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CONSUMMATUM EST, AT OMMIA VINCIT AMOR por gravi chan_reloaded

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Notas del fanfic:

Ñiaaa hola a todos, jaja pues como ya es bien sabido por todos aquellos que nos hacene l favor de leernos y para los que ésta es la primera vez, éste fic se publico por primera vez el 13 de marzo del 2007, (jaja lo recuerdo bien)

Y ahora que mejor ocasion para volver a publicarlo, que el cumpleaños de Shizuka!!! OMEDETTO ADA-CHAN!! ^_^... Así que te deseamos cumplas mushos mushos años mas!!!!!...Ya que esta dedicado para vos...

Después de nuestra dedicatoria, dosdo miles de gracias por leer este fic tan especial para nosotras.

Capitulo único... Irrevocabile (irrevocable)

  

----------------------------------  Domingo 11 de Marzo

 

Frente a la puerta de su departamento se encontraba el rubio de ojos dorados buscando en sus bolsillos las llaves, las introdujo en la cerradura, se descalzó, el sitio estaba completamente en la obscuridad con una extraña atmósfera, lentamente caminó hasta llegar a la sala, se acercó a una pequeña lámpara para encenderla, miró el reloj de pared el cual pronto marcaría las diez de la noche, se llevó una mano a la frente para tratar de mitigar el fuerte dolor de cabeza que sentía.

 

Tomó asiento en el sofá, echó su cabeza hacia atrás para descansar un poco y relajarse, así permaneció por algunos momentos, cuando se incorporó se frotó los ojos con sus finos dedos para buscar aclarar su vista, se levantó para dirigirse a la cocina de donde tomó de la nevera una cerveza, el departamento se encontraba en un profundo silencio, siendo interrumpido por el breve sonido de la lata al ser abierta, salió con ella en mano a la terraza en donde el viento de la noche parecía acariciar delicadamente su rubia cabellera.

 

Esa noche la intensidad de la luz de la luna llena iluminaba su rostro dándole un matiz pálido, sacó un cigarrillo de su bolsillo, lo encendió y lo fumó con suma  tranquilidad, observando ocasionalmente como el fuego convertía en cenizas su cigarro permaneciendo en todo momento inmerso en sus pensamientos, para después darle una nueva calada hasta que se hubo extinguido. Sintió como el penetrante frío se apoderaba de él, fue cuando decidió entrar para ir en busca de un abrigo que atemperará su perfecto cuerpo.

 

Suspiró fatigadamente al sentir los efectos del cansancio mientras avanzaba por el pasillo, llegó a la puerta trato de no hacer ruido al abrirla, al suponer que encontraría a su amante de hermosos ojos amatista durmiendo en la habitación, pero se sorprendió al hallar la cama vacía, siendo tenuemente iluminada por la luz de la noche que entraba por los fríos cristales de la ventana.

 

Preocupado se acercó hasta la cama, olvidando el impasible frío de su cuerpo, se recostó recargándose en las almohadas, buscó su móvil en sus bolsillos, lo sacó y marcó el número del pelirosa, pero aunque escuchó varias veces el llamado, él no respondió a las insistencias que el novelista realizó, obteniendo como  única respuesta el contestador automático.

 

Su rostro comenzó a reflejar una mezcla de nerviosismo y preocupación, incrementando su dolor de cabeza, colocó un par de sus dedos en cada una de sus sienes e hizo un poco de presión mientras cerraba sus ojos logrando un momentáneo alivio, posteriormente recargó su cabeza hacia atrás y por algún tiempo permaneció con la mirada fija en el techo, hasta que una sensación de angustia lo estremeció con el fugaz recuerdo del de cabellos rosados al aparecer repentinamente en su mente rodeado de una obscuridad...

 

---------------------------------- Lunes 12 de Marzo  

 

Ese día por la mañana al despertar lentamente abrió sus ojos, percibiendo inmediatamente el reconfortante calor del pequeño cuerpo a su lado, intentó moverse un poco, pero al encontrarse posesivamente abrazado por el pelirosa, quien recargaba su cabeza entre su pecho y su brazo, cuidadosamente se alejó de él para poder observarlo, esbozando una tierna sonrisa ante la imagen que el momento le ofrecía y mantenía el de ojos amatista, quien con una expresión en su rostro llena de serenidad y paz dormía tranquilamente, el de ojos dorados se mantuvo observándolo por algún tiempo como si tratara de conservar en su memoria por siempre cada detalle de esa imagen inmaculada.  

