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EL ALQUIMISTA por Luna Shinigami

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EL ALQUIMISTA
LUNA SHINIGAMI

[Yu Gi OH]


"1450"


En una Paris amorfa, confundida, plagada de mal e insaniedad... En una Paris antigua es donde comienzo a contar esta antigua historia....

Donde los gritos solapados de aullidos de viejos lucanos, convierten en una sinfonía apocalíptica alas pobres victimas torturadas...

Las antiguas casonas, oscuras como la misma profundidad del averno, calles de piedras por las cuales se cuela la sangre de las victimas del desafuero de un genio, de un maestro, de un santo... de la fuente actual de mi inspiración....

Busco con fortaleza cada pieza del cuerpo humano cercenado, busco entre los escombros de las entrañas destruidas la verdadera esencia de mi maestro... de mi inspiración, de mi perdida, de mi añoranza....

Entre la sangre casi negra entre mis manos, que se desliza como cual animal reptante... que desea y satisface mi antigua curiosidad...

Mis ojos mieles detectan cada parte, cada miembro, cada hueso que ha sido extirpado.... mi lengua se saborea al imaginar cuanto disfruto mi maestro al investigar la esencia de estos crímenes...

Busco con desesperación... al desaparecido... algunos imaginan que mi fascinación nace de del bien apodado el "alquimista", un demonio cuyo rostro ambiguo cubierto por el espejo de las almas es imposible de adivinar... pues no, mi necesidad, mi anhelo es por el detective que murió tratando de darle caza al "alquimista"... mi pasión se encierra en aquellos ojos azules como el cielo lejano, en aquel cabello tierra... mi inspiración, mi necesidad y mi deseo es el mismo Seto Kaiba....



"ira, presunción y demencia...
Paris insana, donde la belleza radica en la victima
Y no en el corazón"


Un rubio caminaba por las callejuelas de Paris, el bullicio, el humo, las rameras jocosas en cada esquina mostrando atributos para atraer clientes marginados que se echen un polvo rápido por algunos peniques o simplemente se lo dejen mamar por unas cuantas monedas... todo en un mismo lugar, todo en el mismo infierno de paredes de piedra y callejones malolientes... sus ojos mieles divisaban los carteles concientes de "Se Busca"... se busca a un asesino despiadado sin corazón, un animal de carroña que lastima las calles tétricas de la antigua Paris...

Comienza a llover... muchos siguen con sus oficios, mientras el rubio camina, en la esquina debe entrar a hallar respuestas, ve a un albino de ojos castaños con una pipa en la mano... Opio, cuando queremos olvidar, nada mejor que aspirar el delicado opio asiático... es mucho mas barato que muchas drogas locales… mucho mas barato que desangrar tu corazón para que lo escupan los comensales.

El chico rubio entra pasando por encima del albino, pobre hombre, el alquimista destruyo a su pareja.... sonrió lacónico, la muerte del chico fue espantosa.

flashes incandescentes llegan a la mente de nuestro caminante, encontraron al pobre chico destrozado... violado... cercenado y con partes faltantes de su ex prístino cuerpo.... su rostro cóncavo sin forma... el ojimiel cerro sus ojos... recordando la escena del crimen... en mitad de la fuente central de la plaza, encontraron el cuerpo en pedazos de lo que alguna ve fue Ryu y solo pudo ser reconocido por la argolla que robo el ladrón metida en el hueco que ocupaba antes su corazón..., ya de la fuente no caía agua cristalina sino sangre esparcida, casi coagulada, era un orgasmo visual.

Y ahora su pareja Bakura andaba en las calles buscando la muerte en la pipa del Opio, buscando la muerte en cada aspiración de ese humo maldito, vendiendo su alma por un solo gramo, aunque también ocupa su mente en las distintas formas de tratar de asesinar y hacerle lo mismo al alquimista... aunque sabe que lo mas probable es que muera en el intento y noto que ni siquiera su rostro en forma de espejo.


"Las muertes son su elixir y provocar la ira, el miedo diluido
Su alimento... el alquimista no puede ser encerrado,
No pude ser destruido...
No puede morir.,
Porque no se puede destruir a un inmortal"


adentro entre las bajas luces que proporcionan las tenues velas... el bullicio formado por los borrachos y el humo de los tabacos encendidos, desciende lentamente al suburbio el rubio, haciendo el ruido parsimonioso de la madera al chocar sus botas gruesas contra el material... la música de la guitarra suena al compás del músico que esta en una pequeña tarima, un pelirrojo de largos cabellos atados con tiras de cuero, de ojos grises casi plata, toca incesantemente la guitarra como otra extensión de su cuerpo, ondeándose de curiosidad... las manos delgadas y frías, producen una música angelicalmente maligna... una ambigüedad como todo el lugar.

en una mesa rodante estaba el bailarín, sus ojos azules delineados se mueven al compás de la música pero a la vez ausente, sus ropas negras mientras que sus manos llenas de accesorias de metal embobaba a los hombres y mujeres por igual, caballeros y bellas damas, ladrones y prostitutas… sus cabellos azabaches de los cuales anda prendada la muerte lleva unas plumas largas y negras... su rostro pálido al igual que el guitarrista... ambos tocan y bailan por inercia, conocidos por demás en su oficio.. El rubio se prenda de esos ojos azules, tan parecidos a los del detective muerto... pero baja a ala realidad... son tan diferentes como el agua y el aceite, aunque lleven una picardía sin igual y una frialdad de las noches parisinas.


"una vida, por una vida... una muerte por una muerte
El alquimista es indestructible,
Es un ser sin alma,
Sin corazón...
¿Como destruyes a alguien sin alma?"


Los ojos grises del pelirrojo miran con ansiedad al rubio... se acaba la partitura y el bailarín baja del escenario tétrico y redondo, mientras busca con sus manos delgadas el cuerpo del rubio, cuando lo encuentra solo atina a abrazarlo mientras el pelirrojo delante suyo le sonríe...

-Bienvenido Joseph- musito el pelirrojo mientras trataba de sacarlo de allí...

El rubio sonrió un poco cohibido por el gesto tan cercano de ambos hermanos,.. ¿Quien creería que en dos almas tan diferentes, existía la misma sangre?... camina entre el humo... los tres tomados extrañamente de la mano, por la madera vieja de las habitaciones, mientras las botas hacían eco en sus oídos, mientras el bullicio se alejaba y entraba de plano el silencio, aun mas aterrador que los gritos de muerte, iluminado lejanamente por lámparas de aceite y velas casi extintas.

"Hoy el alquimista no a atacado
Busca una victima en especial"


Los tres se sentaron en una pequeña habitación con una cama doble y una pequeña mesita de roble viejo y roído, por el cual viajaban las ratas, el de cabellos negros prende una antigua lámpara de aceite... que le da a las sombras y a la habitación un aspecto mas aterrador, como si las sombras desearan apoderarse de esos cuerpos, buscándolo por llevárselas a la oscuridad y poseerlos villanamente hasta que sus ojos se extingan de toda luz posible.

-Quiero información- susurro el rubio sentándose en la mesita de noche-ustedes pueden ayudarme- afirmo mirando las sombras con resignación anhelante.

El de ojos azules lo miro entusiasmado -buscas al alquimista?... estas loco ese animal esta demente...- dijo con una lejana sonrisa, mostrando sus dientes blancos adornados con unos labios aparentemente frágiles.

el rubio se quito la chaqueta- si estoy loco, pero necesito encontrarlo, el mato a Kaiba...-

-aun sigues obsesionado con ese detective- susurro el pelirrojo sacando uno de los tabacos... -todo aquel que se ha dedicado a seguirle el rastro de la muerte de kaiba, ha muerto, Joey... quieres morir con el?... ha sido tanto tu amor, que no importa caer en las manos del alquimista...-

Joey simplemente se recostó en la cama tratando de encontrar figuras inconexas en el techo viejo -no es que busque la muerte, pero necesito saber que paso con Seto- susurro despacio- el ha sido la fuente de mi inspiración, de mis sueños, de mis pesadillas... necesito saber como murió y sobre todo como vengarlo...necesito saber si vio el rostro del alquimista.. si alguien sabe algo de su deceso-

Antul saco una risa traviesa de esos pequeños labios -vengarte?.. matar al alquimista? estas loco, sabemos lo que todos saben que kaiba murió incinerado en las mazmorras de los forjadores... entre las calderas.. No quedo ni huesos para sepultar...ni esos ojos que tanto admiras… todo quedo incinerado- sonrió aun mas fuerte acostándose cerca a Joey -quieres morir de la misma forma? o aun peor como Ryu o como Yugi...- recordó el cuervo de ojos azules....-porque si quieres morir de esa forma es fácil, quieres buscar pistas, busca a Yami el detective, era hermano de yugi y amigo de kaiba, así que como tu busca la venganza contra el alquimista...-

El pelirrojo golpeo a antul con la mano -hermano- le reto con la mirada por haber dicho algo que no debía.

El cuervo rodó los ojos -se quiere morir Alistar solo le estoy dando un empujoncito, además de pronto quien quita y dios existe y nuestro adorado rubio escritor pueda hacer lo que mas cinco investigadores parisinos no han hecho encontrar y destruir al alquimista...-

Los tres se miraron fuertemente soltando una risa estruendosa.... esa idea era por demás irrisoria, el alquimista jamás moría...


"entre pirámides de verdad y mentira,
entre rostros afables y sutiles...
quien es la verdad y quien es la farsa"


Mientras se duermen los ojos cansados, mientras duermen las almas en paz de los habitantes nocturnas de las calles pedregosas, las cadenas de un oscuro lugar se vuelven entre las manos... los sonidos atronadores del movimiento de cada esclavo virgen, al moverse la mano de la victima.., las velas austeras le dan un espacio lúgubre a la muerte que feliz se regocija de aquella encantadora melodía de gritos de dolor y pánico...

Una mujer atada, destrozada... pero aun con vida... el alquimista esta mirándola con ojos de nada, su rostro es el reflejo del dolor... puesto que no lleva faz, es un espejo de ella misma, el alquimista no tiene rostro, el alquimista viste de extraño material, lleva una capa de aleación metálica que lo vuelve invisible en la oscuridad... sus manso enguantadas hacen las maravillas del cuchillo que el lleva.

Absorbe con magistralidad la vida de aquella alma envilecida.. lo que alguna vez fueron rubios cabellos ahora es una masa sanguinolenta del cerebro.

lo que alguna vez fueron bellos pechos...
ahora simplemente desgarradores masas abstraídas...
lo que alguna vez fue una belleza armoniosa, hoy no era mas que una conjetura de líneas convexas llenas de sangre, lo que alguna vez fue una virgen, en este momento solo era una latitud abierta en el cual se veía ampollas y sangre, desangramientos leves y profundos… la mujer lloraba… mas las lagrimas no caían… había sido una hermosa beldad ahora un horrible experimento del mismo alquimista.

Unos cabellos rojos miraban todo, desde una cómoda posición, el herrero campante, el ayudante del asesino, sus ojos bicolor se cerraban despacio por el sueño, ya que para el, la tortura era una bella melodía para dormir, mas bella que las sinfónicas o el sonido atronador de los violines.

