Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un cuento de navidad por FLOR

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero les agrade el reparto.

Una noche en el país de no pasa nada  3 

Un Cuento de Navidad 

El cuento clásico que todo el mundo ha explotado por años gracias Charles Dickens. Espero les agrade el reparto. Les recuerdo los personajes le pertenecen a su autor original.  

Allen Scrooge era un hombre atrozmente tacaño, miserable, cruel, desalmado, miserable, codicioso, incorregible, duro y amargado, ni siquiera en temporada navideña se tomaba la molestia de expresar una sonrisa. Evitando dar las gracias y felicitar a las personas que sonreían con regalos en esas fechas.

Allen llego a su despacho y sacudiendo el letrero que daba a conocer el nombre de la asociación Marley y Scrooge, entro directo a su oficina donde tenia a muchos de sus empleados trabajando sus obligadísimas horas por el más miserable sueldo.

Pero talvez el mas esclavizado era Van Cratchit, quien era el dependiente mas ocupado de del señor Scrooge. En ese momento se abrió la puerta del despacho.  Y creyendo que se trataba de un cliente allen se levanto pero sus ánimos flaquearon cuando vio que se trataba de su sobrino.

Chit: ¡Feliz Navidad! tío Scrooge - Dijo mientras se arrojo encima. 

Allen: ¡Bah!, pamplinas 

Chit: ¡Feliz Navidad! Joven Van. 

Van: ¡Feliz Navidad! amo Chit. 

Chit: Tío vengo para ofrecerte una invitación para que nos acompañes a mis tías y a mí en la comida de navidad. 

Allen: ¡Bah!, pamplinas 

Chit: Pero tío… 

Allen: Nada de eso sobrino, festeja estas tontería a tu modo, y yo lo are en el mió 

Chit: pero tío, nunca festejas la navidad 

Allen: por lo mismo, ahora largo. 

Chit: Bueno adiós… Pero aun así, feliz navidad – dijo alejándose. 

Ya era muy tarde los trabajadores ya se habían retirado, pero Van tenia que quedarse para el inventario unas horas más, hasta que Allen le dio permiso de retirarse, no sin antes pagarle la miseria acordada. 

Van: Muchas gracias señor… pero me preguntaba si mañana tendre que llegar a trabajar… ya sabe, siendo navidad… 

Allen: Pero claro que ¡NO! Cratchit, necesito que los inventarios se terminen, no falte o le reduciré el sueldo. 

Van: no, no señor. Llegare a tiempo, con permiso.  

Aun más trade Allen se retiro de su oficina, y llego a su mansión solitaria y bacia, sin ningún adorno, ni motivos de celebración.  Acurrucado en su sofá junto al fuego, escucha unos escandalosos sonidos en la planta baja, cadenas y lamentos. Allen se pone nervioso, pero no se asusta, piensa que es un ladrón y no permitirá que nadie robe nada de su casa.Baja con cuidado, y observa una sombra en el estudio de su mansión, sin pensarlo saca su espada y esta a punto de  entrar. 

Allen: ¡ALTO LADRON! 

Nadie estaba ahí, hasta que sintió un frió detrás de el. 

Allen: ¿¿¿quien es??? 

Draiden: Scrooooooge  

Allen: ¿¿¿Quien esta ahí??? 

Draiden: Scrooooooge no me reconoces, soy tú socio Draiden Marley 

Allen: Marley… eres tú??? 

Draiden apareció frente a el con cadenas que lo sujetaban de cabeza a pies. Y encorvado por el peso de dichas cadenas. 

Draiden: Me alegra que te acuerdes de mí 

Allen: ¿Cómo olvidarte? Eras el mejor engañabas a las viudas y estafabas a los pobres, todo en un mismo día… 

Draiden: Si (dijo orgulloso), digo NOOO, ERA MALO. Y ahora tengo que cargar estas pesadas cadenas por el resto de la eternidad. Oh tal vez más tiempo...

Allen: Oh, nooo, y que debo hacer, ¡dime! 

Draide: Esta noche te visitaran tres espíritus, escúchalos y has lo que te pidan… o tus cadenas serán mas pesadas que las mías… ADIOS Allen Scrooooooge 

Allen se encontraba muy nervioso esa noche,  revisando cada rincón y cerrando cada ventana de su mansión se acostó convencido de que todo lo que había sucedido era solo una ilusión. 

