CAPITULO 1:
Estaba sentado meditando en un completo y absoluto silencio cuando le encontró, no podía creer que el fuese capaz de estar en silencio en algún momento ya que estaba en plena certeza de que el no tenia esa facultad, al contrario era su naturaleza el ser un bullicioso, desastroso y un completo dechado de escándalo en persona.
- que es lo que te pasa? - trato de no sonar sorprendido por haberlo encontrado en ese estado.
- ...
Yuki se dio cuenta que el pequeño pelirrosa estaba tan ensimismado en sus pensamientos que era seguro que no lo había escuchado.
- Te estoy hablando!!! - alzo mas la voz para ver si esta vez podía llegar hasta él y sacarlo de ese ensueño en el que se encontraba.
Shuichi se sobresalto al escuchar una voz que interrumpía el curso de sus pensamientos cortando de golpe la tranquilidad del lugar.
- Me hablabas?... disculpa no te he escuchado - se disculpo mientras se levantaba para dirigirse rumbo al interruptor de la luz y con ello dejar el ambiente iluminado donde ambos podían distinguirse uno al otro.
- Que estabas haciendo? - le pregunto mientras ponía un cigarrillo en su boca a modo de cortar el cruce de miradas que estaban teniendo.
- Nada importante... - le dijo sabiendo a ciencia cierta que él no insistiría más allá, que talvez preguntaba por amabilidad, cosa que dudaba mucho, más que por interés en su persona.
- De acuerdo – y se dirigió a la nevera para sacar una cerveza y recorrer el camino por el cual había venido para perderse de vista de la misma forma en la que había aparecido.
Shuichi hizo una mueca de sonrisa, ya sabía su forma de ser, si apostara cada vez que acertaba a como el rubio iba a reaccionar se habría echo una fortuna. Al principio le molestaba esa actitud fría e indiferente y lloraba todo el tiempo, después lo aceptó, ahora realmente no sabía lo que sentía, indiferencia?...alguna tipo de importancia?...o realmente le daba exactamente lo mismo?...
Esto lo tenía confundido y en eso se encontraba pensando, que después de tanto tiempo su carácter duro y frío lo estaban empezando a contagiar, realmente era contagioso?. Estaba confundido con respecto a lo que ahora sentía por Yuki, ya que sentía que la llama se iba apagando, él la estaba extinguiendo. A lo mejor eso era lo que él quería que se largara de una vez, talvez ya se había cansado de echarlo una y otra vez para luego el regresar, ahora solo esperaba que talvez el se fuera por su propia voluntad.
Esto sonaba lógico, nunca en esos cuatro años dijo algo para retenerlo, el se quedaba solo porque lo amaba, talvez…
- aun sigues allí?...- le preguntó en voz alta ya que intuía que este talvez no lo oiría sino hablaba mas alto.
- Que dices… - se percató que Yuki le hablaba nuevamente y salió de su trance para mirar su muñeca y comprobar con el reloj que había estado parado frente al interruptor alrededor de 3 horas.
- Baka… - siguió rumbo a la cocina para sacar nuevamente una cerveza.
“Su palabra favorita” pensó Shuichi al escuchar el pequeño insulto que durante cuatro años se había repetido un centenar de veces. Miro nuevamente el reloj y notó que eran las 11:00 hrs. De la noche, y si no se apuraba llegaría tarde. Tomó su chaqueta sus llaves y abrió la puerta para salir cuando escuchó la voz de Yuki.
- a donde vas? – le preguntó a modo que demandaba una respuesta.
Shuichi se sorprendió, era la quinta noche que salía a esa hora y en ninguna de las ocasiones anteriores le pregunto a donde iba a esa hora, él nunca daba explicaciones de lo que hacía o de adonde iba, porque le pedía explicaciones a él? Con que derecho.
No creía que de repente se hubiese preocupado por él o alguna tontería por el estilo, desde hace ya algún tiempo él había aprendido a manejar sus emociones cuando comprendió que Yuki jamás le mostraría mas que un semblante frío y duro.
Y fue por eso que de un momento a otro sus llantos y berrinches habían cesado, acabado, Dándole de paso un descanso a su corazón pero a la vez dejándolo totalmente vacío.
- No te interesa – y cerró la puerta para marcharse.
Que mas podía decirle, esa era la verdad, ninguna de las cosas que el hiciera parecía interesarle o importarle en algún grado, así que para que darse la molestia de explicar algo que él jamás entendería.
Debía de sentirse tranquilo, pero no era así, ya que se dio cuenta que era la primera vez que no se sentía cohibido o temeroso por las palabras de Yuki o simplemente por enfrentarse a un Yuki enfadado cuando lo viera en la mañana.
Camino rumbo a su encuentro, llegó a un pequeño edificio donde en el cuarto piso, en la entrada del departamento 406 lo esperaba un hombre de unos 28 años, de cabellos oscuros peinados prolijamente hacia atrás y una sonrisa en su boca que se formo cuando sintió a un muchacho de cabellos rosa tirarse a sus brazos.
- Touya!!! – se escuchó en todo el edificio mientras se acurrucaba en el pecho del hombre que siempre lo esperaba con una sonrisa.
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