-“Otro aniversario de que muriera…que triste, nunca pensé que se suicidaría de esa forma”— Una señora con un vestido largo y color negro, con un velo cubriendo su rostro comento, era una de las tías de aquel difunto, como cada año, fueron a llevarle flores.
-“¿El sigue como en un tipo de shock?”—Pregunto la mujer a Simone, que seguía observando preocupada pero sin poder hacer nada, a su ya único hijo.
-“Me temo que si… ni sus amigos han podido sacarlo de este horrible lugar”—
-“¿Es un tipo de metáfora verdad Hermana?”—La mujer miraba aquel chico, que ya se había convertido en todo un hombre, pero aun seguía atado a la muerte
-“No… quisiera que fuera así, pero el no ha salido de aquí desde hace ya los tres años que cumple de muerto mi hijo”—Contesto tristemente Simone, sin poder reprimir las lagrimas de dolor que salían de sus ojos.
-“Tenemos que hablar con el, tratar de convencerlo”—Dijo la hermana de Simone, ella negó con la cabeza –“Es inútil, ya hemos intentado todo, pero el sigue ahí… solo cada año se viste totalmente de gala, los demás días viste normalmente. Dudo que llegue a superar esto, el mismo se ha encerrado en su dolor”—Afirmo Simone, viendo como su hijo se quedaba mirando fijamente la lapida de su gemelo.
Los otros dos chicos que antes formaban su banda, disuelta un año después de la muerte de uno de los gemelos, llegaron.
-“Buenas tardes señora Kaulitz… el no se ha movido para nada… lo hemos estado vigilando desde siempre y el...”—
-“No te angusties Gustav… creo que ya debo aceptarlo”—
-“Fue demasiado duro para el, que su propio gemelo lo abandonara…supongo”—Comento Georg, ambos chicos se acercaron a el, que hacia tiempo que no les respondía mas a lo que le preguntaban.
-“¿Otro año mas eh? ¿No piensas irte de este lugar?”—Pregunto Gustav al que quedaba de los gemelos, el silencio fue su respuesta
-“El se enojaría mucho contigo si te mirara en esta condición…”—Le afirmo Georg, poniendo una mano en su hombro, pero este no reacciono, se quedo ahí, casi sin parpadear, sus ojos parecían encadenados a aquella lapida.
-“¡REACCIONA DE UNA VEZ!”—Georg ya desesperado, zarandeo su cuerpo, en sus ojos ya estaba el vació, no parecía tener ninguna emoción mas, como si fuera un cadáver viviente.
-“¡Suéltalo Georg! ¡Puedes hacerle daño!”—Le pidió Gustav a Georg, haciendo que lo soltara
-“Tal vez sintiendo un poco de dolor físico… el ya no se quiera atar al dolor emocional”—La lluvia empezó a caer, todos abrieron sus sombrillas menos el gemelo. Gustav cubrió su cuerpo con su propia sombrilla, pasaron las horas y decidieron salir, pero el seguía ahí…mirando esa piedra labrada.
-“Si lo traemos a la fuerza…”—Le dijo Georg a gustav, Gustav le miro –“¡Estas loco! Recuerda lo que paso el año pasado que intentamos hasta esa manera para hacerlo entrar en razón…si el sigue así, su padre convencerá a Simone de que lo metan a una clínica para locos… o quien sabe”—
-“Durmamos, ayer por estarlo vigilando toda la noche, ni pudimos pegar los ojos. El se queda en la misma posición, no hará nada”—
-“Tal vez tengas razón”—Dijo Gustav –“Durmamos”—Se acomodaron en esa camioneta, justo a las afueras del cementerio. El… al no sentir las miradas, y al escuchar como la puerta del cementerio se cerraba, esperaba a que la noche lo cubriera por completo.
Tres años de duelo… Ni un alma más en el cementerio, podría continuar lo que dejaron pendiente.
El se arrodillo hasta donde estaba el césped sobre el cadáver de su gemelo, y con sus manos empezaba a cavar.