Allen: ¡Bah!, pamplinas 

La media noche llego a la mansión Scrooge. Y por la ventana la cual se abrió sin ninguna dificultad, entraron un par de preciosas siamesas, ambas traían una prenda que dejaba muy poco a la imaginación, cualquiera pensaría que si fueran seres vivientes ya habrían muerto de neumonía, lo que las distinguía era que una de ellas tenia el cabello dorado como el sol su nombre Eriya, la que traía el cabello de plata era Naria, sus cuerpos eran cubiertos por diminutos bikinis los duales en lugar de hilos estaban cubiertos por perlas de varios tamaños de plata y oro respectivamente. 

Eriya: Scrooooooge – dijo con voz suave y seductora – Scrooooooge 

Naria: ¡DESPIERTA! 

Allen: ¿Qué, quien, cuando, porque, cómo, que soy que? 

Ambas resplandecían con la luz que entraba por la ventana. 

NyE: las dos somos el espíritu de la navidad pasada y te llevaremos a ver tu... pues tú pasado para que veas en que te equivocaste. 

Allen: equivocarme? Yo? 

Eriya: si cabron tú, levántate 

Allen: no voy a ningún lado con ustedes, yo no quiero salir de esta tibia cama… claro que si quisieran compartirla…-zorro sobre todas las cosa 

Naria: Arriba Scrooge, hay que partir 

Por la gran ventana por la que entraron soplo un fuerte, frio y nevado viento que izo saltar a Allen Scrooge. 

Allen: ¿pero que hacen? 

NyE: Vamos… 

Allen: pero yo no puedo salir por ahí, me matare 

Eriya: solo sostente de nosotras 

Solo dieron el permiso y las sujeto fuertemente de sus hermosas cinturas. Por un instante comenzaron a elevarse y salir de forma muy rápida por los cielos. Descendieron muy rápido en una escuela desolada. 

Allen: pero si esta es mi escuela, aquí me envió mi padre para que devolviera todo el dinero que había invertido en mi 

Naria: ven entremos, nadie nos vera u oirá, somos solo espectadores 

Entraron a un gran comedor pero en el solo había un jovencito que repasaba libros y apuntes.  

Allen: recuerdo que muchas navidades las pase solo en el colegio 

Eriya: y ella quien es? 

Allen volteo a ver a la puerta y una preciosa niña de cabellos dorados y ojos azules como el cielo entraron corriendo. 

Celena: hermano, hermano 

Allen: celena? 

Celena: hermano, padre ha aceptado que vuelvas a casa para esta navidad, vamos, vamos… 

Ambos salieron de la habitación. 

Allen: si esa fue una buena navidad

Naria: pero no fue la unica, vamos 

De nuevo salieron como flecha hacia una pequeña tienda de comestibles. 

Allen: oigan, yo trabajaba aquí para el viejo Aston, (para los que no lo ubique es el rey de Asturias, el gordo ese) ahí fiesta? 

Eriya: asi es, no recuerdas, aquí conociste a Marlene, la hija mayor de Aston y tu único amor 

Dentro de la tienda, había mucha vida, gente riendo, bailando, comiendo y jugando.  

Allen: recuerdos las fiestas que el amo Aston eran muy divertidas 

Naria: y vieras que esto solo le costo unos pocos pesos, jajaja, mira cuanta felicidad proboca. 

Eriya: ¡Mira ahí esta! 

Allen: Marlene 

La hermosa Marlene animo y Allen a bailar con ella, en uno de esos pasos quedaron bajo un muerdago donde ella le robo un beso. El espíritu y allen se quedaron viendo un rato hasta que la ventana se oscureció. 

Allen: ¿qué ocurre? 

Naria: ya terminamos aquí, pero mira lo que ocurrió años después, supongo que aprendiste a amar otra cosa 

Se encontraban en el en una cabaña centrada en la ciudad, se podía observar claramente a Allen contando muchas monedas de oro en el escritorio más grande, en eso Marlene entro. 

Marlene: Allen 

Allen: Si? – Dijo con fastidio 

Marlene: ya han sido años y estoy esperando que… me pidas algo en especial… algo que podría unirnos en... Nupcias…. 

Allen: claro, eso me recuerda... que tu pago por esta cabaña reboto ahora me pertenece. Jejeje 

Marlene solo empezó a llorar y salio de ahí, molesta, triste, devastada, pero sobretodo sola.  

