POV 1
Tras una mirada, puede haber muchísimas cosas, desde felicidad hasta desdicha, pero ¿Qué hay en la mirada de un demonio?..."fuego", fuego puro y en espera de expandirse.
Yo conocí a uno de ellos, y me di cuenta de lo que es jugar con fuego...
Mi nombre es Gabriel, tal vez lo hayas oído antes, aquel arcángel entre los arcángeles, el favorito de nuestro Señor y el elegido para buscar el punto débil de nuestros enemigos...por un tiempo pensé haberlo encontrado en aquel demonio llamado Laharl.
El era el próximo heredero al trono del inframundo, si lo vencía a el, los vencía a todos. En ese entonces Laharl solo tenía 7 años, un blanco fácil, si lograba esquivar a los guardias, el no podría oponerse.
Me dirigí al infierno, disfrazando mi energía celestial con un dije del Señor. Logre divisar al príncipe a solos unos metros de mi, extrañamente estaba solo ¿Por qué no lo seguían guardias? ¿O acaso estaban escondidos?
Decidí arriesgarme e ir por el, cuando estaba lo suficientemente cerca le salude de la forma mas amable que pude, recibiendo de su parte una sonrisa, esto ya era demasiado extraño...en definitiva era una trampa, voltee a todos lados pero no vi ni a un solo guardia, el volvió a sonreír mientras decía:
-Si buscas a los guardias me he escapado de ellos, en estos momentos creen que estoy en el rio y han ido a buscarme allí.
-¿Y por que te has escapado?
-Mira...-saco de su bolsillo una perla de color rojizo-...a papá no le gusta que la tenga, así que la escondí en este lugar y ahora he venido a buscarla, si me acompañaban los guardias se hubiesen dado cuenta y me hubieran castigado.
"Que niño mas estúpido" fue lo que pensé en esos momentos, el solo se ha metido en problemas.
-¿Y tu de donde vienes?-me preguntó
-Vengo de un lugar muy lejano...más allá de las montañas de fuego y el bosque de los lamentos.
-Tonto...
-¿Qué has dicho?-esto se lo dije de una forma lo mas tranquila posible, pero ese niño ya me estaba haciendo enojar.
-Si un ángel cruza el bosque de los lamentos terminara muerto...si sigues con vida debe ser a que eres un ángel muy poderoso, ¿o me equivoco?
Me exalte... ¿Cómo sabia que yo era un ángel? ¿Acaso el dije que me confió el Señor había dejado de funcionar?
-No...aun sigue funcionando...pero con solo ver tu mirada se que eres un ángel...para ser mas exactos un arcángel.
-¿Lees mi mente?
-Sip...y no soy estúpido para tu gran información-cuando decía esto tenia una amplia sonrisa despreocupada en su rostro.-has venido a raptarme, ¿verdad?
Me quede sin palabras ante ese comentario...el tal príncipe era ¿o muy estúpido o muy listo?
El pequeño demonio se levanto del lugar.
-Debo irme, ya es tarde-volteo hacia mi y me guiño un ojo-para la próxima vez pídele a tu señor que te ayude a esconder tu mirada.
Desapareció en la nada, maldito mocoso, se había burlado de mí, pero lograría la venganza...costara lo que costara.
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POV 2
Hola, mí nombre es Laharl, soy el próximo heredero al trono...al menos en nombre, papá no quiere que me convierta en rey, dice que soy incapaz para esa tarea.
Ayer conocí a un arcángel, creo que era el arcángel Gabriel, es bastante voluble, lo hice enojar bastante...pobrecito se cree muy listo.
Puede que mi actitud te engañe, pero de verdad que soy un demonio muy fuerte, he pasado por bastantes cosas...no soy ningún tonto o debilucho.
Mi mundo y el cielo han estado en conflicto desde tiempos memorables, es una estúpidez que aún continúen en guerra...cuando llegue a ser rey detendré todo esto, todo este odio sin sentido.
Se bien que pronto se desatara otra batalla, justamente por eso vino el arcángel, el es alguien muy bello, pero esta lleno de rencores, y para empeorar las cosas, de una confianza ciega hacia su señor.
-¡Laharl, baja de una vez!
Ah, lo siento, mi padre me llama, es hora del desayuno.
-¿Por qué te has tardado tanto, Laharl?
-Lo siento, es que me había quedado dormido
-¡¿Y lo dices tan tranquilo?!...ah, de verdad que eres un inútil... ¿por que no tuve otro hijo?
Ya estaba acostumbrado a que papá me dijera eso, pero aún no puedo evitar sentirme mal por sus palabras...soy un demonio ¿no?, debería poder soportarlo y mantener la cabeza en alto.
Al terminar el desayuno subí de nuevo a mi habitación, no tenia ganas de nada, así que solo me tire en la cama y me quede ahí...hasta que oí una voz.
-Te vuelvo a encontrar pequeño príncipe
Reconocí esa voz, era Gabriel.
-¿Qué quieres ahora?
-Lees mi mente ¿no?...pues adivina, pequeño tontito
Voltee a verlo, esta vez me miraba de forma distinta, una forma que me hizo sentir escalofríos, pero no se lo hice notar.
-¿No adivinas?
-Pues no...haber dime ¿en que estas pensando?.
Se acerco a mi y me rodeo con sus brazos...pude sentir que ese abrazo no era sincero, pero...siempre había deseado uno, solo uno.
De mis ojos comenzó a brotar agua, y mis brazos se encontraron también rodeando el cuerpo del arcángel...aunque no fueses sincero...aunque fueses el enemigo...no quiero que dejes de abrazarme...por favor.
-Que fácil te has desmoronado, pequeño príncipe-al decir estas ultimas palabras se separo de mi.
Limpie rápidamente el agua de mi rostro.
-¿Por qué lo hiciste?... ¿por que has venido?
-Para derrotarte...Laharl-chan.
Se fue tan rápido como llego y me dejo con un solo recuerdo...el de mamá.