Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

This Pain was hidden por crazymilychan

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 A la  Izquierda KangIn En la Derecha LeeTeuk
http://i149.photobucket.com/albums/s58/crazyamorfachan/album%20d0s/ThisPainWasKangTuek.jpg

Notas del capitulo: [[nada mas qe amo a Cere *3* ♥ ]]

El dolor recorre completamente mi cuerpo, haciéndome trastabillar, llamando tu atención.

Te acercas a mi preocupado, y extrañado me ayudas a incorporarme, proponiéndole a todos un merecido descanso, momento que aprovecho para salir con rapidez de la sala de ensayo, escapando de ese lugar que aseguro, de haberme quedado dentro, ahora mismo estarías a mi lado, interrogándome acerca de mis hábitos alimenticios y recriminando mis pocas horas de sueño.

¿Pero como quieres que duerma? ¿Cómo?

Dejo caer mi cuerpo agotado en uno de los balcones más alejados, ubicado al lado de unas escaleras repitiéndome una y otra vez si dejar pasar lo que me esta sucediendo esta bien, picoteando el pequeño aparato que se ha vuelto mi pequeño compañero, mi amigo inseparable.

------
Yo pensé que era normal, me decía que era estrés, agotamiento físico en mi estupída negación de asistir al médico, pero nunca creí que sería tan fuerte, tan mortal.

Empezó como un leve malestar. Me sentía débil, cansado, tan sólo el simple hecho de subir al departamento me dejaba desecho, y eso que era un ejercicio extra que acostumbraba a hacer del diario. Se acompañó de una pérdida de peso, demasiado notable para los demás, que insistían en que revelara mi secreto para peder kilos.

"Mucho ejercicio y una buena alimentación" les decía con una sonrisa falsa en mi rostro, procurando transmitirles tranquilidad.

Luego llegaron los escalofríos y los continuos dolores de cabeza que alteraban drásticamente mi humor, alejando a todos, menos a ti.

Una mañana que me levanté con cara de muerto, pálido y con unas marcadas ojeras, HanKyung me pregunto si me sentía bien o ¿Había sido Eunhyuk? Realmente no lo recuerdo y es que ese es otro síntoma más de la enfermedad pérdida de la memoria.

Ese día no quería dar explicaciones acerca de mi aspecto, siempre justificándolo con el desvelo de la noche anterior, la celebración de nuestro segundo aniversario desde el día en que Super Junior nació. Esa vez saldríamos en televisión muy temprano; agradezco a las maquillistas, pues realmente hicieron un buen trabajo al darle vida a mis apagados rasgos.

Al principio nadie parecía notarlo, pero mis continuos retrasos y el olvido de la mayoría de las cosas te hicieron dar el grito en el cielo. Aquella vez me arrastraste contigo hacia una de las habitaciones y me echaste en cara el por qué de mis tardanzas, no pasaste por alto mi demacrado rostro ni los pequeños mareos que asaltaban mi cuerpo desde hacia unas cuantas horas.

Te acercaste a mí rodeándome con tus cálidos brazos, preguntándome dentro de aquel mudo silencio que era lo que me pasaba

¿Como responderte si ni yo mismo lo sabía?

Me alejé de ti sintiendo mi rostro sonrojado, esos arrebatos tuyos me incomodaban, me hacían pensar cosas que no debía, que no deseaba. Sensaciones contradictorias pues mi raciocinio elegía una, mientras mi corazón me incitaba a apoyarme en la otra.

Me miraste confundido, percibía en tus ojos las ganas de llorar y solo atiné a girarme y decirte que tomaría dos días de descanso, que sólo necesitaba dormir bien y desconectarme del medio un rato.

Antes de cerrar la puerta, pude ver en tu rostro una pequeña sonrisa y que un deje de tranquilidad inundaba tus orbes, al menos te había hecho sentir bien ¿no? Digo, te había quitado un peso más de encima.

