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LOS MINUTOS ANTES por Gaia

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Notas del fanfic:

n___n

Bueno les diré q a mí no me gustan muchos los relatos con solamente dibagaciones personales XDD pero siempre tuve los deseos de escribir un fan fic sobre Sakano, y pues la trama es pequeña y cencilla, pero espero los agrade n__n en lo personal me gusto el resultado.

Estos bellos personajes pertenecen a Murakami-sama y su maquiavelica mente yaoi XD

Notas del capitulo:

Una pequeña aclaracion, en el anime de gravi Aisawa no es atropellado, sólo le dan un susto, XD pero en el manga sí lo atropeyan, aunq no lo crean esto tiene q ver con el fic

Tal vez no sea tan adecuado el titulo XD pero ya no se me ocurrio nada

n___n Sin mas las dejo leer

   

LOS MINUTOS ANTES.

 

Sakano miraba por el parabrisas cómo su jefe se alejaba cada vez más del vehículo, hasta que finalmente lo vio doblar la esquina para después perderlo de vista. En definitiva estaba preocupado por lo que estaba a punto de suceder, temía por la seguridad del presidente de NG, aunque sabía que ya todo estaba calculado, y no había motivos para estar asustado; sólo era que no podía evitar estar preocupado por su persona favorita, porque en realidad el temor que sentía era sólo por Seguchi Tohma, no le importaba lo que pudiera sucederle a su propia persona, no le interesaba en lo más mínimo que pudiera terminar en la cárcel, por el delito que estaba a punto de cometer, no le importaba si tuviera que cobrar una vida, en el mundo sólo la vida de alguien era importante, esa era la de su rubio jefe.

 

Además algo que no menguaba era la confianza que mantenía en el tecladista, sabía que auque el mundo se estuviera derrumbando en pedazos, Seguchi Tohma siempre sabría qué hacer, él sin duda, siempre tendría la solución a cualquier problema.  Tal vez por eso muchas personas sentían la piel erizarse al escuchar el nombre del empresario, sin duda había logrado ser una persona para respetar. Cómo se alegraba de poder conocer más allá de lo que la mayoría del mundo conocía de su adorado jefe, sí, en definitiva era realmente afortunado.

 

Era precisamente el hecho, de que Seguchi-san no mostrara sus sentimientos y sus verdaderas intenciones al mundo, lo que ocasionaba tantos malos entendidos; no dudaba que un poco más adelante del camino se generaran ese tipo de mal entendidos con Shindou-san. Podía recordar el número de veces en los que el presidente de NG le había dicho que Yuki Eiri era la persona que más amaba, era una frase bastante sugerente, que seguramente se la estaría diciendo  a Aisawa en ese momento, sin embargo él, Sakano, sabía perfectamente a lo que el rubio ojiazul se refería, no es que lo amara cómo a su pareja, no es que lo viera con deseo,  no es que quisiera algún tipo de relación más allá de la fraternal; en realidad su jefe sí amaba a Yuki-san, pero lo amaba como si fuera su hijo, un hijo pequeño al que debía proteger hasta de la más ligera brisa. Yuki Eiri no había sido el único afectado con el incidente de Kitasawa, su jefe también había sufrido traumas, desde ese día cargaba con el más grande sentimiento de culpabilidad; y el productor de Bad Luck sabía muy bien eso, lo sabía también el propio novelista, y lo sabía su esposa Seguchi Mika. En verdad que esa mujer daba miedo; Sakano-san se preguntaba cómo era que su jefe se había casado con una persona tan peligrosa; bueno en realidad conocía la respuesta, pero mejor ya no pensaría en esas cosas dolorosas.

Después de todo él siempre estaría a lado de su jefe mientras le pudiera ser útil, mientras su amado rubio lo deseara mantener a su lado; estaría amándolo y cuidándolo, ayudándolo en todo lo que él necesitara, porque en realidad el amor dentro de su ser era muy grande, demasiado para poderlo contener, no le importaba ser la mascota y el ayudante de su jefe, o que tuviera que hacer los trabajos sucios, justamente como el que estaba por llevar a cabo; no podía hacer nada más, sólo permanecer al lado de esa que era su persona favorita, tal vez en ese aspecto se parecía al irreverente Shindou-san, los dos dispuestos a permanecer a lado de la persona amada, pese a todo.   

 

Una cosa era segura: ser un protegido de Seguchi-san era estar en la gloria, se podían gozar de ciertos privilegios... por decirlo así, pero ser su enemigo era cómo estar en el mismo infierno... eso era teoría confirmada, Sakano había tenido la oportunidad, en todos esos años de fiel servicio, de ver como las personas que atentaban contra los intereses más íntimos del tecladista, no podían lidiar con enemigo tan poderoso; tal y como ocurría en ese momento, otro pobre infeliz a punto de ser aplastado... hablando de eso... ya era la hora para entrar en acción.

