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Cuando la autoridad es un Uchiha por sasulee

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Notas del fanfic:

 

 

Disclaimer: los personajes de Naruto son absoluta propiedad de Kishimoto-sensei, pero debido a tantas cosas ilegales que hay y que no se hace mucho caso a los derechos de autor…

 

 

Notas del capitulo:

 

Vengo a contarles una historia de un princesito que vivía preso en una torre y que tenía a un conejo plateado mágico de mascota… eh… ah no, ese es el cuento que le escribí a mi hermana en el Kinder, bueno, aquí traigo esta cosa para que me odien más, he pedido consejo a algunas amigas mías por lo que ya no seré tan malo escribiendo (solo de vez en cuando) y escribiré una que otra cosa romántica (de vez en cuando), aviso que no tengo nada en contra de nadie y de ningún personaje, sólo escribo lo que se me ocurre en mi sucia cabeza, si quieren quejarse, háganlo, están en su derecho de opinar, no me molesto porque también soy humano y también tengo mis ataques de ira (y de demencia… como ahora), si dejan reviews… (y espero que lo hagan porque no me gasté el cerebro y mi pervertidas ideas para que sólo se masturben sin agradecerme el favor)… se los agradeceré de por vida… o hasta que se me olvide.   

 

 

Último modelo, recién adquirido y con el tanque lleno, así estaba el auto nuevo de aquel chico rubio, el muchacho se sentía todo un casanova, por eso traía puestas unas gafas de sol color naranja, quería impresionar a cierta chica pelirrosa a la cual no dejaba ni respirar y cuya forma de llamar su atención era con el “Sakura chaaaaaan” un poco obstinante de su boca, no llevaba ni una semana con el auto y ya tenía cientos de multas que pagar, varias reparaciones y pagos pendientes, y es que el ojiazul era tan bueno manejando, no entendía mucho las señales de tránsito y las luces de los semáforos lo tenían confuso, ¿Cuál era la de detenerse? ¿La luz verde o la roja? Y ¿Qué rayos significaba la amarilla? El chico no lo sabía pero no le importaba, luego tomaría un cursito de esos donde te enseñan todo lo que se tiene que saber en la vía, lo único que quería era ver a la chica y llevarla a pasear, pero su imprudencia lo llevó a pasarse del limite de velocidad al pisar el acelerador y en el preciso momento que un oficial estaba patrullando por la zona, el auto del policía no dejaba de sonar la sirena avisándole al conductor que se detuviera, pero éste era Naruto.

    

- ¿Y ahora que le pasa a este? – El chico tenía las manos en el volante, ni pendiente que era la ley – Mierda, pero si es la policía – el rubio se dio cuenta por fin al ocurrírsele la idea de usar los espejos – “Tranquilo, solo detente y mantén la calma”  - pensaba el chico sudando exageradamente.             

    

Naruto se estacionó en un lado de la carretera, se quitó los lentes, estaba en un sitio alejado de esos en donde rara vez pasa un auto y todo se ve desierto, el auto del oficial se colocó detrás y detuvo la marcha, el chico rubio estaba nervioso, no tenía dinero para otra multa, miró de reojo, el policía se había bajado de la patrulla y se dirigía hacía él, el volante parecía habérsele pegado al chico de las manos porque no las quitaba por nada, la respiración fue cortándosele poco a poco hasta que por fin vio la silueta del oficial a un lado suyo, lo miraba desde la ventana. 

    

- Bue… nas o… ficial – el chico rubio mantenía una sonrisa falsa.

    

- Buenas – la voz del sujeto era sumamente fría, tenía puesto unos lentes oscuros -

¿Sabía usted que acaba de excederse el límite de velocidad? – preguntaba el peliazul sabiendo por la cara del muchacho que no sabía ni donde estaba parado.    

    

- Pues… no me di cuenta de ello – Naruto trataba de buscar una forma de salvarse de la multa pero debido al nerviosismo y a la apariencia totalmente dominante del moreno, no se le ocurría nada. 

   

- Ah… no se dio cuenta – el oficial miró detenidamente al chico, no tenía cara de que el auto lo hubiera robado, pero nunca se sabe - ¿Y tampoco se percató que no tiene puesto el cinturón de seguridad?   