Esa noche que pase solo, por primera vez, en mi departamento sufrí un desmayo. Me desvanecí dentro del elevador, reaccionando casi quince minutos después, cuando el velador de la entrada estaba a mi lado. Lo tranquilicé diciendo que me había quedado dormido, alegando que era de sueño profundo cuando éste me miro interrogante ante esa afirmación.

Y aunque fueras mi Hyung favorito, te mentí.

Sí, no fui al siguiente día a la empresa, pero no me dediqué a descansar precisamente. Decidido a saber que demonios me ocurría, fui al doctor.

Lástima que fue demasiado tarde.

Fue una buena idea no tomar el desayuno, pues en cuanto le dije los síntomas mandó a hacerme estudios de inmediato, esperando pacientemente el resultado mientras me recostaba en una de las camillas del consultorio.

Realmente no sé si arrepentirme o no de haber abierto los ojos cuando sentí sobre mi hombro aquella mano que me sacudía.

Lo primero con lo que me topé, fue con el rostro sombrío de aquel prestigioso médico, no supe interpretar su mirada cuando me extendió el papel, invitándome a sentarme, desviando su vista al ver como aquel trozo de papel caía de mis manos.

Se sentó frente a mí, su mirada muy distinta a la de antes, ya que había lástima en ella. Lo sé, por que alguna vez yo llegué a mirar de esa manera a algunas personas. No podía creer lo que aquellas letras rojas significaban, me rehusaba a aceptarlo.

Me explicó que tal vez podríamos prolongar mi vida un poco, necesitaría quimioterapia y transfusiones continuas.

¿Acaso me creía idiota?

Quería forrarse de dinero, darme un dolorosa esperaza ante una Enfermedad Terminal, sabía por amigos cercanos las causas de la radiación en el cuerpo humano.

.-¿Cuánto tiempo más me da? - pregunté mirando el búho que se hallaba sobre el finísimo escritorio, como si fuera lo más interesante en ese momento.

.-El tiempo de vida puede variar de uno a nueve meses, todo depende del tratamiento y del paciente.- habló sin rodeos, mientras garabatea algo en una hoja rosa.- Son algunos medicamentos que te ayudaran a sobrellevar un poco todo esto - agregó segundos después extendiéndome el rosado trozo, recordándome al instante a Sunming y su obsesión por el femenino color.

.-Gracias.-susurré como un autómata y salí de ahí directo a la farmacia más cercana.

Cuando extendí la receta al encargado, éste alzó la vista de la misma manera que el galeno, haciéndome sentir miserable, sin ninguna salida.

¿Pero existía alguna?

Si los chicos me miraban así, realmente no podría soportarlo, así que preferí callar. Salí volado de aquella droguería, tarde en llegar un poco a casa pues dudé al no recordar con certeza que camino era el que debía tomar.

¿Era yo o los síntomas comenzaban a hacerse más evidentes?

Llegué al lugar que llamaba hogar y me bebí el medicamento. El sabor amargo se alojó en mi garganta y leves mareos tumbaron mi cuerpo, llevándome hasta el sofá, quedando frente a mi única esperanza, aquel pequeño y delgado computador negro.

No quería olvidar a mis compañeros, no quería volverme inservible, no quería olvidar como volver a casa o como encender la consola, no quería olvidarte a ti, ni las raras sensaciones que me provocabas y me aferre como poseso a ese pequeño teclado.

Los síntomas se hicieron más visibles e insoportables, decidí cambiarme de vivienda pues no quería que ustedes lo notaran. En las noches, mi cuerpo era bombardeado con terribles dolores, tan intensos que deseaba arrancarme la carne con mis propias uñas, mis dedos se habían vuelto delgados y ese color rosado que se presentaba bajo la cutícula, se había desvanecido.

Todos los días, en cualquier descanso en cualquier oportunidad, abría el pequeño aparato que me recordaba sus nombres, sus caras, los sentimientos que sentía hacia a ti. Leía cada párrafo, cada página no deseando olvidarte, tecleando cada suceso del día, por diminuto y absurdo que fuera.