 

Con el dorso de su mano acarició la mejilla del cantante y se inclinó sobre sus labios para depositar un tierno beso, quien ante el contacto musitó el nombre del escritor para pedir un poco más de tiempo para dormir, el novelista volvió a besar sus labios y fue hasta ese momento que abrió sus hermosos ojos amatista para sonreír tiernamente a quien lo había despertado.

 

Yuki.- baka, ¿no piensas levantarte ya? 

 

Shuichi.- se estiró sobre la cama, bajo un leve quejido -- Yuki, vamos a quedarnos un ratito mas aquí ¿si?

 

Yuki.- tengo trabajo que hacer ¿sabes? y en treinta minutos será medio día

 

El novelista se incorporó para tomar de una de las gavetas de la mesita de noche uno de sus cigarrillos, mientras el cantante se colocó de tras de él y ahora lo envolvía con sus brazos para susurrarle al oído de nuevo su anterior petición, pero ante la negativa por parte del rubio quien se levantó para dejarlo caer sobre la cama, ahora se dirigía a la salida en donde repentinamente se detuvo y se giró para ofrecer una mejor propuesta

 

Yuki.- ¿Qué te parece si mejor te invito a comer fuera?

 

Shuichi.- bajó su rostro con una expresión ensombrecida y musitó con tristeza-- no.... no Yuki, realmente no tengo deseos de salir hoy del departamento.

 

Yuki.- como quieras...-- encogiéndose de hombros se dio la vuelva  

 

El rubio cerró la puerta de la habitación una vez que salió, dejando solo al pelirosa quien observó como se cerraba desapareciendo lentamente la imagen del rubio tras ella, permaneciendo inerte sobre la cama sintiéndose completamente abatido, inmerso en sus pensamientos hasta que una lagrima recorrió su mejilla la cual intentó borrar con el dorso de su mano, se incorporó y se dirigió al cuarto de baño, en donde se lavó su rostro con agua fría para tratar de quitar lo enrojecido de sus ojos, se mantuvo unos momentos apoyado con sus manos una a cada lado del lavamanos con la cabeza inclinada hacia abajo, cuando se hubo calmado un poco tomó una de las toallas y secó su recién humedecida piel para salir en busca del rubio. 

 

El cantante caminó por el pasillo en dirección a la cocina de donde provenía un agradable aroma a café recientemente preparado y al entrar vislumbró al rubio recargado en uno de los muebles, con una taza en la mano de la que bebió un pequeño sorbo del calido líquido, se quedó embelesado ante la imagen en el umbral de la puerta observando al novelista, quien lucía su holgado pantalón de pijama hasta la cadera y la camisa del mismo conjunto con los primeros tres botones desabrochados.

 

Yuki.- ¿Shu?... ¿te sucede algo?

 

Shuichi.- eto no, Yuki... ¿por qué?  

 

Yuki.- ja... hoy despertaste mas extraño que de costumbre

 

Shuichi.- esbozó una fugaz sonrisa-- no te preocupes por mi Yuki

 

El rubio preparó los alimentos y juntos se sentaron a la mesa para comerlos, mientras conversaban acerca de la nueva novela que estaba escribiendo y de las letras de las nuevas canciones que tenían preparadas para el CD de Bad Luck, cuando terminaron sus alimentos permanecieron unos momentos mas allí, mientras el novelista fumaba uno de sus cigarrillos, posteriormente se levantó y se dirigió a su estudio en donde seguiría trabajando en su escrito, mientras el pelirosa hacia la limpieza de la comida.

 

Cuando terminó sus labores el de ojos amatista caminó a la sala, en donde tomó el control remoto de la mesa del centro y se recostó en uno de los sofás con una de sus manos de tras de la nuca, encendió el televisor y pasaba canal por canal, pero inesperadamente se incorporó y la apagó, dejando que el silencio se apoderará de lugar.   

 

Algunas horas pasaron en las que el de cabellos rosados permaneció en el sillón de la sala abrazando sus piernas con una escondida expresión nostálgica en su rostro y una mirada de infinita tristeza, meditando en lo ocurrido en los últimos días, cuando sintió como comenzaban a cristalizarse sus hermosos ojos por el llanto contenido, se incorporó para salir a la terraza en donde el frío viento despeinaba su rosada cabellera. 