    

- ¿Eh? – era cierto y es que si ni siquiera sabía como se ponía eso – es que…  

    

- Los papeles.

    

- ¿Qué?

    

- Que me dé los papeles del auto – el peliazul se estaba hartando, el sol podía reflejarse en aquellos lentes oscuros.    

    

- Si, claro los papeles – Naruto se revisó los bolsillos de la camisa que traía puesta, como si los fuera a encontrar allí – Un momento.       

    

El moreno se estaba molestando, el chico rubio comenzó a buscar como loco los dichosos papeles, revolvió los empaques de golosinas, envases de ramen instantáneos y toda la basura que tenía dentro pero después de andar así por otros minutos más no encontró nada, el peliazul suspiró.     

    

- Su licencia por favor.

    

- Aquí la tiene – Naruto se la entregó al oficial quien no dejaba de verla, ya que el rubio era muy fotogénico – “Este chico tiene lo suyo” pensaba el uniformado mientras sonreía.

    

- Bien, señor… Uzumaki ¡Salga del auto! – vociferó el moreno con su voz totalmente seria. 

    

- ¿Qué?... “oh no, las otras veces que me habían detenido si llevaba los papeles y nunca me mandaron a salir del auto” – pensaba el rubio todo desesperado – “¿Y ahora que hago?, me va a quitar el auto y aún no lo termino de pagar”   

    

- ¡Que se baje! ¡¿Además de ciego está sordo?! – exclamaba el peliazul al seguir Naruto en el interior del vehículo.

    

- ¿Qué dice? – El ojiazul se molestó, no soportaba ni el más mínimo insulto - ¡Sordo y ciego usted!  

    

- ¡¡¿Qué?!! – al moreno le disgustó que le respondiera de ese modo y en ese tono - ¿Se atreve a insultar a la ley?

    

El chico la había regado y lo sabía, pero le importó un cuerno que el que estuviera frente suyo fuera un policía o hasta el mismo presidente, lo había insultado y su boca era muy floja… y su lengua, su lengua no se quedaba quieta cuando de discutir se tratase. 

    

- ¡¡Ustedes los polis se creen la gran cosa!! – Naruto continuaba peleando a través de la ventana – ¡¡Sólo porque tienen una placa y un uniforme – y un revolver, no se acordó de eso porque continuó defendiendo sus derechos… y es que era Naruto – Ya se creen que son más que los civiles!!      

    

- ¡¡SE ACABO!! – Gritó enfurecido el peliazul - ¡¡SALGA DEL MALDITO AUTO!! 

    

Ante esta buena manera en que se lo habían pedido, el chico de los ojos azules no tuvo más opción que salir, era eso o meterse en más problemas, se había pasado una luz roja (acuérdense que Naruto no sabía que era para detenerse), excedió el limite de velocidad, no tenía los papeles del auto, ofendió (según él) a un oficial y de paso no le iba a hacer caso, Naruto abrió la puerta de mala gana, y quien no estaría molesto, se dirigió al policía que tenía frente suyo, no pudo evitar sorprenderse, y es que el tipo estaba como quería, o sea ese uniforme le quedaba… uf, esos lentes oscuros lo hacían ver… au, y esa mirada arrogante de “yo soy mejor que tú y me importa un comino lo que pienses”… aaah, el rubio estaba como idiotizado frente a la ley, sacudió su cabeza para regresar a la realidad cuando recordó que el sujeto era un alzado y que le quería multar (según él, Sasuke no dijo nada de una multa… pero si es Naruto)

    

- Mire señor… - Naruto leyó la identificaron del moreno en su chaqueta que decía “Uchiha Sasuke” – Sa…suke, yo no voy a permitir que…     

    

Pero el chico no tuvo tiempo de terminar o más bien de iniciar el sermón improvisado, ya que al Uchiha le importaba un rábano escucharlo, lo volteó y le colocó unas esposas. 

    

- Pe… pero… ¿Qué… hace? – El rubio estaba nervioso – “me van a meter preso… y no tengo para pagar la fianza… mi hermana Ino me va a matar” 

    

Sasuke estaba cabreado y podía meter en la jaula al chico si así lo quería, pero su mirada se detuvo en su cuerpo precisamente, el rubio estaba más que bueno y eso lo notó el Uchiha, decidió aprovechar su autoridad en ese momento, y es que no todos los días se consigue a un rubio así en la vía, abrió las piernas del chico y comenzó a manosearlo bruscamente, Naruto se estremeció.

