Wish
Sombra
Un cuerpo que respiraba pausadamente en una cama con doseles, la habitación que se encontraba en completa oscuridad se comenzaba a llenar de luz por el amanecer, un rayo de sol que iluminaba la puerta dejaba ver como se abría lentamente, alguien entraba a la habitación y a paso lento se dirigía hacia la cama.
-De nuevo se te olvido cubrirte…- sonrió mientras le cubría con la manta y besaba su frente acariciaba su rostro, volvió a sonreír y fue hacia la puerta no sin mirarle nuevamente y salir por completo.
Los rayos del sol jugueteaban en toda la habitación, eso comenzaba como todas las mañanas, no le molestaba pero llegaba el minuto en que si llegaban a ser fastidiosos, se cubrió completamente el cuerpo, eso ya era una costumbre, pero sabía que en cualquier momento debía levantarse para cumplir la rutina de todos los días esa era su realidad, sonrió un poco ante eso y se sentó en la cama, mirando todo el lugar.
-¿Una manta?...yo no dor…- sonrió y negó con su cabeza –No debería preocuparse tanto por mi…-
-¿Quién no debería preocuparse tanto por ti?- levanto la cabeza y fue cuando le vio, recargada en la puerta de la habitación, bien arreglada y peinada
-Tu…no es necesario-
-Lo encuentro necesario….Edward…-
-En verdad Layla…no es necesario…- la chica suspiro y camino hacia el sentándose en la orilla de la cama y tomando su rostro -¡No hagas eso!- se alejo sonrojado
-Jejeje…lo siento sabes que me encanta hacer eso para molestarte…- Edward le miro con reproche y ella volvió a soltar una risa –Vamos a desayunar que se nos hace tarde…-
Layla salio de la habitación no sin antes mirar al chico por ultima vez, Ed se levanto de la cama y miro todo a su alrededor, aun no se acostumbraba a esa habitación enorme, aun no podía acostumbrarse a vivir donde vivía ahora, se acerco a una puerta y la abrió, era el baño solo le hecho una mirada y abrió la llave metiéndose directo al agua fría para despertar.
-Maldición…aun no me acostumbro a esta mansión….- murmuro golpeando la pared y cerrando los ojos
La chica de nombre Layla bajaba las escaleras de la casa con cuidado, los sirvientes que estaban en ella caminaban por todos lados llevando cosas, organizando, barriendo, sacudiendo todo, cuando termino de bajar todos se giraron hacia ella e hicieron una pequeña reverencia para después seguir con su trabajo, miro hacia arriba esperaba que el joven saliera pero no lo hizo solo se giro y camino hacia el comedor.
-Señorita Layla…-
-¿Si?- levanto la mirada encontrando a la sirvienta que le hablaba, -¿Ocurre algo?-
-¿Bajara a desayunar el joven Edward?-
-Si…ahora vendrá…-
-Es que…-
-Se que la ultima vez dejo todo….no te preocupes…yo le voy hacer comer…- sonrió con travesura haciendo que la chica que estaba a su lado comenzara a reír –Emilie…por favor sirve el desayuno-
-Como usted lo ordene…-
Terminaba de trenzar su cabello, ¿Hacia cuanto tiempo que no se hacia ese peinado? Lo recordaba, desde que había llegado a ese lugar no se había vuelto a peinar así, no quería recordar ese pasado…aquella sombra que le atormentaba cada vez que dormía y que le dolía cada vez que despertaba.
-Los extraño a todos…- tocaron la puerta y Emilie entro -¿Qué ocurre?-
-Joven Edward la señorita Layla lo espera a comer…-
-Ya bajo…-
-Si…- cerro la puerta al mismo tiempo que el dejaba el cepillo en el tocador, con pereza se levanto y salio de su habitación.
Al bajar todos lo saludaron y el solo levanto la mano, lo sabia como todos los días no terminaría acostumbrándose a esa vida…cuando entro al comedor la volvió a ver, su cabello rubio tomado y bien peinado, su ropa sencilla pero al mismo tiempo sin dejar de ser elegante y sus ojos azules que chocaron con los de el y demostraban curiosidad.