 

Permaneció observando como la tarde desaparecía para dar comienzo a la noche, mientras ocasionalmente secaba con el dorso de su mano algunas lágrimas que escapaban de sus magníficos ojos amatista, se hallaba absorto ante la perfecta imagen del paisaje, los últimos rayos iluminaban las escasas nubes y el inmenso cielo dándole un color anaranjado y rosado, mientras acariciaban delicadamente su bronceada piel, brindándole una momentánea paz que inundaba su ser.   

 

Se encontraba tan inmerso en sus pensamientos mientras observaba los hermosos matices del atardecer, que no se percató en que momento el rubio salió y lentamente se acercó a él para envolverlo con sus brazos, situando sus labios muy cerca de los suyos con la intención de susurrarle unas tiernas palabras que quedaron en el olvido cuando se percató de sus lágrimas, quien se sobrecogió al encontrarlo en ese estado, lo giró entre sus brazos con una mirada inquisitiva.

 

Yuki.- ¿Qué te sucede Shuichi?

 

Shuichi.- no es nada Yuki... solo me emocionó el atardecer   

 

Yuki.- pero si estas llorando

 

Shuichi.- de verdad no es nada, es solo que...-- hizo una pausa en la que pareció dudar-- me sentía solo sin ti

 

El cantante se elevó un poco para atrapar los labios del rubio en un largo y tierno beso, quien se lo devolvió de la misma forma, mientras colocaba una de sus blancas manos en el mentón del moreno y con la otra delicadamente lo envolvía tomándolo de la cintura, mientras el pelirosa lo abrazaba fuertemente, hasta que irremediablemente tuvieron que separarse, se miraron y esbozaron una dulce sonrisa, así permanecieron abrazados por algún tiempo mientras observaban en silencio la perfección de la noche y sus luces.   

 

Yuki.- esta haciendo frió aquí afuera, deberíamos entrar ya

 

El pelirosa simplemente asintió en respuesta y ambos se adentraron en el departamento tomados de la mano, llegaron a sala, en donde el rubio antes de si quiera pensar en poder regresar a su estudio para continuar con su novela ya había sido convencido por el cantante con una suplicante mirada, para ver una película en el reproductor del sistema de entretenimiento.

 

El novelista se encontraba sentado en el sillón, con una de sus piernas sobre la superficie y la otra la mantuvo en el piso, manteniéndose recargado entre el respaldo y el descasa brazos, esperando a que el cantante terminara de colocar la película en el reproductor, éste cuando terminó se giró para acercarse a donde se hallaba el rubio, quien al verlo le extendió sus brazos para indicarle al ojivioleta que se situara junto a él, quien aceptó la sugerencia dichosamente, se encontraban casi recostados, abrazándose mientras el rubio acariciaba sin darse cuenta los brazos del cantante, mientras él disfrutaba de la acción de su amante con un indescriptible agrado.

 

El tiempo pasó y la película estaba por finalizar, pero en ese momento se encontraba detenida, el rubio aguardaba el regreso del pelirosa quien había ido a la cocina para tomar de la nevera una lata de cerveza para él y servir un poco de zumo de su sabor favorito, fresa, en un vaso, salía del sitio cuando inesperadamente se detuvo en el umbral de la puerta de la cocina y se estremeció por una sensación de angustia al vislumbrar como el menor de los Uesugi entraba en el departamento, para posteriormente dirigirse a la alcoba del rubio sin decir una sola palabra, mientras que él solo se mantuvo inerte ante la escena.