    

- ¡¿PERO QUE HACE?! – la mirada del rubio era de terror, trataba de safarse pero las esposas mantenían cautivas sus muñecas y el ofi Sasuke lo detenía con su cuerpo.   

    

- Estoy revisando a ver si no tienes ningún arma, droga u otra cosa ilegal – respondió el agente sin dejar de tocar al chico.

    

Esta era la excusa que había dado el peliazul, pero no era más que eso, una excusa para manosear al indefenso rubio, si se veía a kilómetros que el chico era de esos que no hacen más que molestar con sus berrinches y quejas, las intranquilas manos continuaban arrastrándose por aquel cuerpo, Naruto ante su inocencia pensaba que era un proceso judicial y bla, bla, bla… había visto muchas películas de policías y ladrones, pero se alarmó cuando Sasuke comenzó a masajear sus nalgas y su entrepierna, ya eso no era parte de su trabajo.    

    

- Pe… pero que… - el rubio no pudo siquiera seguir la frase porque su boca había sido bloqueada con la mano del Uchiha.    

    

- Tiene derecho a permanecer en silencio – el peliazul inclinó al chico juntando su pecho con la parte delantera del auto – Todo lo que diga será usado en su contra – decía el moreno mientras continuaba con su labor. 

    

La lengua del Uchiha recorrió el cuello del rubio sin apartar la mano de su boca, Naruto estaba más que asustado, no sabía que hacer, estaba indefenso y para colmo al parecer en esa maldita carretera no pasaba un alma sino de vez en cuando, el sujeto era muy fuerte ya que el chico apenas podía forcejear, al sentir la otra mano del peliazul aproximarse a su entrepierna mordió con todas sus fuerzas la mano que bloqueaba su boca.

    

- ¡¡Aaaah!! – Se quejó Sasuke, los dientes del rubio si que estaban afilados – Chiquillo insolente – sacó un pañuelo de su bolsillo y lo amarró a la boca del rubio privándolo de la facultad de… lo que sea no podía gritar – Ahora no causaras problemas.           

    

Haciendo este acto malvado contra el pequeño, el Uchiha continuó en lo que estaba, sus manos seguían recorriendo el cuerpo, Naruto intentaba gritar pero el bendito pañuelo no lo dejaba, no podía quitarse al sujeto de su espalda, se sentía desesperado, iba a ser violado y no podía hacer nada y lo peor iba a ser violado por un agente de la policía.    

    

- No te preocupes – decía el oficial casi susurrándole al oído – luego de terminar podrás irte y será como si no hubiera pasado nada.   

    

Una profunda rabia inundó al chico ¿Por qué tenía que pasarle esto? ¿Qué había hecho?, dejó de pelear, no había caso, sus azulados ojos comenzaron a derramar amargas lagrimas que mojaron el pañuelo blanco, Sasuke bajó los pantalones del rubio y masajeo bruscamente el bien formado trasero, Naruto sólo lloraba en silencio, el peliazul se subió los lentes oscuros a la altura de la cabeza y se desabrochó el pantalón, se masturbó como pudo y lo penetró de golpe, no podía arriesgarse de que algún auto pasara en aquel preciso momento, el rubio se quejó, mordía el pañuelo humedecido por sus lagrimas y por su saliva, el peliazul inició las embestidas sin importarle que el Uzumaki de broma pudiera respirar, lo hacía con fuerza y con furia.

    

- Uf… “este chiquillo… tiene un cuerpo increíble” – pensaba el Uchiha mientras seguía embistiendo al ojiazul, sin ninguna clase de compasión.                  

    

- “Dios… por favor… ayu… dame” – Imploraba Naruto al tiempo que lloraba, quería que pasara rápido, que Sasuke saliera de dentro de él.      

    

El oficial por fin detuvo el vaivén y comenzó a llenar el interior del rubio con su semen, se limpió el sudor de la frente, pensó en llevarse al chico a otro sitio para continuar pero el intercomunicador en su patrulla comenzó a sonar como loco.

