Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The best kiss por Katrinna Le Fay

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Espero que esta vez el formato sea el correcto. Gracias por leerme ^^

TITULO: Cello’s Jen

TITULO: The best kiss

 

One-Shot

 

Serie: RPS de Supernatural

 

Pairings/Warning: Padackles

 

Category:  Slash. Humor, chistes, Sweet y algo más.

 

Raiting: Si les gusta esto, tienen la edad requerida

 

Disclaimer: Yo no poseo ni a Jensen Ackles ni a Jared Padalecki (qué mas quisiera yo) estos bombones se pertenecen a si mismos y estos a su vez a sus padres, que les dieron autorización para pertenecerle a sus respectivos directores y televisora. …sta solo es una historia escrita de fan para fans, sin fines lucrativos.

Lo único mío son la historia, las ideas y OCC (Personajes originales).

De todas maneras, si te gusta la historia y quieres publicarla, te pediría que antes lo consultes conmigo.

CAMPA—A LE FAY : No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. ALZA LA VOZ, NO TE QUEDES CALLADO ANTE EL PLAGIO.

COPY LE FAY : Después de horas de ingeniar y escribir, me di cuenta que mi trabajo necesita estar asegurado para que lectores como tú, quienes me permiten continuar con vida, sepan que lo que leen y está escrito por mi se encuentra completamente garantizado, en escritura y presencia. te lo mereces y ésta solamente es una de las pocas cosas que haré por ti. Gracias por leerme y espero disfrutes tú lectura. Cualquier comentario, estoy a tus órdenes en FeedBach

Tiempo: En calidad de Universo Alterno.

                  

FEEDBACK: katrinna_le_fay@yahoo.com.mx ó katrinna_le_fay@hotmail.com  

 

MSN:          shania_xs@hotmail.com

 

Nota: Realmente Hago hincapié en la pareja de este fic.

¿Qué es Padackles?. Bueno, es una contracción de Padalecki y Ackles (por el apellido de los actores) juntos en situaciones de romance, amistad, etc (aquí es más romántico). Si no te agrada, entonces no lo leas. De esa manera te ahorrarías algún sentimiento de contrariedad. Pero si te da curiosidad, entonces adelante. Gracias ^^

 

Si, lo acepto, mis historias rayan en lo cursi (lo acepté en tribuna, ahora frente a ustedes, se supone que el primer paso es la aceptación, no? Jeje ^^’’’) como sea, espero les guste porque realmente no se de que otra manera escribir.

Gracias por seguir aquí ^^

 

KLF

 

Le echaría la culpa a la maldita idea que tuvo esa tarde. Si, toda la culpa la tenía esa estúpida “buena idea” y sus jodidas reacciones.

¿Pero que más esperaba?

Bien le habían enseñado en el instituto: “Toda reacción trae una consecuencia”. ¡¿Pero tenía que ser precisamente esa?!

 

Tomó un trago más de cerveza. ¿Qué importaba que fuera la vigésima?

A él no y estaba seguro que al muchacho que sonriendo de oreja a oreja y que balbuceaba no sabía que cosas, tampoco.

Y ahí fue cuando miró con detenimiento la botella negra de etiqueta luminosa.

Esa simple lindura, que en otras circunstancias le había servido de distracción, era la culpable de todo lo que estaba sucediendo.

Esa…cerveza estúpida. Esa tonta cerveza Texana tenía la culpa de todo lo que estaba sucediendo, y claro, no podía olvidarse de él mismo.

 

“Hey Jay, ¿que tal un par de cervezas para relajarnos?”

 

Propuso al chico que tras juguetear un rato con sus perros, aceptó el ofrecimiento.

 

…l, personalmente había estado en casa un par de días atrás. Nada serio, solo su abuela que deseaba verlo para su cumpleaños.

Como buen nieto y excelente Ackles no lo había pensado dos veces y tras hacer su equipaje y pedirle a su mejor, mejor amigo en todo el mundo que lo acompañara, partió.

Jared había denegado la oferta, diciendo que no se sentía muy bien y no deseaba arruinar la celebración de “abuelita”. Apelativo cariñoso que la abuela Ackles adoraba tras conocer al kilométrico amigo de su nieto.

Y es que era imposible no querer a Jared, cosa que estuvo comprobada por la familia de Jensen la primera vez que le vieron.

