Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hasta que tu muerte nos reuna por Eiri_Shuichi

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Fic de 3 caps y enfocado a estas fechas

Notas del capitulo: Pues... adiverto q en este fic el q muera un personaje es... "bueno" asi q no se si poner la advertencia ._.U
 

Luna nueva, cielo opaco, nubes grises, claramente lloverá, ya es casi media noche y yo sigo aquí, esperando pacientemente como es costumbre en mí o, bueno, en realidad en tantos como yo... como "nosotros"; me resulta absurdo como después de tanto tiempo aún puedo recordar que existió un nosotros, es tonto porque aunque lo niegue, aunque me muerda la lengua para no gritarlo aún te echo de menos.

Con el tiempo he descubierto que todos tenemos en nuestro ser una parte sádica, sí, pero también una fibra masoquista que nos mantiene atados a tantas cosas: a la vida, a la familia, a los amigos, al amor, prometo algún día ahorcarme por mencionar ese asqueroso sentimiento que repudio pero no por él mismo sino por la perspectiva tan banal al que ha sido reducido, tan despreciable, tan vulgar.

Sigilosamente sigo de vez en vez alguna sombra fugitiva pero siempre las dejo ir, ya habrá alguien que se encargue de ellas, no, lo que yo deseo en realidad es mucho más valioso que esas simples alimañas; ya no soy aquel inexperto e inmaduro de hace años pero tú no estas aquí para verlo, en cambió yo se de pies a cabeza que ha sido de ti, conozco cada uno de tus sueños, tus fantasías, ¿realmente pensaron que podían separarte de todo lo que somos?, ¡qué ilusos!, eso que llaman alma no es tan profundo o inmortal como nuestra naturaleza y sabes bien, incluso hoy, que puede más que el mundo entero.

Somos etéreos, tan irreales como un reflejo y tan vacíos como el abismo, ¿realmente piensas eso?, te he escuchado susurrarlo cuando nadie te ve o cuando hay tantas personas a tu alrededor que te sientes solo, di mi nombre, llámame esta noche y estaré a tu lado para cuando amanezca, pídemelo y te daré la eternidad o la muerte porque a pesar de mi desacuerdo hay veces en que te quedas viendo la nada, esperando que te tome de la mano y te muestre eso que aquí no encuentras.

 

Luna creciente, cielo estrellado y limpio, esta noche no hay humedad sino un calor asfixiante que advierte la llegada del mal tiempo, lo siento venir y lo espero con ímpetu, es de las pocas cosas que he aprendido a disfrutar pero tú no, no te agrada el encierro en que te obliga a vivir, ¿sabes?, en esas ocasiones me vuelvo la partícula más pequeña que pueda permanecer cerca de ti y es que, aunque quizá no este bien, tu rostro triste, apagado entre cuatro paredes me resulta tan excitante que apenas puedo reprimir mi deseo. Incluso he llegado a pensar que eres capaz de verme mas de inmediato descarto la idea, tú no crees en mí, en nada que nos una, ni siquiera en este lazo que nos mantiene tan cerca y que hasta ahora nada ni nadie ha podido romper.

Se que para ti todo esto es una tontería, que no crees en lo que no puedes ver, en lo que "No es lógico", ¿te parece lógico que me desviva aquí, frente a tu ventana o en cada esquina que cruzas día y noche?, ¿te parece lógico que arriesgue mi vida por estar cerca de ti?, si en más de una ocasión he estado moribundo pero lejos de pensar en sanar mis heridas decido morir mirándote aunque tú no me mires a mí. Soy patético, una marioneta de las circunstancias, una mofa de lo que una vez fui; tiempo atrás tal era mi grandeza que podía abrir la tierra bajo mis pies y hoy soy quién se arrodilla a besar el suelo que pisas, que degradante.

Quizá, pese a todo, sigo siendo el mismo idiota que hace ya muchos años, en todo caso es tu culpa, eres el principio y el fin de todo este maldito lío por el que padezco más de lo necesario y te lo cobraré con creces.

 

Luna llena y mi corazón palpita con angustia, ¿eres ciego acaso?, ¿por qué no puedes ver las intenciones en los ojos de ese repugnante ser?, ¿qué te quiere?, ¡basura!, una bazofia más de las tantas que te rodean, no intentes engañarme a mí, sí, eres conciente de lo que pasa a tu alrededor, demasiado perspicaz, eso fue lo primero que me atrajo de ti, desde el primer instante ha sido una de tus mayores cualidades, siempre captando hasta la más ínfima partícula a tu alrededor y por regla general son estos detalles a los que dedicas tu atención; eres tan exquisito y fascinante.

Miras todo con detalle, repitiéndote una y otra vez tu calculado plan, con precisión minuciosa, casi perversa mientras alguien más cree tenerte en sus manos, ¡pero que ignorante y crédulo al subestimarte!, cuán dulce es la ironía y tú, tú eres el divo con tu actuación perfecta e inmaculada; te felicito pues el tiempo no ha mermado tu incomparable talento y no dudas en hacer gala del mismo, prosigue, muéstrame todo tu esplendor, contamina mis pensamientos, embruja a mi conciencia como solo tú sabes hacerlo, sedúceme al borde de cometer una locura, como llamarían tus compañeros, un suicidio. Anda, puedes hacerme cometer un acto imprudente, mi primer error, conoces de antemano mi manía por lo perfecto, esa que roza la obsesión y que me llevo una vez a tu lado.

