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Injury por Lunatica

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Notas del fanfic:

Esto salió después de leer el fan fic de  "Te regalo tres cosas.." (creo que así se llamaba, en realidad lo estuve buscando, pero no lo pude encontrar T__T) era cortito pero me gustó muxisimo, en la historia Gaara se iba con Sai y dejaba a Lee...

 

No se si esta sea su "continuación" la vdd no lo creo, y si la autora esta leyendo esto, espero me responda!!

Para todos ustedes, un fic tmb muy cortito, pero espero que lo disfruten.

 

 

Notas del capitulo: quiero decir que me encanta el nejilee, pero no tanto como el gaalee...y de saigaa...la verdad lo ABORREZCO (hay más historia de saigaa que de gaalee T__T)

Injury

 

 

               -Espérame aquí…no tardo…-

  Exclamó, sonriendo con sus frías facciones, escondiendo su mirada vacía y soltando la igualmente efímera mano del pelirrojo.

  Gaara asintió…

  Llevaba planeando este viaje algún tiempo, sin mucho interés, a decir verdad las “vacaciones” no era un tema que lo tuviera interesado, le parecía una forma aburrida de perder el tiempo.

 Pero se veía en la obligación de hacerlo, Temari opinaba que se encerraba demasiadas horas en su estudio, evitando el contacto con su familia y su pareja, incluso a Sai, quien jamás parecía tener alegrías o tristeza, lo descubrió mirándolo con reproche una noche luego de llegar de cumplir con sus obligaciones.

  Así que sin importar lo que opinara fue embarcado en ese viaje de cuatro días en la aldea escondida entre la Cascada. Bajo un sol abrasador, una humedad impactante y su creciente frustración por no tener un momento de paz.

  Volteo hacia dentro del establecimiento en donde Sai platicaba con el vendedor, evaluando algo que parecía un arreglo muy sobrio para la mesa.

  Gaara sonrió imperceptiblemente, si algo podía rescatar de ese maldito viaje era el tiempo que pasaba con su pareja, además de lo feliz y pleno que se veía el pelinegro mientras andaban por las calles de la aldea tomados de la mano.

  Aunque visualizaba el futuro; no tardarían en volver las peleas, los corajes y las ganas de que su oficina se abarrotara de documentos, para no tener que volver a su “hogar” sino hasta muy noche, y verse en la “obligación” de salir muy temprano.

   A veces los días se volvían apabullantes, pesados, asfixiantes. El contacto se limitaba tan solo a verse, y el sexo era algo que no se disfrutaba.

  Gaara lo sabía desde un principio, lo supo siempre y de todos modos fue capaz de “querer” a Sai, su piel era fría, sus palabras vacías y las caricias contenían cierto dejo de alma, como si el pelinegro siempre estuviera en otro lugar cuando pretendía amarlo.

  Pero Sai tenía sus lados buenos, Sai no hacia preguntas, no lo acosaba noche tras noche para pedirle unas palabras cariñosas, no irrumpía inesperadamente en su oficina y siempre parecía saber lo que pensaba, leyendo sus pensamientos de una forma que rayaba en lo macabro. Se manejaba con cautela entre sus hermanos (Kankuro y Temari), pasando inadvertido.

  Sai y él eran iguales, por eso se complementaban perfectamente y debían, de estar juntos.

  Volteó por inercia y se encontró con un pequeño de cuatro años, mirándolo fijamente sosteniendo un ramo de flores entre sus manos.

  Parecía llevar mucho tiempo ahí, casi desde que Sai había entrado en la tienda, pero no había dicho nada, esperando que Gaara se diera la vuelta por si solo.

  La personita tenía un cabello corto de color negro, lacio, grueso y abundante, rostro suave, piernitas enclenques propias de su edad, rodillas sucias y siempre lastimadas, manos apretando fuertemente el ramo, camisa azul de tela fresca y unos pescadores junto con sus respectivas sandalias.

  No mostraba un sentimiento en específico, algo raro en un niño de su edad, más bien una combinación distraída de sorpresa y aburrimiento.

  El niño tomó aire, no había necesitado de fotos, ni de presentaciones o una descripción de su físico, su mami siempre fue sincero, le dijo la verdad al cien por ciento y jamás le oculto su origen. Lo reconoció al instante, pero debía de confirmarlo con sus propios ojos. No tardo en reafirmar sus sospechas.

                -¿Es usted….

 

 

       Neji corrió entre la gente, asustado y alterado. ¡¡Lo había perdido entre la multitud!! Activó el Byakugan en varias direcciones, pero había corrido con una destreza sorprendente.

  Finalmente lo localizó, hablando con una persona que no le interesó identificar.

              -¡Taro!!-  El niño volteó alarmado, o más bien asustado, un temor frío le recorrió la espalda y tuvo miedo de voltear.

              -¿Cuántas veces te he dicho que no corras entre la gente??- preguntó Neji, sin dignarse a mirar a la persona que había estado hablando con el niño.-

  Taro finalmente volteó. Había planeado volver con su papa en cuanto la persona le respondiera, en serio!!! Pero ahora…

 Neji relajó el ceño, encontrándole lo inútil a regañar a su pequeño.

 Sonrió, pero no mucho, lo suficiente como para que el semblante de Taro cambiara a uno muy avergonzado.

              -Ven, ya se nos hizo tarde…- exclamó el poseedor del Byakugan, estirando los brazos en dirección a su hijo y abrazándolo con fuerza.- no te vuelvas a ir así, entendido??-

  Taro asintió.

