"El jugador aposto todo lo que no tenia, y lo perdio"
Finalmente las montañas se teñian de rojo con la luz carmesi del atardecer, reflejaban el estado de animo apasionado del coronel Roy Mustang.
Esperaba como tantas otras veces la legada del chico rubio que habia cautivado su corazon y lo hacia sufrir con sus ausencias prolongadas, sin una carta, sin una llamada telefonica para decirle como estaba, que lo extrañaba, que lo queria, o si ya no lo queria que se lo dijera de una vez y dejara de tenerlo en ascuas.
Edward se marchaba por toda Amestris sin importarle dejarlo atras, ignorando sus sentimientos.
Y una y otra vez, cuando Edward regresaba apenas si tenia tiempo para usarlo, usar su cuerpo como un desfogue para las preocupaciones de su viaje, seguro de que el estaria alli, aguantando, para recibirlo cada que se le ocurriera llegar.
Y quiza si hubiera sido asi para siempre, en una eterna espera hasta el dia en que esperara en balde ya fuera porque Edward muriera o porque decidiera ir a desfogar su lujuria con alguien mas.
La idea de ser continuamente usado era humillante, y la certeza de ser ignorado, de no ser lo mas importante en la vida del otro lo ponia enfermo de rabia y de dolor.
Poco a poco fue acariciando la idea, de dejarlo con un palmo de narices cuando regresara, de quitarle la maldia satisfaccion de estar ahi para el, seguro y paciente.
Asi que cuando , por medio de terceros se entero de que el pequeñajo venia, se dispuso a esperarlo, como tantas otras veces, arreglado, guapo, se esmero en verse mas guapo que nunca, porque queria quedarse en su memoria para siempre, despreciandolo, queria que Edward recordara para siempre el momento en que le dijera adios.
Suspiro, ellos se habian amado teniendo tanto que perder, y en efecto lo habian perdido. ¿que sentiria Edward cuanbdo abriera los ojos y lo viera todo en ruinas?
Esperaba que sintiera lo mismo que el, un repiqueteo de campanas funebres en su corazon, pero necesitaba el dolor de la muerte de aquel romance para sentirse vivo.
Finalmente , como un fantasma ambulante por los desiertos corredores de las oficinas militares, luego de alojar en un comodo hotela su hermanito, comer, ir al sauna y pasar a una tienda por su revista favorita, seguro d eencontrar como siempre a su coronel, Edwar llego a la oficina de este, pasando si tocar y saludandolo antes de verlo.
-Ya vine roy.
-Me alegra Edward. Tenia muchas ganas de verte.- le dijo el moreno sin ninguan emocion en su rostro.
-Que te pasa? estas enfermo?
-Si. Estoy enfermo de estar aqui abandonado, como un ancla sexual para ti, para elmomento en que como ahora se te ocurra llegar y servirte.
-Sabes que lo que tengo que hacer es muy importante, Al se quedo sin cuerpo por mi culpa.- le dijo Edward con el seño fruncido.
-Ah si? Y yo ? supongo que no soy importante porque culos que coger hay por todos lados. Asi que Edward, vete a buscar alguno de esos, porque yo ya nunca mas sere tuyo.
-¡Pero que coño dices! yo te quiero a ti!- grito el chico, que inconciente nunca se habia detenido a pensar en los sentimientos del otro.
-Me lo hubieras dicho antes, Edward, ahora ya no sirve de nada. Solo tengo preguntas que hacerte, preguntas de las que no espero respuesta!
Roy se acerco con el corazon latiendole muy de prisa, la fuira, el despecho que latian en su corazon se desbordaban, queria gritarle, pegarle, por hacerlo amarlo de ese modo y luego abandonarlo.
-Dime Edward, alguan vez leiste las cartas que te escribi?
El chcio rubio trato de ocntestar, si, pero nunca tuve tiempo para respondertelas, amestris necesitaba ser salvado, alfonso necesitaba ser salvado.
-Calla! ahora es mi turno de hablar, el unico y ultimo turno que tendre, no espero respuesta porque me harte de esperarlas sin que pareciera que fuesen a llegar nunca. Dime Edward, alguna vez escuchante lo que decia cuando yaciamos en la cama? alguna vez le prestaste atencion a lo que haciamos cuando estabamos a solas? alguan vez te enteraste de lo que el mundo decia sobre nosotros? No! nunca lo hiciste porque estabas ciego, no veias sino lo que querias ver, egoista como siempre, porque perdio su cuerpo tu hermano, sino tambien por tu egoismo? tu lo arrastraste sin escucharlo a tu aventura, a tu deseo!
Edwar estaba boquiabierto, ¿en verdad habia sido tan ciego? ¿como no habia sido capas de ver?
-Escogiste el camino equivocadpo, Edward, y yo no estare alli para acompañarte. Yo legare el final mucho antes que tu y estare ahi esperandote, para cuando llegues a donde sea que te dirigas, muerte, vida, ester esperandote solo para repetir las palabras que tanto he deseado decirte: adios, adios, hermoso.
Y sin decir una sola palabra mas, solo acariciando un rubio mechon, Roy salio de la vida de Edward para siempre, con una punzada de dolor y una gran sensacion de alivio y libertad.
Sabia que el chico lloraria, cuando se quitara la venda de los ojos las lagrimas tendrian que empezar a correr.
Horas, o quiza dias mas tarde, cuando termino de asimilar lo que Roy le habia dicho, las implicaciones de su descuido y egoismo, Edward vertio sileciosas lagrimas de pena nivea, una lluvia que nunca se marchitaria en su corazon, acompañandolo jnto con el recuerdo de las noches pasadas al lado de su perdido amante.