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Pinku fukushu por Thai Maqui

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Notas del fanfic:

Bueno vuelvo con otro one shot  el título es "Venganza rosa".

Derechos de personajes Kishimoto san.

Notas del capitulo: Espero que les guste este cortito.

 

- ¡¡ Sugoi¡¡ - gritaban una pelirrosa y una rubia emocionadas por la maravillosa vista del majestuoso puente Rainbown, en la bahía de Tokio.

Sakura había ido a Odaiba para adquirir un hotel. Ino su mejor amiga la había convencido, pues al ser una zona importante por sus atractivos turísticos y constante desarrollo era muy rentable. La Yamanaka junto con su esposo Chouji pondrían un restaurante en el hospedaje y así ambas lo administrarían, la idea le pareció fantástica y ese día iba junto con su cuñada Temari a firmar el contrato      

El inmueble se encontraba cerca de Palette Town, así que ambas decidieron tomar un café pues aún les quedaba una hora antes de la reunión, pero la pelirrosa se percató de la presencia de cierto azabache, esposo de su mejor amigo Uzumaki Naruto.

- Ese no es Sasuke kun - preguntó Sakura a su acompañante la cual dirigió su mirada hacia donde señalaba su amiga - si tienes razón que hace en Oidaba - habló intrigada - A mi Naru chan me comentó que saldría de viaje de negocios a Akihabara - explicó la ojiverde pagando la cuenta y jalando a Temari para seguir al ojinegro.

El Uchiha se dirigía al hotel, del cual la Haruno sería la futura propietaria. Extrañadas entraron y sus ojos se abrieron como platos, en el lobby Sasuke besaba vorazmente a cierto pelinegro que era el esposo de Gaara.

La Sabaku no estaba a punto de agarrar a carterazos a esos traidores pero su cuñada la detuvo.

- Espera Tema chan tengo una mejor idea - susurró Sakura mientras jalaba a la rubia y se escondían entre unas plantas decorativas.

Ambos pelinegros se registraron e inmediatamente empezó el plan, La Haruno distraía a la recepcionista pues tenía una cita con el gerente por la venta y Temari confirmaba la habitación de los pérfidos amantes.

La pelirrosa convenció a la señorita que le entregara la llave maestra para inspeccionar las habitaciones, pues el dueño Hatake kakashi, había avisado que llegaría 3 horas tarde y así ganaría tiempo.

- Y que descubriste - preguntó la menor ojiverde - según el registro vienen cada fin de semana desde hace dos meses y se hospedan en la habitación 306 - masculló la rubia conteniendo la ira - ese infeliz la pagará caro - agregó alzando sus puños - yo también estoy furiosa por lo que esos bastardos hicieron, pero primero necesitamos pruebas - sentenció deteniéndose en el susodicho cuarto.

Sigilosa Sakura abrió la puerta escuchando los sonoros gemidos de los viles azabaches - ahhh!! Sasuke - jadeaba Sai, que se encontraba en cuatro sobre la cama, estaba esposado a la cabecera y  con los ojos vendados, mientras que el Uchiha lo embestía salvajemente a la vez que lo masturbaba - ahhhh!! Siiii más rápido - rogaba el ojinegro entre suspiros y jadeos.

Cautelosas e impactadas salieron de la habitación aún sin creerlo, se alejaron con paso trémulo hasta llegar a la recepción, esperando al peligris en su oficina.

- Ahora que haremos mi ototo sufrirá - comentó la rubia entre dolida y molesta a que su amiga solo meditaba la situación, pronto una sonrisilla perversa se posó en los labios de la menor - La ley del talión - susurró y a Temari la brillaron los  ojos entendiendo a la perfección a la pelirrosa.   

A media semana volvieron al hotel esta vez con sus esposos Kankuro y Shikamaru que enterados de la situación decidieron ayudar inmediatamente.

- Esto es problemático - decía pesadamente el Naara instalando una mini cámara en el 306 - Cállate Shika esto es para tener pruebas del engaño - regañaba Temari a su esposo - así explicaremos nuestro plan a Gaa chan y Naru chan - segundaba la Haruno - Kanki esta listo - preguntaba por el celular a lo que el castaño asevero. La filmadora funcionaba correctamente y todo estaba listo para atraparlos in fraganti.   

Así el esperado fin de semana llegó y con sus palomitas de maíz los cuatro espectadores se sentaron en la oficina de Sakura a disfrutar del espectáculo.

En la pantalla se veía a un sumiso Sai, haciendo todo lo que su amo "soy el mejor del mundo" le ordenaba.   

- Por kami - decía Kankuro - no sabía que Sai fuera tan flexible - comentó mientras comía un puñado de palomitas.

- Ahora veo porque Gaa chan ya no tenía instintos asesinos, se desquitaba con el bastardo ese - articulaba Temari disfrutando de la película.