El alquimista vio lentamente como la sangré caía y fue a refugiarse en los brazos del herrero… con ese cuerpo delgado y esa carita de ángel caído… esos ojitos inocentes… aunque realmente no lo fuera… inocente, inconciente, casi un niño, uno que disfrutaba de las matanzas y la tortura... Pero un niño su protegido…su niño…

-Aslak…- susurro delineado los labios prohibidos del único que jamás siquiera profanaría.

-Mi señor…- dijo cerrando sus ojitos…

-deshazte del cadáver…- ordeno suavemente pasando sus manos enguantadas por el cabello rojo fuego.

-como ordene…- dijo levantándose y dejando caer su cabello en cascada… el alquimista sonrió dentro de esa mascara que preservaba su juventud, tan igual y tan diferente a el maldito pelirrojo de ojos plata… a uno lo quería y el otro seria destrozado… a Aslak lo protegería incluso de si mismo, a Alistar… lo mataría de la forma mas cruel, sonrió mas fuerte… haría que su propio gemelo lo destrozara…


“los deseos profanos del alquimista…
Va tras una nueva victima…
Una que renacía de las entrañas del infierno
Y que debía sufrir por las penas causadas”


Joey caminaba nuevamente por las calles buscando a Yami Atemu… suspiro, ese tramo seria difícil, que confiara en él lo suficiente para que le ayudara a destruir al alquimista, a encontrarlo, a descifrar el enigma complicado… para descubrir si alguien sabia como era el rostro del alquimista…

Llego debajo de un puente, las aguas oscuras le daban un ambiente escabroso, lleno de fantasías maléficas… había gente arremolinándose alrededor.. pudo sentir a su olfato el olor putrefacto de una victima, una nueva victima, salio corriendo a ver el lugar y una pequeña libreta con una pluma salieron raudos a seguir la historia que contaría…

Diviso a Yami Atemu, el inspector, alto grácil, de cabellos tricolor, ojos rojos pequeños, algo diferente a Yugi el mas tierno de los hermanos..el más dulce, el que fue… negó con la cabeza.. pudo ver entre la multitud el cuerpo de una mujer… o si a eso se le podía llamar cadáver… mas bien eran las piezas de un rompecabezas… uno que se debía armar, se mordió el labio haciéndolo sangrar, hubiera sido una maravilla eclíptica ver a Seto entre la multitud, investigado cada rasgo de la victima, detallándola con sus ojos azules, marcando el compás de una investigación siniestra que le daba inmortalidad al apellido Kaiba, una irracionalidad al atrapar a un demonio disfrazado de asesino múltiple.. sintió un cosquilleo en su entrepierna, divisando con sus ojos mieles, los recorridos lujuriosos de Kaiba al ver como la victima había sido destrozada.. Casi tuvo que sostener su gemido… hubiera sido una maravilla que jamás volvería a tener el placer de ver… resignado suspiro..

Camino entre la multitud dibujando casi al punto del realismo el cadáver, una ventaja en su hazaña de periodista y escritos… la policía local lo dejo proseguir, ya que el era uno de los mejores reporteros gráficos..

Yami se acerco a él - aun tratas de encontrar el paradero de ese monstruo?- pregunto con voz fría.

Wheeler alzo el rostro - tengo el mismo propósito tuyo Yami,… ambos perdimos a un ser amado a manos de ese aberración.,. Debemos encontrarlo..- dijo para luego centrarse en la figura… dibujando con morbo lacónico cada vez que podía…

Atemu suspiro mirando las aguas, hablando solo para joey ya que el ruido incesante de la gente lo adormecía… Pero en ese momento solo estaban ellos dos…- tengo una pista… - dijo mirando a Joey - Se que el alquimista no hubiera podido trabajar solo, debe tener a alguien que capture sus victimas por él… Yugi me dijo que eran dos…- dijo en un hilo de voz.. el rubio asintió con el recordando como memorias vividas como habían encontrado al pobre Yugi… salvado por el mismo Seto kaiba.


“al alquimista dejo una victima.. una victima sin habla..
Sin moviendo..
Solo temor… una victima que no puede delatarlo”


Kaiba caminaba con un refinamiento digno de dioses entre las callejuelas vacías. Olía a putrefacción, a muerte, seguía hace meses al maldito psicópata del alquimista, estaba casi atado de manos, no había encontrado el maldito escondite del psicópata, cuando escucho los arañazos de alguien cerca de una de las casas viejas… se acerco con cuidado sacando una arma de fuego.. se acerco dejando que sus ojos azules analizaran la escena, cuando vio algo que lo dejo helado.. se apresuro a seguir al cuerpo que salía de las alcantarillas viejas, Seto quedo mirando al pequeño que había salido,… tenia marcas en el cuerpo en toda la longitud de este, las manos cruelmente violentadas como todo lo demás, su cara tenia una cicatriz que el adornaba el rostro…

-Yugi- susurro seto quitándose la capa y viendo los ojos violetas temerosos al ver los ojos azules de kaiba - tranquilo soy yo, Seto.. tranquilo…- dijo alzando el pequeño cuerpecito… Atemu moriría si veía a si a su pequeño hermano… camino escondido entre los laberintos que se hacían llamar calles,. Casi corrió con el cuerpecito delgado y maltratado, hasta llegar a una mansión… entro pasando por delante casi toda la vigilancia…

Paso por la puerta principal donde estaba un Yami aun en vela, tratando de encontrar a su pequeño hermano, cuando vio lo que había ne las manos de Kaiba casi muere y mata allí mismo…

Lo limpiaron, lo arreglaron, lo mantuvieron dopado con laudano y ajenjo… sufría de horribles pesadillas… cuando Yami lo reviso vio con aprensión como su cuerpecito virgen había sido violentado de la forma mas vil y horrible que pudiera pasar… vio como su cuerpecito había sido atravesado no únicamente por un miembro masculino sino también por una vara de púas… que dañaron su esfínter y prohibieron algún tipo de relación a fututo, incluso el solo problema de ir al baño seria un calvario de por vida.. sus ojitos murieron… violetas opacos… sus manos, sus brazos sus piernas, su espalda.. fueron dañadas vilmente por heridas eternas que no podían cicatrizar, ya que se les aplico mercurio líquido para hacer que dolieran eternamente, sus testículos fueron cercenados sin ningún tipo de anestesia, a fuego vivo…

Yugi jamás fue el mismo, vivía encerrado entre las cuatro paredes de su habitación, jamás quiso volver a ver la luz del día, jamás quiso volver a sentir… jamás quiso volver a ser conciente, murió en vida… Yami lo mantenía casi todo el tiempo drogado y dormido… no quería que recordara como fue dañado… dejaba que la droga quitara todo dolor del cuerpo… y en algunas de sus lagunas mentales… Yugi hablo tanto con seto como con Yami.. había alguien aparte de ese horrible monstruo.. Alguien que se sentaba junto a el.. viendo como las victimas eran dañadas… solo se acordaba de sus cabellos de fuego y los ojos del cielo y la tormenta…

Solo recordaba como tocaba el violín cuando era violado por esa bestia.. solo eso decía cuando estaba medianamente conciente… mas Yami jamás quiso indagar demasiado en las alucinaciones de su pequeño… lo amo en silencio y lo seguiría amando, cuidando hasta el mas mínimo detalle… tratando de hacer su infierno mas llevadero… tratando de encontrar al imbecil hijo de puta que daño a su bello hermano… que seguramente, si Kaiba no lo hubiera encontrado estaría igual de muerto que los demás.. otro cadáver que añadir al alquimista.


“el alquimista sonrió al ver a su victima…
Una que dejo ir solo por dañar..
Una victima a la cual le había robado el alma.. el corazón..
Y la inocencia,
Una victima que jamás seria igual”


Joey estuvo atento a las palabras de Yami, ojos de cielo y tormenta, cabellos de fuego… muy pocas personas en Paris llevaban el cabello rojo, aun se creía que era brujería, uno de los pocos conocidos era Alistar que también tenia los ojos de tormenta, pero no de cielo.. Joey movió sus mechones rubios, imposible que Alistar ayudara a un monstruo como ese…

-Tienes a alguien en mente?- pregunto Yami al ver el rostro compungido del rubio.

Joey miro al oji rojo, guardo con perseverancia la libreta mientras algunos oficiales cubrían la monstruosidad de aquel cuerpo - más o menos… el guitarrista de La Cour… tiene el cabello de fuego, y los ojos de tormenta..- asevero levantándose de donde se había arrodillado, Yami lo miro severamente.

-Seto no entiendo eso… yo tampoco… como puedes hacerlo tu Wheeler?- dijo mirando directamente al rubio.

Joey sonrió despectivo - Yami, Yami, Yami… cabellos de fuego.. deben ser rojos, puesto que ningún color mas se acerca y los ojos de tormenta… deben ser grises como las tormentas que amenazan la belleza de Paris.. aunque tu hermano se refirió a los ojos de cielo y de tormenta, un ojo azul y el otro gris… es lo mas parecido que puede haber…- Yami quedo en una pieza al ver como el rubio había deducido en segundos lo que a ellos dos les costo horas.

Joey lo miro saliendo de allí - no es tan difícil de deducir…- susurro mirando a yami y saliendo de allí - solo debemos averiguar si hay alguien con esa descripción…- así salio el rubio, caminado por las calles viejas…

El olor a pescado insalubre, a infierno propio.. llego entre su caminar errante a un lugar, atendido por un hombre mayor… con el cabello negro hasta el suelo y los ojos azules, un contrabandista y vándalo pero sabedor de miles de secretos y de ninguno.

-Vlad como estas?- dijo mirando al hombre que estaba limpiando el mostrador.

-Joey.. que te trae por aquí.?- dijo sin responder la pregunta… Joey sonrió de medio lado, ese hombre siempre había sido igual, de lejos podía ver como un pequeño muchacho estaba escondido, con el cabello negro y los ojitos rojos, seguramente el amante de Vlad, bien era sabido que no dejaba salir de esa escoria a la cual llamaba casa.

-quiero la misma habitación de siempre… necesito pensar…- dijo entre medio ordenes, lanzado unos peniques al mostrador, vlad paso unas llaves de cobre y le asigno la misma habitación de siempre… joey se despidió con un gesto cansado y entro por el pasillo hasta la habitación…

Entro exhalando el humor del lugar, respirando entre las esencias y recordando con remembranzas mejores épocas…


“y el alquimista taladro la medula… taladro los sentidos y solapo
Entre los humores de Paris,
El cuerpo impoluto”



Recordó suaves manos quitando su ropa, en esa misma habitación…

Recordó suaves mordiscos despertando su hombría,

Recordó unos ojos azules que le hacían el amor…

Recordó.. Una penetración pujante y sus piernas abiertas recibiendo al intruso..

recordó la excitación al oler su propia sangre bajar por su recto y lubricar su estrecha entrada..

recordó los empujes y como el cabello castaño se movía al compás de estos..

recordó los labios rojos de tanto besar…

recordó como sus uñas lastimaban la espalda del otro mientras gemía a su oído…

recordó las palabras obscenas de amor mutuo..

recordó como los ojos azules de Seto se cerraban por ratos.. mientras empujaba en su cuerpo…

recordó con detalle como en un arranque pasional dejo de ser embestido para cambiarlo de posición…

Recordó estar a gatas… dejando que kaiba practicara su habilidad de meter y sacar..

