-Bien, estoy listo.Solomon se arreglaba para el baile de aquella escuela, se había puesto su traje favorito, decorado con una delicada rosa azul.
Se dirigió al conocido internado en su lujoso auto, decidido a pasar una velada entretenida.Al llegar, causo revuelo con su atractivo físico, acaparó la atención las mujeres, pues todas lo miraban, excepto una…La chica se entretenía en mordisquear un muslo, despistada, parecía no darse cuenta de lo que pasaba a su alrededor.
-¿Te gustaría bailar? –Al hacer la pregunta sacó a la chica de su letargo y lo miró.
-Si… si claro. –dejó el muslo en la mesa
Solomon tomó su mano y la llevó a la pista de baile.
-Disculpa… es que yo…-comenzó la chica con un ligero sonrojo de de vergüenza –jamás he bailado un vals.
-Sólo déjate llevar por la música.
-Está bien.
-Te aconsejo que cuando bailes un vals no mires a tu pareja a los ojos, si lo haces, significa que hay química entre nosotros.
-Lo…lo siento.
-Vaya, para ser la primera vez que bailes lo haces muy bien.
-Gracias…
-Me llamo Solomon.
-Oh, mucho gusto, soy….
-Saya –los interrumpió una profunda y seductoravoz.
-Hagi…-
El siempre elegante caballero de Saya había legado de imprevisto, interrumpiendo la charla y danza de la pareja. Solomon observó ese esbelto, atlético y bien formado cuerpo, forrado con ese traje tan bien ceñido a sus vigorosos músculos, haciéndolos notar aún más. Sus piernas torneadas y esos brazos fuertes unidos a sus anchos hombros.Lo encontró deliciosamente atractivo, pero de inmediato sacudió la cabeza, confundido.¿Cómo podía encontrar atractivo a un hombre si el era un hombre? Notó que el sensual hombre también lo miraba, lo recorría de los pies a la cabeza con su imperturbable semblante siempre serio, pero en los ojos le pareció distinguir un chispazo de lujuria.Tuvo la sensación de ser desnudado por la mirada de Hagi, pero entonces se volvió hacia Saya y le dijo:
-Saya, necesito hablar contigo… pasa algo importante....
-Dímelo aquí, Hagi.
El se acercó a su oído y le susurró:
-Vi al fantasma…y lo vi llegar con el tipo con el que estas bailando.
-¿Con Solomon?-Así es. Espérame aquí dentro, iré a hablar con él.
-Mmmmh…está bien.
Hagi salió impasible con su chelo al hombro y se dirigió hacia Solomon. Posó su mano sobre su hombro y entonces el se volvió para ver.
-Solomon, necesito hablar contigo. Acompáñame al jardín.
-Como quieras –fue la respuesta de Solomon.
Hagi caminaba delante de él, y Solomon no podía quitarle la vista de encima… su negros cabellos se movían con el viento, la palidez que le otorgaba la luz de la luna a su piel, el suave contoneo de sus caderas…De nuevo se sintió confundido. No sabía por que sentía esa pasional atracción hacia Hagi.Se detuvieron. Hagi lo miró a los ojos.
-Se que tienes algo que ver con Diva…te he visto con ella antes, hace algunas décadas. …Eres su caballero. ¿Verdad? -Veo que te has dado cuenta.Sin pensarlo dos veces, ambos chicos se pusieron en guardia dispuestos a entablar un combate. Lanzaron algunos golpes muy bien bloqueados mutuamente. Dieron un enorme salto hacia arriba y terminaron parados en una de las innumerables ventanas del edificio.Hagi lanzó un fuerte golpe con su mano de chiroptero, su contrincante lo detuvo, y se mantuvieron forcejeando unos instantes hasta que Solomon flaqueó y su pierna se deslizó por el marco de la ventana, resbalando hacia abajo llevando a Hagi consigo.Ambos sintieron una extraña tensión entre si mientras caían, y una vez en el suelo, Solomon impactó el césped con su espalda y Hagi cayó sobre él perdiendo el lazo de su pelo. Con el cabello agitado por el viento, y el cuerpo de su rival tan cerca del suyo, Solomon no pudo resistir la tentación y lo besó. Concluyó el apasionado beso con una ligera mordida en los labios de Hagi, quien al momento tomó el cuerpo de su contrincante y lo contrajo casi hasta asfixiarlo. Lo tomó por las muñecas y lo aprisionó aún sobre él.Se acercó a sus suaves labios y, tomando la iniciativa, lo besó.
-Hagi…-Ahogó un grito Saya.
-Saya… -Hagi se puso de pie de inmediato.
-Te exijo, te ordeno que mates a Solomon, Hagi. Esta con los chiropteros y con Diva, es nuestro enemigo, ¡¡no tu amante!!
-Pero…-Hazlo, ¡Ahora!-Tengo que hacerlo…-Hagi se preparó para pelear e intercambió algunas patadas y golpes con Solomon, pero parecía indispuesto a matarlo.
-Hagi, no tienes que hacer esto –dijo Solomon –tienes voluntad propia, y aunque Saya sea tu ama puedes decidir entre obedecerla a ella…o…o amarme a mi. Te necesito, Hagi –dijo, y rodeo su cuerpo con sus brazos. Se besaron.
-Vaya, esto si que es interesante –entró Diva inesperadamente en escena –y eras mi caballero favorito, Solomon…Oh, hola hermanita, veo que también estas aquí.
-Diva…-profirió Saya, y armada con su katana se preparó para pelear.Hubo un largo combate entre las dos reinas, ambas claro, apoyadas por sus respectivos caballeros. Saya clavó su katana en el vientre de Diva, pero no contenía la suficiente sangre para matarla.
Solomon intervino, y salvajemente, Saya atravesó el pecho del caballero con su arma. Hagi se impactó. Estaba en un dilema, obedecer a su reina o defender a su amado.Saya se dirigió hacia Diva aun herida, la sostuvo por los cabellos y la levantó con una mano mientras sostenía su poderosa katana con la otra.De un tajo cortó la cabeza de su hermana provocando su muerte instantánea, el cuerpo inerte cayó a sus pies aún sangrando y arrojó la cabeza a los arbustos.
Entonces vio a Hagi auxiliando a Solomon, enfurecido y dispuesto a arremeter contra ella.