Eriya: preferiste tú fortuna a esa hermosa dama ¿supongo que eso fue lo correcto? 

Allen: Por favor ya no soporto estoy recuerdos llévenme a casa 

N y E: No olvides que formaste esos recuerdos tú mismo. Adios Scroooooooooooooge 

Unos vientos fuertes y tormentos resonaron. Y Allen apareció de nuevo en su cama. Por un momento creyó que todo seria un mal sueño, un mal, mal, mal, sueño.

Se acomodo las sabanas y se disponía a dormir cuando una brillante y calida luz se asomo por la abertura de una de las cortinas que rodeaban su cama. Inhalo profundamente pues existía un olor alrededor muy familiar, comida, se asomo un poco por la abertura y sorprendido quedo atónito por la montaña de manjares a su alrededor, faisanes y pavos rellenos cubiertos con una suculenta salsa, ensalada de frutas roseadas con nuez, vinos de distintos tonos, pasteles dulces y de varias cubiertas, montañas de ensaladas, ya sean de frutas  o de vegetales hervidos, galletas de jengibre y bacalao,  hoyas con sopas calientes.De lo que no se había percatado era del gran hombre que estaba a un costado, seguro porque lo confundió con la comida, traía una capa larga y dorada, con bordes verdes y adornado de arriba abajo, una corona de hojas adornaba su cabeza  y algunos adornos en su rostro lo hacia resaltar. 

Allen: ¿eres tú un espíritu?, ¿de donde salio todo esto? 

Alto y hermoso lo miro desde las alturas con algo de desprecio – soy el fantasma de las navidades presentes, pero puedes llamarme Folken a secas – Allen miraba con babas en la boca todo el  manjar. 

Folken: y esto Scrooge, es todo lo que desprecias de estas fechas. Es todo lo que los hombres amargados y que no piensan en los demás como tú rechazan. Gente que no tiene compasión por los ajenos. 

Allen: compasión?? Tonterías, de todas formas nadie piensa en mi en estas fechas, te lo aseguro. 

Folken: ¿eso es lo que crees? De acuerdo 

Folken se levanto y era muchísimo mas alto aun, levanto con mucha facilidad el techo de la habitación. Tomo a Allen y lo coloco en uno de sus bolsillos. Salio de la habitación y empezó a caminar hasta llegar a una casa donde se escuchaba a una familia reír. 

Allen: pero si es casa de mi sobrino. 

Se asomaron por la ventana, Milerna y Eris tías de Chit trataban de adivinar lo que si pequeño sobrino trataba de decirle con mímica. Además de la familia se hallaban tres caballeros  uno de ellos con otro niño, amigos de las tias. 

Allen: ¿juegos? 

Folken: la diversión antes del banquete abre el apetito. ¿qué trata de hacer el pequeño? 

Milerna: tiene dos patas… es un ave? 

Allen: es un pato, mira como dobla las piernas 

Folken: entremos a ver? 

Allen: cabras? 

Folken: puedo hacerme mas bajo. Entremos, seguro es más calido. 

Entrando se quedaron a un lado. 

Eris: vengan a la mesa es hora de brindar antes de cenar. Todos se movilizaron para el comedor y se colocaron alrededor de la mesa tomando sus copas, los niños tenían mucho menos vino que los demás. Claro esta. 

Eris: ¡Un brindis! Por los amigos que nos rodean 

Todos: salud 

Milerna: ¡Un brindis! Por los amigos que no estan con nosotros 

Todos: salud 

Chid: ¡Un brindis! Por mi tío Scrooge, que aunque rechace estas fiestas, es y siempre será familia 

Amigo: Que estas navidades se las pase calientito y a gusto 

Todos: salud 

Allen solo observo algo sonriente que lo recordara. Folken lo alo del brazo para llebarlo a otro sitio. 

Allen: que sucede, ¿no ahí mas? 

Folken: claro que si, el festín, más juegos, chistes y comentarios de interés, pero a ti no te gusta nada de eso, así que nos adelantaremos a otra casa

Caminaron otro rato hasta llegar a una muy pequeña casa. Y que además estaba en precarias condiciones. 

Allen: espíritu por que me trajiste a este mendigante lugar? 