 

Con decisión apretó el volante y suavemente pisó el acelerador; el extremo nerviosismo que sentía se acentuaba cada vez más; sin embargo no le dio la mínima importancia y siguió conduciendo. Él era siempre inseguro, con nervios fácilmente alterables, y con una gran tendencia a la preocupación... pero eso se podía ir por el escusado cuando se trataba de ayudar a su jefe, a ese hombre que tanto amaba; cierta seguridad y fuerza se apoderaba de él, y de esa manera era capaz de todo, y con decir todo se refería a TODO, como lo que en ese momento estaba a punto de hacer:

 

Dobló la esquina por donde minutos antes lo hiciera Tohma... y los pudo ver, había llegado en el memento indicado. La discusión parecía ser acalorada; eso era evidente por la cara de angustia... o mejor dicho, de terror que había en Aisawa Taki.

 

En ese momento la señal llegó: Tohma con una mano empujó a Aisawa, haciéndolo perder el equilibrio; ese era el instante correcto; aceleró un poco, pero no demasiado; cerró los ojos y sintió el impacto, para después escuchar en esa armoniosa voz tan familiar: "Hasta nunca... Aisawa-san" el golpe no había sido muy fuerte, pero sabía que seguramente ocasionaría daños a aquel joven... en fin, Aisawa mismo había firmado su sentencia.

 

Se quedó pasmado por unos segundos; sólo logró escuchar la puerta del auto abrirse, por el lado del copiloto, y después cerrarse. Mecánicamente giró a cabeza y cierto alivio llegó a su corazón que latía extremadamente rápido, cabe mencionar que también estaba sudando y el temblor no desaparecía, cuando lo vio, era él, con su bella sonrisa.

 

-Vamos Sakano-san -dijo el rubio al ver que su acompañante y cómplice no arrancaba el auto.

 

-Eh... Sí -asintió al salir de su ensimismamiento, para luego poner en marcha el vehículo.

 

Durante casi todo el viaje de regreso reinó el silencio, salvo por el momento en el que el rubio, de manera anónima, había llamado a una ambulancia. Finalmente llegaron a NG records, después entraron al edificio y se dirigieron a la oficina de Tohma, sin nadie que pudiera verlos, ya qué a esas horas de la noche, ni un alma quedaba en la compañía; llegaron hasta la oficina del rubio y pronto tomaron asiento, Tohma tras su escritorio, Sakano frente a éste.

 

-Todo salió bien -habló el rubio, sin embargo, no le llegó respuesta.

 

Sakano permanecía con la cabeza baja, y temblaba más de lo acostumbrado. El rubio se sintió culpable por no notar el estado de angustia en niveles anormales del productor.

 

El presidente se levantó de la silla y se dirigió hasta Sakano; al estar junto a él lo rodeó con sus brazos, el abrazo era fuerte y protector. Sakano al sentir el contacto no pudo hacer otra cosa que corresponder de la misma manera, al tiempo que comenzaba el llanto.

 

-Perdóneme jefe... en seguida estaré bien -dijo entre sollozos.

 

-No tengo nada que perdonarle Sakano-san, al contrario... perdoneme usted a mí -era muy extraño, pero sintió la necesidad de disculparse, con ese ser que lo único que hacía era amarlo.

 

-Jefe... yo... soy feliz así.

 

Durante varios minutos permanecieron así, abrazados, era un abrazo puro y limpio, Sakano sabía todo lo que había en el corazón de su jefe, como para pensar alguna "cosa extraña".

 

Sus ojos se abrieron a sobre manera, por la sorpresa, y un color carmín cubrió sus mejillas, todo debido a que su jefe le había dado un pequeño beso, a un costado de su labio; pero el lo sabía, era un beso de agradecimiento... y la verdad, es que con eso se conformaba.

 

-Gracias Sakano-san... -dijo ya incorporado.

 

-No tiene nada que agradecer jefe... y por favor el día que ya no le sea útil...

 

-Sakano-san... cuando usted encuentre a alguien...

 

-Jefe yo... -Tohma con el  dedo índice de su mano derecha le selló los labios.

 

-Prometa... que a pesar de eso seguirá a mi lado.

 

-Siempre Jefe... jamás lo dude.    

 

Una sonrisa de dibujó en los labios de Seguchi, sí probablemente estaba siendo egoísta, jamás impediría la felicidad de Sakano-san, así como él no había impedido la suya... pero era algún tipo de fuerza magnética... la que tal vez los hacía estar juntos en ese lugar...

 

 

 

FIN

Notas finales:

Bien, ese fue el fic, quiero comentarles algo, en una de las ntas dejadas en el manga Murakami-sensei dijo que Sakano-san fue quien otropeyo a Aisawa XD asi q eso es veridico.

Hablando de notas de Murakami-sama, aqui les dejo una en la q habla de Sakano-san n___n (la saque del manga)

Hablemos un poco sobre Sakano. Por extrañas razones este personaje se volvió muy popular. Muchas de ustedes saben que es algo masoquista.

Vive en un pequeño cuarto sobrio, decorado con una fotografía de Tohma Seguchi. (Aunque a veces la esconde). Al dormir, se quieta el traje y lo dobla apropiadamente, después lo coloca suavemente en la almohada, se sienta y comienza a escribir en su diario todo lo que hizo en el día, reflexionando sobre sus errores, hasta quedarse dormido.  En ocasiones se duerme con el traje puesto. Entre sueños suele mencionar a su jefe, mientras aprieta fuertemente la almohada con sus muslos. Cuando va rumbo al trabajo, viaja en un coche particular (es un modelo regular) por eso decimos que el personaje más puro y de buen corazón es Sakano-san.


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