Quien juega con fuego...
Capítulo 1 ¿Tregua?
-Potter, ¿por qué rayos te cruzaste en mi camino?- dice el rubio arrastrando las palabras.
-Mal foy, hay más pasillos por los cuales puedes hacerles lucir tu desagradable presencia.
-Hasta aquí has llegado- poniendo un brazo en la pared y acorralando al moreno en ella.
-No serás tú quien me prohiba el paso, si lo haces Snape nos castigará a ambos.
-Inventaré alguna excusa, por mientras me divertiré aquí contigo, fastidiándote, San Potter de los caídos.
-No voy a perder mi tiempo contigo Malfoy, tengo otras cosas que hacer.
-Nadie me deja con la palabra en la boca.
-¿Te crees muy importante verdad?
-Potter, el niño-que-vivió, el complejo de héroe personificado, no debería ser al contrario.
-¿Qué dices?
-¿Por qué no han entrado a la clase?- pregunta Snape abriendo la puerta del aula.
-Bueno yo...- dice Harry.
-Hemos decidido hacer una tregua- dice Draco.
-Extraño, debería ser eso cierto, Sr Potter- dice con sarcasmo y una mirada inquisidora.
-Ah, bueno, pues verá...
-Están detenidos los dos, se han ganado un castigo, ahora entren- agitando la capa.
-Esta me la debes Potter.
-Ni lo sueñes Malfoy.
-Me senté rapidamente en un baco vacío, pero estaba tan lleno que con el compañero que fui a parar fue Malfoy.
-¿Tanto me extrañas que apartas un banco para mí?
-Eso quisieras.
-La poción de hoy es simple, incluso para quienes son un desastre de principio a fin- dice mirando a Harry- cuánto lo odiaba.
-Aquí en la mesa están los ingredientes y, en la pizarra las instrucciones. Después que la terminen la revisaré y luego quiero un ensayo detallado sobre cada ingrediente, sus otros usos, origen y con ejemplos.
-Es fácil, incluso para tí Potter.
-No me interesa discutir contigo ahora Malfoy, si es posible ignora mi presencia.
-Pierde cuidado que lo haré.
-Malfoy es un cretino insoportable.
.Potter es un maldito desgraciado.
-Cortar raíces, revolver el caldero, el líquido por aquí, otro para allá... la poción tomó un color azul, cremosa y espesa.
-Snape fue revisando puesto por puesto, la mayoría habían logrado la textura perfecta o más bien lo que se esperaba.
-No se olviden del informe que le he pedido, es para mañana tempano, no se aceptan retrasos.
-Sr Malfoy, Sr Potter están castigados, deberán limpiar la sala, sin magia, a ver si aprenden a mentir mejor y que quede reluciente- saliendo de la sala con las varitas de ambos (n/a creo que le dolía un poco castigar a su ahijado más que mal es su padrino)
-Por tu culpa Malfoy estamos castigados- tomando una cubeta y un trapo para limpiar el piso.
-Empieza a limpiar si quieres terminar antes de la cena.
-Pronto, me suena a noche.
-Noche me suena a romance.
-Algo de lo cual careces.
-¿Qué dijiste?
-Alguien que ha besado una vez y ha poloeado una vez no es una basta experiencia.
-¿En cambio tú si sabes bastante no?
-Más que tú- con aire de autosuficiencia.
-Entonces guardate tu basta experiencia que no me interesa.
-Ahhh, San Potter se ha ofendido, alguien venga a salvarme.
-Esa fue la gota que rebalsó el vaso, le había colmado la poca paciencia que aún tenía- ¡¡¡Cállate Malfoy!!!- se abalanzó a él cayendo ambos al piso, revolcándose, a ver quien pegaba más o tenía el control de la pelea. La respiración entrecortada, labios entreabiertos, el sudor mezclado con colonia. No supo "cuando", ni "cómo", pero el rubio lo estaba besando.
-¡Draco Malfoy lo estaba besando!
-¿Dónde terminaba el odio y comenzaba el amor?
-Fue un instante pasional, el cien por uno, la apuesta a perder.
-No juegues con fuego...
-¿Qué podría perder?
-Más de lo que tú crees...
continuará...