Zoro estaba muy extraño desde k partieron de Water 7: últimamente no dormía casi, aunque lo intentaba parecía k algo lo tenia intranquilo; por las noches salía silenciosamente de su habitación y regresaba pocos minutos después; a Chopper le desaparecieron algunas vendas y medicamentos, fue el espadachín, k se los había llevado a su habitación. Nadie notaba nada, ya k este era especialmente cuidadoso para k sus nakama no sospechasen nada.
A media noche, Zoro salió de su habitación para dirigirse a la cocina, como otras muchas noches. Pasados unos minutos volvía a su habitación con algo de comida en las manos.
-Tómate esta sopa, aún está caliente, te vendrá bien –decía Zoro-.
-Gracias, no hace falta k te tomes tantas molestias por mi –era la voz de alguien k se encontraba en el suelo tumbado-.
-Claro k si! No ves lo débil k estas aún? No puedo dejarte así -respondió el espadachín-.
FLASHBACK
En Enies Lobby.
Después de k Robin estuviera a salvo, la Torre de la Justicia empieza a derrumbarse.
Sogeking y Sanji corren apresuradamente para salvarse, Zoro se dispone a correr también, pero algo se lo impide.
Mira hacia atrás y ve la figura de una persona tumbada en el suelo, muy malherida y apunto de ser aplastada por el derrumbamiento del edificio.
No sabía por k, pero sentía la necesidad de salvarle.
Casi instintivamente corre hacia donde se encuentra la otra persona y la coge en sus brazos rápidamente para librarle de un pedrusco bien grande desprendido del techo que se abalanzaba sobre el otro.
Maldita sea, por k he hecho eso? pensaba el espadachín mirando el rostro inconsciente de la persona k sostenía en sus brazos.
Pero no lo miraba con odio ni desagrado, sino con dulzura y preocupación.
Se apresuró a salir del edificio antes de k éste se derrumbara por completo.
FIN DEL FLASHBACK
No podía olvidar aquel momento.
Fue incapaz de abandonarlo, por lo k le subió a bordo del Going Merry sin k nadie se diera cuenta. Mas tarde lo traslado al Thousand Sunny, el nuevo barco, donde pudo esconderle mejor, en su propia habitación individual, para k ninguno de sus nakama lo vieran.
Desde entonces se había dedicado a cuidarlo, curarlo y alimentarlo.
Se sentía extraño, nunca antes había hecho esas cosas por nadie, y no sabía porque lo hacía por él.
-No sé cómo agradecerte todo lo k estas haciendo por mi después de k te causara tantos problemas e intentara matarte.
-No tienes k hacerlo, lo hago por k quiero –fueron las palabras del peliverde después de sonrojarse un poco-.
FLASHBACK
Zoro cuidando de aquel individuo al k salvó, k todavía se encontraba inconsciente.
Vendándole con mucho cuidado las heridas, ayudándole a tomarse los medicamentos, dándole la mayoría de la comida k a el le preparaban, arropándole por las noches para k no pasara frió,…
-Eh? Dónde estoy? K ha pasado?
-Kaku??? Al fin te has despertado. Cómo te encuentras??? –le preguntaba felizmente el peliverde-.
-Ah!!! Tú!!! Roronoa Zoro! Tu me derrotaste en la Torre Judicial! K hago aquí contigo? –se alarmó Kaku-.
-Tranquilo, te lo contaré.
FIN DEL FLASHBACK
El k estaba tumbado en el suelo rió felizmente.
-De k te ríes?
-De nada.
Seguidamente se incorporó, y una vez sentado, se acercó al oto chico, colocándose a su lado. Le cogió suavemente de la barbilla, levantándole la cara, poniendo la suya enfrente de la de Zoro, haciendo k sus miradas se encontraran. Kaku acercó sus labios lentamente hacia los del otro chico. Ahora el peliverde podía notar los suaves y húmedos labios de Kaku.
El peliverde se sorprendió de aquello, pero… le gustaba. Le gustaba y no le importaba nada más en aquel momento. Kaku sintió como el otro le respondía al beso dentro de su boca, entrelazaron sus lenguas dulcemente durante unos instantes en los k ambos disfrutaron de las caricias k se hacían uno al otro.
Era la primera vez k Zoro sentía algo así.