Recordó estar contra la pared.. mientras la losa fría le calaba en el rostro y las manos… mientras kaiba empujaba dentro del como un animal…

Recordó los orgasmos que tuvo… mientras el moreno lo movía su entero placer…

Recordó como el semen caía de su entrada al igual que su sangre….

Recordó como engullo con placer y glotoneria el miembro de seto…

Recordó el sabor beneplácito de su semen…

Recordó el amanecer en sus brazos…

Recordó esos ojos azules que tanto amaba…

Cuando se dio cuenta, tenia su mano mojada y su pantalón abierto y rió como un desquiciado… hasta ahora, gracias a Seto Kaiba siempre terminaba masturbándose con su recuerdo… y sonrió al darse cuneta que le hacia falta sangrar y que su entrada tuviera al pujante miembro del castaño dentro suyo… necesitaba recordar que era estar abierto para el investigador Kaiba… y sonrió aun mas al pensar si descubría el enigma del alquimista recuperaría la dignidad… y dejaba de pensar en Seto kaiba.



“Y el alquimista miro a la victima… abduciendo su dolor y su alma
Destruyéndolo por fuera y por dentro…
Matando su conciencia y robando vida eterna”


Había seguido la pista… pero ninguno daba con un comensal de cabellos rojos y ojos bicolor… nadie daba datos, parecía que aquello fue un fantasma lo que estuvieran investigando… nada una sola pista… solo necesitaban seguir los pasos que había seguido kaiba y vivir y vencer donde el castaño había muerto y derrotado.

Yami estaba a su lado cuando percibieron de lejos, a un muchacho, tenia ropas de fundidor, mas su delicada presencia, no hacia pensar que este trabajara en una fragua … sus cabellos rojos atados… siguieron, tanto el rubio como el oji rojo al chico… este parecía encantado con algunas cosas, miraba todo con una ingenuidad que traspasaba el corazón, aunque cuando se dio la vuelta Joey se detuvo mirando a yami… ambos habían visto su rostro mas delicado y sus ojos de tormenta y cielo.. pero extrañamente demasiado parecido a Alistar Yohanes…

Yami lo miro detenidamente - es igual… a Alistar….- susurro viendo como el chico desaparecía entre los callejones.. joey también lo miro sin embargo salio a correr detrás de él… ¿Por qué el extraño parecido?... tenia un ojo gris como Alistar y un ojo azul como Antul… corrió aun mas.. hasta que ya no hubo principio ni hubo fin… solo había gente.. el del cabello rojo se perdió al frente de una casona de uno de los principales diputados de Paris… Joey espero a Yami…

-no se donde se me perdió… pero por aquí es un camino- respondió joey al ver a Yami cerca de él…

-¿será el mismo chico..? se veía muy inocente para ser… secuaz de esa abominación…- dijo mirando al casa del senador del parlamento, Maximillian pegasus.

El rubio también miro la suculenta mansión - no lo se, pero si hubiera sido victima ya hubiéramos encontrado el cadáver… tal vez es una pieza importante para encontrar al alquimista…- dijo sin dejar de mirar el interior de la casa…

Yami se quedo quito mirando la casa - en el diario de seto, hay un dibujo de este lugar… a unas cuantas cuadras encontró a Yugi…-

-será que este lugar tiene alguna conexión con ese nigromante …?-

yami miro todo con recelo...esa casa, esa mansión... seria mejor averiguar que había sucedido en esa casa... ya que desde hace un tiempo, no se veía ni a el senador pegasus, ni a su esposa Tea Gadner ni a su amante Duke Deblin..

yami pidió entrar para investigar... los soldados se retiran de la estancia, aunque el olor lúgubre y tenebroso de la mansión les recordaba los pasos sigilosos del alquimista.

Tanto yami como Joey se dieron cuenta, que muchas de las habitaciones de esa lujosa mansión estaban dibujas en el diario de seto kaiba... Trazos legibles de pistas inconexas... Joey sintió su corazón latir furiosamente..

La servidumbre vestida de negro como listas para el funeral, salía al paso tanto del periodista rubio como del investigador de ojos rojos.

yami estaba sigiloso, no le gustaba ese silencio parsimonioso, no le gustaba las inconexiones del tiempo, sin saber en donde habían radicado las inflecciones.

"entre las viejas arquitecturas,
se esconde el alma del alquimista,
llevado por el placer mórbido del asesinato despiadado..."

Una hermosa e iluminada habitación, dejaba ver todo los trazos inconcebibles del alma humana, allí se encontraba la esposa de Pegasus , miraba todo con miedo, pero dejaba que la luz la protegiera, o eso quería saber, su cabello castaño corto y sus ojos azules, tenían el placer histérico del miedo profundo...

Tanto Yami como joey hicieron una reverencia... la mujer no los miraba, así que decidieron dar fin a las prosas largas y a las mal vivencias y hablar con la verdad.. la necesidad...

-señora de Pegasus- dijo respetuosamente el rubio.

-viuda de Pegasus..- asevero la castaña - la oscuridad devoro a mi esposo.. la ambición eterna detective Atemu..- dijo sin soltar una vela que tenia entre sus manos, a pesar de estar en pleno día- si dejo que la luz.. se valla de mi lado..el vendrá por mi..- susurro medio demente la mujer, como quien esta aferrado a una creencia idiota por salvarse, aun sabiendo que su alma arderá eternamente en el infierno- pensé que después de que Kaiba muriera nadie mas vendría..- dijo nerviosa.. Solapada en el temor de la muerte impía y justa a pesar de la ambigüedad...

-el..??- pregunto el rubio...

-el alquimista- dijo en susurro la mujer.... - el vendrá.. el.... el.. vendrá y se llevara mi alma.. dañara mi cuerpo para ser joven eternamente- dijo sin dejar de soltar la vela, sin dejar de mirar en la ventana...

-el alquimista-murmuraron juntos hombres.. mirándose uno a otro, como si con ello supieran que les diría la castaña.. un olor de jazmines y orquídeas muertas les llego a su olfato....

Yami se adelanto a lo que posiblemente preguntara Wheeler..-juventud eterna.. no entiendo...-

Tea se dio vuelta, mirándolos pro primera vez a los ojos.... llevaba un traje negro de corpiño apretado, con joyas en zafiros y amatistas.. mostrando una belleza que rogaba por ser mancillada-yo.. yo so se que sucedió con maximillian y los demás... solo escuchaba cosas en las noches... susurros tenebrosos en mí oído como quien recita pactos infernales.. luego llantos y gemidos como una orgía dictada por Satán...- dijo mordiéndose los labios... - yo.. yo no participe... yo solo se .. que Maximillian convoco al alquimista.... con Duke Deblin.. - dijo de nuevo autismo mirando por la ventana, Joey supo a lo que se refería...saco un roído diario, de aquel que fuera su amor... su vida... allí narraban cada paso a seguir... sin embargo el empirismo es una de las ciencias inexactas mas alardes y vanagloriosas de la investigación humana, el quería seguir las pistas para encontrar a Seto pero también debido a su propia investigación, y demostrarle aun muerto que el también era bueno en eso.. que honraría su memoria hace poco envilecida.

-donde esta Deblin.. madame..- dijo suavemente el rubio...

la castaña miro las calles de Paris, como si fueran su encierro personal...- en las callejuelas de La Morte.. Entre la droga y el infierno... se encierra en su mundo, trafica y muere... sus pecados tratan de ser extirpados... se por Max.. cuando estaba vivo, que ..- toco suavemente con sus manos el vidrio - que Duke pudo ver el rostro del alquimista... cuando mato aa Kaiba...pero quedo tan insano.. tan demente que no dijo nada...--

Yami abrió los ojos, los desvaríos de un loco lo llevarían a la verdad... Joey sonrió..hoy visitarían a Duke Deblin.


"Pasado, presente, futuro y muerte...
el alquimista viaja entre la sangre....
el no deja pistas, ni testigos ni pruebas ni tormentos...
el no deja acciones entrelazadas... el no deja nada...
ni siquiera un alma envilecida..."


Joey entraba en el oscuro lugar seguido por Yami… las habitaciones roídas, corrosivas donde miles de habitantes insectos viajaban como si fueran dueños del lugar, alimañas, cucarachas, ratas, arañas, gusanos y polillas, hormigas y termitas, comiendo tanto de las pantanosos y asquerosas losas frías y madera vieja hasta de los mismos habitantes infestos de la misma.

El ojirojo arrugaba la nariz del olor entre podredumbre, putrefacción y opio… el ojimiel simplemente caminaba buscando a Deblin entre las infestas aposentos, hasta que hallo un cabello negro sucio, caído hacia adelante, unos ojos verdes enlagunados por aquello que fumaba mientras un hombre estaba encima suyo, de cabellos castaños y bastante alto… el chico que en otrora fuera uno de los cortesanos mas bellos de Paris, ahora tenia el cuerpo demacrado, pálido dejando que el vago de aspecto deplorable lo montara mientras el estuviera fumando nada le importaba… Yami aparto al hombre y lo saco a patadas de allí mientras Joey le pasaba una sabana vieja y roída para cubrirse su humanidad.

Yami entro cuando el ojiverde miraba con ansiedad algún punto muerto del techo podrido mientras Joey trataba de analizar lo que esa mente enferma y desahuciada podría tener…. Alguna pista del asesino imperene de su adorado detective.

-que sabes del alquimista??- dijo yami zarandeando al pelinegro - dime quien es…¡¡¡¡¡ dime quien demonios es ese bastardo¡¡¡¡¡- fuera de si ya se hallaba el detective, tratando de sacarle las palabras por la garganta si fuese necesario, completamente fuera de si hasta que el rubio lo quito.

-la idea no es asustarlo- dijo enojado al ver el pelinegro agazapado contra las mantas apolilladas..- disculpa Duke- dijo acariciando los cabellos suavemente para calmarle los ímpetus y los miedos, Duke se relajo completamente en los brazos de Joey… relajo sus temores y dudas - Duke, que paso en casa con Pegasus??- sintió tensarse al de ojos verdes… pero este solo y tomo un respiro para poder hablar su trágico misterio.

