tras de si, hasta que procesó lo del beso y un asco lo llenó, haciéndole dar arcadas y correr, casi cayendo por el dolor, hacia un baño cercano y ahí, encerrado en uno, vomitó hasta sentirse increíblemente vacío y asqueado. Salió, se enjuagó la boca y se lavó la cara empapada en lágrimas, esparciendo más aún el maquillaje por su rostro.

Caminó, o mejor dicho, corrió hasta el inalámbrico que tenía en la cocina, debía llamar con urgencia a sus compañeros para avisarles que el ensayo de ese día se había corrido para el día siguiente, marcó el número de la casa de Ruki pero nadie le contestó, maldijo la manía del vocalista de salir a comprar ropa y cosas en los momentos en los que más se le necesitaba, decidió llamarle al móvil, en el cual se demoraron bastante en contestar

-Diablos... - no quería decir una palabra más fuerte para maldecir al vocal - ¡¿Dónde demonios estas?! Te llamé a tu departamento y no estabas ahí y ahora que te llamó al celular de demoras siglos en contestar... - hizo una pausa para relajarse un poco y suspirar, ni siquiera había notado que el rubio no dijo nada al contestar, él empezó a hablar cuando escucho un ruido que parecía que alguien le había contestado, pero la voz de Ruki no se había escuchado en todo ese rato, ni siquiera sabía si era el vocal el que estaba del otro lado o que con tanta histeria se equivocó de numero y llamó a otra persona, en fin, siguió hablando de todas formas - ok, ok, ok, necesitaba avisarte que el ensayo de mañana se adelantó para hoy debido a que el manager tiene problemas para mañana y será en una hora ¿entendido? Te esperó en el estudio... - iba a cortar pero escuchó una respiración entrecortada, como...un sollozo reprimido - ¿Ruki? ¿estas bien?

-n-no... - habló, con la voz ahogada, por primera vez después de todo el cotorreo de Kai

-¿q-que pasa?... - preguntó preocupado, pero volvió a un tono serio - ¿donde estas? -  preguntó sonando un poco frío sin quererlo - Ruki...por favor háblame...¿sigues ahí? Dime donde estas, Ruki por favor, no me asustes...

De una forma agradecía que el ensayo se hubiese cambiado para el día siguiente, de no haber sido así, Kai nunca lo hubiera llamado y nadie nunca se hubiera enterado de su estado para ir a buscarlo a ese baño del cual no pretendía salir solo, sabía que Kai suspendería todo para ir a buscarlo, siempre era así, y lo agradecía con toda el alma, en especial ese día, decidió no preocupar más a su baterista y decirle en donde estaba - e-estoy en...un baño...cerca del ascensor en el...piso del departamento de... - se detuvo, decir ese nombre sería doloroso

-¡¿de quien Ruki?! - aparte de preocuparse, se estaba hartando, ¿Qué le pudo haber pasado al rubio para tenerlo así?

-de...Uruha... - ok, lo había dicho ya, solo faltaba esperar la ayuda del moreno - por favor, sácame...no estoy bien, Kai... - dijo llorando otra vez, llorar se había convertido en algo tan frecuente ese día, más que frecuente, vital...necesario, necesitaba sacar todo su dolor, ¿y que mejor manera de hacerlo cuando estaba solo?...si...solo...

-voy para allá... - dijo decidido y cortó la comunicación, dejando a Ruki llorando con el teléfono en la mano, desesperado por que Kai lo encontrara

Agradeció que Kai cortara, no quería que el batero escuchara su llanto, aunque tampoco creía poder aguantar mucho al verlo...

Salió disparado de esa cocina, olvidándose de cualquier ensayo u otro deber, su prioridad ahora era Ruki, ayudarlo de cualquier forma. Bajó por las escaleras, sería lento en el ascensor, se subió a su auto y partió en busca de su gran amigo. La velocidad era muy rápida comparándose a la que él conducía normalmente cuando no debía ir a salvar a alguien, la verdad, cuando se trataba del bienestar de sus amigos, lo dejaba todo y se le olvidaba todo lo demás. Llegó en menos tiempo del que pensaba, histérico por llegar al décimo piso en el que vivía Uruha y donde estaba Ruki, lo único que sabía era que jamás maldijo tanto el lugar de residencia de alguien como ese día. Cuando al fin llegó al condenado piso, corrió buscando el condenado baño del condenado pasillo cercano al condenado ascensor, cuando lo encontró, abrió la condenada puerta y no vio a nadie...solo escuchó un sollozo proveniente del otro lado de una de las puertas

-aquí estoy, Ruki - se paró frente a la puerta de la que venía el llanto, ni siquiera lo llamó para asegurarse de que era él, sabía hasta la forma de llorar de sus amigos, pero debía reconocer que jamás había escuchado unos sollozos tan dolorosos provenientes de Ruki - sale de ahí, ya estoy aquí...