Y seguía callado, combatiendo en silencio, muchas veces viniste a buscarme y me hacía el dormido, no quería enfrentarte, confesarte la verdad al ver la súplica marcada en tu rostro. La noticia me había destruido y la enfermedad me carcomía lentamente, vivía al día, no sabiendo si podía ser el último.

------

.-¡!KangIn!! ¡!KangIn!!.- escucho que me grita alguien, alzo mi cabeza y veo a un chico de tímida sonrisa agitar su mano, haciéndome señas, me medio incorporo confundido, por mas que trato, no puedo recordar su nombre, clickeó en el aparatejo localizando su imagen.

.-Ryeowookie.-susurro sonriéndole, gesto que se borro de mi rostro cuando una fuerte punzada me llegó a la cabeza, haciéndome perder el equilibrio, solté el pequeño laptop manoteando en el aire.

¿Cuándo me había acercado tanto a las escaleras?

Antes de sentir un fuerte golpe en la cabeza, alcancé a escuchar un grito aterrado, rodé por las escaleras antes de impactarme con fuerza en una de las esquinas de las macetas, alcé mi mano llevándola a la zona adolorida.

"Agua roja" pensé cuando ví ese rojizo liquido.

Segundos antes de que todo se volviera negro pude ver a Leeteuk corriendo hacia a mi con el rostro desencajado.
------

El repetitivo pitido de aquel complicado aparato resonaba en la habitación, acompañando a Leeteuk en aquel tortuoso silencio.

¿Por qué KangIn no le había dicho nada?

¿Por qué no confió en él?

Las preguntas se atiborraban en su cabeza mientras leía cada línea de aquel documento, la enfermedad de KangIn descrita en sus propias palabras, una lágrima cayó de sus rasgados ojos al leer un pequeño párrafo, simple, solitario, pero significativo.

Me aleje de ti sintiendo mi rostro sonrojado, esos arrebatos tuyos me incomodaban, me hacían pensar cosas que no debía, que no deseaba. Sensaciones contradictorias pues mi raciocinio elegía una, mientras mi corazón me incitaba a apoyarme en la otra.

¿Eso significaba que su compañero sentía algo por él?

¿Que no era odio el que percibía hacia su persona?

Podría jurar que ese pequeño párrafo era un "sí" ante esa calidez alojada en una parte importante de su pecho, un sentimiento recíproco.

Un leve carraspero le hizo alejar su vista del computador y salir de sus cavilaciones, alegre se acerco a KangIn, dedicándole una sonrisa a la vez que le acariciaba la frente.

.-¿Quién eres?.- le pregunto azorado el de cabellos oscuros, mirándole de manera extraña.

.-Este soy yo mira.- le acerco el golpeado objeto, ubicando su foto, conteniendo las gruesas lagrimas que se agalopaban en sus ojos, dejando que su corazón se partiera en mil pedazos.

El médico se lo había dicho: era posible que al recuperar el conocimiento no recordara a nada ni a nadie y de ahora en adelante solo bastaría esperar a que la Leucemia continuase, dejar que se muriera sin poder hacer nada..- Me llamo Leeteuk y soy el líder de Super Junior - habló con su voz entrecortada.- Me permites un momento.- le dijo ya sin poder contenerse, saliendo con rapidez de la habitación, dejando correr por su fino rostros las copiosas lagrimas.

KangIn pico la mini computadora, leyendo unas líneas que no supo por qué le cortaron el aliento y le provocaron un agudo dolor en el pecho.

Sabes Leeteuk pensar que era algo sin importancia fue mi mas grave error, mi propia sentencia de muerte, mi negación a la vida, mi negación hacia ti.

Porque nunca tuve el valor de confesarte estos abrasadores sentimientos, porque si quiera antes de intentar, de luchar por tenerte, te perdí.

Y una traviesa lagrima se deslizó por su rostro, porque no supo que era lo que significaba eso.

Por más que lo intento, no pudo recordar.

Notas finales: review ? *rueda*

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).