-Hace unos…. Seis meses…- dijo en tono ronco aun disfonico, pero recostado tranquilamente en los brazos del rubio - Maximillian y otro diputados consiguieron un libro antiguo, uno en el cual revelaba el secreto para la vida eterna.. el renacimiento de una era donde la juventud prevaleciera… solo tenían que convocar a un demonio.. un monstruo…- dijo empezando a temblar…- deberían llevar 100 personas vírgenes, inmaculadas… se escuchan los gritos.. yo le digo a max… que no.. que no dañe a esos niños y niñas… pero no me obedece ni el ni los demás… escucho gemidos… pensé que era un orgía.. pero no… luego llantos y dolor.. veo sangre en el suelo.. mucha.. mucha… rojo por todas partes… llantos..luego los sollozos terminaron.. luego no mas gritos… entre despacio y vi.. sangre mujeres muertas… Max y los demás estaban asustados… en la mitad se encontraba un hombre con una capa plateada, un espejo… no tenia cara…- dijo sollozando…- Max quiso romper el trato… los otros también pero no pudieron… el alquimista no quiso y amenazo con matarlos si no les traían mas vírgenes…- abrió sus ojos verdes pero ahora con demencia- luego, luego, vino Kaiba… Max lo hecho pero Kaiba insistía e insistía hasta que Max le contó del alquimista… al otro día vi. a max..- un sollozo fuerte y unas uñas enterradas en la piel delicada del rubio..- estaba abierto por el pecho, tenia todos sus órganos por fuera, tenia los ojos abiertos y el intestino alrededor de su cuello con eso fue que lo ahorco el alquimista… - luego alzo su mirada para observar a Joey y tomarlo de las mejillas - luego yo seguí a Kaiba… él fue hasta la fragua, en la cual fabrican los vidrios de la corona... la subterránea…. Yo no vi. mucho, pero… el alquimista lo tenia del cuello… y luego… luego lo arrojo a una de las calderas.. Kaiba se sostenía fuerte… y pidió un ultimo deseo verle la cara…- Joey abrió sus ojos para verlo…- se quito la mascara y miro directamente a kaiba.. luego se la puso de nuevo…-

Yami miro a Deblin y lo encaro - le viste el rostro.. viste quien putas era???- estaba desesperado.

Joey esperaba ansioso una respuesta cuando el pelinegro abrió sus labios - no.. no lo vi.…-

Ambos hombres salieron sin ninguna respuesta y mil incógnitas… pero una sola certeza… Kaiba había estado cerca de ver el rostro de esa abominación de Satán.




“el alquimista se mezcla entre la gente…
No se nota..
No se ve..
Pero tengan la certeza que siempre esta allí”



Deblin se quedo completamente solo en la inmensidad de su pequeño mundo, en la soledad del mismo averno construido por las ansias de vivir eternamente.

Vio con aprensión sombras eternas a las cuales les temía.. vio el reflejo de la muerte impoluta…

El alquimista venia allí… lo sabia, se agazapo contra la pared, trato de irse… pero apareció como una muerte vestida de plata…

Un cuchillo convexo de forma suave, hoja de vidrio esmaltada… Duke grito pero sus gritos fueron consumidos por el espejo… el reflejo de su muerte lo dejo pasmado, en shock.

El alquimista sonrió dentro de aquella mascara… tomo suavemente el cuello de duke, como quien toca una estatua de cristal…. Tomo el escalpelo con suavidad, pasando la hoja por el cuello, viendo brotar la sangre con curiosidad.. manchando sus ropajes…. Sintiendo las suaves texturas de la carne… el olor metálico mezclado con el olor a músculo cercenado... las venas suavemente saltaron con agrado para el alquimista… la sangre caliente… hasta el extremo de hervir bajo sus manos enguantadas…

El cadáver ya sin vida de duke fue separado gentilmente de su cabeza… la cabeza amputada del cuerpo… el alquimista sonrió largándose de allí… ya nadie sabría que paso ese día con el detective Kaiba.


“el alquimista tiene varias cosas en mente y ninguna…
El alquimista no mata por matar…
El alquimista mata por venganza…
El alquimista mata por su vida”


La taberna cerro.. los vagos y prostitutas salían a empellones de aquellos sitios, el pelirrojo de ojos grises tomo su guitarra dejando a su hermano en una de las habitaciones dormido completamente…

Salio a caminar por las calles de Paris… odiaba a veces quedarse encerrado… tenia muchas culpas en su corazón para poder remediarlas de alguna manera, le había hecho daño a su pequeño hermano… lo había lastimado, dañando al amante de Antul… le había hecho daño a su amor, a Anecuze… suspiro cansado sin saber que sus pasos lo condujeron a una de las callejuelas vacías… camino sin darse cuenta que no habían ni siquiera pequeños ruidos de lejos… no había nada.. ni sonidos de alimañas, ni la mas mínima rata...

Una figura delgada lo esperaba.. Alistar abrió sus ojos grises plata y miro con sorpresa la figura que estaba delante de el…. Casi su copia, aunque con el cabello mas largo, de facciones mas delicadas, mas bajo de estatura y con los ojos bicolor resaltados.

-buenas noches hermano…- susurro el pelirrojo de ojos bicolor, con una sonrisa tímida.

-As..Aslak..- Alistar dio dos pasos hacia atrás… él no podía ser su hermano mayor.. el había muerto cuando eran niños… él mismo se lo había entregado al alquimista por su propia vida en un sentimiento egoísta y ruin.

Aslak camino despacio sin dejar de mirar a su hermano gemelo - mi señor me mando por ti… Ali…- susurro Aslak… cuando desapareció para luego aparecer detrás de Alistar que no se había movido ni había podido ver como Aslak se movía - es hora de pagar tus pecados y redimirte del infierno que ocasionaste hermano… es hora que pagues por lo que le hiciste a Lucio kun… por lo que le hiciste a Antul y sobre todo por lo que trataste de hacerle a Seiichiro Sama…- luego Alistar no supo mas… la oscuridad le llego en forma onírica.. un olor dulzon penetro en su olfato y su inconciencia se hizo presente, decayendo sus músculos… relajando sus parpados y cayendo en los brazos frágiles de su gemelo… que aun a pesar de todo solo retiro dos mechones rojos de su hermano y le beso la frente.

-Perdóname hermano….- susurro antes de desaparecer con el por las callejuelas de Paris.


“el alquimista reclamaría una de sus victimas…
La primera que no era inocente…
La primera a la cual deseba destruir con saña”


Alistar abrió sus ojos plata, estaba atado sobre una pequeña cruz en medio de un salón lleno de herramientas de tortura… sus muñecas estaba rojas por el hecho de tener que soportar la fuerza ejercida en ellas al aguantar su peso… sentía que tenia la ropa a jirones y no se equivoco…

Pero algo en esa habitación estaba discorde… en un pequeño sillón se encontraba el alquimista… acariciando los cabellos fuego de su gemelos… ya que Aslak tenia la cabeza en las piernas de el susodicho y cerraba los ojos por la gentil caricia.

-despertó el imbecil numero uno de la historia- dijo con voz tenue el alquimista sin dejar de mirarlo o eso suponía Alistar, ya que no se podía ver su rostro… no podía creer que su gemelo hubiera sobrevivido a ese asesino.. y sobre todo porque se veía como una dócil mascota - estas sorprendido lo veo por esos repugnantes ojos plata…- dijo el alquimista - sorprendido que el destello siga con vida… sorprendido de que te atrapara… sorprendido o muerto de miedo de ser mi próxima victima…-

-QUE DIABLOS LE HICISTE A ASLAK…????- pregunto con rabia moviendo mas sus manos y desgarrándose un poco la piel, sin llegar a dejarlo desangrado pero causando un dolor profundo…

El alquimista se levanto con parsimonia, apartando suavemente la cabecita de Aslak - con él…???? Solo a él no lo he tocado.. solo he respetado su cuerpo y su mente… aun es un niño….- dijo acariciándole la carita, haciendo que el de ojitos bicolor cerrara sus ojos tiernamente - he respetado su inocencia, a pesar de que tu me lo vendiste para salvar tu alma podrida- dijo sacando de una de sus manos unas uñetas de metal corto… - he respetado su inocencia, a pesar que sabe matar.. jamás vera nada con malicia… jamás vera algo malo en las muertes solo las ve como un derecho del mas fuerte- dijo acercándose a Alistar - un derecho que le otorgue yo… es mas fuerte que tu, así parezca una delicada figura de cristal…- con cuidado se acerco al rostro sorprendido y lleno de miedo del pelirrojo… y paso una de las uñetas por la piel blanca tan parecida a la de su pequeño destello… la sangre cayo grácil… por todo el rostro dejando una impune mancha roja… el alquimista lo miro con vil repugnancia…. Observo la aprensión de esos ojos grises y sonrió .. - No te daré el placer de ser asesinado por mis manos…- dijo mirándolo pasando el terror a su mascara alimentándose de ella… - no te daré el placer de ser ultrajado.. Nadie se rebajara una basura como vos... pero no seré yo quien acabe con tu patética existencia… Aslak ven aquí…- ordeno al pelirrojo de ojitos bicolor que se levanto con ceremonia con los ojitos mirando la madera de ese extraño salón de torturas... una estructura de madera, con ángulos inconexas, calcadas al mismo Pitágoras.

-Tu,… tu no quieres… Aslak… mírame por favor¡¡¡¡¡ tu no quieres… hermano… Nisama¡¡¡- grito cuando vio como el sumiso pelirrojo aceptaba una daga pequeña del Alquimista.. como una sonrisa macabra llego a los labios de ese bastardo animal, aunque solo se pudiera escuchar su risa… luego Aslak se dirigió a su hermano y con la navaja la lamió… pero a pesar del gesto que debía ser execrable y atroz… vio que lo que decía ese demonio era verdad.. Aslak lo veía como algo normal… no como un asesinato sino como algo que se hace todos los días…

Los gritos trataron de morir en su garganta cuando con las finas manos de porcelana del mayor de su hermanos comenzó a desollarlo... los gritos fueron alegorías eternas a los dioses mal habidos del planeta...

La piel fue extraída, mientras la sangre salía como aliciente del alquimista.... los gritos de dolor podían dejar sordos a los hombres, mientras que la carne era puesta a la vista, el mercurio hacia su factor... penetraba el músculo haciendo aun mas dolorosa la tortura, mas el corazón seguía latiendo y cuando Alistar se desmayaba del dolor, despertaba con otro tanto....

A los ojitos bicolor de Aslak, comenzó la culpa, pero aun así, su amo se lo había ordenado,... solo que por primera vez si dolió un asesinato a sangre fría, por primera vez dolió el alma y no supo porque el pelirrojo inocente, le dolía tanto el corazón.

“al alquimista se refugio en su victima
Destrozo su cuerpo
Y se vanaglorio de la venganza bien habida...”




Antul miro las calles, hacia tres noches que no aparecía su pelirrojo hermano, al principio pensó que buscaría en las calles solitarias alguien que le calentara las noches, pero luego del segundo día se preocupo, Alistar no lo dejaba tanto tiempo solo.

La puerta se abrió con fuerza dejando entrar a Yami Atemu.

-Antul Yohanes.... es usted???- pregunto entrando como perro por su casa el hombre tricolor.

-si, yo soy Antul Yohanes Sakuragi...- dijo levantándose de su asiento y mirando al hombre - puedo saber que hace irrumpiendo de esa forma dentro de mi habitación?-

Yami analizo al chico, cabello negro, ojos azules, plumas en la cabeza, era obvio quien era aquel joven bailarín, aunque para muchos anónimo, no era nada mas ni nada menos que el cortesano de Lucio Méndez un hombre de negocios, letrado y gentil de hermosos ojos verdes y cabello castaño, que hace mucho tiempo había sufrido un accidente.