Con una cara neutral, sin mostrar ninguna emoción… esperaba llegar hasta donde se encontraba el ataúd.
Empezaba a doler, y el frió a calarle hasta los huesos –“La noche es bonita, ¿no es así hermano?”—Decía dirigiéndose a la tumba –“He traído la ropa que ibas a ponerte, la luna será nuestro testigo, espero que digas que si, tanto he esperado por ti… cásate conmigo”—
Seguía cavando ahora con más rapidez, casi frenética, por su ansiado tesoro. –“La ultima vez que no vimos, no fue muy bueno ¿verdad?”—Estaba un poco mas hondo, pero aun no estaba ni cerca de donde se encontraba ya su hermano.
-“Cásate conmigo… acepta por favor, yo te haré muy feliz…”—Pasaron horas mientras el seguía cavando, mucho mas desesperado, hasta que sus manos chocaron con la madera de aquel ataúd, lo abrió lentamente… observando ya el esqueleto de su gemelo, con aquella ropa que tanto le gustaba, no una elegante…solo su favorita. Saco cuidadosamente el cadáver hasta la superficie, recostándolo en el césped del cementerio.
-“Te ves hermoso a la luz de la luna… ¿lo sabias?”—Se acerco hasta el cráneo besándolo en donde antes su carne formaba sus labios, aun quedaba algo de carne en el… muy poca.
-“Los gusanos son nuestros invitados… aquellos cuervos son mis amigos… solo yo puedo observar la belleza que aun sigue en ti”—El tomo la mano del cadáver, pero esta se separo del cuerpo.
-“Disculpa… es para que las venas que van directo a nuestro corazón estén unidas…bueno, tu ya no lo tienes pero… podrás vivir con el mió…entonces que dices, te casas conmigo hermano?”--- El sonido del viento era todo lo que se escuchaba alrededor
-“Tu ropa ya esta algo desgarrada…mira, he traído lo que íbamos a usar para cuando dijeras que si…”—Con sumo cuidado le cambio las ropas al cadáver de su gemelo… ya estaba listo –“La ultima vez te me escapaste… pero la noche es hermosa… ya me has dicho que si, ¿verdad?...”---
Pronto el amanecer llegaría, era lo que el no quería, la luz de la luna, le devolvía la piel al esqueleto de su hermano. Odiaba a ese estupida ave que cantaba para que el sol saliera
-“¿Por que te querías escapar hermano? ¿Acaso no me amabas?”—
El tomo la mano que se desprendió, y la beso, saco de uno de sus bolsillos dos anillos, uno lo puso en el dedo de su hermano, y otro en el de el –“Te amo, mas allá de que estés muerto… tu estarás siempre conmigo hermano….siempre”---
El alba anunciaba la próxima salida del sol… el cántico de aquel gallo se escucho por todo derredor. El se paro dejando caer el esqueleto de su hermano que estaba besando, tomo el gallo del cuello, metió la cabeza en su boca... y se la arranco.
-“Te odio estupida ave”—
Georg y gustav se despertaron por el canto del gallo, miraron a través de la ventana… y observaron horrorizados como el…. Estaba lleno de sangre y con el gallo sin cabeza en su mano.
-“¡¡¡Que demonios!!!”--- Grito Gustav asustado
-“Y...mira”--- Dijo Georg apuntando la tumba del otro de los gemelos
-“Que le ha pasado…”—Gustav estaba asustado y sorprendido, el cadáver estaba fuera… con ropa diferente, alguien había cavado y lo había sacado.
-“Crees que el…”—Pregunto Georg a Gustav confirmando sus sospechas.
-“No… no lo se, creo que si…”—Salieron de aquella camioneta, dirigiéndose a su amigo, el los observaba amenazante
-“Queremos…ayudarte, es todo”— Le dijo Georg antes de que empezara a querer matar a alguno de los dos
El quizás ni siquiera los recordaba, al menos a sus siluetas no… desde hace ya tiempo que todo había cambiado para el.