- Así que les gusta el sadomasoquismo - susurraba Sakura con las mejillas sonrosadas por las fogosas escenas.

Luego de los juegos previos, ambos pelinegros pasaron a la ardiente sesión de sexo, haciendo diferentes posturas primero un 69, 63, 42 y 47 estaban asombrados antes las habilidades de los actores.

- Ves Shikamaru aprende algo - se quejaba la rubia mientras lo zarandeaba - es problemático y cansado - se excusaba el de coleta mareado por la acción de su adorable esposa.

- Esa no la conocía Sakura debemos intentarlo - expresó un efusivo Kankuro a lo que su esposa asentía aun más ruborizada pero feliz.

Ya con las pruebas del delito ahora venían la parte más difícil, dar la noticia a un sexy rubio y un bello pelirrojo.

- Esto no puede ser ttebayo - murmuraba el Uzumaki tratando inútilmente de contener las lágrimas. Hace 4 años ambas parejas se habían casado en una ceremonia sencilla y privada, a pesar de pertenecer a las familias mas prestigiosas y acaudaladas de todo Japón.

Todo era miel sobre hojuelas, pero había empezado a notar un cambio en Sasuke hace algunos meses, decidió no darle mucha importancia pero sus sospechas habían sido confirmadas.

Garra seguía con semblante inexpresivo y solo abrazaba protector mente al rubio para calmarlo, consiguiéndolo finalmente.

- Naru chan - susurró la pelirrosa en tono conciliador - ese Uchiha bastardo no merece que derrames tus lagrimas - habló más enojada - ¿Sakura chan que me aconsejas? - articuló el rubio aferrándose al pecho del ojiverde - sigue la ley del Talión, ojo por ojo y esposo por esposo.

La Haruno contó su plan, si les habían engañado porque no pagarles con la misma moneda, ambos parecían de acuerdo aunque algo inseguros se mantuvieron firmes en su decisión.

- Tengo miedo dattebayo - balbuceó Naruto un poco indeciso por la situación,  mientras Gaara le tenía entre sus brazos - está bien, si no quieres que sea ahora, esperaré - habló tranquilizador, el rubio estaba recostado en el regazo del mayor, perdido en sus propios pensamientos.

- Naru chan - pronuncio Gaara haciéndolo volver a la realidad - porqué no pasamos unos días en Odaiba, para relajarlos un poco que te parece -  lo que el menor asintió.

La verdad es que desde la infancia el pelirrojo estaba enamorado del kitsune y a pesar del dolor decidió dejar a un lado sus sentimientos con tal de ver felicidad a su angelito, por ello la noticia no le había afectado tanto, sin embargo quería matar a esos infieles por hacer sufrir así a su amado, aunque en parte agradecía lo sucedido, pues las esperanzas volvieron a renacer en su corazón.

Así ambos anunciaron a sus parejas que saldrían algunos días sin dar mayores explicaciones, los cuales se mostraron indiferentes y con cierto brillo lujurioso que reconocieron a la perfección.

Pasaron cinco maravillosos días en aquella ciudad, contemplado el mar abrazados mientras veían la sublime puesta del sol, visitaron el Oedo Onsen Monogatari disfrutando de las relajantes aguas termales, pasearon por los centros comerciales y se subieron a la gigantesca noria recordando gratos momentos de su infancia cuando eran inseparables y por último el Sabaku no sorprendió a su amado con un paseo en helicóptero ofreciendo un hermoso espectáculo nocturno de luces multicolor de la ciudad, la torre de Tokio y el Rainbow Bridge.

Naruto se sentía muy a gusto con el ojiverde, empezando a nacer ciertos sentimientos que iban más allá de la amistad. En ese corto tiempo Gaara se fue ganando el corazón del ojiazul, con sus detalles y muestras de afecto hacia él, aunque su carácter era estoico, se mostraba siempre atento y cariñoso con una cálida y sincera sonrisa. Eso encantó al Uzumaki y empezó a corresponderle poco a poco.

Cuando regresaron, estaban más unidos que nunca primero acordaron divorciarse, lo cual fue muy fácil por las fehacientes pruebas, además de que Sakura, logró que ambos azabaches firmaran los papeles de divorcio sin enterarse. Al registrarse en el hotel, en lugar de firmar su estadía lo hicieron en los trámites, aceptando la demanda "Kiu: Por eso lean bien todo lo que firmen".

Siguieron viéndose ya sin negar eso que ambos sentían el uno por el otro, alejándose de sus parejas los cuales empezaron a darse cuenta de esto. Luego de un mes decidieron llevar a cabo su venganza aunque era un simple pretexto pues realmente querían ser uno, volviendo a ese lugar especial que les había devuelto las esperanzas de amar intensamente.

- Ahhhh - gimió el rubio ya que el pelirrojo lamía con deseo su tostado cuello bajando hasta sus rosados pezones que se encontraban endurecidos por el contacto de aquella lengua caliente.

