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The Aether Side por Cacell Corp

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The Aether Side

Capítulo 1

Por Caitlin Boyle


- ¿Estás seguro de que esto es necesario? Los chicos no han hecho nada para merecer esto.

- Sí, son inocentes, fácilmente manipulados por cualquiera que posea una porción más grande de Aether. Seguramente se puede hacer algo para protegerlos. No erradicarlos como ratas.


La conversación era sostenida no entre paredes de piedra, sino entre bloques psíquicos. Tantas como treinta orbes de energías habían asistido a esa reunión, todas fuertes, brillantes y poderosas. Todas ellas enfocadas en su líder, suspendido en el aire frente a la multitud. Nadie podía interrumpirlos, incluso mientras sus cuerpos continuaban teniendo conversaciones con otras personas, haciendo sus tareas e incluso comiendo. Los poderes psíquicos se daban en un área diferente del cerebro y podían ser logrados mientras se hacía otras tareas físicas simultáneamente.

Una fuerte explosión hizo eco por la habitación cuando su líder demandó la estricta atención de todos.

- Son peones, nada más que peones de la maldad y la destrucción...

- Sí, sí, sí, ya sabemos. Gran ba-da boom.


Risa tronó en la habitación psíquica por el último comentario, tan secamente entregado a su superior.

- Esto no es cosa para reírse, tonto. Ya ha empezado a transformar sus mentes y talentos. Si se expande mucho más, nadie, ni siquiera nosotros, estará a salvo de su control. Si esto continúa, nada estará a salvo de ellos. Debemos andar con cuidado, y podar las malas hierbas rápidamente.

Silencio se dio ante esas palabras, cada miembro del grupo sabiendo exactamente de qué hablaba su líder. Algunos estudiantes tendrían que ser sacrificados por el bien de la humanidad, por el bien de la nación. Algunos estaban entristecidos por esa desenvoltura, otros severamente resueltos. Parecía que ese año escolar sería el principio del fin.

Las energías psíquicas se desvanecieron, cada una regresando a su propio ser, hablando entre sus mentes sobre planes y estudiantes. Planes de lecciones, materias diferentes a estudiar ese curso, sobre estudiantes específicos que querían que destacasen, que se moviesen más allá de sus limitaciones para florecer. Los profesores se retiraron mentalmente a sus cabezas, cada uno dejado con sus propios pensamientos. Un determinado profesor le sonrió a un joven que estaba sonriendo de oreja a oreja frente a él.

- Estoy seguro de que podemos acomodarte, Tobias. La escuela no empieza hasta dentro de unos días, y estoy seguro de que podemos encontrar la lista de compañeros de cuarto disponibles si estás seguro de que quieres cambiarte.

El empático delante de él casi saltó de alegría, uniendo sus manos bajo su quijada y agradeciéndole al instructor una y otra vez, asegurándole que en efecto necesitaba un nuevo compañero antes de que empezara el nuevo año. Mirando fijamente al estudiante, el profesor tuvo un sentimiento de pérdida. Quizás, si lo intentaba, podía salvar a este. Aunque claro, tal vez este estaba condenado.

Tal vez todos estaban condenados.


~~<@>~~

- ¿Entonces funcionó? Greg se fue, ¿verdad?

- Sí, el doctor Hammond dijo que revisaría las listas y me conseguiría un nuevo compañero. Aunque quería una explicación...

Brillantes ojos verdes bajaron hacia unos grises, y una mirada preocupada entró en ellos. Elijah Brooks, también conocido como el de ojos verdes, estaba constantemente preocupado por su pequeño amigo. Toby de alguna forma siempre se las arreglaba para meterse en problemas. Este era uno de esos momentos en los que sentía que Toby estaba haciendo la decisión correcta, si tan solo la siguiera.