No sabia los motivos que hicieron que uno de los mas bellos cortesanos de Paris terminara recluido en sus pobres calles, no que le importaba, estaba perfectamente bueno para una simple revolcada, pero sabia que de hacerlo podía perfectamente sufrir un “accidente”, ese chico aun estaba siendo cuidado por esa familia y lo mejor era dejarlo quieto.

-quiero que reconozca un cadáver...- afirmo Yami cuando vio la palidez extrema que mostraba el chico, vio como cerraba sus ojos azules... y comenzaba a negar con la cabeza.

-Lucio.. Lucio .. esta... bien... verdad??- fue lo primero que le llego a la cabeza...

Yami abrió sus ojos, el chico pensaba que algo malo le había sucedido a Méndez, es mas Méndez aun estaba vivo.... eso era sorprendente... muy sorprendente.

-No tiene nada que ver con el Mounsiur Méndez y con la familia Lacreaux, joven Yohanes... es... su hermano Alistar- dijo en tono serio, allí vio como las pocas defensas del chico cayeron y unas lagrimas amargas pasaron por el rostro del mas joven...

Yami acudió a tranquilizarlo, puesto que no había dejado de sollozar... habían encontrado un cadáver... irreconocible, pareciera que con este hombre se hubieran ensañado mas que con sus victimas anteriores, mas en ningún momento fue violado... eso era lo extraño, eso y la larga mata de cabellos rojos.. y sus ojos plata en la mano derecha.... pero necesitaban reconocer el cadáver... Antul negaba llorando a mares cuando llego el rubio y lo acuno fuertemente en sus brazos.

-Antul.. Cuervo estoy aquí- asevero el rubio abrazándolo.

-joey... joey...- dijo entre lagrimas enterrando su rostro en el pecho de su rubio amigo, sintiendo como sus mechones negros eran acariciados con ternura... - Joey no quiero.. no quiero ver eso por favor... por favor...- dijo mirando al rubio- no quiero saber que le paso a Ali...- dijo sin dejar de aferrarse a Joey, en ese momento el rubio supo, que las mascaras que utilizaba ese chico habían sido derrumbadas, así que simplemente lo dejo llorar como el crió que era...

El rubio miro a Yami severamente, una ira que no había visto el hombre - Yami yo reconoceré el cadáver, ambos eran amigos míos...- dijo aun fuerte.. que hasta el mismo atemu se amedrento de la forma en que era mirado y como aquel pequeño cuervo era acunado como si fuese una valiosa posesión...

Aun no supo Yami, en que momento, llegaron varias carrozas negras, con el símbolo de un tigre chino, bajo una hermosa mujer de cabellos negros y ojos como posos del averno - Joey, he venido por él- dijo la mujer elegante pasando de largo a Yami, cuando pudo ver su rostro se dio cuanta que era la salvaguarda de los Lacreaux.

El rubio tomo delicadamente a Antul y se lo dio a otro joven rubio fuerte de ojos azules, serio inexpresivo... el rubio lo alzo y lo saco de allí, ante la mirada desdeñosa del lugar de la mujer.

-así que aquí estaba todo este tiempo, esto es una bazofia...- dijo con asco, retirándose de allí, pero Joey la tomo del brazo.

-kaede... Cuídalo..- dijo el rubio tomando de la mano a la mujer.

-no te preocupes cachorro, el tigre cuidara bien de él, ¿además, quien no cuidaría algo que le pertenece desde que nació...?, algo que por derecho propio le pertenece, como el mismo aire- dijo mirando al rubio y yéndose de allí.

Yami quedo de piedra como si esas palabras hubieran calado a el y a su pequeño hermano.

-como se entero esa familia que...- las palabras quedaron en el aire, porque joey las detuvo, colocándose una chalina en el cuello y moviendo un dedo para que Yami lo siguiera a reconocer el cadáver.

-Esa “familia” es muy poderosa- dijo sin mirar a la nada- supongo que conoces la leyenda urbana que se tejió sobre el menor de ellos verdad?...-

El ojirojo se coloco el sombrero - dicen que estaba enamorado de un cuervo de la muerte, y que un cuervo lo mato... Algo así nunca he entendió los eufemismos de las personas respecto a los animales, mas sobre ellos, no me intereso, incluso para algunos investigadores esa familia es vetada-

El rubio sonrió pasando una pedregosa calle - algo así, el cuervo es antul... el cortesano de Méndez, desde que nació, hasta donde se, Antul tiene 20 años y es amante de Lucio desde que tenia siete años...- dijo tranquilamente mientras Yami se detenía un poco, a lo que el rubio sonrió - Yami, no seas un puritano sabes... que... eso es perfectamente legal, cuando los jóvenes o las damas son cortesanas...-

-era un niño por el amor del cielo Wheeler...- dijo retomando el camino pero aun mas serio.

-y?... eso no tiene de malo, Antul ama a Méndez... luego de que Alistar tratara de envenenar a Méndez para escapar con su pequeño hermano, prácticamente fue secuestro... luego lastimo a un guardián de Méndez, creo que era Kazutaka Seiichiro pero no me acuerdo bien...- dijo rascándose la cabeza - después de eso desaparecieron y hace unos tres años me conozco esa historia-

Yami pareció meditarlo cuando llegaron de nuevo a un tumulto - como conoces a esa familia?, además porque no hicieron nada?? Bien podían mandar a Yohanes Alistar a la cárcel y de nuevo enviar a Antul a la cama de Méndez ¿no?-

Joey lo miro - bueno a mi me mandaron a ubicar el paradero de Antul, pero se me hizo injusto separarlo de su hermano, Alistar lo saco cuando tenia quince años apunta de mentiras... así que preferí conservar su amistad y hacerme el de la vista gorda y no hicieron nada, porque por muy herido que este Lucio, el aun los manda, y ordeno no hacer nada que pudiera dañar a el cuervo, así de sencillo-

Yami se sorprendió por el relato, pero lo dejo pasar de todas maneras, Joey miro el cadáver cuando le quitaron la sabana vio la saña con la que fue tratado su amigo, pero le sorprendió que al parecer aunque la piel fue extirpada con paciencia y muy suave... a pesar de detectar el mercurio en los músculos, supo que la misma mano que había comenzado con las torturas no había sido la misma que había terminado el trabajo, tenia desdentadas en el cuello. Desgarramientos en las venas.... cercenados tanto testículos como pene, arrancado los dientes, destrozado las muñecas y cercenado sus pies... lo único intacto era el cabello rojo y los ojos plata, ese era Alistar... cubrió con cuidado el cuerpo.

-es Alistar... Yami, podemos cremarlo???... solo quiero entregarle las cenizas a Antul, no quiero que trate de ver lo que hay dentro del ataúd, es mejor que no lo vea.- Yami estuvo de acuerdo después de hacer firmar varias cosas a Joey... al final del día tan pesado Joey regreso a la misma habitación de hotel en la que estuvo con Kaiba.

“al alquimista descansa por hoy,
El alquimista duerme feliz,
El alquimista sabe que termino,
Lo que nunca se debió haber empezado”


Un cuervo fue vestido y preparado para la ocasión... entraba entre finas sedas y suaves techos, nada parecido a lo que pasaba antes, vestía de sedas azules y negras fuertes cubriendo su cuerpo, sus ojos delineándos.. fue conducido por un hombre por las habitaciones, aunque se hallaba triste, no preguntaba si quiera quien era.. algunas lagunas de su memoria recordaba haber jugado en los mismos pasillos cuando era quizás mas joven.

Lo introdujeron a una habitación inmensa, se sintió pequeño en ella, cuando sintió la suave respiración de un cuerpo sobre esta y se acerco con cuidado, allí vio a su amo desde que tenia uso de razón, por alguna circunstancia quiso huir pero su mano fue casi empujada fuertemente por la del dormido.

-antul...- susurro Lucio abriendo sus ojos verdes...-

-Tigre...- murmuro el cuervo, pero no tuvo tiempo de decir nada mas, esta noche, su luto no seria respetado, ya que su cuerpo pálido fue empotrado entre el cuerpo grande de Méndez y la cama, como quien desea marcar con urgencia lo que fue suyo.

-mió...- murmuro el tigre mientras lo besaba con fuerza reventándole los labios pálidos y dejando posibles moretones en la piel de alabastro...

-nunca.. fui de nadie... mas- dijo con cierto temor viendo los ojos de Lucio... pero aquello solo fue comprobado cuando su cuerpo puesto a gatas, sus piernas fueron abiertas y un empujón violento y sin preparación en su estrecho ano... un grito que retumbo en toda la mansión y la sangre cayendo de esas bellas nalgas.... su cuerpo ni siquiera se pudo acomodar a tener semejante miembro dentro cuando salvajemente comenzó a ser penetrado.... y embestido.

Apretó las manos y los labios, mas sin embargó a pesar del acto brutal y salvaje al que estaba siendo sometido unas palabras relajaron su cuerpo y se entrego sin medidas...olvidando su luto, por aquel hermano caído.

-te amo... Antul...- susurro en el oído del cuervo ojiazul, cierto tigre de ojos verdes...

“el alquimista duerme en las penumbras
De Paris...
El alquimista.. Sucumbe al sueño...
El alquimista sabe que duerme eternamente joven”



Yami estaba sentado mirando a su pequeño hermano que estaba feliz en una nube de algodón.

“no te preocupes cachorro, el tigre cuidara bien de él, ¿además, quien no cuidaría algo que le pertenece desde que nació...?, algo que por derecho propio le pertenece, como el mismo aire”

Esas palabras de esa mujer... pertenecerle por derecho propio... miro a Yugi que jugaba con algunos jarrones... pertenecerle por derecho propio... estrujo tan fuerte el vaso que lo reventó en sus manos.

Yugi lo miro con inocencia, aun en su estado de drogadicción, Yami lo miro embelezado.. Cuanto daño le había hecho ese maldito alquimista, tomando algo que le pertenecía a él únicamente aunque fuera reprochado por toda la sociedad parisina por el hecho de ser un bastardo incestuoso.

Se acerco suavemente a Yugi y lo miro con sus ojos rojos a esos violetas tan hermosos - hermano..- susurro acariciándole el cabello - siento no haberte podido proteger.. siento lo que te hizo ese bastardo..- dijo llorando pero aun mirando los ojos de su hermano - siento haber dejado que te fueras ese maldito día... fue mi culpa... tu estado.. de haberte dicho que también te amaba sin importar la sociedad en la cual estábamos... sin importar que fuéramos ambos hombres.... sin importar... es mi culpa.- dijo mirando sus ojitos, la manita tímida de Yugi acaricio su mejilla.

-no fue tu culpa Yami....- susurro sonriéndole aun casi inconciente... - no fue tu culpa hermano...- dijo robándole un besito casto a Yami. Este quedo quieto... y se aseguraría que a pesar de lo que gritara la gente, de que lo emparedaran por lo que iba a ser... el haría lo que a Yugi lo hiciera feliz... obedecería a su pequeña luz aunque fuera lo ultimo que hiciera en esta vida... en ese momento vio un rastro de dolor en ese rostro bonito, así que saco una de las papeletas de opio y con sapiensa ya aprendida, puso un catéter en el brazo de su hermano e introdujo la jeringa.... luego vio como los ojitos de su hermano regresaban a la nebulosa en la que siempre andaba....