 

El novelista que había observado el descaro del de cabellos azabache al entrar de esa forma hasta su propia habitación, se había incorporado para esperar que regresara por el pasillo en donde se mantuvo recargado en uno de los muebles que estaban en la entrada junto al sitio en donde se dejaban los zapatos, con una expresión de molestia en su rostro, cuando el pelinegro por fin salió, cerró la puerta de la habitación y caminó en dirección al rubio con una pequeña maleta en su mano

 

Yuki.- oye tú, ¿que te has creído para entrar así en mi casa?...-- se cruzó de brazos 

 

El menor de los Uesugi que parecía estar ignorando lo que su hermano mayor le decía, caminó con su rostro sombrío e inclinado hacia abajo en dirección a donde se encontraba para colocarse sus zapatos negros, el rubio completamente exasperado se acercó para tomarlo del brazo y obligarlo a que lo mirará, pero lo que ocurrió lo dejo sin posibilidades de musitar palabra alguna, haciéndolo sentir un inmenso terror recorriendo cada parte de su cuerpo, pues al hacer el intento de tocar a su hermano simplemente lo atravesó como si de un holograma se tratase, quien salió del departamento como si nada hubiera ocurrido.

 

El cantante quien no perdió un solo detalle de lo ocurrido, dejo caer sin darse cuenta la lata de cerveza y el vaso de cristal de sus temblorosas manos, el cual causó un estremecedor sonido al estrellarse contra el suelo y quebrarse en varios trozos, siendo escuchado por el rubio quien se encontraba de rodillas en el piso con una mano a cada lado de su cabeza, el pelirosa sin perder tiempo se apresuró a llegar hasta donde se encontraba su amante y él mismo se había arrojado a su lado, en medio de una verdadera amargura y desconsuelo para rodearlo con sus brazos mientras comenzaba a llorar amargamente y musitaba con una voz de indescriptible desesperación.

 

Shuichi.- Yuki!!!!!.... Yuki!!!!....   

               

 Yuki.- ¿Qué... que es lo que esta pasando Shuichi?...-- sus ojos parecía que se saldrían de sus orbitas, se sentía asombrado y se encontraba completamente pálido 

Shuichi.- yo... yo te lo explicaré todo Yuki

 

---------------------------------- Flash Back...-- Domingo 11 de marzo

 

Ese día por la mañana al despertar lentamente abrió sus ojos, percibiendo inmediatamente el reconfortante calor del pequeño cuerpo a su lado, intentó moverse un poco, pero al encontrarse posesivamente abrazado por el pelirosa, quien recargaba su cabeza entre su pecho y su brazo, cuidadosamente se alejó de él para poder observarlo, esbozando una tierna sonrisa ante la imagen que el momento le ofrecía y mantenía el de ojos amatista, quien con una expresión en su rostro llena de serenidad y paz dormía tranquilamente, el de ojos dorados se mantuvo observándolo por algún tiempo como si tratara de conservar en su memoria por siempre cada detalle de esa imagen inmaculada.  

 

Con el dorso de su mano acarició la mejilla del cantante y se inclinó sobre sus labios para depositar un tierno beso, quien ante el contacto musitó el nombre del escritor para pedir un poco más de tiempo para dormir, el novelista volvió a besar sus labios y fue hasta ese momento que abrió sus hermosos ojos amatista para sonreír tiernamente a quien lo había despertado.

 

Yuki.- baka, ¿no piensas levantarte ya? 

 

Shuichi.- se estiró sobre la cama, bajo un leve quejido -- Yuki, vamos a quedarnos un ratito mas aquí ¿si?

 

Yuki.- tengo trabajo que hacer ¿sabes? y en treinta minutos será medio día

 

El novelista se incorporó para tomar de una de las gavetas de la mesita de noche uno de sus cigarrillos, mientras el cantante se colocó de tras de él y ahora lo envolvía con sus brazos para susurrarle al oído de nuevo su anterior petición, pero ante la negativa por parte del rubio quien se levantó para dejarlo caer sobre la cama, ahora se dirigía a la salida en donde repentinamente se detuvo y se giró para ofrecer una mejor propuesta

 

Yuki.- ¿Qué te parece si mejor te invito a comer fuera?

 

Shuichi.- ¿de verdad Yuki?

 

Yuki.- sí la verdad, hoy estoy de oferta, así que aprovecha...-- dijo con voz juguetona, al mismo tiempo que esbozaba una sutil sonrisa y guiñaba uno de sus ojos de forma seductora  

 

Shuichi.- y a ¿Dónde iremos?