  Neji finalmente miró a Gaara, sorprendiéndose al instante…

                        -Sabaku no Gaara…- exclamó Hyuuga, en voz clara y expectante. Era como una especie de sueño. Gaara no podía estar ahí, sencillamente no PODÍA estar ahí.-

              -Hyuuga…- dijo Gaara, también sorprendido.  Gaara no se sorprendió de que Neji estuviera en la Aldea escondida entre la cascada, o que hubiera llegado intempestivamente, le sorprendido que ahora tuviera un hijo.

  Se sintió como una especie de intruso mientras Neji abrazaba al pequeño con preocupación.

  Hyuuga apretó con fuerza a Taro, una reacción que a simple vista parecería normal, pero no en esa situación, la forma en que veía a Gaara, en la que intentaba hablar y retroceder, alejándose del pelirrojo. Un temor frío que le helaba la sangre y le atrofiaba las articulaciones.

              -Bueno…ten-emos que irnos, gusto en saludarte…- exclamó Neji, y sin esperar una respuesta dio media vuelta, con Taro aún en brazos y se perdió entre la multitud, huyendo de Gaara, de sus reacciones y de la verdad.

  Taro sonrió desde la espalda de Neji, despidiéndose de Gaara con candidez.

    Sai salió del local y miró en dirección a la multitud, curioso de lo que Gaara veía con tanta insistencia. Sostenía un paquete en sus manos y se colocaba de puntillas, como si esperara que algo sorprendente sucediera.

              -¿Quién era?- preguntó finalmente, harto de no identificar “aquello tan importante

Gaara bajó la mirada…

             -Nadie…- dijo secamente, tomó la mano de Sai y se dio la media vuelta.

  No dijo nada mientras regresaba al hotel prácticamente arrastrando a su novio, ni mientras hacía las maletas y daba por terminadas las vacaciones a solo dos días de haber comenzado, y Sai supo que no debía de hacer preguntas, que no debía de replicar ni pedir explicaciones.

  Lo que fuera que había sucedido, era lo suficientemente fuerte como para asustar al poseedor del Shukaku y obligarlo a huir.

 

 

                   -Oka-san!!!-

              -Taro-chan!!-

  Una enorme ola con un atardecer fue el marco perfecto para la escena de ese hermoso encuentro.

              -Te traje esto mami!!- exclamó el pequeño pelinegro entregándole el ramo a Lee.-

  Rock las miró con asombro, las olió y las examinó por minutos, con lágrimas en los ojos (lágrimas de felicidad de la juventud!! ^0^), finalmente las colocó en un florero al lado de la cama y abrazó nuevamente a Taro. Se sentía feliz y dichoso con los regalos de su hijo, por pequeños que fueran, Taro era su luz, su angelito, lo quería como a nada en este mundo y tenerlo cerca, escucharlo reír y jugar era una de las cosas que nunca cambiaría.

  Neji se acercó con una sonrisa de superioridad, le tapó los ojos a Taro y se acercó a su chico. Lee se veía especialmente indefenso ese día y por dios!! Tenía que besarlo!! (llamas MOE!!!).

              -Esto no es para Chibis…-

             -No es justo!! Quiero ver!! >.<-

 

 

                -Taro, le dijiste algo a ese hombre?? Te dijo algo, conversaron??- preguntó Neji en cuanto estuvieron lejos del alcance visual de Gaara.-

              -No…- mintió el pequeño con magnificencia.-

              -…- Neji sacó el aire que había estado reteniendo, aliviado desde lo más profundo del corazón.- perfecto…entonces, que te parece si mantenemos esto en secreto??-

  Taro lo miró confuso. ¿Secreto?? A el no le gustaba mentirle a mami-Lee, pero tampoco fallarle a su papi.

              -¿Por qué no podemos decirle a oka-san??-

 

 

    Lee se separó de los labios de Neji, algo atenuando por la ferviente caricia, nada propia de su Hyuuga, por lo menos no en lugares tan abiertos y sobre todo, en frente de Taro.

              -¿Qué fue eso…?- preguntó suavemente, con las mejillas encendidas y la respiración ligeramente entrecortada.-

  Neji no respondió, a cambio, abrazó a Lee poniendo una mano alrededor de su cuello y apretando su cabeza contra su pecho. Rock notó como su mano temblaba, escuchaba su corazón acelerado.

              -Promete que nunca me dejarán…-

  Exclamó con una voz tan desgarradora, tan clara y a la vez tan débil que Lee abrió los ojos al máximo.

              -¿Es por mi herida??- preguntó Lee, alejándose de Neji con una mirada preocupada.- No te alarmes, una pierna rota no mata a nadie…-

              -oka-san!!.- gritó Taro, aferrándose a Lee.-

              -Je je…tu tampoco Taro-chan…-exclamó acariciando su cabecita de cabello negro.

 Neji miró la pierna de Lee, con la herida invisible a causa del yeso.

              -¿Cómo estuvo??-

              -ummh…nada fuera de lo común…los doctores dijeron que lo extraño había sido el lugar de la herida…-

             -¿A qué te refieres?.- preguntó Neji sin mayor atención…-

              -Si, es que es idéntica a la que me hicieron durante el examen chunnin, ya sabes, en las preliminares, donde casi dejo de ser ninja…-

  Lee lo decía con tanta calma que llegó a crisparle los nervios a Neji. ¿Cómo podía hablar con tanta tranquilidad de un hecho tan traumático?? Y sobre todo…¿Cómo podía recordar a Gaara…con serenidad??

               -Como si se hubiera abierto una vieja herida…-

 

 

 

                                                                                                                             …la persona que le rompió el corazón a mi mami??-

 

 

Notas finales:

grax por leer

 

visiten mi galeria!!!

http://lunalocatislunatica.deviantart.com/


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