Así siguieron las caricias y besos, las ropas iban siendo despojadas, hasta perderse por algún sitio de la habitación, las piernas se entrelazaban, mientras las bocas se fundían en ardientes muestras de afecto y lujuria contenida, dándose placer mutuamente en ambos sexos, cada uno devorada el miembro del otro golosamente, Gaara aprovechaba para lubricar con sus dedos aquella estrechez de su kitsune cuyos gemidos era aplacados por su feladora tarea, cuando estuvo listo, el pelirrojo embistió con delicadeza, para luego tornarse salvaje, accediendo a las suplicas de su amante. Luego de varias y extensas arremetidas Naruto llegó al orgasmo con el nombre de su amado en los labios y Gaara por su parte terminó con un sensual gruñido en el oído del ojiazul.

Ambos satisfechos, sonrieron felices mientras se abrazaban, se amarían mutuamente porque entre los dos, sólo existían el uno para el otro. Para reiniciar sus vidas decidieron irse de viaje cortesía de la dulces Temari y Sakura las cuales tenían realmente otros planes en mente.

Debido a la actitud distante de sus esposos Sasuke y Sai reconsideraron la situación,  si bien era cierto que sentían atracción el uno por el otro solo era sexo y estaban perdiendo a los amores de su vida por un tonto juego, así que decidieron preparar una cena romántica para festejar su quinto aniversario aunque la pelirrosa les informó que el secreteo de los últimos días habían sido justamente por los preparativos de la celebración, pero no sabían la sorpresa que les esperaba.

Y el día tan esperado llegó, en un lujoso restaurante, reservado solo para ellos. Los pelinegros llegaban ansiosos pues no habían visto a sus consortes hace una semana, al entrar las luces se apagaron automáticamente y el vídeo empezó.

En la pantalla se apreciaban las calientes escenas del engaño a lo quedaron  ambos boquiabiertos, luego de unos minutos Sakura apareció en la película - si es lo que piensan Gaara y Naruto lo saben, pero ellos los perdonan - prosiguiendo el video con las aún más sensuales escenas del pelirrojo y el rubio sumidos en el placer - pues ya encontraron a quien amar - pronunció la pelirrosa acabando así el filme.

La luces se encendieron nuevamente y en la mesa había una tarjeta - esperamos que pasen un feliz quinto aniversario les desean Temari, Sakura, Shikamaru y Kankuro, por lo menos sabemos que dos personitas si lo están haciendo - terminaba la dedicatoria de la tarjeta - Psd: están legalmente divorciados - viendose al lado un sobre que contenía los papeles de la separación.

Ambos salieron del local totalmente arrepentidos de sus actos, pero era demasiado tarde ya habían perdido al amor de su vida por sus estupideces y hormonas.  

Mientras que nuestra nueva sexy parejita celebraba su aniversario, dos ojiverdes hacían planes para irse de vacaciones.

- Podríamos ir a París por una semana - comentaba Temari emocionada mientras su problemático novio la veía cansino.

- Sí sería tan romántico no es verdad Kanki - habló Sakura, a lo que su novio asentía con la cabeza, sabía que si la contradecía terminaría en graves problemas.

- Brindemos - gritaron ambas al unísono alzando sus copas - Por mi ototo y mi sexy nuevo cuñado - pronunció la rubia sorbiendo el champagne - por Sasuke y Sai - agregaba la pelirrosa a lo que slos varones se sorprendieron.

- Sakura porque celebras a ese par - inquirió el Sabaku no con tono despectivo - ellos fueron los culpables del sufrimiento de Gaara y Naru chan - espetó molesto

- Primero Kanki, ahora tu hermano esta feliz en Hawai y lo pasado pasó - explicó a su Koi abrazándolo por el cuello - y segundo de donde crees que pagamos las vacaciones - a lo que sonrió triunfante para luego continuar - de los vídeos que vendimos de ellos a través de Internet, podrán ser unos infieles pero están muy buenos, no podíamos desperdiciar ese material de lujo - acotó Sakura mientras miraba cómplice a Temari.

- Además debido a su parecido no sabes cuantas pervertidas incestuosas pagaron gustosas - pronunció la mayor con brillitos en los ojos - además de las amantes del sado, claro que guardamos el mejor para nosotros - dijo, haciendo referencia al de su ototo y el kitsune. Quien pensaría que la pervertida rosa pondría cámaras en todas las habitaciones.

- Qué problemáticas - dijo Shikamaru aunque se alegró recordando todo lo sucedido - salud - emitió con leve entusiasmo, algo impropio en él. Pero había que reconocerlo, realmente habían sido unas estrategas bastante perspicaces tal vez mejores que el propio Naara.

 

Notas finales:

Bueno me pareció entretenida la historia, ojalá que a ustedes también les halla gustado, ja ne.  


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