-Yugi..- susurro besándole el cabello con cuidado.


“el alquimista destruye los cuerpos
Se alimenta de las almas...
El alquimista no sabe que le siguen los talones
Y que al cazador le van a dar cacería”



Joey miro con admiración aquel libro viejo en el cual escribía Kaiba, aquel libro del demonio que llevaba a cada pista que dejaba el alquimista y que el también comenzó a escribir...

Lo siguió leyendo como un mantra pesadumbroso sobre si... sus ojos mieles viajaban por las letras conjuntivas, con el aliento subjetivo de estar leyendo todo lo que vieron esos ojos azules que tanto amaba, ese porte aristocrático.. esas manos algo marfiladas y elegantes, esas ropas dignas de un lord, esa mente inquisitiva y arrogante...

Las letras se arremolinaban, formando historias que creaban imágenes verdaderas en la mente de nuestro rubio escritor.

“25 de Julio de 1449...

Seguía ese maldito por las calles de la fragua, se que puedo atraparlo si logro conseguirlo... se de su maldito escondite, un lugar reconvido donde se encuentra el bastardo, se por mis averiguaciones que ese lugar infernal esta construido bajo las enseñanzas de Pitágoras y Arquímedes, una construcción de madera y hierro para destrozar humanos, romper carnes, descuartizar cuellos de forma atroz, hachas, picos, lanzas, dagas, cadenas, grilletes, cuerdas de hierro y fique, cabestrillos, vírgenes de hierro, potros, lanzas, rejones, alabardas, látigos, fustas, verdugos, chuzos, manoplas... hierro incandescente que daña a su paso, todo aquello que toca.

La encontré, la noche que Salí para buscar a Yugi Atemu Motou, encontré esa edificación, maldición, es igual como yo la imaginaba, la misma arquitectura, los mismos utensilios, todo es igual allí fue cuando lo vi., estaba entre las cuerdas que bajaban del techo, emanando de ellas sangre bermellón y escarlata... ese bastardo tenia una capa plata, de una amalgama extraña... un espejo por rostro, evite mirarlo pero decidió me lance en contra del animal.

Ambos golpeamos con certeza, pero extrañamente aunque sus golpes fueron mas fuertes y feroces que los míos, sentía que cada vez que rozábamos algunas partes del cuerpo, su constitución era mas delicada... el cayo, yo lo seguí, pero por extraño que parezca se aparecía de un lado al otro, relegando patadas a bien dar, tropezamos juntos, nuestros cuerpos mezclados, en una perfecta sincronía por esas malditas escaleras... golpes cada vez mas certeros... sus manos enguantadas eran el preludio del infierno para mi, calentaban mis oscuras y retorcidas fantasías sexuales....”

Joey cerro los ojos sintiendo envidia de aquel dichoso alquimista... pero con una sonrisa medio atormentada. - Seto- susurro el bello rubio llevando sus sueños con Morfeo y sus pesadillas con el hades.


“el alquimista no sabe cuan lejos...
Y cuan cerca esta el único que puede capturarlo”


Aslak estaba mirando el día ennegrecido, oscurecido por aquellas paredes cuando alguien lo tomo suavemente de la cintura - en que piensas destello?- pregunto besándole el cuello calmamente.

-en que me duele el corazón y no se porque...- dijo simplemente como un niño pequeño, quien lo sujetaba de la cintura, supo que entre sus manos tenia una criatura extraña e inocente, tal vez eso mismo hizo que su corazón diera vueltas de nuevo.

-que no te duela destello... hiciste bien las cosas...- susurro la sombra tenue que lo miraba, el pelirrojo solo asintió con una sumisión inocente....

-era mi hermano...- susurro pasito sintiendo besitos calmos en su cuello - yo ayude a que... lo torturaran...y lo mataran.- dijo tratando de calmar el dolor que la sola frase traía, fue acunado con ternura, la sombra de ojos verdes lo tomo con cuidado entre sus brazos... escuchando el suave murmullo de la voz culpable del pelirrojo bicolor.

-no es tu culpa pequeño destello, el debía pagar sus culpas...- susurro la sombra durmiendo al pelirrojo... mirando la habitación oscura llena de espejos por doquier... varias marcas hechas con fuego y vidrio por las manos magistrales del violinista que tenia entre sus manos - duerme... duerme... - susurro la sombra, con un temor lejanos a ser descubiertos en la oscuridad donde sucumbe la mente y donde las manos largas de la luz pudieran esconder a su destello de oscuridad.


“el alquimista pide un nuevo día
Y con este otra victima... una que solo es por el placer...
Por una culpa concebida...”




El alquimista se mueve con facilidad, parece que flotara en lugar de caminar con ágiles pasos.... solo falta un muerto solo uno y puede descansar de la matanza producto de la venganza, los demás son producto de la necesidad de estar vivo y joven por el resto de su vida... entra con paso afanoso en aquella sucia vivienda.

Ve como un hombre mayor de cabellos negros toca con dulzura los azabaches del otro, vio como los ojitos rojos del otro y sonrió con malicia dentro de la mascara, en este momento iba disfrutar de su ultima victima.

Llego cuando ambos hombres se miraban uno al otro, sonrió aun mas cuando tomo desprevenido al mismo Vlad Tepes, golpeándolo contra la losa fría y asquerosa y disfrutando de los sollozos ahogados de Tad Watanade, disfruto ver corriendo la sangre de aquel que hace mucho tiempo le llamaban “el vampiro” y que ahora solo eran sobras infestas de lo que alguna vez fue en realidad.


Cuando ambos hombres despertaron se llevaron el susto de su vida, aquel joven de ojos rojos estaba sobre un potro de tortura y aquel llamado el vampiro crucificado en una cruz de madera... el alquimista de nuevo sentado, esperando a su bello forjador que tardaba un poco por estar con una sombra de ojos verdes... fue cuando lo vio entrar, arreglando sus ropas humildes y con un sonrojo de tamaño Paris en su rostro de alabastro, frunció el seño molesto y porque negarlo celoso, ese derecho concedido solo a ese hombre y el ni siquiera podía profanar sus labios de la manera correcta... chasqueo sus labios de mal humor...

-Aslak..- dijo duramente.... hasta el pelirrojo sintió el cambio de la voz de su amo.

-Mi señor- bajo la cabeza avergonzado ganándose un suave recogimiento sobre su cabello, el alquimista lo tocaba suavemente para asombro del Tad y Vlad. Sobre todo de Vlad, el de ojitos bicolor ladeo su rostro y vio quien estaba colgado en esa cruz y se espanto - mi señor.. él no por favor.. él no...- dijo mirando directamente a los ojos azules del vampiro.

-............hijo................- susurro Vlad al ver a su pelirrojo después de siglos de perdidas.

El alquimista aun rumiando su rabia, se calmo un poco al ver el dolor en esos ojos, uno que no vio ni siquiera cuando mataron a su gemelo....

-lo que mas quiera mi señor, el no por favor, el no...- casi sollozando cayo al suelo tomando entre sus manso la capa del nigromante, llorando como no había llorando nunca, dando a entender que aun a pesar de su inocencia era consiente de lo que le hacia a la vida humana, destrozándola pero no de aquel ser que quería tanto, seria imposible para el siquiera tratar de levantar su mano contra el hombre que lo miraba tiernamente aun crucificado y que sus manso y pies estuvieran sangrado por los clavos que fueron enterrados sin piedad en su carne y hueso.

-hijo...- dijo de nuevo mirando a Aslak y luego miro a Tad, para mirar de nuevo a el pelirrojo - mátame... mátame Aslak... y será un placer morir por tus manos... mátame pero salva a Tad el no tiene la culpa de amarme tanto y de seguirme por este tormentosos camino de culpa... mátame... pero júrame que cuidaras de él...- sonrió quedamente, pero Tad abrió sus ojitos.

-NO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ VLAD SAN NO¡¡¡¡¡ POR FAVOR ESO NO¡¡¡¡- grito a todo lo que le dio sus pulmones, rasgándose las manso, golpeando sus pies contra la madera llena de sangre - NO VALD POR FAVOR NO¡¡¡- rogó de nuevo.

El alquimista por primera vez veía indecisión en sus actos, - Tepes, lastimo a alguien importante-dijo vacilante... como dos personas tan inocentes como su bello esclavo y ese niño tonto de ojos rojos, podía llorar por esa basura... por ese hombre que estuvo conciente de matar y morir, de secuestrar y violar, de hacer tanto daño que hizo morir de amor a alguien que él respetaba... como podían dos personas como esas siquiera sollozar por la perdida de ese bastardo.

-Mi señor..- dijo aun llorando en el suelo, sabia que cada vez que mataba el alquimista no tenia piedad.. sintió cuando las manos quitaron la mascara por primera vez en 1000 años... que era su edad...vlad y tad abrieron sus ojos, mas el menor que el mayor.

-yo siempre supe que fuiste vos...- aseguro Vlad...- aun a pesar de eso... no guardo ningún rencor, pero tampoco me atormento por mis actos pasados... - dijo con convicción... sin temer a la muerte solo temía dejar solo a su niño de ojos rojos - deja que Aslak me mate pero libera a Tad...-

El hombre ya sin su mascara hizo un gesto de repulsión - el es tan culpable como tu Tepes... el mato el amor e hizo que Ikaro... se suicidara... sabes cuanto dolor causo su torpeza e indecisión.. sabes cuanto dolor causo en mi familia... demasiado... - dijo con rabia e ira naciente - eras un maldito hombre poderoso, y terminaste bajo las garras de la suciedad... seducido por un niño idiota, siendo que eras un hombre un vampiro....- dijo con gravedad...- yo fui entrenado por mi familia, alargando mi vida eternamente, una que acabara con tu patética existencia...- rumio con rabia chasqueando esos bellos labios rosas.. sus mechones caían suavemente por encima de su hombro y sus ojos mostraban decisión... pero aun así concedió el ultimo deseo de ese hombre maldito, tomo una espada y se la cedió al pelirrojo que sollozo aun mas al tenerla entre sus manos.

-hazlo pequeño- susurro el alquimista mirando directamente a su esclavo...

-no quiero... por favor.. no a él mi señor... no a mí padre- dijo sollozando mas fuerte... el alquimista tomo al pelirrojo abrazándolo notando que entre los dos no había mucha diferencia de estatura, es mas el alquimista era mas bajo que Aslak y eso que el pelirrojo media 1.78 de estatura.

-hazlo destello y así no sufrirá ninguna tortura, lo que haces es un acto de piedad...- dijo con voz firme acariciando los mechones rojos, el muchacho acepto aun con la mano temblorosa se acerco a la cruz y miro a su padre, aun cuando sendas lagrimas de plata caían por sus ojos.. pero se encontró con una sonrisa suave de Vlad.