Alto, bronceado por el equipo de natación; Elijah medía metro noventa, y no le importaba lo que la gente pensara de él. Había salido del closet dos años atrás, y golpeado algunas cabezas cuando éstas le habían dado problemas. Considerado un rebelde, era hiperactivo, y constantemente se encontraba haciendo algo físico. Como ahora, estaba enroscando el enrulado cabello de Toby en sus dedos y viendo cómo volvía a caer en su lugar, y dejando que un dedo se paseara por la cicatriz de diez centímetros encima del corazón de Toby. El chico había tenido múltiples cirugías para ayudar a su corazón, la última habiendo sido cuando tenía doce años. Hasta ahora, ninguna había funcionado por mucho tiempo.

Su rojo cabello caía en largos mechones lacios alrededor de su cara, cubriendo el lado derecho efectivamente y el ceño de su bronceado rostro fruncido en desaprobación. Vestido para playa, en shorts de nado azul vívido, se inclinó para que el sol no brillara encima del rostro de Toby. La cabeza de Toby estaba encima del regazo de Elijah, descansando de un largo día de mover sus cosas a un cuarto vacío. Elijah notó, no por primera vez, que Toby lucía cansado, con ojeras negras y azules alrededor de sus ojos. Estaba incluso más pálido de lo usual, lo cual era difícil de lograr. Hasta su aura estaba más insípida de lo normal, algo que molestaba a Elijah.

Siendo capaz de leer auras incluso desde grandes distancias, Elijah estaba enormemente perturbado por el aspecto barroso, polvoriento, de su buen amigo. Toby había pasado por tanto, el pobre chico necesitaba un descanso. Elijah ni siquiera tenía qué preguntar qué le había pasado a Toby en el pasado; su aura prácticamente lo gritaba por él.

- ¿No le dijiste, entonces? -preguntó Elijah, regresando a la discusión en manos.

Toby se retorció incómidamente, alejando los ojos de los de Elijah.

- Bueno... No...

- ¡¡TOBY!! ¡Tienes que decirle, tío! ¿Sólo vas a dejar que el hijo de puta se libre con esa mierda?

Tanto Toby como Elijah se voltearon para enfrentar a Matteo Dawson, la tercer persona de su pequeño grupo. Teo, como prefería ser llamado, estaba enterrando sus tobillos y dedos en la arena, con sus shorts amarillos ya empapados por el oceáno. Arrojando su cabello negro noche sobre un hombro en irritación, miró severamente a los dos con un ojo verde, otro azul. Con un metro sesenta y siete, Teo era el más bajo de los tres. Sin embargo, Teo compensaba eso con una gran, enfadada presencia. No le gustaba nada de nadie, y a menudo saltaba ante el más ligero lo que fuese. De forma cambiante, Teo podía obligar a su cuerpo a adoptar cualquier forma que él quisiera, incluso parcialmente. También podía usar los sentidos de los animales cuando él eligiera.

Pecas manchaban su piel cremosa, sobre sus hombros y brazos, sobre su nariz, dándole un aspecto pícaro. Toby una vez le había dicho que parecía un hada enfadada, lo que podía podía ser tomado literalmente. Él no tenía reparos en que la gente supiera su preferencia; sin embargo, sí tenía problemas si era etiquetado como el típico pasivo. Sí, era un pasivo, claro que era pequeño y delicado, pero eso no significaba que fuera uno de esos "ukes-de-ojos-grandes-que-no-pueden-hacer-nada-sin-su-hombre-fuerte", decía.

De los tres, Teo era el que tenía más problemas con sus emociones, pero cuando estaba alrededor de Toby, las mantenía al margen. Él sabía que Toby podía sentir sus emociones, y podía reaccionar ante ellas en lugar de ante lo que estaba diciendo. Así que, al encarar a sus dos amigos, trató de tragarse su enfado e irritación por Toby.

- Sólo va a hacérselo de nuevo a alguien más, o peor, seguir viniendo detrás de ti. Cree que eres el blanco perfecto, tío. Ojalá me dejaras comerme al bastardo y acabar con eso.

- Me dejará en paz después de que no pueda encontrarme. No es como si yo fuese tan fácil de encontrar cuando no quiero ser encontrado, de todos modos. Además, si lo reporto, eso sólo lo enfadará más.