-¿Ocurre algo malo?-
-No…nada…- se sentó y solo observo como dejaban los platos frente a el –Aun no me puedo acostumbrar…-
-Me imagino…-
-Layla…-
-¿Dime?-
-No te hagas la que no entiendes…- la chica solo sonrió y comenzó a comer
-No se te olvide tomar tu leche y llevar todo…además si tomas la leche podrás crecer-
-¡ESTAS DICIENDO QUE ESTOY TAN ENANO QUE NO PUEDO TOMAR LOS CUBIERTOS DE LA MESA!-
Layla lo miraba mientras que sus manos cubrían sus oídos, al igual que todos los que les rodeaban, ella solo bajo sus manos con cuidado y se le quedo mirando aun más.
-¡Tengo 19 años y tú tienes 18! ¡Ya estoy alto!- termino diciendo mientras tomaba un pedazo de panque a su boca pero vio como ella se levantaba
-Edward apúrate…se hace tarde para la escuela- sonrió con maldad
Miraba el paisaje del camino y después a Layla que miraba una carpeta, presiono con fuerza lo que llevaba en sus piernas, una carpeta como la de la chica y tres libros más, la chica sintió la mirada de el y se giro a mirarlo, solo le sonrió y volvió a su carpeta, no podía hacerlo…no se podía acostumbrar a nada de eso…pero fue en esos instantes que lo recordó…como había terminado ahí…
=Flash Back=
Caminaba por las calles, Londres era enorme eso si no lo podía negar, le recordaba tanto a Ciudad Central, y ahora con el final de la guerra se podía ver la belleza y la tranquilidad de la ciudad, sonrió un poco y se giro hacia su padre que leía un libro, suspiro el viejo aun no entendía que no debía leer en la calle, así que le arrebato el libro.
-¿A dónde vamos?-
-Vamos a la casa de un conocido…trabaja para el gobierno…-
-El gobierno…-
-Vive en la mejor zona de la ciudad…además tiene una sobrina que tiene tu edad… ¿O era mayor?...Mmm creo que era menor…-
-No me interesa…-
-Deberías interesarte es muy linda- sonrió y eso fastidio al chico que aumento el paso -¡Espérame!-
Miraba la enorme casa, su padre no había mentido que el lugar era grande, ese lugar rápidamente le recordó a la casas que había visto alguna ocasión en Central, Hohenheim toco la puerta y una joven que Edward identifico muy rápido
-Maria Ross…-
-¿Eh?- la chica miro a Edward y le sonrió -¿Usted es Hohenheim?-
-Si vine a ver al señor…-
-Pase lo esta esperando…- la chica abrió pero una joven aparecía tras de ella –Señorita Layla ¿Qué hace ahí?-
-Mi tío quiere que vaya a su habitación…Emilie…-
-OH…gracias…- Emilie hizo que Hohenheim le siguiera cuando Ed estaba por seguirle su padre le detuvo.