 

Había sido una grata visita y una celebración muy hogareña, finalizando con un par de obsequios que la abuela agradeció con sus ojos verdes fulgurantes y rodeados de arrugas bien vividas.

“Tienes que agradecerle a Jared su regalo, hijo. Tienes que hacerlo, sino lo haces te daré con mi bastón bien fuerte en la cabeza. ¿Escuchaste?”

 

Fue la amenaza de la abuela, a la cual todos rieron, incluyendo Jensen, que aun no sabía si mofarse o no del peluche tamaño residencial que su amigo había mandado por correo desde Canadá.

Solo a él se le ocurrían esas cosas, pero también solo él sabía como amenizar a los Ackles, cosa que no era sencilla.

 

Para finalizar su estadía en Dallas, se le había ocurrido llevar al foro un par de cajas de cerveza Texana.

¿El como pasó la aduana? Aun no lo sabía, pero había terminado con las cajas sanas y salvas en su trailer.

 

Y había sido precisamente a su regreso, que había tenido la grandiosa, maravillosa y espléndida idea de tomar un par de botellas mientras charlaba con Jared de su pequeño viajecito.

 

Pero como era común en ellos y en realidad en todos los chicos del mundo, las dos botellas pasaron a ser cuatro y así sucesivamente hasta que la risita babosa los contagió por completo.

Para Jensen era bueno pasar el rato con el troglodita de su amigo, pues este lo hacía sentir de una forma que ni su amorosa familia o pocos amigos, lo habían echo sentir jamás.

Jared era un niño de cinco años atrapado en el cuerpo de un chico de veinticinco, y aunque en el pasado, eso le habría irritado de sobre manera, en el presente no era así.

Aun no sabía que extraño conjuro había lanzado ese kilométrico muchacho hacía él para hacerlo sonreír tonta pero deseablemente con la cancioncita de Barney.

Eso si que era de miedo.

 

Sin embargo, no era Jared y sus ridículas canciones infantiles lo que le tenía molesto, ofuscado, irritado o cualquier sinónimo que existiera en el diccionario.

No. Era, precisamente el comentario anterior lo que le mantenía mirando la etiqueta de la botella y pensando en que esa, en verdad, había sido una pésima idea.

Pero lo hecho, hecho estaba, así que bebiendo media botella de un trago, regresó su somnolienta mirada hacia su interlocutor.

 

-¿Te ocurre algo, Jen? No te ves muy bien. Indagó el larguirucho muchacho, quien con las mejillas aun sonrojadas trataba de mantener, si eso era científicamente posible, un poco de cordura.

-Si. ¿Quién dijo lo contrario? Respondió el ojiverde, abriendo con facilidad otra botella.

-Pero Jensen…

-¡Brindemos! Casi grito el muchacho, exaltando un poco al que le acompañaba.-Brindemos por esta bonita reunión que nos ha hecho…conocernos más. ¡SALUD!

 

Y ahí iba otro tremendo trago que si bien sorprendió a Jared, en un segundo lo siguió.

El chico pensaba que Jensen se encontraba en una de esas facetas que nadie conocía salvo él.

De esas pocas y escasas en la vida dónde el recatado y de buenas normas “señorito Jensen Ackles” se volvía un poquito loco, realizando cosas que en estado normal no haría.

Beber así, era una de esas y aunque Jared continuaba sintiendo un tenue calorcito en su cuerpo, decidió seguir a su compañero. Quien quitaba y hasta eso se olvidaba.

 

Pero a la mañana siguiente y después de que la luz del día fuera maldecida, al menos en dos idiomas reconocibles por la real academia de lenguas, Jensen supo con certeza que lo sucedido la noche anterior, jamás se borraría de su mente.

 

La cosa era que tras beber un poquito más de lo planeado y hacer uno que otro chiste ridículo, Jensen, él, Don Tarado, había realizado una pequeña pregunta. Inocente, ridícula, algo de lo que cualquier persona habría reído pero que para él resultaba….

 

“¿Verdad o castigo?” Había indagado el ojiverde, tras mirar a su compañero sonreír como solo él sabía hacerlo.

“Jen, te estas convirtiendo en una chica. ¡Y eso que YO soy la chica en todo esto”

 

Habían reído bastante alto pero sin disolver la atmósfera que se había creado a su alrededor.