La voz de Toby era suave y cansada. Tanto Elijah como Teo se voltearon para mirarlo mientras cabeceaba en el regazo de Elijah. Elijah sonrió y picó la nariz de Toby con uno de sus propios rulos, mirándolo menear. Teo sólo negó con la cabeza, rodando los ojos ante ambos. La gente creería que estaban saliendo, el cual no era el caso.

- Greg es una mierda, muñeco. Diría que le des, pero eso es lo que quiere -dijo Elijah, guiñándole a Toby cuando él abría los ojos.

- Sí... eso es lo que me metió en este lío para empezar.

- Gracias a dios no tengo un novio aquí, tío... -Teo arrojó un manojo de arena hacia delante, haciendo una mueca-. Después de verte a ti y a Greg siendo bien emo y destructivos, joder que no quiero uno. Es suficiente para hacerme hetero.

Elijah jadeó cómicamente, llevando una mano escandalizada a su pecho mientras miraba boquiabierto a su amigo. Sus ojos brillando ante la deleitada risa de Toby, Elijah le hizo puchero a Teo, quien lo miró con desprecio mientras un rubor manchaba sus mejillas.

- Compañeros de polvos no cuentan, Eli -murmuró Teo, luciendo terriblemente avergonzado.

Toby y Elijah rieron ante la imagen que Teo formaba, sonrojándose y tratando de no hacerlo. De repente, Toby se encontró a sí mismo en el aire, y luego sobre el ancho hombro de Elijah. Cuando se quejó, sintió una fuerte nalgada en su trasero que Elijah entregó, haciéndolo soltar un gritito.

- EY. NO. NO quiero ir ahí. ¡NO. QUIERO! -El último bramido de Toby fue más parecido a un grito, habiéndose encontrado a sí mismo siendo arrojado hacia el océano.

- ¿Ves? Yo sabía que las hadas podían volar. -Teo sonrió con arrogancia, cruzando los brazos encima de su pecho, mirando hacia Elijah.

Quien, en cambio, ojeó a su compañero de polvos con un brillito en esos ojos verdes. Los ojos en dos tonos de Teo se abrieron como platos y rió nerviosamente. Elijah caminó hacia él, levantando las manos en forma de pinzas de la condena.

- Oh no... nonononono, no está bien, tío -dijo Teo, levantando sus manos para alejarse de Eli-. ¡CARAY! -gritó, volando hacia el océano, sus piernas girándose al golpear el agua.

- Chicos, chicos, chicos... ¿cuándo aprenderán? Yo estoy a cargo aquí. Yo soy el gran, malvado... -Eli sonrió petulante, luciendo horriblemente orgulloso de sí mismo.

- Sí, sigue diciéndote eso a ti mismo, ¡gran molestia! -ladró Teo, salpicando agua en su dirección.

Su cola de escamas verdes y azules golpeó el agua frente a él, duchando a Toby; sonrió cuando Toby fulminó patéticamente con la mirada a Teo.

- Lo siento, niño. Estás en la zona 'ay mierda estoy jodido'.

Toby movió una mano misteriosamente en su dirección.

- Estos no son los droides que estás buscando -comentó, haciendo que Teo gruñera riendo-. Tu ego no es más grande que el talle de tus pantalones... Te harás dos coletas en el pelo mañana... (1)

- Tú... eres un pato muerto, Toby. -Eli rió maníacamente mientras se zambullía en el agua.

Momentos como ese, pensó Toby mientras nadaba rápido en dirección opuesta al seme invasor, hacían que el sufrimiento valiera la pena. Buenos amigos, buenas risas, buenos tiempos. E incluso mientras pensaba eso, tenía un dolor profundo en el corazón. Un temor que no se alejaba. Haciéndolo a un lado, salpicó a Elijah, atrapando al lector de auras en su rostro, riendo ante la mueca de sorpresa en su cara. Nada, ni siquiera sus problemas, iban a interferir con su tiempo en el lugar más seguro al que podría ir.