Una vez terminado este beso, el pelirrojo rodeo el cuello del otro chico con sus brazos, y Zoro le respondió abrazándole por la cintura. Kaku inhalaba el fuerte olor del peliverde, le encantaba ese olor tan varonil k desprendía Zoro.
Se separó un poco del peliverde y fue bajando lentamente, lamiendo el cuello del otro, hasta encontrarse con la camiseta, k le impedía seguir, desabrochó con la boca los tres botones de arriba, y con su manos fue quitándosela lentamente, acariciando a la vez el musculoso cuerpo k se encontraba debajo.
Una vez k el otro se encontraba sin camiseta, se acercó al fuerte pectoral del peliverde, empezó a lamerlo y a acariciar sus duros pezones. Mientras Zoro gozaba con lo k este le hacia, no podía evitar k de su boca salieran graves gemidos.
Zoro cogió la cara de Kaku, parando así lo k este estaba haciendo.
-No te gusta? -pregunto el pelirrojo-.
-Si...
-Entonces?
-Esque... quiero k tu también disfrutes -dijo el peliverde sonrojándose-.
Kaku le dirigió una calida sonrisa y se aparto del cuerpo de éste, provocando al otro, para k le siguiera.
Zoro se acerco rápidamente y, poniéndose enfrente de el, fueron bajando despacio hasta llegar al suelo. Kaku se hallaba tumbado boca arriba con el peliverde encima, separado de él unos centímetros.
Zoro se agachó lentamente, acortando la distancia entre sus cuerpos. Empezó a recorrer con sus labios todo el fuerte cuello del pelirrojo, haciéndole cosquillas mientras inhalaba el calido y masculino olor k este desprendía.
Mordió la cremallera de la sudadera k Kaku llevaba puesta, bajando por todo su cuerpo para desabrocharla. Metió las manos por debajo de su camiseta y empezó a subir, acariciando su fornido cuerpo mientras arrastraba la camiseta para después quitársela junto a la sudadera.
Una vez k sus miradas volvían a coincidir, el peliverde acercó su cara y le besó de nuevo, acariciando con su lengua todo el interior de la boca del pelirrojo, mientras saboreaba su suave lengua. Empezó a acariciarle su corto pelo naranja, deshaciéndose así de la gorra.
Imitando lo k el otro le había hecho anteriormente, empezó a lamer su pectoral y abdomen. Siguió acariciándole sus duros pezones, pero al notar k esto sólo le hacia cosquillas, se puso a pellizcárselos, con lo k Kaku soltó un fuerte gemido. Zoro se entusiasmo al oír esto, por lo k siguió haciéndoselo durante un rato mientras seguía lamiendo el pectoral del pelirrojo. Éste ya no podía contenerse más y comenzó a jadear constantemente, muy excitado.
Acercó su cara a la de Kaku y empezó a lamer su larga nariz k tanto le gustaba, le parecía graciosa la forma k tenía. Seguía pellizcando sus pezones mientras iba bajando su cabeza y empezaba a tocarle el cuello con sus labios. Kaku notaba como un fuerte cosquilleo le recorría la espalda, a la vez k su miembro se iba endureciendo rápidamente. El pelirrojo estaba tan excitado k no podía dejar de agitarse y cada gemir vez con más fuerza.
Kaku hizo un esfuerzo para no seguir retorciéndose de placer y levanto su espalda del suelo, haciendo k Zoro parase, este se extraño y le miro como preguntándole k por k lo hacia.
-Ahora... te toca... a ti... –dijo con la respiración entrecortada el pelirrojo-.
Zoro se sonrojo de nuevo y dejo k el otro se incorporase. Kaku arrimó su cara, cerrando los ojos lentamente antes de hacer k sus labios colisionasen una vez más. Introdujo su lengua en la boca del otro, sintiendo de nuevo el tacto de la lengua del peliverde. Sentía k necesitaba esos besos para vivir.