 

“Vamos, responde. ¿Me dirás que nunca quisiste jugar a esto?”

 

Jared lo había mirado mitad chiquillo de cinco años, mitad chico de veinticinco y aunque sus ojos tintinearon con un ápice de sensatez, al final y como Jensen lo sabía, el niño inquieto había ganado el duelo.

 

“Verdad” Señaló, como si estuviera a punto de ganar un millón de dólares.

 

Jensen aun no asimilaba lo que hacía, pero con Jared de compañero….al diablo, esa noche serían solo ellos.

Así pues acomodándose sobre el sofá y tras tomar un pequeño trago que le refrescara la garganta, lo lanzó.

 

“¿Quién fue tú primera vez?”

 

Jared pareció desilusionado, por ello bebió él también.

 

“Oh, vamos. ¿No me vas a responder?” Retó Ackles, tras mirar el inusual silencio de su compañero.

“Eso es ridículo, Jen. Es lo más ridículo y tonto que he escuchado en mi vida”.

“No lo es” Se defendió el otro “Es una pregunta muy buena”

“Pues para mi no tiene sentido y eso que debería estar saltando en el sofá de la emoción”

“Lo que sucede es que tienes miedo a que descubra que te tiraste a esa chica nerd del instituto, ¿verdad?”

 

Jared frunció el seño. Le había hablado a su amigo de esa chica nerd que había sido una buena amiga para él, ¿pero a tal extremo?

 

“No, no fue ella y no te lo diré”

“¿Por qué no?” Insistió el ojiverde, sonriendo aun.

“Porque para mi es una pregunta tonta. Vamos, yo se que puedes mejorarlas”

 

Jensen lo dejó pasar por esa vez, así que se concentró todo lo que pudo y al final sonrió magistralmente.

 

“De acuerdo, si vamos a jugar que sea una y una, y como yo ya hice la pregunta, te toca a ti”

 

Eso pareció no gustarle a Jared, por lo que se enfurruñó como el niño que se vislumbraba en sus ojos.

 

“Idiota. Pero tendrás que responder todo, por muy tonto que sea”

“Oye, hace un momento…”

“Empieza desde ya. ¿Preparado?”

 

Ambos se miraron, como si una importantísima contienda de videojuego estuviera a punto de comenzar.

Por eso asintieron, cada uno pensando ágilmente que preguntar.

Así pues y más rápido que una bala, Jared puso en jaque inmediato a su compañero, haciéndolo atragantar con la cerveza.

 

“¡No voy a decirte las posiciones que hice con Jessica Alba en la cama!”

 

Oh si, iba a hacerlo porque Jared siempre terminaba convenciéndolo de todo.

Por eso y tras maldecir el estúpido jueguito, Jensen Ackles respondió cosas de su intimidad. Cosas que ni Kane sabía.

 

El juego tuvo ratos buenos y malos. Relatos alegres, graciosos y tristes, donde ambos, sin captarlo aun, se iban conociendo más y más. Pero justo llegó el momento en que ambos, no vieron llegar, la siguiente pregunta que Ackles realizó. Esa que lo mantenía sumamente molesto, enfadado, irritado y todos los sinónimos que pudieran existir.

 

“Tú mejor beso, Jay”

 

Y entonces, sucedió.

 

“Esa no. Prefiero el castigo”

“No puedes” Se mofó Jensen con soltura “Dijimos que responderíamos a todo, así que no seas niña y responde”

 

Pero Jared se negó, incluso enserió sus facciones. El chico de veinticinco había aparecido.

 

Y si Jensen fuera él en otro momento, habría respetado el silencio, incluso habría finalizado el tonto juego y cambiado de tema. Pero como esa noche no era él, por ello insistió.

 

“Oh, vamos, tienes que decirme. No te voy a dejar en paz hasta que lo hagas. ¿Tan bueno fue que no quieres contarme?”

 

Jay jamás se sonrojaba y mucho menos por una pregunta, por eso Jensen se acercó a él y le dio la lata a su particularmente padalecki forma aprendida.

 

“Vamos, dime, dime, dime, ¿si?, ¿si?, ¿siiiiiiiiii?”.

 

Jared sonrió asintiendo, no podía quejarse tras él hacer lo mismo siempre, por eso se dispuso a hablar.