La Academia.

~~<@>~~

 El siguiente día fue vertiginoso tanto para profesores como para estudiantes. Algunos estudiantes habían pasado sus vacaciones de verano en la escuela, ya que no querían regresar a familias que no entendían sus rarezas y poderes. Aunque la comunidad psíquica era muy conocida y respetada, muchas 'normas' todavía tenían problemas en aceptar que sus niños eran diferentes. Las escuelas, como La Academia para Chicos Dotados y Excepcionales, eran refugios para esos chicos. Fundadas por gente como ellos, enseñadas por gente como ellos; los chicos podían aprender a dominar esos poderes, usarlos efectivamente y vivir sus vidas al máximo.

Localizada en una isla privada, a sesenta kilómetros de la costa de Carolina del Norte, la escuela tenía su propia sociedad viviendo en la isla con tiendas, un cine, e incluso residencias privadas para los profesores que no querían vivir en la escuela. Cuando los estudiantes tenían pases, incluso podían tomarse un ferry hacia la isla principal, pero raramente alguno lo hacía. ¿Por qué lo harían cuando todo lo que necesitaban estaba localizado en la isla?

La escuela misma era enorme, capaz de hospedar a cientos de estudiantes en cuartos de dos compañeros. Aunque sólo un cuarto de la escuela acostumbraba a hacer eso, ya que muchos estudiantes eran recogidos por otras escuelas. La Academia era élite, privada y lo mejor de lo mejor. Sólo aquellos que sacaban notas suficientemente altas en las Pruebas Psíq podían asistir. Lujosa, con todo servicio disponible para sus estudiantes, la escuela era una de las mejores en los Estados Unidos.

La inundación de estudiantes había empezado alrededor de las 8 am, gente llegando y yendo a sus habitaciones, recogiendo sus nuevas tareas, sus horarios, viendo amigos que no habían visto en todo el verano. Para el mediodía, los pasillos estaban llenos de estudiantes riendo y hablando, como si los últimos tres meses no hubiesen cambiado. Se quejaban sobre sus clases, qué profesores odiaban, cuáles amaban. Quién tenía el mejor bronceado, quién se había tirado a quién, cuándo y dónde.

- Dios, uno creería que la gente pudo haber crecido desde, ah... no sé... ¿quinto año?

Charlie Cadwell le sonrió con arrogancia a su mejor amigo por su comentario sarcástico. Cargando sus bolsos en la espalda, ambos jóvenes hicieron su camino a través de la multitud de chismosos y música estruendosa de las habitaciones abiertas. Como el más alto y más fuerte de los dos, Charlie también tenía el bolso del otro hombre colgado de un hombro.

Con un metro ochenta y dos, Charles Cadwell tenía un cuerpo que desafiaba lo que hacía en su tiempo libre. En toda apariencia, lucía como si ejercitara todos los días, con una figura de músculos bien formados. En la realidad, Charlie era perezoso, se conformaba con jugar videojuegos todo el día, comía comida chatarra y básicamente haraganeaba siempre que podía. Cabello grueso, lacio, color cobrizo, saltaba por doquier sin importar qué hiciera con él, y una inteligente mirada se reía de todo lo que veía.

- Nunca aprenderán, hombre. La universidad es como una secundaria con alcohol legal -dijo Charlie sobre su hombro, y luego soltó un fuerte "¡UMPH!" al chocarse con alguien.

- Mira por dónde vas, cabrón...

Volteándose para ver con quién se había chocado, Charlie rodó los ojos ante el diminuto chico delante de él. Ojos de dos tonos lo miraron severamente con un gesto extrañamente tierno de desprecio en su rostro.

- Perdón, no te vi.

- ¿Es una burla por mi altura, gigantón?

- Uh... ¿no? Estaba hablando con mi amigo y no estaba prestando atención por dónde iba -explicó Charlie pacientemente, arqueando una ceja oscura ante él-. Si fuese a burlarme de tu altura, probablemente hubiese sido algo mucho más ingenioso e inventivo, panecillo.