-Tu no Edward…quédate con la señorita Layla…-
La chica le sonrió y lo llevo a tomar un poco de te, Edward aun seguía pensando el porque no había podido entrar a la habitación y en la chica que se parecía demasiado a Maria Ross…sonrió…ya había comenzado a encontrar a los dobles de todos, primero Hughes como policía y a su esposa Glacia que atendía una florería, se volvería loco lo sabia…
-¿Te ocurre algo?-
-No…estoy bien…- la chica sonrió y el la miro encontrando que ella llevaba entre sus manos un libro que le interesaba-Oye…-
-Layla…me llamo Layla Hamilton- Ed sonrió
-Layla… ¿Qué es ese libro?-
-¿Este?- dijo mostrándolo pero al mismo tiempo sonrojándose –Es…es de magia…bueno…no magia…es…algo que antiguamente se conocía como alquimia…-
-¿Eh?... ¿Puedo verlo?-
-Claro…- la chica le paso el libro y el lo tomo entre sus manos ese libro…ese libro llevaba como titulo uno que conocía muy bien –Principios de la alquimia I…- la miro sorprendido -¿De donde sacaste esto?-
-Bueno pertenecen a la biblioteca de mi tío…-
-Así que por eso vino ese viejo aquí…alguien aun cree en la alquimia… ¡Layla!-
-¡¿Mande?!-
-¿Crees en la alquimia?-
-¿Qué dices?-
-¡¿Crees en la alquimia?!- ella lo miro sorprendida pero solo sonrió
-Claro que si…creo en la alquimia…-
Desde ese día Edward visitaba junto a su padre a la familia Hamilton pero nunca tubo la oportunidad de entrar con Hohenheim a ver al famoso tío de la chica, pero si supo por que ella vivía ahí, sus padres habían muerto en la guerra.
-Esto me recuerda a Winry…-
-Ed…Ed… ¿Sabes que puedes venir a mi casa cuando quieras verdad?-
-Si… ¿Por qué dices eso?- ella sonrió aun más
-Mi tío me pidió que te dijera eso…que cuando necesites te puedes quedar-
-¿Eh?-
=Fin del Flash Back=
Al final termino en esa casa, bajo el mismo techo que Layla, todo porque su padre había tenido el descaro de desaparecer de nuevo, una parte de el estaba molesta pero otra le agradecía, gracias a eso había tenido acceso total a la biblioteca encontrándose con mas libros.
-Así pude continuar mis investigaciones…-
-¿Dices algo?-
-No…nada…o puede que si…- sonrió –Layla… ¿Aun crees en la alquimia?-
-¿Eh? Claro que si… ¿No soy yo la que te ayudo a tus investigaciones tontito?-
-Si…pero quería escucharte decir eso-
-Jóvenes…-los dos miraron al chofer –Hemos llegado al instituto…-
-Gracias- fue lo único que mencionaron para salir del coche
Ed miro como Layla levantaba la mano y solo le decía que lo vería en dos horas mientras se alejaba a paso rápido, tenía una clase que era importante, el también siguió su camino recordando que ese día cumplía dos años de vivir con la chica, ¿Cómo podía agradecerle el apoyo en los estudios? ¿Cómo agradecerle el apoyo en sus investigaciones? ¿Cómo decirle gracias por todo lo que había hecho hasta ese día por el? No tenía palabras para agradecerle todo, no sabía como hacerlo.
-¡Ed!- se escucho por todo el pasillo, el se giro y miro a un chico rubio que corría hacia el –Dime que Layla esta rumbo a clases…-
-Tiene diez minutos que se fue…y no menciono nada de ti…-
-Me matara…- solo menciono mirando a otro lado
-¿Ahora que hiciste Yuri?-
-¿Me creerás que no le traje el libro de química que me pidió?- Ed se giro y sonrió mientras caminaba y levantaba su mano
-Eres hombre muerto-
-¡Que gran ayuda eres Edward!-
-Lo se…vamos a clases…-
-Me matara…-
-¿Interesa?-
-Ed…-
-Lo tomare como un si…-
Yuri tomo del hombro a Ed y lo hizo caminar, el chico era muy animado, en ocasiones a su amigo le hacia recordar a Hughes cuando estaba demasiado animado, pero no lo era, el ya había encontrado a la copia de aquel militar que lo había cuidado en un pasado, pero su amigo no podía ser igual a aquel amigo, todo por que era rubio y de ojos verdes.
-Mm…sigo pensando lo mismo…si sigues ignorando así las clases te van a llegar reclamos-
-¿Decías algo?-
-¡Lo sabia! ¡Pensando en la novia verdad!-
-¡No tengo novia!-
-¿Novio?-
-Yuri….-
Layla caminaba por los pasillos cuando se acerco a un grupo de chicos, todos la saludaron y ella a ellos.