 

“Pero tienes que entender que jamás se lo he dicho a nadie. No por avergonzarme, sino porque realmente, realmente atesoro esta memoria. ¿Entendiste?”

 

Oh si, eso sería bueno, por eso bebió solo un traguito de cerveza y se dispuso a escuchar a su compañero, a ese que le había vuelto la sonrisa descomunal y juguetona, pero que no había borrado el sonrojo de sus mejillas.

 

“Sucedió en el instituto, cuando yo tenía quince y…” Se detuvo, como si fuera algo difícil de contar.

“Ten en cuenta que te dije el mejor, no el peor, Jay”

 

El aludido rió, él lo sabía, así que suspiró hondo y continuó con su relato.

 

“Como te decía, tenía quince y bueno, era adolescente. Siempre me habían gustado las chicas lindas pero…creo que solo ha existido este “pero” en mi vida” Jared miró a su amigo quien lo alentó a continuar, sin embargo y conforme las palabras de Padalecki se disolvían en su memoria, supo que ese juego no era muy bueno.

 

“Yo…tenía deseos de experimentar otra cosa, por eso busqué la oportunidad y se me dio sin siquiera esforzarme.

…l se llamaba…llama, porque de vez en cuando aun lo veo en San Antonio, Kyle”. Y se sonrojó, de tal manera que Jensen sintió que la garganta le ardía. “Bueno, Kyle siempre fue el chico “lindo” del instituto. No había ninguna chica que no quisiera estar con él y a diferencia de todo chico popular, no era capitán del equipo de Fútbol, era solo un miembro más del equipo de Básquetbol.

Era un chico agradable que de vez en cuando salía con alguna chica y…”

“¿Y?” Indagó Ackles, pendiente de todas y cada una de las palabras de su amigo. ¿Era su imaginación o su corazón se había detenido?

 

“Bueno, siempre me llamó la atención que no fuera el típico chico pretencioso porque incluso, llegó a ir conmigo a un par de fiestas.”

“¿Era tú amigo entonces?”

 

Jared asintió después de meditarlo un poco.

 

“Ahora que lo dices, era una relación un poco extraña. Pero si, puede ser catalogado como mi amigo”

“¿Y entonces que sucedió? ¿Te presentó a alguna chica linda?”

 

La sonrisa de Jensen se opacó con la negativa de Jared. Tal vez era la imaginación del ojiverde, pero los ojos bicolores de su amigo le estaban diciendo más que las palabras.

 

“No Jen, es que…como te dije, no me avergüenzo y jamás lo haré, solo que es…un tanto complicado decirlo”

 

El ojiverde no dijo nada, aguardó pacientemente a que las mejillas de su amigo regresaran a su estado original para que continuara el relato.

 

“Lo que sucedió fue después de una fiesta. Ninguno de los dos tomó nada, nunca nos gustó, al menos no en esa época.

Nos dirigimos a casa, casualmente ambos vivíamos por el mismo rumbo y eso había facilitado la amistad.

No hablábamos mucho ni tampoco reíamos de cualquier cosa. Era más una amistad que se disfruta incluso con el silencio”

 

Jared parecía memorar todo eso con bastante alegría, por lo que a Jensen no le gustó demasiado, y aun así nadie lo preparó para lo siguiente.

 

“Como te dije, yo quería experimentar otra cosa, por lo que sin darme cuenta una sonrisa llevó a la otra. Un paso al otro y cuando menos lo supe yo…nosotros, nos estábamos besando”

 

Jensen estaba seguro de que si no había escupido la cerveza, al menos la vomitaría después.

¿Qué cosa le había dicho Jared?

 

“Fue….no puedo explicarlo” Se sonrió, como lo hacen las chicas al memorar el momento cursi de la telenovela. “Fue algo nuevo y sin embargo se sintió tan bien que…Ese fue mi mejor beso, Jen. El mejor hasta ahora y por eso lo conservo celosamente en mi memoria.”

 

El aludido tenía deseos de preguntar muchas cosas, de decir otras y de dejarse caer cuan largo era en el sofá para ponerse a recuperar todo el aire perdido.

Lo que acaba de escuchar había sido….

 

“Pero bueno, lo pasado en el pasado, ¿quieres que te cante la canción de Barney? ¡La mejoré!”