Los dos se miraron fijamente, el más pequeño pareciendo listo para arder en llamas antes de que una rápida sonrisa petulante cruzara su rostro.

- Es bueno saberlo, tío... Lo tendré en mente...

Y con eso el chico se quitó del camino. Sacudiendo la cabeza con confusión y diversión, Charlie se volteó hacia su mejor amigo con un suspiro. Ahanu Deerborn estaba mirando fijamente a Charlie con risa en sus ojos oscuros. Algonquino, Ahanu había tenido su buena porción de mierda racista cuando había empezado a asistir al colegio. Pero como uno de los más poderosos andadores de sueños, no era uno con el que quisieras embrollarte. Te daría pesadillas por años.

Sólo medía una pulgada menos que Charlie, pero Ahanu trabajaba duro por tener el mismo tipo de cuerpo que Charlie tenía, entrenando con pesas y ejercitando tres veces a la semana para lograr lo que Charlie tenía naturalmente. Le gustaba el ejercicio, sin embargo, dejaba que su mente divagara y él se relajara, extrañamente. Su cabello, grueso, de un profundo marrón, colgaba hasta su cadera como una cortina, y raramente se lo ataba. Una razón era que estaba orgulloso de su herencia, y si alguien tenía un problema con eso, podían decírselo a la cara. Otra era que su color lo volvía terriblemente vano. Su piel marrón se había bronceado bajo el sol mexicano durante las vacaciones de verano, dándole un aspecto de bronce perfecto.

Ambos chicos habían pasado las vacaciones de verano en México, haraganeando en las playas, bebiendo, jugando, y contentos por ser dejados en paz por esos tres meses. Había sido espectacular, algo que pretendían repetir el verano siguiente.

- ¿Conseguiste el programa de tu nueva habitación? -preguntó Ahanu mientras empezaban a seguir su camino.

- Sí. Cuarto 313. Probablemente con un patético traga libros. Siempre me hacen eso, como si fuese a hacerme querer aprender más.

- Oh querido Dios -dijo Ahanu con una sonrisa astuta en sus labios rellenos-. ¿Una escuela tratando de hacerte aprender? Qué horror. Qué humanidad.

- Cállate, Deerborn -dijo Charlie con desprecio en burla-. Te cortaré el pelo si no paras.

- Y yo haré tus sueños trizas por completo si tú te me acercas con objetos afilados -devolvió Ahanu, mirando su propio programa. De nuevo, su compañero de cuarto había solicitado un cambio. Trató de que eso no lo molestara, pero no podía hacer mucho al respecto. Mirando el nuevo número de habitación, sonrió-. Parece que seremos vecinos, hombre. 214.

- Fantástico. Con suerte a mi nuevo compañero no le importarán las noches de juegos. El último era un hijo de puta con eso...

Eso fue dicho mientras alcanzaban el nuevo hogar de Charlie y abrían la puerta. Fuerte música electronica sonaba a través de grandes parlantes, haciendo que tanto Charlie como Ahanu parpadearan en sorpresa. El lado izquierdo de la habitación ya estaba lleno y arreglado por alguien, mientras que el lado derecho estaba desnudo excepto por las cajas que guardaban las cosas que Charlie había dejado en su vieja habitación.

- Qué diablos... -murmuró Charlie mientras miraba en derredor en busca de su nuevo compañero-. Dejó el estereo prendido, pero no hay nadie. -Una gran sonrisa se expandió por su rostro-. Me puede gustar este.

- Cuánto más ruidosos mejor... ¿Por qué eso no me sorprende? -preguntó Ahanu antes de que un fuerte chillido llegara del baño y un joven con rulos saliera rápidamente con un rimmel en las manos.