    

“Sasuke… ¿Dónde rayos te metiste?... Sasuke ¿Estas ahí?...”   

    

Debido a que la bendita chicharra no dejaba de sonar, el peliazul no tuvo más opción que salir del interior de Naruto, lo hizo tan bruscamente como cuando entró lo que provocó que el chico se quejara (para lo que le importaba), se acercó a la bendita cosa y se dedicó a contestarla.

    

- Aquí Sasuke… ¿Hay algún problema? – Sasuke continuaba sudando.      

     “¿Cómo que si hay algún problema?... me dejaste abandonado en el puesto de comida rápida… ¿es que acaso se te olvidó que te estaba comprando tu puto almuerzo?”       

- Enseguida voy para allá – el peliazul respondía de mala gana.   

    

Sasuke continuaba hablando por el aparato mientras que el rubio seguía igual como lo había dejado, podía haber intentado irse de allí, pero las heridas psicológicas no lo dejaban abandonar el sitio, no podía moverse, las esposas continuaban en sus muñecas, sólo lloraba inclinado en el capo del auto con los pantalones abajo, se sentía usado y miserable, finalmente el moreno terminó de charlar y se dirigió de nueva cuenta al cuerpo perteneciente al Uzumaki. 

    

- Quisiera seguir aquí contigo pero tengo que irme – retiró el pañuelo de la boca del chico, esperó a que gritara, lo insultara, lo mandara la infierno, pero el rubio sólo se quedó en silencio – ¿No vas a quejarte? 

    

De su bolsillo el Uchiha sacó unas llaves y las introdujo en las esposas para abrirlas, acto seguido se apartó un poco a esperar a que Naruto intentara golpearlo, pero al quedar libre de ellas el rubio sólo se frotó las muñecas, tenía la mirada baja, no decía nada, se subió los pantalones y se acomodó como pudo.  

    

- ¿Tampoco vas a hacer berrinches? – preguntaba el peliazul mientras se subía la bragueta y se guardaba las esposas.   

    

- … 

    

- Bueno… puedes irte – decía Sasuke mientras le daba la espalda al rubio.

    

Con lo poco que le quedaba de dignidad, el rubio se acercó a su auto, abrió la puerta y se introdujo en él, el peliazul no se volteo pero tampoco se movió del sitio de donde estaba, Naruto suspiró, encendió el motor y arrancó alejándose del lugar, Sasuke se giró al notar que el chico se había apartado de su vista, la culpa y el “¿Qué he hecho?” tardaron en llegar pero hicieron su aparición en la conciencia del agente, no se suponía que eso pasara, había actuado terrible, pero debido a su forma fría y calculadora de pensar se montó en la patrulla y continuó su camino, había pasado un buen rato y eso era lo único que le importaba, se dirigió a recoger a su compañero en el sitio donde lo había dejado.

    

A lo lejos, en el interior del vehiculo, Naruto no hacía más que llorar mientras manejaba, estaba traumatizado, no pensó en demandar lo que había ocurrido, total nunca le creerían que un policía lo había violado y menos si el sujeto decía que no era cierto, varios autos pasaron a su alrededor dirigiéndose al lugar del crimen ¿Dónde demonios habían estado?, trató de calmarse, estaba a punto de llegar a la casa de Sakura, quería recogerla con una sonrisa, falsa pero al final de cuentas era una sonrisa, abrió la cajuela del auto en busca de algún pañuelo para limpiarse las lágrimas, pero quedó shockeado al encontrar otra cosa…. Los papeles de auto.

  

 

Notas finales:

 

……….. Puse a Sasuke muy bastardo ¬¬…….. Hice sufrir al zorrito ¬¬……… lo siento, intenté ser sutil pero mi mente sádica quería verlo (o leerlo) sufrir, espero sus amenazas de muerte… ah no, digo sus reviews, iba a hacerlo más largo y pervertido pero mi jefe se llamó la atención en el trabajo mientras lo escribía y mi maldita musa se traumó, mi musa es muy pervertida así que se quieren quejarse que sea con ella, pero como temo por mi seguridad ya contrate a unos chavos en mi cuadra que juegan a los ninjas para que me escolten hasta mi casa, bueno gracias por leer mis brothers and sisters.    


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