-mi niño...- susurro al verlo al rostro, cuantos años en los que lo creyó perdido y muerto, que descuido todo, incluso a los otros dos hijos que tenia, hasta que se enamoro de un imposible como era Tad y dejo una guerra maldita que involucro mortales y demonios por igual...- que te he hecho mi niño... a ti... a Kaiba... a Antul... Alistar y Tad...- susurro viendo como el arma se erguía y tocaba su pecho - entiérrala profundo, parte en dos mi corazón... destrúyelo... pero sálvalo...- susurro mirando a su hijo - sálvalo por que lo amo, y el fue mi mayor pecado y mi redención... mi pase al cielo y la vida en el infierno... aun a pesar de condenarlos a ustedes...- dijo mirando fijamente al alquimista ahora mostrando sus ojos azules fuerte - haz destruido por volunta de y venganza... Yugi no tenia nada que ver, tampoco Ryu... pero los destruiste de la manera mas vil...-

El alquimista lo miro serio - ellos tenían algo que yo no podía poseer...- dijo seriamente mientras las manos del pelirrojo empujaban con fuerza dentro de aquel pecho, quebrando la caja toráxico y partiendo el corazón, los labios de Vlad se tiñeron de rojo y el grito de Tad se pudo escuchar en todo Paris.


“el alquimista desde hace tiempo dejo el corazón en vilo
Lo entrego sin reservas
Y como ya no lo tiene
Cobra venganza a los enamorados”


El cuerpo fue bajado suavemente, mientras las manitas del de ojos bicolor tocan el rostro frió de aquel padre amado, lagrimas que ya no cae, mas sin embargo se ve una tristeza capaz de derretir el corazón mas congelado del planeta.

El alquimista se pone el rostro de espejo y suelta a el chico de ojos rojos que sale corriendo, tropezando una y otra vez hasta llegar con su amado vampiro.

-Vlad.. Vlad... no me dejes...- susurro tratando de detener la sangre de la herida de aquel vampiro que le enamoro los sueños y las pesadillas, que se robo su virginidad y derroto el halito de los sueños, que destruyo las barreras de su melancolía y las convirtió en cadenas de amor y sumisión por aquel que amaba tanto... las manso de ambos chicos se rozaban al tocar suavemente el rostro del difunto...

-perdóname...- susurro Aslak mirando el rostro bonito del que era su padre... de repente tomo la espada sin que Tad se diera cuenta y la clavo en su corazón al igual que había hecho con su padre.. el ojirojo abrió sus ojitos cuando comprendió lo que había sucedido... el alquimista también lo hizo, su destello jamás había matado sin pedir permiso.

-ya lo salve- dijo mirando el cuerpo de tad caer junto al de Vlad - el no hubiera vivido sin mi padre y yo lo salve de morir en las calles... verdad amo???- dijo alzando su cabecita para mirar al alquimista este solo asintió y por primera vez fue el quien se deshizo de los cadáveres.


“el alquimista cobra sangre por sangre en Paris,
Ya se acabaron sus deudas, sus dudas,
Ya solo busca su juventud
Ya que no tiene nada mas”



Toda Paris siente el fatal desenlace, el día esta oscuro y gris, como si las nubes se hubieran puesto en contra de sus habitantes… como si el día presagiara una nueva revolución, como si las pocas gotas de agua, celebraran el fin de una era.. rayos fuertes, amalgamados por dioses y demonios llegan a la tierra, quemando incesantemente la vegetación adusta y también uno que otro ser humano, solo a su voluntad.

Yami caminaba despacio siguiendo el rastro de aquel maldito cómplice del alquimista, detrás de Yami, Joey con su morral en mano, pensando en que tal vez era su ultima forma de encontrar algo para su vida, había perdió a Alistar, había perdido a Antul había perdido de manera mas notoria a Seto.

Hace apenas dos noches encontraron los cadáveres de Vlad Tepes y Tadgam Watanade., no había signos de torturas por lo menos en el mas joven… solo un golpe de espada limpio, tepes tendría algunos rastros de dolor provocado pero nada cruel como a las demás victimas del desafuero del alquimista.

Eso había dejado desubicado a Yami, no era que el alquimista tuviera sentido de la piedad, algo o mejor dicho alguien había evitado que acabara con esos dos desdichados como acabaron los demás.

En pocas horas, Yami había concertado una cita con Joey y ponerlo al tanto de lo que sucedía.


Tanto el rubio como el tricolor concertaron que para atrapar a ese maldito y libra de las garras de las penumbras a Paris, debían buscarlo siguiendo al pelirrojo de ojos bicolor, esta era la primera vez que no se les escapaba.. así que seguían siguiéndolo..


El pelirrojo entro a la fragua, llevaba entre sus manos varios fragmentos de vidrio molido y mas cosas mas… debía terminar de hacer una nueva mascara para su señor, axial que se apresuro y por primera vez no estuvo tan pendiente de los pasos que escuchaba de cerca, únicamente de las veces que tenia que recorrer los caminos, se desvió entre varias construcciones interiores, cuevas cóncavas de calor y hierro, también madera.. oscuras apenas iluminadas por antorchas cuya llama ya estaba casi extinta…

Yami siguio de cerca el reflejo de esos cabellos rojos hasta perderlos.

-maldición…- susurro Yami viendo como cinco caminos diferentes, cualquiera, en cualquier lugar pudo haberse ido.

-Yami, no te desesperes… además no que tenes una ayuda extra..- dijo midiendo las palabras del detective.

-claro que tengo una ayuda extra… una pequeña fraguadora de nombre Serenity…. Se decía que era amante de Kaiba, pero también que trabaja aquí en la fragua, su hermano vio el día del asesinato de Kaiba, vio también al pelirrojo que perdimos. Pero debe estar por aquí- dijo en tono serio.

Joey simplemente lo siguió- - crees que es una pista de verdad..?? últimamente seguimos solas mentiras…- dijo con un deje de pasividad extraño por demás, además de que temía que siguieran solo pistas falsas que no los llevaran a ninguna parte, solo a aun laberinto sin salida.

El de ojos rojos apenas si lo miro - tengo fe que esta vez demos con ese bastardo ya a dañado a mucha gente, no únicamente a mi hermano, sino también a tu amigo Alistar, Ryu, indirectamente a Bakura, Pegasus, tea, Duke, May…debemos matar al bastardo…-

el rubio asintió caminando- no se te olvide Seto….- dijo cuando pasaron por los forjadores, el aire se hizo denso y enrarecido, tétrico y babosos, el humo de los vidrios y el calor inundaba sus olfatos sensibles.

Unas pequeñas gotas de sudor llegaron a sus frentes mientras buscaban ala pelirroja, supuesta amante de Kaiba, para desgracia del rubio bonito que trataba de pensar quien seria la maldita que ocupo la cama de Kaiba en ese tiempo.. ¿Cuándo estaba con el?... ¿antes? ¿después?... preguntas como esas le estaban empezando a matar el alma, mas de la que ya lo tenia.

Dos o tres pasos…
Al alquimista encontraran
Dos o tres pasos
Hoy todo acabara…
Entonces hagan sus apuestas …
¿Quién ganara?



Entre el vaho y la niebla, caminaron hasta encontrar a una fraguadora, tenia el cabello pelirrojo sostenido por una alta moña, los ojos mieles, las manos delicadas llenas de ampollas, la cara sucia, mientras jugaba delicadamente con el fuego y la arena, creando un vidrio delgado.. Joey sonrió malamente, primera sonrisa maquiavélica, al pensar que ocurrirá con ese cuerpo si lo lanzara vivo a las fraguas, Yami miro de soslayo esa sonrisa, primera sonrisa tétrica que tenia el rubio y no le gusto.

-buenas tardes serenity- murmuro el detective tricolor alejándola del olor a vidrio quemado y calor infernal - te presento al periodista Joseph Wheeler, el también busca al alquimista…- dijo serio.

La muchacha miro detenidamente al rubio - mucho gusto serenity… yo era…- se limpio el rostro un poco - la prometida de Mokuba… el hermano menor de Seto, Mokuba murió por la peste hace unos cuatro años..-

Joey abrió sus hermosos ojos mieles, el no sabia que Seto tuviera hermanos de ningún tipo.

-has visto a un tipo pelirrojo por aquí?- dijo Yami continuando con el interrogatorio.

Serenity lo medito bien - hace al menos un año, comencé a ver al chico, se llama Aslak yohanes… es calladito y reservado, muy tímido y excesivamente inocente para tener su edad… tiene unos extraños ojos, por eso algunos de por aquí le tienen miedo, un ojito gris y el otro azul… además que aparece y desparece con facilidad.- dijo mirando a ambos hombres.

-Yoha… Yohanes…??- pregunto el rubio, el apellido de Antul y de Alistar, de razón el extraño parecido.

La pelirroja asintió - si.. monser Yohanes… hace poco lo vi. estaba apurado.. además bueno, Monsier Atemu me pregunto lo del día de la muerte de mi cuñado..- dijo la mujer afligida- hay un hombre que sabe, bueno realmente que vio que sucedió ese día con Seto…- dijo al borde del llanto - por favor, por favor atrapen a ese maldito.. mátenlo de la manera mas dolorosa que exista..- dijo terminando de llorar, cuando sintió el abrazo tierno de Joey.

-no te preocupes serenity, lo encontraremos y lo mataremos…- susurro pasito, acariciando el cabello de la chica -ahora por favor muéstranos a la persona que vio el asesinato, es un testigo clave..- dijo sonriéndole.

Yami vio el cambio de esos ojos miel.. Joseph Wheeler era un hombre muy enigmático.



quien sabe en la mira de quien este...
quien sabe quien es el cazador
y quien sea cazado..
ahora todo se solucionara para bien o para mal


Caminaron por las fraguas, tratando de encontrar al ultimo testigo de tan funesto ataque, por fin, las muertes y las vidas quedarían vengadas, por fin todo tendría un fin, axial se encontrara una salida desalmada.

La frente de Atemu era rodeada de muchas góticas lentas de sudor que viajaban con mucha calma, hasta perderse en su cuello entre el cuello polo de la camisa.

Joey se quito la bufanda de seda y se la puso en la cabeza, evitando que sudara en demasía, el calor era mas exabrupto e infernal que cualquiera, te asfixiaba los pulmones, los estrujaba de tal forma, que debía tomar hasta tres bocanadas de aire para poder respirar bien o llevar algo aire a estos.

Cinco metros mas y Serenity, Atemu y Joey, encontraron aun hombre alto, con una espesa barba, cubierto de hollín, manos de fraguador, envueltas en fuertes guantes de Gamuza y piel para protegerlas del calor inclemente de las calderas. Estaba sentado esperándolos, Joey se acerco curioso, como quien investiga con la mirada, las curiosas facciones del testigo, pero era imposible, la poca luz, el poco aire, los largos cabellos que salían de su cabello y su rostro.. era como una figura inconexa y salvaje.... Serenity se acerco al hombre.

-Mira.. este es el detective Atemu y él...- señalando al rubio - es el periodista Wheeler-

Ambos hombres hicieron una reverencia al hombre más grande, Atemu fijando sus ojos en el rostro apacible del rubio.

Serenity caminando detrás de este, quitándose los guantes de fraguadora sacando extrañamente un cuchillo largo de doble filo, el hombre se levanto de una silla de hierro.