-¡¡Kai!! - gritó en un sollozo el rubio saliendo del baño directo a aferrarse al cuerpo del batero, llorando más que antes, estaba feliz de ser al fin encontrado -...sácame, por favor...sácame de aquí... - lloró acurrucado en el pecho del moreno, quien lo abrazaba protector y muy estrechamente, como para hacerlo sentirse seguro

-calma... - se arrodilló frente al rubio como un padre y le limpió tiernamente las lágrimas mientras Ruki no paraba de gimotear y llorar con la respiración agitada - ya nos vamos... - dijo esto y luego lo cargó en sus brazos, Ruki se acomodó en su pecho otra vez y siguió llorando, se veía destrozado...como nunca antes había visto a alguien, ni siquiera en la televisión

"No me siento culpable...no...él lo merecía, Ruki se lo merecía por lo que me hizo, él es mío...solo mío...de nadie más, mucho menos de ese, solo así, castigado, aprenderá...no me siento culpable..." eso era lo que pensaba Uruha una y otra vez, acabándose su tercer cigarrillo sentado en el sofá. Dejó la colilla en el cenicero, el cual estaba lleno de cenizas de días antes y que él nunca se daba el tiempo de limpiar, se paró y fue a su cocina por una cerveza para despejar su mente. De pronto recordó todo de golpe, escuchaba el llanto de Ruki, como si fuera un llanto verdadero...de ese mismo instante, como si estuviera sonando de verdad en sus oídos, o...acaso... ¿era de verdad? ¿Escuchaba un llanto?...dejó la lata en la mesita del living y se asomó fuera del departamento, efectivamente, ahí estaban Ruki siendo cargado por... ¿Kai? ¿Que hacía Kai ahí?...o... ¿Por qué Ruki seguía en el edificio?...

Caminaba lo más acelerado que podía su cuerpo al sostener a Ruki en sus brazos, no quería que alguien saliera a matarlos con una escopeta por todo el llanterío del rubio, pero tampoco podía exigirle callarse, cualquiera fuera el motivo del llanto, debía ser grande, como todas las razones que Ruki tenía las pocas veces que lloraba de esa manera. Entraron al ascensor y al voltear, vio que efectivamente alguien había salido a mirarlos, pero...no era cualquier persona, él la conocía, antes de que las puertas se cerraran pudo ver que quien había salido era Uruha, agradeció al cielo que Ruki no se haya dado cuenta al estar llorando en su pecho. Al llegar abajo, salió, sin importarles las miradas de la gente, con Ruki en sus brazos hacia el auto. Primero subió al inmóvil rubio en el asiento del copiloto, luego rodeo el auto y se subió él, le puso el cinturón de seguridad al vocalista y luego a el mismo, antes de partir, acarició con cariño la mejilla húmeda de Ruki y le dio un beso en la frente, por lo cual el vocal ni se inmutó, parecía perdido en un sueño pero sin dormir...

Entró al departamento y cerró la puerta rápidamente con su espalda y luego se dejó deslizar por esta hasta llegar al suelo, en donde se tomo la cabeza con dos manos tirando su cabello hacia atrás desesperadamente, Kai lo había visto...Kai estaba ahí...Kai sabía o sino sabría tarde o temprano lo que pasó con Ruki...estaba perdido, lo odiaría...lo odiarían... ¿Qué iba a hacer ahora? Él amaba a Ruki, claro, no lo demostró muy bien esa tarde y Kai no se convencería de lo mucho que Uruha amaba a Ruki cuando el rubio le contara lo que le hizo, pero...era verdad, él lo amaba, mucho y estaba seguro de que Ruki también lo amaba, pero...ese fue el fin, no los dejarían estar juntos otra vez, no después de que todos se enteraran de lo ocurrido... ¿Qué haría ahora sin Ruki? ¿Qué haría sin la confianza ni el cariño de sus amigos?...pero, había alguien...alguien que el sabía que jamás lo odiaría ni lo juzgaría mal, debía llamarlo y contarle, sabía que recibiría ayuda de esa persona, como siempre que se la había pedido...y cuando no se la había pedido, también...

Llegaron al departamento en pocos minutos, Ruki no se había movido ni hablado en todo el trayecto, permanecía en trance hasta cuando Kai lo bajó del auto. Subieron hasta el departamento, cerró la puerta con un pie y subió hasta dejar a Ruki en la habitación suya, ¿serían ciertas sus sospechas...? Lo averiguaría, no podía dejar que eso pasara otra vez y si de verdad sucedió, debería pensar en que hacer con Uruha...acercó sus manos al borde de la camisa del rubio, levantándola con cuidado de no despertarlo porque era seguro que si salía de ese "trance" armaría un escándalo de llanto y no lo dejaría revisarlo, al dejar descubierto el torso del rubio pudo ver la respuesta a las dudas, preguntas y sospechas que se formulaban en su cabeza, si, Ruki había sido violado...

-Moshimoshi - saludó el moreno con tono alegre

-Aoi...- saludó el castaño con un dejo de tristeza

-¿sucede algo? - preguntó al instante al escuchar a Uruha

-s-si...necesito que vengas, por favor, necesito hablarte...solo tu sabrás ayudarme - pidió con tono triste y suplicante

-claro... - aceptó medio distraído - etto...nos vemos allá, Uruha

-¡No! - gritó antes de que el otro guitarrista cortara el teléfono, no quería estar en su casa un momento más, si los demás querían encontrarlo obviamente el primer lugar en donde buscarían sería allí - no, por favor...no aquí, veámonos en algún bar...no se...pero aquí no...- recordó que, si iba a su bar favorito, si Kai lo buscaba en su departamento y no lo encontraba lo encontraría fácilmente en aquel bar - ¡no! y-ya se...veámonos en el parque que esta cerca de tu departamento, nee?

-ok, nos vemos ahí entonces - ¿Por qué Uruha estaba tan extraño?

-arigato... estaré allá, jane...-y y si decir más ambos cortaron la comunicación


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