Mientras seguía besándole, dirigió una de sus manos hacia el pantalón de Zoro, tocando el bulto k se encontraba debajo de ellos antes de quitárselos. Colocó el duro miembro del peliverde entre sus manos y empezó a acariciarlo suave y lentamente en toda su prolongación. Zoro se estremecía de placer, gimiendo de nuevo. Estaba gozando como nunca antes en su vida lo había hecho. Kaku dejó de besarle para agacharse y colocar su cabeza enfrente de la entrepierna del peliverde. Acercó sus labios a la cima del miembro del otro, abriéndolos lentamente mientras se iba acercando para sacar su húmeda lengua con la k hizo la primera caricia. Lamió la punta un par de veces, después recorrió toda la prolongación del aparato del chico en varias ocasiones, pudiendo notar como Zoro gemía excitado. Más tarde introdujo el miembro dentro de su boca, acariciándolo con sus labios y lengua repetidas veces, estimulando al chico k seguía gimiendo con más energía. Sintió como su boca se llenaba del espeso líquido del otro cuando el peliverde se descargaba en su boca. Dejó k terminara de vaciarse, para después alzarse y besarle, haciendo k el fluido k antes tenía en su boca se traspasara a la del otro, para más tarde caer lentamente por su cuello. Cuando terminaron Zoro le entregó un pañuelo k sacó de su mesilla.
-Toma anda, límpiate un poco –le decía Zoro dándole el pañuelo-.
-Gracias –éste cogió el pañuelo y se frotó con él todo el cuello, quitándose los restos del líquido que se encontraban sobre él.
El peliverde se le quedó embobado mirando cómo se frotaba el cuello, le parecía fascinante la forma k tenía Kaku de hacer las cosas. Cuando el pelirrojo terminó, miró al otro y al darse cuenta de cómo le miraba soltó una carcajada, por lo k el otro reaccionó y empezó a reírse también. Se quitó los pantalones que llevaba puestos, no aguantaba ya más tiempo con ellos, quedándose así desnudo al igual k estaba el otro.
El pelirrojo dejó caer el pañuelo al suelo y acercó su atractivo cuerpo seductoramente hacia donde se encontraba el otro. Colocándose a su lado, mientras Zoro contemplaba ahora al completo su espectacular y corpulento cuerpo, empezó a pasearse a su alrededor. Lamió varias veces dos de sus dedos de la mano derecha hasta k quedaron lo suficientemente húmedos. Paró cuando se encontraba de frente a la espalda de Zoro. El peliverde, inquieto, se dispuso a girarse, no sabía lo k Kaku pretendía, pero éste le paró antes de k pudiera hacer nada, arrimándose y abrazándole por la espalda, pegando sus cuerpos como si fueran uno.
Zoro giró la cabeza, encontrándose con una pícara y juguetona mirada del pelirrojo. Éste le acarició la parte lateral de la cara con una mano, arrimando su rostro y besándole de nuevo. Con la mano libre, en la k se encontraban los dedos anteriormente humedecidos, recorrió toda la amplia espalda del peliverde en dirección descendente, provocándole así un ligero cosquilleo. Llegó a la parte más baja, terminando de acariciar la espalda e introduciendo dos de sus dedos en el estrecho orificio. Al notarlo, el peliverde soltó un ahogado gemido, parando así el beso, pero el pelirrojo lo reanudó. Al principio fue un poco doloroso, pero más tarde, cuando disminuyó el dolor, empezó a gozar al sentir cómo los dedos de Kaku se movían en su interior.
Sacó sus dedos del interior del otro cuando estaba ya suficientemente dilatado. Terminó el beso y le indicó al otro k se colocara en la cama a cuatro patas, él se colocó detrás de rodillas para poder penetrarle con facilidad y evitar así dolores innecesarios. Penetró su gran y duro miembro con lentitud para causarle el menor dolor posible, pero aun así el otro soltó un grave sonido, quejándose al principio. Al poco tiempo desapareció el dolor para dar paso a un exquisito placer. Gozaron placenteramente del maravilloso momento en el k estaban unidos. A medida k notaba cómo Zoro gimoteaba más fuerte, el pelirrojo iba aumentando la velocidad, hasta k ya no pudo contenerse más y se vació dentro del otro jadeando fuertemente. El peliverde notaba cómo se llenaba por dentro del ardiente fluido de Kaku.
Terminaron los dos exhaustos después de esa apasionada realización.
Agotados, se tumbaron y empezaron a besarse y a acariciare. Pero se durmieron al instante sin darse cuenta, así como estaban, uno encima del otro.