-ustedes son los que quieren averiguar de ese tipo... el de la mascara . ¿verdad?- pregunto el extraño con un acento recargado a Ingles, a pesar de ser Francia.

Joey se acerco dos pasos mas.. sin saber lo que ocurría a sus espaldas -según usted que paso???

el Hombre rió grotesco... -el de la mascara venia corriendo, escapando de Kaiba, mimetizándose con las paredes, sonaba como violines rechinando, como una melodía oscura y tétrica que calaba hasta los oídos y te rompía los tímpanos... se escuchaba el sonido de las botas de juntos, ellas sonaban en el salpicar de la piedra y el agua de las fraguas, llegaron a las calderas luego de una pelea en las cuales se lanzaron varias patadas y golpes bajos... caminaron diez pasos, el alquimista dio dos vueltas sobre si, giro como algo diferente, como si no fuera humano, Kaiba se defendió con las manos y los antebrazos... dio dos golpes al pecho pero esa cosa lo evito... dos golpes mas...las calderas estaban cerca... otro golpe y Kaiba cayo... se sujeto de la túnica plata del alquimista... dijo: si voy a morir al menos déjame ver tu rostro... recito varias la misma frase, una y otra vez.. el alquimista llevo sus manos a su rostro y se quito la mascara, Kaiba sonrió y se dejo caer- dijo finalmente

El rubio se acerco tres pasos más, tratando de escudriñar en esos parpados muertos, cuando este los abrió mostraron los ojos azules mas bonitos, unos que hace mucho tiempo no veía, es más que los daba por muertos, eran los mismos de...

-Seto- murmuro joey sorprendido, dio tres pasos hacia atrás...

-Mucho tiempo sin vernos, mi querido y adorado... Alquimista - la voz fuerte y varonil de Seto Kaiba.

Y el rubio abrió sus hermosos ojos mieles y se dio cuenta que lo habían descubierto.


"Sin mascaras...
Sin mentiras
Sin necesidades
el alquimista fue atrapado..
el alquimista fue descubierto..."



Todo fue una trampa, grito su cabeza, cuando vio a Yami con el arma en la mano, al igual que Serenity... trago saliva y se fundió en los ojos de Seto.

-yo te vi. morir...- murmuro joey aun en su estado estático.

-no, mi adorado alquimista- dijo superponiendo su estatura a la del rubio -cuando me lanzaste a la caldera, yo no quería ver tu rostro, vi. en el reflejo de tu mascara, un túnel de aire, cuando me lance a un suicidio supuesto, me lance al túnel.. fue una gran ventaja que me dejaras ver tu hermoso rostro, mi bello amante, aunque yo ya lo sospechaba... en tus ojos, inocencia maldita- murmuro seto, dando mas pasos delante de Joey, tratando de cerrar el cuerpo del rubio contra de él.

Joey paso de sorprendido a suavizar los rasgos de su rostro bonito y alzo la ceja derecha a modo sarcástico.

-axial que todo esta treta, fue para atraparme, esa bruja no es nadie, Yami Atemu, dejo que estuviera todo este tiempo a su lado, aun sabiendo que lastime al hermoso Yugi y tu te diste por muerto...que ingenioso de tu parte Seto... ósea que esos dos años de amantes vividos, mientras me tomabas con brutalidad, aun sabia que era el alquimista, que impresionante,- dijo en una carcajada....- muy impresionante...- movió las manos, de su mano derecha apareció su mascara de la izquierda la capa, un parpadeo y ya estaba vestido, se lanzo contra Atemu, de un corte limpio cerceno la mano que sostenía el revolver, haciendo caer tanto el muñón de brazo con el arma, dio dos zancadas antinaturales, saliendo por una de las cavernas de las fraguas, Seto maldijo por lo bajo siguiendo al alquimista, atravesando con una agilidad felina las fraguas detrás de Joey.

Lo encontró en una de las cavernas, una cueva hexagonal sin forma aparente, los maderos se movían como queriendo atrapar a los dos combatientes... golpes, fuertes, agonizantes caía por ambos cuerpos, rozándose sin parar.. Seto quería la destrucción total del alquimista, para Joey, Seto ya no existía...

dos patadas al estomago haciendo que kaiba botara algo de sangre de su boca...un movimiento calculado y rompió su muñeca... el castaño gimió de dolor mas en ningún momento grito, Joey dio dos saltos animales y sagaces trepando de manera fuerte por una de las pequeñas ramplas.. allí el lugar lleno de espejos, por donde se viera... el rubio cubrió su mascara, sintiendo que cada espejo era capaz de robarle las almas capturadas.

Seto lo encontró allí en medio de los espejos - me mentiste...- murmuro mirando como el rubio empezó a quebrar los espejos para solo quedar pedazos quebrados... plata y negro, azul y miel, muerte y demencia...

-no te mentí...- dijo Joey... - tu te metiste Seto, tu me mentiste, no aceptaste la vida eterna que yo te ofrecía...-

-tu me ofrecías un pequeño lugar en el infierno Joey... no la vida eterna... destruiste muchas vidas para mantenerte vivo, siempre harías lo mismo, estas demente...- murmuro Seto mirando la mascara - al principio pensé que solo eran estupideces mías, pero no.... era verdad.. cierto, cada muerte, cada gota de sangre... pero Joey- mirando fijamente al que fue su amante y era el desgraciado bastardo a quien amaba- yo siempre te ame...y siempre te amare y para salvar tu alma debo regresarte a él...- dijo lazándose contra Joey cayendo los dos al suelo, rozando, excitándose de la caza...

Seto había planeando esto durante muchas noches, muchas muertes, muchos gritos... amaba al bastardo rubio, pero no podía permitir que ese demente anduviera libre por las calles de Paris, listo a ser convocado de nuevo... lo amaba, si, por eso sabia que el único que podía matarlo era el mismo... aun sintiendo el dolor de su hombro, los golpes que recibía...los golpes que daba porque no era un idiota para no saber que Joey en la menor oportunidad lo mataría por mucho amor que le tuviera...si ya una vez lo había mandado a lava hirviendo... nada de raro que esta vez lo torturara hasta morir.

dos golpes mas... seto sonrió al verlo... había llegado al final al fin del camino, dio dos vueltas en el suelo, y lanzo una patada a las piernas del rubio con posición felina tomo un espejo entre sus brazos aun con el dolor de su hombro, mostrándolo de frente al alquimista.

-te amo tanto..- dijo viendo retroceder al rubio gracias a la luz del espejo que empezaba a reflejar los muertos que había cometido Joseph para liberarse de morir.. todas las almas encarnadas se veían traspasando del espejo de su mascara al espejo que sostenía el castaño de ojos azules - te amo tanto que tenes que perdonarme...por destruirte...-

el rubio se movió, le dolía cada alma que salía de su cuerpo, sus manos comenzaban a perder color.... retrocediendo hasta el borde de la ventana... sintiendo la mascara quebrarse... sus cabellos rubios convertidos en canos, dejando caer pedazo a pedazo, cada trozo sonaba en el suelo debido a como caía...

-maldito...- murmuro joey cubriéndose el rostro con un mano... dando cada paso para atrás...- maldito, bastardo....-

Seto se acerco levantando su rostro, aquel que ahora estaba perdiendo el color y lo beso, regalándole su ultimo beso, hace mucho le hacia falta besar a ese hombre y axial los encontró Serenity y Yami en medio de un beso que distaba de ser pasional o brutal, solo disfrutando del ultimo beso... Yami apretó una de sus manso y serenity estaba dispuesta a matar al maldito cuando vieron algo que los dejo fríos, Seto rompió el beso y lo lanzo por la ventana...

en medio de aquella pelea habían llegado a la torre mas alta... nadie sobrevivirá a esa caída ni siqueira el alquimista...Seto se asomo y vio el cuerpo de Joey atravesado por uno de los espejos que tanto había odiado....

Los tres bajaron con rapidez... encontrando al alquimista en la misma posición dejada, Seto toco suavemente los cabellos rubios de su amarga obsesión...- te amo...- murmuro suavecito besando su frente, dejando allí el cuerpo sin vida del amor de su vida... sin saber que unos ojos bicolor veían la escena.

Para cuando llego la policía el cuerpo sin Vida de Joseph Wheeler había desaparecido.


"el alquimista había muerto...
el alquimista había perecido...
pero su cuerpo fue olvidado...
su cuerpo ya no esta"


En una tumba vacía, están serenity vestida de Bailarina, Yami sin una mano abrazando a su pequeño hermano alucinado, Seto estaba vestido de negro con una ramillete de flores negras.

-nadie sabe que paso con el cadáver, pero cesaron las muertes Seto- dijo Yami viendo como había una inscripción que decía Alistar Yohanes...- gracias a ti...-

el castaño negó - estamos siendo investigados Atemu.. así que nada debe ser gracias a mi.... debimos tener el cadáver de Joseph...-

Serenity hizo un gesto de poca importancia - lo matamos, bueno lo mataste Seto eso es lo único que debería importarte... que nos debe importar realmente...- dijo acercándose al castaño besándole la mejilla.

-hay muchos cabos sin atar Serenity.. la muerte de Alistar, la desaparecían de Antul... y que no encontráramos el cadáver.. la repentina desaparición del mapa de la familla Lacreaux.. son tantas cosas...incluyendo que no supimos nada de ese joven de ojos bicolor...- dijo mirando a una cripta cercana donde grullaba un cuervo oscuro como la noche...- aun nos falta mucho aunque Wheeler este muerto-

Serenity beso sus labios...- veámonos... debemos partir...- susurro viendo hasta donde Seto estaba mirando... Atemu beso los cabellos de Yugi que solo miro al cuervo.

-hermano... la muerte me esta sonriendo ^^- dijo entre líneas al ver al cuervo...


"a veces cuando la muerte sonríe
la muerte vuelve
con mayor intensidad"



Los cuatro se retiraron del panteón... en la cripta se escucho una risa, unos cabellos rubios tocaron a su sumiso pelirrojo- creo que comenzare de nuevo con esa bastarda pelirroja...- dijo saliendo entrando por una de las catacumbas de esa cripta seguido por Aslak...

-La muerte siempre regresa kaiba...- se escucho la voz de Joey por todas las catacumbas oscuras y frías de la Gran Paris..


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Owari

que dicen les gusto??? esperoque si estaba hecho con mucho cariño.... *-* era para octubre T_T pero no alcance... besitos a todas y este fic esta dedicado especialmente a mi socia kaede *-*, que quería ver muerto a Vlad y Alistar...u.u bueno quejas o reclamos.. y demases... comuniquense conmigo.. esosi nome matan mis niños.. T_T

Nota: Seiichiro Kazutaka, el clan Lacreaux y Lucio Méndez son propiedad unica y exclusivamente de mi socia; Tadgam Watanade es de lexchan *-*... bueno agradecimientos también a mi Yume, a Mel, Aprilchan cuanto te extraño, Willon... la estrellita remi, mi cachorrita que ya no veo T_T, sango, mi princesa y las demás chicas que me han apoyado y tenido mucha paciencia besos y byeeee

Luna shinigami

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