Folken: es el hogar de tú esclavizado, empleado, Van Cratchit  

Miraron por la ventana, ahí se encontraba van  bailando con una preciosa dama de cabello corto color café y ojos verdes como esmeraldas. De las escaleras bajo una preciosa y tierna niña gato. Era pequeña, muy pequeña (de unos 6 o 7 años) 

Van: Merle, lo lamento te despertamos antes de tiempo 

Merle: amo van, sabe que me encanta que estemos juntos 

En la mesa había muy poca comida. Los tres se sentaron en la mesa para orar.  Juntaron sus manos y Van empezó. 

Van: Señor, gracias por la comida en nuestra mesa que el buen señor Scrooge coloco, y gracias por que seguimos juntos y felices. 

En eso Merle tocio un poco, Hitomi y Van se apretaron la mano, por lo que eso significaba. Luego repartieron la escasa comida, procurando que a Merle le toque un poco más, aunque eso signifique que los demás queden con hambre. 

Allen: espíritu no puede ser esa toda la comida que tienen, ¿o si? 

Folken: es toda la comida, que pueden costearse

Allen: espíritu… ¿que le pasa a la pequeña? 

Folken: el hambre y el frió no son piadosos con las personas que no pueden pagar los alimentos mas fundamentales. Si la situación no mejora, me temo que la pequeña no estará para el año que viene. 

Allen: ¿a que te refieres con eso?... no, no quiero que eso pase, espíritu dime que eso no… 

Pero el espíritu ya no estaba a su alrededor, todo se había vuelto oscuro y se lleno de niebla. El cielo no era iluminado ni por las farolas ni por la luz de la luna fantasma ni las estrellas. Todo se volvió negro. 

Allen: espíritu... ¿Dónde estas?.. Espíritu??? 

Una sombra muy delgada y no muy alta se le acerco, cuando caminaba pareciera que sus pies no tocaban el suelo, se movía de forma rápida y lenta ala vez. 

Allen: ¿eres tú el espíritu de las Navidades futuras? 

De la sombra  delgada solo se podía observar un resplandor rojo, proveniente de los ojos. Asentando la cabeza lentamente lo saco de su duda. 

Allen: dime, ¿qué le sucederá al pequeña Merle? 

La sombra estiro su brazo el cual era cubierto totalmente por su tela negra y rasgada. La sombra lo guió hasta un cementerio. Ahí se encontraba Van junto con Hitomi, con las cabezas bajas y lamentando una perdida.  Justamente detrás de ellos se oyeron rizas de sepultureros. Scrooge volteo para ver lo que pasaba.

Chesta: jajajajaja te juro por mi abuelita que nunca habia visto un funeral mas muerto, jajaja si o no Miguel 

Miguel: ahh huevooo, sin familiares ni amigos. Que feo final

Garty: Saben que escuche, que algunas personas van a ir más noche para saquear su casa… digo, como no dejo testamento ni nada, seguramente no habrá reclamo 

Guimel: vamos ahora, así nos podremos llevar lo más valioso y total, este muerto de aquí no se va a ir. Jajajajaja 

Dalet: compraremos vino y carbón para calentaron… bueno, con el vino nos alcanza, jajajajaja 

Los jóvenes sepultureros se retiraron sin terminar de llenar la tumba del desdichado difunto.  

Allen: espíritu…. ¿de quién es esta fría tumba?... 

El  espíritu presuroso saco fuego de su  manos  iluminando por completo la lapita.  Sin más la capucha se bajo por completo mostrando a Allen un bello pero peligroso rostro y lleno de cinismo y felicidad agrego. 

Dilandau: ¡PUES TULLA SCROOGE! 

Y con un fuerte empujón lo lanzo a lo que parecía ser su interminable tumba. Que al igual que su vida estaba vacía. Y dilandau continuo irónico y ufano.  

Dilandau: ¡EL HOMBRA MÁS RICO DEL CEMENTERIO! 

Allen: ¡NOOOOOOOOOOOOOO! 

Se sostuvo de donde pudo para no caer más abajo. Pero pudo observar como el espíritu de las navidades futuras lanzaba fuego de la boca para incendiar su destino.  Su riza resonaba como una pesadilla de la cual no podía salir, sentía como las llamas lo alcanzaban y no podía hacer nada al respecto. 

Allen: ¡NOOO ESPÍRITU! POR FAVOR… CAMBIARE… LO JUROOO, NOOOO. 

Dilandau: JAJAJAJAJAJA  QUEMATE, QUEMATE. JAJAJAJAJA 

Allen: NOOOOO 

Allen Scrooge no pudo más y callo a lo que era el infierno de su tumba, sintió que se quemaba vivo antes de despertar atareado y de golpe en su cama.  