-Disculpen… ¿No saben donde están Edward y Yuri?-
-¿Elric y Killiam? ¿No sabes?-
-¿Saber que?-
-Killiam esta en la enfermería y Elric esta con el…-
-OH maldición… ¿Qué le dijo ahora?-
La puerta de la enfermería fue abierta de golpe dejando ver a una Layla agitada por el camino que había recorrido, los dos chicos la miraron y solo comenzaron a ponerse nerviosos.
-Etto…Layla…no es lo que piensas…- Ed cayo de golpe al ver como la carpeta de la rubia iba a parar a la cara de Yuri
-¡Imbecil! ¡¿Qué hicieron ahora?!-
-Me falto al respeto- se defendió automáticamente el joven Elric señalando al rubio que estaba en la cama
-Layla…eso dolió…dolió y mucho…-
-Te dolerá más si no me dices que paso y si traes el libro…-
-Solo le dije que si estaba pensando en la novia y después de broma dije novio además de que no traje el libro… ¡No me mates!-
-¿Quién dijo que te iba a matar?-
-Ed…-
-Es que Ed te va a matar…era para su investigación- sonrió con maldad
-¿La de el?-
-¡Ahora si te dejo el otro ojo morado!- grito Ed mientras se lanzaba hacia el y Layla lo sostenía
-¡Lo vas a matar!-
-¡Eso quiero!-
-¡Lo decía de broma!-
-¡Pero yo no!-
-¡Auxilio!-
-¡YA BASTA LOS TRES!-
Los jóvenes se detuvieron en el acto y se giraron hacia la puerta, los tres sonrieron nerviosos frente a ellos estaba la rectora del Instituto
-Rectora Riza…no…no es lo que parece-
-¿No Elric? ¿Qué es?-
-Solo…solo…-
-No tienes nada que decir Elric…Hamilton….Killiam y tu también Elric castigados suspendidos una semana del Instituto ¡Y nada de peros!- fue lo ultimo que dijo al salir de ahí, Ed suspiro y tomo sus cosas ¿Por qué los dobles de sus conocidos podían ser todo lo contrario a ellos? Aunque si lo pensaba bien…una Riza dulce y amable…eso asustaba mas.
Abrieron la puerta de la casa y entraron, Emilie se sorprendió de ver a tan solo dos horas de su salida a los jóvenes de regreso, se acerco y los vio, los tres venían cansados y uno de ellos con el ojo morado, cubrió su boca para evitar reír pero los tres solo cayeron a los sillones de la casa.
-Joven Yuri…tiene el ojo….- el chico solo señalo a Ed –OH…entonces ya veo que paso…Edward…-
-¡Me falto al respeto y me llamo enano!-
-¡Nunca te dije eso!-
-¡Ya callados!- grito Layla y Emilie la vio con una sonrisa en el rostro –Se pelearon en la enfermería y la rectora Riza nos atrapo y pues…nos suspendió una semana completa…-
-Bueno…su tío de seguro se va a enterar-
-Si no es que ya lo hizo…-
-¡LAYLA!-
-Ya lo hizo…- lloriqueo Layla mientras los demás se reían de ella
Yuki y Ed solo vieron subir a la chica las escaleras a paso rápido y después perderse en un pasillo superior, los dos se vieron y sonrieron, no deseaban estar en los zapatos de su amiga.
-Joven Yuri esta mañana han traído esto para usted…-
-Gracias Emilie… ¡Hey es mi libro! ¡Seguro mamá sabia que lo había olvidado y lo mando!- sonrió y se lo paso a Ed –Layla dice que puede servirte…-
-Gracias…-
-Si necesitan algo llamen-
-Gracias Emilie- mencionaron los dos mirándola irse
-¿Por qué sigues investigando? Sabes muy bien que no has logrado avance alguno…-
-No me importa…quiero regresar…-
-Tu mismo se lo mencionaste a Layla y como dicen sus libros…si tu estas aquí tu hermano…-
-Por eso mismo quiero regresar…quiero saber si Al aun vive…-
Layla entraba en la habitación con mucho cuidado, miraba la oscuridad de la misma, las cortinas aun no habían sido corridas, se adentro a la habitación mientras que cerraba la puerta tras de si, miro por todos lados pero no veía a nadie, suspiro se había salvado… ¿Pero entonces quien había gritado?