 

Yuki.- meditó unos segundos para decidir a que lugar irían-- te invitaré a un restaurante que esta en la afueras de Tokio

 

Shuichi.- pero ¿no necesitas tener una reservación?...-- su rostro evidencio una leve desilusión  

Yuki.-  llamaré ahora mismo y la haré para las tres de la tarde...--miró el reloj de su muñeca-- así que apresúrate, tendremos que tomar la carretera rumbo a Kyoto

 

El cantante sonrió completamente emocionado ante la invitación que había hecho el rubio, así que se apresuró a dirigirse al cuarto de baño, en donde abrió la llave del agua caliente, mientras se quitaba las prendas de la pijama, la habitación lentamente comenzaba a llenarse de un agradable vapor y cuando se encontró desnudo colocó una de sus manos debajo del agua para sentir la temperatura y una vez que la atempero, dejo que el agua tibia cayera por todo su bien formado cuerpo, se encontraba con una mano apoyada sobre los fríos mosaicos para relajarse, cuando al sentir unos calidos brazos que lo rodeaban se incorporó para encontrarse abrazado por el rubio, quien inesperadamente había entrado en la habitación para ducharse con el moreno.

 

Se giró entre sus brazos y se elevó un poco para atrapar sus labios en un demandante beso cargado de pasión, mientras el rubio lo acercaba lentamente a la fría pared, quien al sentirse recargado en la superficie emitió un sensual quejido, tuvieron que separarse y con el dorso de su mano acarició una de las mejillas del cantante mientras observaba como el agua recorría osadamente toda su piel, situó una de sus manos sobre el sexo del menor para masajearlo, mientras con la otra lo abrasaba en una urgente necesidad, obteniendo unos sensuales gemidos por parte del pelirosa, al mismo tiempo que sus mejillas parecían encendidas en un color rojizo.

 

El novelista le dio un giró al de ojos amatista quien echó su cabeza hacia atrás para apoyarla en el hombro del rubio, mientras seguía dejándose llevar por las caricias infligidas, el mayor le indicó que se inclinara y colocó uno de sus finos dedos en la entrada del menor y después un segundo, sin mucha dificultad lo dilató y cuando se encontraba listo con su propio sexo comenzó a ejercer presión para adentrarse delicadamente, una vez que lo hizo espero unos momentos para que el pelirosa se acostumbrara a la invasión, posteriormente con una  señal sutil le indicó al rubio que podía continuar y sin poder aguardar al sentirse presa de sus deseos inició lentamente con las embestidas para posteriormente aumentar el ritmo de sus movimientos.

 

El sonido del agua se dejaba escuchar en la habitación, pero difícilmente opacaba los excitantes gemidos que escapaban de la garganta de ambos amantes acompañados de sus agitadas respiraciones, se estremecieron al sentir que pronto llegaría el tan ansiado orgasmo y en una exclamación del nombre del escritor el pelirosa llenó con su líquido la mano del rubio, quien trató de evitar que el agua lo despojará de la posibilidad de probar su sabor, pero al sentir la contracción de los músculos internos del de ojos amatista en un gemido entrecortado llenó con su semen su interior, salió lentamente del moreno, mientras ambos luchaban por recuperar el ritmo de su respiración y simultáneamente lamió de forma sugestiva cada uno de sus finos dedos.

 

El tiempo se había ido rápidamente y ahora ambos amantes se encontraban arreglándose en la habitación, el rubio ya casi estaba listo solo le faltaba aplicarse un poco de su elegante loción, esa tarde lucía un traje casual en color negro, con un cinturón que rodeaba y marcaba deliciosamente el inicio de su cadera, una camisa de algodón con una mezcla de strech, en color burdeos que se ajustaba perfectamente a su bien formado torso con los primeros dos botones desabrochados y en los puños unas sencillas mancuernillas de oro blanco, su rubio cabello lucía sumamente sedoso y su presencia simplemente era magnifica.

 

El cantante por su parte se apresuraba enfrente del espejo a colocarse un pequeño cinturón negro de piel, alrededor de su cuello, él portaba un traje de color negro, el pantalón se ajustaba a su bien formado trasero y mas abajo el corte se ampliaba, el saco  por encima de la camisa en color gris humo eléctrico se ceñía sugestivamente a su torso dándole una apariencia provocadora, acompañado de su seductor aroma característico mezclado irreprochablemente con la loción que el rubio le hubiera escogido, se veía tan tentador que el novelista comenzaba a dudar en permitirle salir así.