 

En realidad no recordaba si asintió o no dijo nada, solo supo que el hecho de que su pecho doliera y de repente estuviera muy, muy enojado, era algo que no le agradaba.

 

“Estúpido juego” Musitó, mientras escuchaba a Jay cantar, y fue, precisamente eso, lo que murmuró apenas recordar el relato de la noche pasada.

 

-Estúpido juego y sus respuestas. Maldita cerveza del demonio. Gruñó, sintiendo que la cabeza le estallaba.

 

Pero no podía quejarse, tenía muchas escenas que grabar y mucho en que pensar.

Más tonto se hacía al pretender que nada sucedía, porque mientras Kripke daba las indicaciones del próximo episodio y los técnicos charlaban amenamente con Jared, su mente solo se remontaba a esas palabras, esas, que aun podía repetir con facilidad: “Mi mejor beso, Jen”

 

Oh si, estaba comenzando a odiar a todo lo que contuviera alcohol y mucho más a los juegos estúpidos.

 

Demás estuvo decir que todo el día su ánimo fue nefasto. Nadie se explicó jamás lo que le sucedía y él pidió más descansos que todos los que había tenido en su vida.

A Jensen Ackles le sucedía algo, pero mientras el manojo de hierro en el que se había vuelto a convertir, no permitiera el acceso, nada podía hacerse al respecto.

 

Y en la intimidad de su remolque, mientras buscaba las estúpidas aspirinas, se dio cuenta de muchas cosas.

Como que jamás le había dolido la cabeza de esa manera. Tampoco había sido tan irritante y grosero con las personas y nunca, jamás, nunca, había sentido tantos deseos de volar a San Antonio, buscar la casa del tal Kyle y patearlo hasta que sus deseos homicidas se sintieran satisfechos.

Nunca le había ocurrido eso, pero tampoco jamás se había enamorado al extremo de nadie.

 

Si, debía reconocerlo, desde hacía unos meses que la idea de estar enamorado de su mejor amigo rondaba su cabeza.

No era que le molestara, al contrario, le agradaba la sensación de tenerlo todo revuelto en el estómago. De buscarle con la mirada y de morir, totalmente, por una de esas sonrisas que eran capaz de derretir el polo norte.

Estaba hasta el tope de amor y lo peor del asunto era que ya lo había aceptado para si, más no hacia aquel que durante todo el día solo lo había mirado diciendo: “¿Qué te ocurre?”

 

Se creía un idiota, un tonto por sentirse de esa forma, pero todo era culpa de ese estúpido jueguito y claro, de la ignorancia de Jared al decirle todo eso.

 

-Pero tú querías saber. Tú y tú tonto….idiota. Se dijo, recostándose en la cama.

 

Debía existir algo para erradicar todo eso que sentía. Debía haber algo para borrar el deseo de estrangulación de su sistema, sobre todo el hecho de contar las horas de Canadá hacia Texas y pensar si podría ir y regresar sin que se dieran cuenta.

Sabía que era ridículo, algo babosamente ridículo pero para alguien que ha sentido celos, es fácil comprenderle.

 

-Ya pasó, está en el pasado, él mismo lo dijo pero…¿porqué demonios le siguen brillando los ojos cuando habla de ese tipo?

 

Y todo comenzaba de nuevo. Tal vez en sus encuentros con ese hombre, Jay continuaba compartiendo más que una conversación, y eso era todo para que Jensen Ackles se sintiera rabiar.

Bien, solo había una manera de solucionar eso y fue, a las dos de la mañana exactamente y sin dormir nada, que se decidió.

 

Tomó un par de cervezas de la caja semi vacía a su lado y con toda la agilidad de un atleta, se dirigió al trailer contiguo.

Aguardó un rato hasta que un adormilado Jared se dignó en abrir la puerta.

 

-¿Jen? Indagó el somnoliento muchacho, restregándose los ojos un par de veces como niño pequeño.-¿Sucede algo?

 

Jensen se abrió paso sin permiso, cosa que no molestó a su compañero.

 

-Solo quise visitarte. Traje cerveza. Señaló, con una enorme y brillante sonrisa fingida.

-Jen, en otra circunstancia estaría feliz pero…son las dos de la mañana. Estaba dormido y aun tengo sueño.

-¡Oh, vamos! Animó el ojiverde.-¿Dejarás pasar el momento? Tú no eres así.

