Traté de ser buena, de ser la mejor para ti, pero no fue suficiente o más bien no supe como hacerlo, no supe como enamorarte y era lógico, sólo he sabido ejercer lo que me enseñaron y me es muy complicado realizar algún acto que conozco poco o nada, podría decirse que gran cantidad de las cosas que giran en mi cabeza son innecesarias, sino… ¿Cómo es posible que me halla ganado alguien que nada más era buena en deporte?... y tú no me respondes… te olvidas de mi existencia… de mi estupido coeficiente intelectual y de que alguna vez me llamaste amiga… traté de ser buena, de entenderte a la perfección, de conocer a tu familia y de ganar un pedacito de ti… pero no lo logré… aquella chica te conocía mucho mejor que yo… una chica de gran tamaño y peso, actitud arrogante parecida a la de un hombre y un extraño aire maternal, lograba cautivar a los demás con sus expresiones, muchas veces te vi sentada en sus gruesas piernas como un niño hablando con su padre… tal ves ella te daba esa especie de relación… a pesar de su fuerte mirada la desafié en secreto a una batalla por ti, sabia que la querías, pero yo también a ti… ¿Acaso no lo notabas?... te sentabas a mi lado… ¿No recuerdas como te observaba?... fingías indiferencia, no lo entendía, la forma de ser de las chicas de por aquí no las comprendo, mientras más atención y devoción menos cariño te proveen, tú no fuiste la excepción… la ayudaba s a ella, la llamabas a ella, te sentabas en ella, la abrazabas a ella… y yo continuaba a tu lado.
Traté de ser buena y te invité a la playa… vaya si mi actitud fue tonta en esa ocasión, te llevé fuera de clases a dar un paseo lejos de tu gran amiga… cada paso era eterno, el movimiento oscilante de mis brazos y piernas era analizado una y otra vez en mi interior… a las personas a mi alrededor que me miraban expectantes al pasar… los mugrosos desperdicios dejados por los alumnos al tirar las envolturas de colores en el suelo… encontrarnos con el profesor que nos daría clases en aquel momento pautado; pero lo que más temía era a ti, tú presencia me inquietaba, nunca y no exagero, podía respirar con naturalidad, la saliva pasaba gruesa por mi garganta y mis fosas nasales se secaban por el oxigeno caliente que entraba en ellas; aún así y a pesar de la incomodidad de estar contigo siempre deseé que llegaras. Fui buena y te regalé aquel llavero con la forma del pingüino negro que tanto te gusta, te gustó mucho el obsequio y eso me alegró, desde el día que te conocí moví cielo y tierra para conseguir cualquier bobería que tuviera ese condenado personaje, porque te quería, necesitaba darte todo lo que te agradara porque eso me hacía feliz… yo y mi necedad… yo y mi forma infantil de ver las cosas… pensaba que dándote objetos te ganaría, estaba dispuesta a entregarte todas mis pertenencias por una sola muestra de cariño, porque te quedaras conmigo y no me dejaras sola. Entonces, me miraste con tus hermosos ojos preocupada y con la curiosidad de saber que era lo que iba a decirte, te expliqué lo del viaje a la playa y sonreíste, acababas de salir de cama, de aquella enfermedad, no podías arriesgarte a ir conmigo. Traté de ser buena invitándote y para colmo no me habían dado permiso para llevar a alguien.
Fui y todo bien, gocé y te recordé, flotaste una y otra vez en mis pensamientos y fuiste protagonista de cada una de mis fantasías… te envolví en un bikini fucsia, tu color favorito, tan llamativo y escandaloso, resaltador de tu hermosa figura y tu dorada cabellera… te bañaste en el agua cristalina y miles de diminutos granos de arena se adhirieron a tu cuerpo como no queriendo apartarse jamás… sonreías para mi y me abrazabas sin pena, corrías por la orilla mojando tus pies y chapoteando la espuma del agua proveniente de alguna ola… el sol brillante en nuestras cabezas no encandiló mi mirada, lo hiciste tú en mi imaginación, al igual que tu presencia en aquel lugar tan memorable. Intenté olvidarte en todo el viaje, lo hice muy bien ¿No crees?
Regresé a tu lado, más morena, más relajada y más deseosa de verte, me importaba una miseria que los demás me preguntaran como me había ido… yo sólo quería verte despreciable rubia… necesitaba hablarte y tocarte, verte y contemplarte aunque fuera un segundo. A llegar tu cuerpo frente a mi, una explosión de sentimientos se llevó a cabo en mi interior… yo feliz de estar de vuelta y tú hastiada… ¿Acaso de mi?... si, soy muy perceptiva y lo supe… ¿Qué te creíste?... un beso, un sólo beso fue el culpable de nuestra separación, fue la prueba para entenderlo, la ultima pieza y la cosa que me hizo darme cuenta de mi ceguera contigo… tú mostraste y siempre mostrabas la mejilla esperando el roce de mis labios, nunca me besabas, ponías la cara por obligación y yo te besaba tiernamente con mucho cariño. Lo demás sólo fueron palabras, frases, oraciones y estúpidas muestras de afecto hacía ti, que de por si nunca mereciste… como jugar con tu cabello, volviéndome marioneta a tu disposición, dejándome llevar por los hilos dorados de una falsa amistad, como una muñeca rota me tiraste sin ninguna clase de compasión, te aprovechaste de que no podía actuar sola, me lastimaste y mucho, a pesar de todo seguí en la órbita de tu ser y no sé porqué, hay chicas un millón de veces más lindas que tú… pero fui diferente a los demás y vi lo que creí que era bueno en ti… lastima que no hallas hecho lo mismo.
Entonces, me dejabas sola… salías a caminar y no me avisabas, desaparecías y no sabía muy bien porqué. Todo el mundo acompañado… chicas y chicas… chicos y chicos… chicas y chicos… y yo… tratando de alejarme del horrible sentimiento de la soledad… no me gusta estar sola… me lastima, me hiere, duele mucho y no te hace sino pensar cosas espantosas del propio existir… por eso, evitando aquel estado salí a buscarte en las cuatro esquinas a ver si te encontraba, pero entonces tuve la suerte de hallarte sentada en las piernas de tu regordeta amiga. El tiempo se detuvo… me tragó no se cual dimensión… se desplomó mi mundo contigo al verte besándola no una sino varias veces… tú a ella… no ella a ti… sonriendo y riendo… estabas feliz. Intenté llorar, creo que no pude porque quedé en shock por la escena, siempre me dejabas sola… ¿Preferías su compañía?... ¿Qué demonios veías en ella? Recibí el resultado de un examen… “Felicitaciones, la mayor nota de la clase”… que se pudra la química, la física y la matemática… por intentar ser buena y la mejor en todo, me quedé sola y miserable… ahora si dime… ¿Sigo intentando?... sinceramente, creo que no vale la pena… u.u…