 

Cuando ambos se encontraban listos, salieron del departamento y subieron al ascensor, pero no iban solos, pues se habían encontrado para disgusto del escritor con uno de sus vecinos que miraba lascivamente al moreno, quien parecía no haberse percatado pues su expresión era de una inmensa felicidad, el novelista lo abrazó posesivamente y lo besó inesperadamente, cuando salieron se dirigieron a su automóvil Mercedes Benz el cual abordaron y se dirigieron a la salida para conducir camino a la carretera.           

 

Los vidrios del lujoso vehículo se encontraban elevados, pero al ser polarizados se hacía casi imposible distinguir a sus ocupantes, en el interior el novelista conducía con unos lentes obscuros, mientras el cantante observaba fascinado el hermoso paisaje que por la temporada del año, era espectacular, pues los árboles se encontraban uno tras otro junto a la carretera y al mirar al frente parecía como si sus ramas se unieran en un perfecto arco, mientras el ambiente era acompañado por un CD de música tranquila.

 

Cuando llegaron al restaurante, descendieron cada uno de su lado del auto, el rubio en un movimiento sumamente elegante miró en su muñeca el reloj que marcaba cinco minutos después de la hora de la reservación, le extendió las llaves del auto al empleado y levemente giró su torso para extenderle su mano al moreno quien terminaba de darle la vuelta al lujoso auto, tomó su mano y juntos subieron las cortas escaleras para adentrarse en el lugar, bajo la atenta mirada de algunos otros visitantes, que los observaban curiosos ante esa magnifica imagen que les regalaban estas importantes personalidades.

 

El tiempo pasó sin que se percataran de ello dentro del prestigioso restaurante, los amantes se encontraban en una de las mesas mas apartadas del lugar, brindándoles un ambiente sumamente intimo y agradable, habían tomado asiento uno junto al otro, ya habían terminado sus alimentos y ahora el pelirosa degustaba un delicioso postre llamado “delicia de chocolate” el cual consistía en una preparación del chocolate en siete formas distintas, fusionadas en una presentación exquisita, lo compartía con el novelista cuando éste le aceptaba recibir un poco en su boca, mientras él degustaba una copa de brandy con un capuchino, mientras simultáneamente fumaba uno de sus cigarrillos.

 

Cuando el cantante se terminó el postre, el rubio iba por su tercer cigarrillo cuando una lenta y agradable melodía inundo el ambiente del sitio y ahora el escritor se encontraba con el de ojos amatista entre sus brazos, sin comprender muy bien como es que había logrado convencerlo para bailar juntos esa pieza, simplemente todo era perfecto en esa noche, la melodía finalizó y lentamente detuvieron sus movimientos, permaneciendo unos instantes observándose y después de esbozar una cariñosa sonrisa ambos regresaron a sus lugares.

 

El novelista ordenó la cuenta y después sacar su billetera para pagar el importe, ahora se encontraban esperando que les llevaran su automóvil, el frío viento de la noche estremecía el pequeño cuerpo del cantante, quien por esta causa ocasionalmente temblaba, cuando el rubio se percató dulcemente lo envolvió con sus brazos, acercó sus labios a los del menor y se besaron, posteriormente miró el reloj de su muñeca y las manecillas marcaban las siete de la noche con cuarenta y seis minutos, el pequeño apretón en su mano por parte del moreno lo hicieron percatarse de que el empleado le extendía las llaves, las tomó y después de agradecer abordaron el auto.

 

Viajaban de regreso por el mismo camino en la carretera, la obscuridad de la noche envolvía los árboles siendo iluminados brevemente por las luces de otros carros con los que ocasionalmente se encontraban, las luces de los faros del Mercedes Benz parecían abrirse paso entre la negrura y en su interior el escritor conducía con el de cabellos rosados recargado suavemente en su hombro, se encontraban escuchando las suaves melodías en un tranquilo silencio que fue roto brevemente por la voz del pelirosa al musitar la hora que marcaba el reloj del tablero, eran las ocho de la noche con cincuenta y dos minutos, siendo inevitable que esbozara una sonrisa al sentir la tristeza al darse cuenta que ese maravilloso día estaba por terminar.   