-No, pero sabes que si no duermo, mínimo diez horas, estaré molesto y no me gusta estar molesto. Me gusta dormir y reír y comer regaliz.

-Lo sé, lo sé. Aceptó el chico mientras seguía a Jared a la cama.-Pero es una linda noche, además no concluimos el juego de ayer y tú no eres de los que dejan nada sin finalizar.

 

El de ojos bicolor gruñó por lo bajo y pese a todo el sueño que tenía, salió de la cama para sentarse junto a Jensen quien ya le tendía una cerveza.

 

-No, hoy no. Aun me duele la cabeza.

 

A su compañero también, pero lo soportaría como el buen Texano que era.

 

-Ok, como veo que estas imposibilitado para pensar cuerdamente, como siempre, yo haré las preguntas esta vez, ¿de acuerdo?

 

El muchacho alto golpeó el brazo de su amigo, pero tras bostezar cansinamente, aceptó.

Solo lo hacía porque estaba cansado y con resaca, no la había podido eliminar en todo el día. Además estaba el factor Ackles, ese que se había comportado extraño durante todo el día. Y aun lo hacía.

 

-Muy bien, entonces…

-Jen, no estás drogado, ¿verdad?

 

El aludido lo miró enarcando una ceja, cosa que contestaba la pregunta.

 

-Lo siento, es que tú…la mañana…ahora…

-Si, si como sea. Voy a empezar.

 

Jared asintió, recargando su cabeza en el brazo sobre el sofá. Tal vez Jensen se cansaría pronto e irían todos a dormir.

Su cama calientita lo esperaba, también el señor Smeckles. El osito Teddy que su hermana Megan le había regalado en honor a su amigo.

Todo terminaría pronto.

 

-Bien, ¿verdad o castigo? Indagó el ojiverde con una pizca de emoción en la mirada.

-Verdad. Bostezó el más alto, tratando de enfocarse en todo eso.

-Quiero que me digas qué tanto te gustó ese beso.

-¿Cuál beso?

-Ya sabes…ese beso.

 

Jared miró a su compañero y tras no encontrar demasiado en sus ojos, decidió responder y terminar con todo eso lo antes posible. Realmente necesitaba dormir.

 

-Ya sabes, te lo dije ayer.

-No, no lo dijiste.

-Si lo…oh, vamos si fue…me gustó mucho, ¿contento?

 

Claro que no. Si el enfado de Jensen era mucho, con eso se había elevado hacia la estratosfera.

 

-¿Verdad o castigo? Pareció gruñir, apartando los ojos de los que tenía enfrente.

-Ouu…Verdad. Asintió el muchacho, restregándose nuevamente los ojos. Eso para él no tenía sentido y sin embargo…

-¿Te gustaría que…te volvieran a besar así?

 

Jared enarcó una ceja.

 

-Jen, ¿qué clase de pregunta..?

-Solo responde, ¿de acuerdo?

 

Esa voz no dejaba lugar a réplicas o negativas. Por eso y acomodándose de mejor forma sobre el sofá, respondió.

 

-Si, me gustaría que me volvieran a besar así.

-¿Alguien en particular? Indagó el ojiverde, olvidándose de indagar: Verdad o Castigo. Lo único importante era que su corazón se había vuelto a detener.

Jared sonrió pícaramente. Eso no le agradó a su interlocutor.

 

-Si, en realidad si.

-¿Y…lo conoces desde hace mucho tiempo? Cuestionó, con el alma pendiendo de un hilo.

-Mmm…se puede decir que si.

-¿De dónde es? Los celos estaban apareciendo y estaba comenzando a saber porque no era muy bueno apretar tan fuerte una botella.

-¿Eso también es importante que lo sepas? Inquirió Jared, parpadeando como inocente.

-¡Por supuesto! Casi gritó el ojiverde, ganándose una seria reprimenda por su parte y una sonrisita por parte de su amigo.

 

Si seguía comportándose de esa manera solo lograría que Jay se diera cuenta de todo y él lo que buscaba era la manera eficaz de mandar al diablo a ese cretino Texano.

 

-De Texas. Respondió Jared, después de mirar fijamente a su improvisado compañero de juego.

 

Jensen sintió entonces que el corazón no se detenía, sino que bombeaba mucho más deprisa de lo normal.