Me deslizo con la misma cautela que tu llevas a cabo tus propósitos y, sin embargo, pese a que todo ha sido impecable al final todo fracasa como según veo ya va siendo costumbre, es igual a cada intento, eso que tanto codicias te resulta tan lejano, incluso si voy a tu lado parece imposible obtener tu trofeo. Descuida, te aseguro que, al igual que todos ellos tu camino terminará tarde o temprano, eso no te basta lo se, estas impaciente, indispuesto a la larga espera, es tu mala costumbre de obtener lo que deseas en cuanto la idea cruza por tu mente; te dejas ir sobre el frío y húmedo asfalto, no te culpo por tu descuido si incluso yo he sido incapaz de percibir las gotas cayendo y es que ambos estábamos tan abstraídos en tu labor que el universo parecía no existir más. Te sientes frustrado, frenas tus lágrimas con el orgullo que emanas por cada poro de tu piel, te rasgas la ropa al nivel de tus rodillas sin conseguir marcarla, no soportas la idea de ser incapaz por primera vez.

 

Luna menguante y el cielo resplandece a cada relámpago, el viento ruge furioso contra todo aquello que se interpone a su paso a dúo con los truenos que hacen eco en cada rincón de la casa que habitas, estas solo, no hay alma alguna en los largos pasillos o en las estrechas escaleras, tus padres han salido egoístas como es costumbre en ellos, se aman tanto que no les queda tiempo casi para amarte a ti, estas acostumbrado, conoces como pocos el calor absurdo de unos brazos desconocidos y el consuelo de palabras compradas a tus nanas, por suerte has crecido, muy rápido en cierto modo y es que tu joven cuerpo alberga una mente tan compleja que nadie puede comprenderte y tú lo sabes.

No los culpas, al paso de los años encontraste más grata la soledad que la compañía constante de aquellos que realmente pensaron podían comprenderte, siempre en vano.

Un año más de vida exactamente, lo has cumplido con el último rayo, mientras en silencio evocas las memorias de tu dulce infancia donde varias personas te rodeaban y tú solo podías dedicarles miradas que expresaban tu confusión y que gritaban mil preguntas necesitadas de respuestas urgentemente pero que nadie entendió, no pudieron explicarte jamás nada hasta que una mezcla que conformidad y comprensión te hicieron dejar ello por la paz; así ha sido desde entonces, te has vuelvo un autodidacta en cada aspecto del que conoces su existencia y en especial de la actuación donde te he admirado como el maestro que eres. Que frío te envuelve entre las sabanas de tu cama, donde incluso cuando una parte de tu conciencia te suplica alivio no se lo concedes, eres poco piadoso para contigo.

Entonces, sin más alternativas te sumes en el abismo más profundo que has podido alcanzar; un sueño que te libera momentáneamente de tu horrible pesadilla.

 

 

Tendido sobre un mullido lecho y acurrucado entre el blanco algodón te veo frágil, vulnerable y no domino más el deseo insano que me consume cada vez que te observo, me cuelo entre los edredones con sigilo fiero, asegurándome que no tengas escapatoria si llegas a despertar tal y como mis expectativas lo advierten. Respiras apenas, agotado de existir, con los labios ligeramente separados y tu camisa desabrochada; aspiro el aroma de tu piel del tórax subiendo a tu clavícula que me deleita terminando en tu cuello para susurrarte al oído palabras que solo tu inconsciente puede descifrar, tu cuerpo reacciona con rapidez  provocándome.

Sin remordimiento me apodero de tu boca, despiertas de golpe al sentirme de improviso e intentas alejarme inútilmente cuando comprendes que hace tiempo tus manos son detenidas por las mías sobre tu cabeza, entonces te tranquilizas pidiendo en silencio solo poder verme, conocer a tu captor y yo no puedo menos que complacerte; hacía tanto no podía admirar el esplendor de tus orbes esmeralda que me hipnotizan, tu piel tersa y clara, tu cabello rubio cenizo... toda una obra de arte que me provoca sonreír.

Ardes en fiebre y cada vez te resulta más difícil respirar, ¿puedes sentirlo?, por fin esta cerca, después de tantos llamados te ha respondido cínica, así es ella, no busca endulzarte, no, ella hace todo en un segundo pero también tiene una debilidad, su vicio por las apuestas, ve lo que los demás piensan, lo pone en una balanza o lo destroza cuando le place pero en esta ocasión no, camina lenta hacia nosotros dándonos la oportunidad que nunca tuvimos.

Estas exhausto y aún así no limitas tu entusiasmo, incluso sonríes al sentir el filo de mi cuchilla, no te importa, solo me ves a mi, solo yo te importo.

 

-Creí que nunca te vería- susurras apenas, te cuesta trabajo hablar y en proceso se te va el aliento que pareciera imposible recobrar -pero valió la pena

-Ya es hora, ¿qué has decidido?

-Quiero ir contigo

-¿Estas seguro?

-No voy a arrepentirme ahora

 

Te beso mientras la vida se te escapa entre mis manos antes de que ella te reclame, ahora eres mío, me pertenecerás hasta que todo lo que somos se extinga, cuando en el universo en que nacimos ya no exista, cuando incluso la nada sea incapaz de dominar en el reino de lo real, quizá entonces debamos separarnos y, mientras tanto, luchare contra todo para evitarlo.

La noche se pierde cuando el crepúsculo baña tu cuerpo inerte y yo te abrazo tal y como pienso hacerlo por toda la eternidad.

 

Notas finales:

Gracias...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).