 

La mayor parte del camino fue en línea recta, pero al llegar a una marcada curva inesperadamente una pequeña camioneta que era conducida a gran velocidad por un joven en estado de ebriedad y con las luces apagadas, golpeo fuertemente el lujoso automóvil en uno de los costados, el rubio maniobro rápidamente para recuperar el control, mientras se escuchaba el fuerte sonido de los frenos al dejar una intensa marca sobre el asfalto, pero cuando irremediablemente se terminó el camino, salió violentamente de la carretera causando una fuerte volcadura.

      

En el interior del vehiculo el rubio emitió unos desgarradores quejidos al sentir las dolorosas heridas en todo su cuerpo, sin advertir claramente que es lo que había ocurrido desesperadamente llamó por su nombre al pelirosa, quien respondió al llamado con un tono de voz de indescriptible angustia, miró al rubio sintiéndose atemorizado cuando en su frente una grave herida dejaba escapar su calida sangre, mientras el rubio colocaba una de sus pálidas manos sobre un profusa herida en su propio abdomen, con una expresión de miedo y asombro giró su rostro para mirar al cantante, para entreverlo a causa de su borrosa vista con el rostro empapado en sangre, con un corte profundo cerca de su pecho.

 

El novelista elevó una de sus manos extremadamente blanca para acariciar delicadamente la mejilla del de ojos amatista, pero esta cayó repentinamente por la falta de sus fuerzas mientras sus hermosos ojos dorados comenzaban a cerrarse, mientras el de cabellos rosados irremediablemente pálido, comenzaba a derramar unas crueles lagrimas sintiéndose presa de la desesperación al ver como su amante se debilitaba.

 

Yuki.- Shuichi, no llores, te prometo que estaremos bien...-- decía pausadamente al sentir como su boca se inundaba de un cálido líquido con sabor metálico-- yo... nunca te dejare solo

 

Shuichi.- Yuki... Yuki...mírame!!! no cierres tus ojos, Yuki!!! -- llamaba por su nombre al rubio al darse cuenta de la sangre que brotaba de su boca -- Yuki... no te mueras...--suplicaba entre sollozos -- Yuuuuuukiiiiiiii!!!

 

De sus labios se escuchaba el nombre del novelista, mientras lo llamaba desesperadamente al darse cuanta como sus hermosos ojos dorados se cerraron y dejo de tomar su mano, su expresión era de una absoluta incredulidad, mientras de sus ojos amatista salían las lagrimas que recorrían su rostro para mezclarse con su sangre y por unos segundos quedó en silencio hasta que un desgarrador gritó salio de su garganta con el nombre de el amor de su vida, mientras sujetaba con sus ultimas fuerzas la mano del rubio entre las suyas, hasta que no se dio cuenta en que momento sus ojos comenzaron a cerrarse para quedar inconsciente.       

 

---------------------------------- Fin del Flash Back

 

El rubio permanecía en el piso completamente inmóvil, mientras escuchaba el relato del cantante quien hablaba con una profunda tristeza y entrecortadamente al sentir la impotencia y desesperación al recodar lo sucedido en esa noche, hasta que sintiéndose presa de una inmensa nostalgia, golpeo fuertemente con su puño el piso en repetidas ocasiones.  

 

Shuichi.- esta mañana parecía que no recordabas nada de lo ocurrido anoche...-- musitó con tristeza y una expresión sombría -- incluso era como si el día se repitiera, tú me hiciste la invitación para salir a comer y yo... me rehusé porque sabía que nadie podría vernos.

 

Yuki.- yo... ahora lo recuerdo...-- musitó muy suavemente mientras colocaba una de sus manos sobre su frente-- yo te prometí que nunca te dejaría solo 

 

Shuichi.- y ahora... nada volverá hacer igual.... -- su mirada se reflejaba con un profundo vació  

 

Yuki.- no puedo hacer nada para cambiar lo que sucedió

 

Shuichi.-...........................-- con un par dedos secaba algunas de sus lágrimas-- el mundo seguía afuera y esta tarde al encender el televisor vi la noticia del accidente. 

 

Yuki.- ahora lo comprendo, por esa razón no pude tocar a Tatsuha

 

Shuichi.- no entiendo, porque si todo era perfecto ¿Por qué tenía que ocurrir algo así?

 

Yuki.- yo, no...no quise irme cuando no te encontré a mi lado... y después me encontraba enfrente de la puerta del departamento, me sentía exhausto pero no pude recordar el accidente. 