Llegó a un abrupto alto frente a ellos, ojos grises abriéndose como platos en sorpresa cuando un alto y ejercitado pelirrojo lo arrojó al piso con un fuerte "¡Hola! ¡UGH!". Charlie tuvo un momento en el que se sorprendió al ver esos ojos grises delineados con una gruesa capa de máscara nergra y delineador, suntuosos y húmedos labios formando una sonrisa antes de que la visión frente a él fuese aplastada contra la suave alfombra.

- ¡QUÍTATE! ¡QUÍTATE de encima, pedazo de...!

- ¿Qué? -El pelirrojo rió por encima de la música-. ¿Pedazo de magnífica carne humana? ¿Hermosa sensualidad?

- ¡PLEBEYO!

- Ya, Toby, eso lastimó mis sentimientos. ¿Qué no tienes corazón?

- ¡No voy a tener si sigues APLASTÁNDOME!

Riéndose del niño debajo de él, el pelirrojo se puso de pie y levantó al otro. Quitándole el polvo, el pelirrojo le dio una palmada lo bastante fuerte como para hacer que el niño chillara. Fue entonces que notó los dos hombres boquiabiertos en la puerta. Arqueando una ceja ante el más oscuro, sonrió anchamente.

- ¿Los ayudo?

- Uh... sí. ¿Vivo aquí? -Se encontró Charlie preguntando, su voz vacilando en sorpresa a la última palabra mientras ojeaba a los dos.

- ¿Ah? ¡AH! Eres en nuevo compañero de Toby -dijo el pelirrojo, yendo a extender una mano para que Charlie la estrechara-. Yo soy Elijah. No vivo aquí -aclaró ante la expresión de casi horror de Charlie.

- Ah... ¿así que tú eres Toby? -preguntó Ahanu mientras estrechaba la mano de Elijah, frunciendo el ceño cuando el pelirrojo la apretó una última vez antes de soltarla.

El chico de rulos asintió, haciendo que su cabello rebotara con el movimiento, con una ancha sonrisa en su rostro. De piel pálida con pecas en la nariz, parecía algún punk del rock con pantalones ajustados y un canguro demasiado grande en su torso. Tenía un pequeño arete perforando su fosa nasal izquierda, y su maquillaje estaba ligeramente difuso por el incidente.

- Sí. Soy Toby. ¿Ustedes qué son?

- ¿Perdón? -dijo Ahanu fríamente, su cálida sonrisa cayendo ante la pregunta.

Toby se había desviado para apagar la música mientras hacía la pregunta. Ante el tono de la voz de Ahanu, retrocedió un paso de él mientras aclaraba su pregunta.

- ¿Qué poderes tienen?

- Ah... -dijo Ahanu, su ira rápidamente desaparecida-. Yo soy un caminador de sueños. Este -dijo Ahanu, señalando a un Charlie aún silencioso en la habitación-, es telekinético.

- Geniaaaaaal -dijeron tanto Toby como Elijah con ojos muy abiertos y sonrisas de asombro.

- Bueno, déjenme salir de aquí... -dijo Elijah mientras desordenaba los rulos de Toby y picaba su nariz-. Mi habitación está bajando el pasillo. Estoy seguro de que Teo ya volvió con comida. Un gusto conocerlos -dijo con una lenta sonrisa hacia Ahanu, quien lució algo confundido e incómodo ante la mirada.

- Tienes... amigos interesantes, Toby.

- Lo intento. Es como si se me pegaran por gravedad -dijo Toby con una amplia sonrisa-. Espero que no te moleste que haya tomado el lado izquierdo de la habitación, siempre tuve algo con estar en el lado opuesto al baño. No toqué tus cosas, imaginé que querrías hacerlo tú...