-¿Tío? ¿Tío estas aquí?-
No recibió respuesta alguna, se extraño y fue hacia la ventana tomando la cortina, cuando estaba por correrla una mano la detuvo.
-¡Kyaaa!-
-No grites soy yo…-
-Tío…-
-¿Cómo que fuiste suspendida una semana?-
-Etto…-
-Nada de Etto…directo…-
-Ed y Yuri se pelearon en la enfermería y yo detenía a Ed y la rectora nos escucho y nos vio y nos suspendió una semana, Ed le dejo el ojo morado a Yuri…-
-Tenían que comportarse como niños…-
-No fue nuestra intención…además Ed se molesto porque Yuri hablo sobre una novia o novio…-
-No me interesa…-
-Tío… ¿No crees que ya es mucho tiempo? Ed tiene derecho a conocerte no sales de aquí…-
-Me estas cambiando el tema…- la chica tomo aire estaba por decir algo que podía costarle mucho trabajo
-Lo se tío, se que me suspendieron eso lo arreglare, pero creo que Edward ya tiene el derecho de conocerte…y mas por lo que esta investigando-
La habitación se quedo en silencio, Layla cerro los ojos esperando un grito o que las cosas comenzaran a salir volando por los aires, pero abrió un poco los ojos y solo escucho una risa, la risa de su tío.
-¿Eh?-
-Hay Layla…si Edward me conoce ahora todo su plan se ira a la basura…bien su padre me lo dijo…-
-¿Su padre?-
-Si su padre…-
-Aun así no me interesa…Ed a cada rato pregunta porque tú tienes libros de Alquimia en tu casa…-
-Eso lo veremos después-
-Tío…-
-Puedes retirarte-
La chica solo fue empujada fuera de la habitación y cuando estaba a punto de reclamar, la puerta fue cerrada de golpe, ella se quedo mirando un momento y solo bajo las escaleras, encontrándose a Yuki durmiendo un poco y a Ed sumido en la lectura, sonrió y se acerco a el sentándose a su lado.
-¿Algo nuevo?-
-Un poco… ¿Cómo te diste cuenta que nos ayudaría este libro?-
-La clase pasada la maestra nos explico de donde viene la química y la medicina…la alquimia…inmediatamente pensé en Yuki que tenia muchos libros de esos pues su padre es Químico y su madre Doctora-
-Vaya…-
-Lo se soy inteligente-
-No lo decía por ti…- sonrió con maldad logrando un golpe en su cabeza –Hey…oye… ¿Tu tío no se enojo?-
-Solo un poco además…tenemos toda la semana para investigar más y avanzar-
-Si…tienes razón-
En la habitación más oscura de la casa una sombra se acercaba a un estante, sonrió y tomo un libro de ahí, un libro grueso y negro, se dirigió hacia la ventana y la abrió un poco, observando como los dos jóvenes salían al jardín con varios libros en brazos, fijo su mirada en Edward y este se giro hacia la ventana pero la chica solo lo jalo hacia el pasto y la sombra de un árbol, sonrió aun mas, si no fuera por esa rubia de seguro el chico le hubiera descubierto ya, era extraño, dos años sin salir de esa habitación en el día, dos años en los cuales solo podía salir en la noche al jardín, dos años en los que Edward Elric había llegado a esa casa y había comenzado su investigación, pero ya era hora de que la terminara y Layla con el.
-Es hora de que Edward Elric me conozca…- sonreía, al final el deseo de aquella chica se cumpliría, por fin aquel chico rubio conocería a quien se le había negado por dos años –Es hora de que terminen todo lo que tienen que ver aquí…-