Allen: no, por favor nooo…¡haaa!.... que sucede, que… no estoy muerto, sigo vivo. Pero… que días es??? 

Rápidamente habre su ventana de golpe y ve todo blanco y cubierto de nieve. De pronto ve a un niño que pasa cerca.  

Allen: ¡oye niño! ¿Qué día es hoy? 

Niño: pues hoy es navidad señor… 

Allen: Navidad… todavía estoy a tiempo de corregir las cosas. JAJAJA no ahí tiempo que perder, niño, espera… quiero que me hagas un favor ve al almacén y compra el pavo asado mas grande que tengan y que lo envíen a la casa de los Cratchit. Toma el dinero 

Allen le arrojo una bolsa con 50 monedas de oro

Allen: hazlo rápido y te quedas con el cambio. 

Niño: ¡SI SEÑOR, AHORA MISMO! 

El niño salio disparado hacia el almacén. Y Allen se apresuro a vestirse. Salio de su casa saludando a todos alrededor, deseando felices fiestas. En eso se encontró con su sobrino. 

Allen: ¡SOBRINOOO! 

Chit: Tío Scrooge? 

Allen: Dime una cosa… todavía esta vigente la invitación para la comida de navidad?? 

Chit: Claro que si, tío… vaz a asistir este año? 

Allen: No me lo perdería por nada en este mundo. Te veré luego te parece? Y Feliz Navidad 

Chit: Claro ti, y Feliz Navidad a ti también 

Allen llego muy contento a casa de su empleado arrastrando una bolsa y para sorprenderlo puso su acostumbrada mala cara. Toco la puerta bruscamente. Y Van abrió sin demora. 

Van: Señor Scooge… que sorpresa… 

Allen: Déjame pasar Cratchit 

Y diciendo esto entro sin permiso de su empleado. Asentando la bolsa que llevada desde hace poco. Hitomi y Merle estaban presentes.  

Van: ya salía trabajar señor, solo que me atrase por la fiesta y … 

Allen: ¡¿Fiesta!?, bah, otra excusa para haraganear, estoy muy cansado Cratchit, y fastidiado, no aguanto más estos días tuyos 

Van: pero señor solo es una vez al año… 

Allen: ¡SILENCIO!  

En tono mas serio dijo 

Allen: no me queda mas remedio Cratchit, no me dejas otra opción más que… volverte mi socio. Van no creía lo que escuchaba, ni mucho menos sus acompañantes. 

Allen: bueno y que? No quieres?? – en ese momento perdió toda seriedad y una sonrisa invadió su cara. 

Van: pero señor, claro. 

Allen: que bueno, porque aquí traje algo para mi socio y su preciosa, familia.  

De la bolsa saco juguetes para Merle, un vestido para Hitomi y un obsequia para Van. En ese momento tocaron la puerta y eran del almacén, traían un enorme pavo calientito y listo para cortar.

Allen le dio la noticia que naturalmente le aumentaría el sueldo y que trabajaría menos. Además de prometer ser mejor persona.

Scrooge hizo más de lo que había dicho. Hizo todo e infinitamente más: y respecto de Merle, que no murió, fue para ella un segundo padre. Se hizo tan buen amigo. Tan buen maestro y tan buen hombre, como el mejor ciudadano de una ciudad, de una población o de una aldea del bueno y viejo mundo. Algunos se rieron al verle cambiado; pero él les dejó reír y no se preocupó, pues era lo bastante juicioso para saber que nunca sucedió nada bueno en este planeta que no empezara por hacer reír a algunos: y comprendiendo que aquéllos estaban ciegos, pensó que tanto vale que arruguen los ojos a fuerza de reír, como que la enfermedad se manifiesta en forma menos atractiva. Su propio corazón reía, y con eso tenía bastante.

No volvió a tener trato con los aparecidos espíritus, pero en adelante tuvo mucho más con los amigos y con la familia, y siempre se dijo que, si algún hombre poseía la sabiduría de celebrar respetuosamente la fiesta de Navidad, ese hombre era Scrooge.

¡Ojalá se diga con verdad lo mismo de nosotros, de todos nosotros! Y también, como hacía notar la pequeña niña gato Merle, ¡Dios nos bendiga a todos!

FIN  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).