XIII
Aphrodita
Drabble 400:
Decidiste emprender tu camino solo, buscando de esa forma, escapar de una verdad dolorosa, una supuesta traición que nunca fue. Inseguro comenzaste a vagar sin rumbo fijo, sin saber que peligros aguardaban más adelante.
Te equivocaste de gente, depositaste tu confianza en quien no debías, sin saberlo; con el tiempo, dejaste de llamarte Nanaki, el nombre con el cual partiste de tu aldea, para pasar a ser conocido como Red XIII. No eras más que un experimento, que un conejillo de indias, un grano de arena en un gran desierto, solo en un vasto y cruel mundo.
Aceptaste ese destino porque a pesar de tu inmadures, tu sabiduría innata en los de tu raza, te dictó que aguardases el momento justo, algo bueno te esperaba mas adelante. Creíste que el Nanaki de antes había muerto. Así fue, en parte, ya que dejaste de lado tus temores y un nuevo ser nació en ti.
Así los conociste... Así tuviste la oportunidad de descubrir que aunque la maldad existe, también por igual la bondad. Y desde ese entonces llevaste tu tatuaje y tus cicatrices con orgullo, sabiendo quien eras en realidad.
Aprendiste de ellos el valor del grupo, del trabajo en equipo y de la amistad. Dejaste tus temores de lado y a pesar de haber sido traicionado en un pasado, volviste a confiar en la gente depositando tus esperanzas y tu vida.
Nunca temiste equivocarte, porque comprendes que del error se aprende mas que del acierto. Nunca te arrepentiste de los pasos dados, pues sabes que ese camino te formó como el “hombre” que eres. Y si te volviesen a dar la posibilidad de nacer de nuevo, serías el mismo individuo y recorrerías los mismos caminos cometiendo los mismos aciertos y errores.
Por eso eres tan valioso.
Volviste al Cañón Cosmo, desde donde partiste, para descubrir así un creciente orgullo, no solo por tu madre quien defendió la aldea hasta su muerte, sino por tu padre, al quien le creíste y le llamaste traidor por haber desaparecido en medio de la guerra.
Lo descubriste petrificado en una colina, centinela del pueblo, como una estatua viviente, pues se encontraba, para ti, mas vivo que nunca exhibiendo tristemente pero a su vez orgullosamente sus heridas, desde ese día decidiste luchar hasta el final. Como tu padre, defenderías a tus seres queridos hasta las ultimas consecuencias y te mantendrías firme, de pie, erguido, imponente.
FIN
Con un creciente dolor de muelas que me está haciendo ver toda la Vía Láctea, he finalizado este drabble que me tomó un mes. Todo por culpa de un virus ¬¬
Perdón por la tardanza Absentamelpomene, mi intención era participar de la convocatoria que había armado pero no imaginé que mi PC moriría días antes de que terminase, para colmo ya lo tenía, solo me faltaba corregirlo.
Si tiene errores, como repetición de palabras y esas cosas, después releo y modifico.
En fin, espero que te haya gustado a ti y al que lo leyó n.n Gracias por su tiempo, me pondré ahora, si el dolor me lo permite, con un fic de Saint Seiya.
25 de Noviembre de 2007 – Argentina.