 

Shuichi.- ¿por que?... ¿Por qué?..... yo... solo quería seguir viviendo a tu lado...-- abatido se inclino hasta que su frente estuvo apoyada en su mano-- por eso vine a buscarte   

 

Yuki.-.............................-- lo tomo entre sus brazos-- a... ¿a buscarme?

 

Shuichi.- yo...no he despertado desde el accidente...estoy en coma, fui llevado a un hospital en donde mi alma se desprendió de mi cuerpo y una cálida luz se acercó a mí, pero....cuando supe que tú no te habías ido, decidí buscarte  

 

El rubio sintió como sus ojos comenzaban a cristalizarse, tomó fuertemente entre sus brazos al de cabellos rosados para envolverlo, así permanecieron por algún tiempo abrasado mientras lloraban amargamente. Hasta que el menor se separo de él y depositó un tierno beso en sus labios, para después acariciar sus mejillas para intentar borrar sus lágrimas.

 

---------------------------------- Martes 13 de Marzo  12:10 a.m.

 

El novelista y el cantante se encontraban en una de las esquinas de la habitación del hospital en el área de terapia intensiva, desde donde juntos observaron el pequeño y lastimado cuerpo del pelirosa que yacía sobre la cama, conectado a varios aparatos que lograban mantenerlo con vida, vida que el de ojos amatista se había negado a aceptar si no podía compartirla con el escritor cuando supo que él ya no tenía una.

 

Shuichi.- no te preocupes, no siento ningún dolor y bueno... mi cuerpo no resistirá por mucho tiempo

 

El rubio no podía pronunciar palabra alguna, aun que en su interior no sabía que decir o que hacer, pues se sentía derrotado con un fuerte palpitar en su pecho ante la cruel imagen que tenía frente así, el de ojos amatista se acercó hasta él para tomarlo de la cintura y abrazarlo mientras recargaba su cabeza en el pecho del mayor y al hacerlo pudo sentir  como el miedo se apoderaba de ellos, cuando el sonido del aparato que marcaba sus débiles latidos dejo de hacerlo, sujetando con fuerza entre sus manos la camisa del novelista.    

 

Shuichi.- debemos irnos Yuki, ya no queda tiempo para nosotros en este mundo.

 

El rubio delicadamente se separó un poco del moreno para poder ver la expresión tan calmada y llena de serenidad que mantenía en esos momentos, se inclinó sobre sus labios para juntarlos con los suyos en un beso tierno, sintiendo como ambos ahora se inundaban de una inmensa calma, lentamente se separaron y se observaron, hasta que una calida y brillante luz se apoderó de toda la habitación, eliminando por completo la obscuridad.

 

Tenshi.- consumatumm est, at ommia vincit amor. 

Los amantes se miraron confundidos por un momento, recibiendo por parte del ángel una reconfortante sonrisa, quien después de explicar sus palabras, ahora les decía que aunque todo hubiera terminado para ellos en el mundo terrenal, seguirían juntos en el lugar a donde pretendía llevarlos y sintiéndose complacidos fueron guiados a la eternidad, una eternidad que tendría para demostrarse y compartir un amor inmortal.... juntos...

 

                    -  FINIS –

 
Notas finales:

 

Notas de las autoras: 

Wenaas, aquí estamos de nuevo con esta historia de un solo capitulo pero que es un poco largo jaja ^_^’… pues primero que nada una disculpa si alguno de los que nos hizo favor de leernos se molesto por no avisar en las advertencias la muerte de un personaje, pero creímos que si lo poníamos sería arruinar un poco el final y en si la historia, así que disculpas n_n… En segundo muchas gracias a los que nos han leído y ojala nos puedan dejar un review con su opinión acerca de esta pequeña historia, que desde hace algún tiempo ya teníamos escrita pero que hasta ahora nos animamos a subir, esperamos haya sido de su agrado, así que mushas grashias por leernos 

Ah si una cosa mas jaja… Tohma se encargó de que atraparan al maldito ebrio que conducía sin luces y que causó el accidente ¬¬, ya lo hizo que pagar por el imperdonable error que cometió jajajaja… jane… nos leemos pronto     

Significado del titulo: CONSUMMATUM EST, AT OMMIA VINCIT AMOR(Todo Terminó, Pero El Amor Todo Lo Vence) 


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