Con carga extra de adrenalina y una pizca mortal de veneno.

Oh si, las imágenes que atravesaron su cabeza solo le sirvieron para alimentar más su odio.

¿Quién iba a decir que el Señorito Ackles fuera capas de odiar a alguien de esa manera?

Al cuerno con todo, podía e iba a cometer una tontería si la próxima pregunta era respondida con la verdad.

 

-¿Tú…tomarías la iniciativa?

 

El reloj caminó lentamente mientras la mirada bicolor de Jay brillaba un poco.

 

-En realidad lo he pensado muchas veces, pero él es más de iniciativas de ese tipo, que yo.

 

Oh si, había pronunciado un “…l” tan marcado y tan vívido que por un momento pensó en salir de ahí y azotar la cabeza contra su trailer.

Jen estaba comenzando a preocuparse por su salud mental y emocional. ¿A caso era del tipo masoquista?

Definitivamente si.

 

-¿Cabría la posibilidad de que…tuvieras un mejor beso que ese?

 

Esa vez Jared alzó los hombros en una expresión aniñada.

 

-Todo puede suceder, pero en realidad no sé si existirá un beso que le iguale.

 

Y fue todo lo que Jensen necesitó para mandar al carajo todos sus valores, pensamientos y sentimientos, a excepción de los celos. Pues estos se encargaron de darle la fuerza que requería para demostrarle a Jared Padalecki que él podía ser su mejor beso.

Que él podía ahogarlo en un momento único e inigualable y que era, ¡por supuesto que era!, mejor que ese tal Kyle.

 

Jensen jamás había besado a una chica de esa manera: tan necesaria y ahogadamente.

De una manera que todo significaba aire y vida para sus sentidos. De tal forma en que le quedara perfectamente escrito en los labios y el corazón que jamás, nunca, nadie le trataría así: delicada, ruda y posesivamente.

 

Jared sintió el contacto: caliente. Tan caliente que de un momento a otro se encontró encerrado por un firme cuerpo y unos labios que estaban destinados a marcar en él su mejor beso.

Y lo estaba consiguiendo, ¡Por Dios que si! Pues nadie lo había besado así JAMÁS.

Con tanta necesidad, con tanta pasión, con tanto fuego, desenfreno y cariño que dejara siempre deseando más.

 

Al separarse, más impulso de Jensen que otra cosa, los ojos brillosos de Jared le dijeron todo.

 

-¿Entonces que? ¿Puede este ser mejor que aquel?

 

Jay se lamió los labios en una forma en la que el ojiverde jamás le había visto, por eso sintió latir a mil su corazón.

 

-Ya te estabas tardando, vaquero. Pensé que jamás lo harías.

 

En toda la historia de su vida, Jensen nunca se había quedado tan perplejo por algo. Y esa vez fue la excepción.

 

-¿Q-Qué? Indagó sin entender.

-Qué ya te estabas tardando en besarme. ¿De quien crees que estuve hablando todo este tiempo? ¿De Bugs Bunny?

-Yo…

-Eres leeentooo Jen, pero aun así me gustas y me gustas mucho.

 

Después sintió los labios de Jared nuevamente sobre los suyos.

Por un momento el ojiverde se estaba creyendo un idiota de primera por todo lo que estaba sucediendo.

Por un momento deseó…en realidad no supo que deseó pero si se sintió un reverendo imbésil.

Sin embargo y apenas sentir la lengua de Jared enredada en la suya, se olvidó de todo. Menos del tal Kyle. Su memoria aun le seguía causando cierto ardorcito que le calaba hasta los huesos.

Tal vez si desplegaba todo su encanto, Jay se olvidaría definitivamente de él y entonces…

 

-Kyle si existe, ¿verdad Jay? Indagó, apartando un momento a su efusivo compañero.

 

El aludido sonrió y volvió a lamerse los labios con ese algo que de repente se le antojó excitante.

Por eso volvió a besarlo. Lo demás no importaba, además por la mañana le haría confesar toda la treta a su chiquillo de cinco años, atrapado en el cuerpo del hombre de quien se había enamorado.

 

FIN

 

Sip, no cabe duda que lo volví a hacer.

Pero es el toque “Le Fay”

Así que no se puede hacer nada al respecto.

Gracias por leerme de todas formas, muchas gracias ^^

 

KLF

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).