Siguió hablando, Ahanu riendo por las pequeñas bromas que hacía. Las manos de Toby volaban hacia todos lados mientras hablaba, señalando en derredor, bailando con la música mientras les hacía el 'gran tour'. Charlie no oyó nada, no vio nada, más que Toby. Siempre se había preguntado si era bisexual, habiéndole parecido atractivo su mejor amigo cuando se habían conocido, pero nunca había sentido un impulso tan fuerte por descubrirlo como cuando había visto a Toby. En su mente, sus lujuriosas fantasías ponían las largas piernas de Toby alrededor de su cintura, su cuerpo ligero arqueado en placer mientras Charlie se deslizaba más adentro, más fuerte en él. Esos ojos abiertos y pesados en éxtasis, su boca suntuosa abierta y jadeando, gritando su nombre mientras se lo montaban. Su polla estaba pesada y dura contra sus vaqueros, y por una vez en su vida estuvo extremadamente agradecido por la camisa holgada que usualmente llevaba.

Tan perdido estaba en las fantasías que estaba creando, que casi se perdió por completo la pregunta que Toby le había hecho directamente.

- ¿Algo que importe? -preguntó Toby, ruborizándose ligeramente y bailando de pie en pie mientras miraba a Charlie.

- ¿Por qué importaría algo? -devolvió Charlie.

- Ah, caray, puede ser el hecho de que Toby ha estado hablando sin cesar por casi quince minutos y tú no has dicho más que 'uhuh...' y 'vale' -comentó Ahanu, sonriéndole a Toby-. Y estás mirando.

- ¿Estoy mirando? -dijo Charlie en sorpresa.

Toby asintió lentamente con la cabeza, ese rubor manchando de nuevo su cara. ¿Por qué se estaba sonrojando?

- Perdón. Sólo estoy cansado, creo. El vuelo fue eterno...

- Ah. Deberías tomar una siesta entonces -dijo Toby, bailando hacia su cama y abriendo las sábanas-. Puedes usar mi cama hasta la noche. No me importa.

- Nah, haré la mía. No es gran cosa, niño.

- Está bien. -Toby le dio una brillante sonrisa a Charlie y él dejó que su corazón se derritiera un poco. Dios, ese niño era tierno.

- Bueno, yo tengo que ir a arreglar mi cuarto. Estoy al lado si necesitas ayuda, tío -le dijo Ahanu a Charlie-. Hazme saber cuando hayas puesto la consola, agendaremos una noche de juego.

- Por supuesto, hombre. Hasta luego.

Cuando Ahanu se hubo ido, Charlie y Toby fueron dejados mirándose mutuamente, Toby desviando la mirada tímidamente y Charlie mirando fijamente a lo abierto de nuevo. No podía evitarlo. ¡El niño era jodidamente adorable!

- Así que... ¿tienes hambre? -preguntó Toby brillantemente, prácticamente saltando sobre sus talones en emoción.

- En realidad... sí -admitió Charlie, caminando hacia la cama donde había arrojado su bolso.

- Iré a buscar algo de la máquina expendedora. Tendremos que abastecer la heladera eventualmente, supongo... -dijo Toby mientras caminaba hacia la puerta.

- Ey -llamó Charlie cuando él salía al pasillo.

- ¿Sí? -respondió Toby, asomando la cabeza a la habitación.

- Nunca dijiste cuáles eran tus poderes -comentó Charlie.

- Ah... Soy un empático.

Y con eso Toby cerró le cerró la puerta a la cara asombrada y avergonzada de Charlie. Puta mierda. Este... iba a ser un año interesante.


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(1) Para el que no haya entendido, Toby citó una frase de Star Wars y el movimiento de su mano fue el control mental jedi.

Notas de la traductora: Espero que les haya gustado, porque yo AMO esta historia. Charlie y Toby son las versiones masculinas de dos chicas, a su saber, yo y Caitlin Boyle respectivamente. La versión original está en este link http://yaoi.y-gallery.net/view/365100/ (inglés). POR FAVOR, si les ha gustado aunque sea un poquito, dejen un comentario, ¿vale? Harán DOS corazones felices xD

¡Ah! Esta historia está en proceso de tener MUUUCHAS ilustraciones. Todo lo concerniente a esta historia se publica inicialmente en este club de Y!Gallery http://yaoi.y-gallery.net/club/5746/.

Bueno, eso, ¡comenten!

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