Lalihoooo!!!! Pues aquí os traigo mi segundo fanfic!! ^0^ Espero que les agrade n_n Bueno, me toca decir que como ya sabéis, los personajes de esta historia no son de mi propiedad, sino de Takehiko Inoue ^^ Ya me gustaría que fuesen míos...** Ah! Y por favor, todos aquellos que esten en contra de las relaciones homosexuals, que no lo lean, si? ^^U Yo no me hago responsable...xDD
Capitulo 1
-¡¡¡No!!! Déjame en paz, maldito!!!- Gritaba un joven de no más de unos 16 años al ser arrinconado contra una pared y ser fuertemente atado por sus muñecas.
Después, fue amordazado para que no pudiese gritar más y también, sus ojos fueron cubiertos por un trozo de tela blanca que le impidió ver lo que le rodeaba.
Su agresor estaba tras él, lo que había permitido que el agredido no hubiese visto en ningún momento al otro chico...-
FLASH BACK--à
En las altas horas de la madrugada en una pequeña cancha de basketball, desconocida para todo aquel que no fuese muy observador, se encontraba un muchacho de una altura considerablemente alta, con fuertes músculos y tez bronceada. Pero sin duda alguna, lo que más destacaba de su presencia era su cabellera rubí que jugaba caprichosamente con las suaves corrientes de aire que surcaban esa pequeña plaza.
Se encontraba practicando basketball. Sus movimientos eran en cierta manera torpes. Cualquiera que lo observase jugar, podría deducir sin ser siquiera un especializado en la materia, que no podía hacer mucho que practicara dicho deporte, pero... la persona que pensase eso, se equivocaba. Ese chico llevaba más de seis meses sin tocar un balón de basketball por culpa de una lesión en su espalda que tuvo mientras disputaba un partido del Campeonato Nacional, y ahora, tras ese incidente, su rendimiento había bajado considerablemente.
Corría por toda la cancha driblando el esférico, intentando dar giros y pases entre sus piernas, para luego seguir corriendo hacia el tablero y lanzar. Pero la mayoría de sus tiros no conseguían el fin de ir a parar justo en el centro del aro ya que no conseguía colocarse en la posición adecuada para lanzar. Su dolor en la espalda no se había acabado de extinguir...
Estaba agotado. Llevaba más de cinco horas jugando. La resistencia física era uno de sus puntos fuertes, pero esta vez había llegado a su fin...
Realizó un último lanzamiento, el cual volvió a fallar y recogió se pelota y la guardó en su bolso deportivo para después poder descansar unos momentos en una banca y así poder volver luego más o menos descansado a su casa.
-Mierda...por mucho que venga aquí cada noche...nunca consigo mejorar demasiado...nunca alcanzaré mi nivel pasado...quizás no sea un tensai al fin y al cabo...- comentaba para sus adentros Hanamichi Sakuragi mientras bebía un grande sorbo de su pequeña botella de agua.
Seguía sumergido en sus pensamientos. Aquel Hanamichi que todos conocían durante el día, el abierto, extrovertido y alegre; durante las noches, moría para dar paso al triste, solitario y pensativo pelirrojo, una faceta de su vida que nadie conocía, ni siquiera su mejor amigo, Yohei Mito.
Volvió a beber otro sorbo de aquel refrescante líquido y después dirigió su mirada hacia el suelo.
Todo era silencio. Toda la prefactura de Kanagawa debía estar en sus reconfortables camas, bajo gruesas mantas y edredones para poder combatir el frío invierno que les acechaba a todos.
Sakuragi, se levantó de su asiento lentamente, con su mente ida hacia sus propios pensamientos sin darse cuenta que había tenido una penetrante mirada siguiéndole allí donde iba. Cada noche igual, observándole escondido entre arbustos para no ser descubierto, pero... esa noche iba a ser diferente.
Hanamichi, ya en pie, cogió su mochila y se la colocó sobre su hombro izquierdo. Estaba decidido a salir de ese lugar cuando de repente, notó una presencia detrás suyo. Cuando quiso mirar hacia atrás para poder ver quien andaba por allí, sintió un fuerte golpe en su espalda, todavía no recuperada de su lesión, lo que le izo que se encogiera un poco de dolor y acto seguido, aquel ser lo empujó hasta la pared más cercana dejándolo aprisionado entre ella y su propio cuerpo.
-Arggghhh...-chilló por el dolor que sentía y por notar la situación que le envolvía. - ¡¡¡¿qué coño quieres de mí, ehh?!!!- Hanamichi no podía ver a su opresor. Una de sus manos había sido colocada sobre su cabeza pelirroja obligándolo así a clavar su cara sobre el frío muro sin tener oportunidad de girar su rostro.
-............- no hubo respuesta por parte del otro sujeto. Tan solo sacó como pudo ciertas tiras de tela de su bolsillo.
-¡¡¡No tengo dinero!!! Déjame ya!!!- pero el otro chico, como pudo, colocó una de esas cintas sobre sus avellanados ojos para que no le permitiesen miras hacia él. Después, ató sus muñecas.
-¡¡¡Ah!!! Mierda!!! Suéltame!!! Si me piensas secuestrar no obtendrás nada a cambio!!! Nadie pagaría por mi regreso...!! – Hanamichi seguía moviéndose para intentar soltarse de esa persona y escapar de allí, pero debía reconocer que su agresor, secuestrador o lo que fuese, era verdaderamente fuerte...
-No te voy a secuestrar...- dijo al fin la otra persona. - ...Ahora cállate ya...- y lo amordazó con otra de sus cintas.
Hanamichi al escuchar la voz de ese chico, intentó pensar en toda la gente que conocía para ver si la identificaba...pero no. No recordaba a nadie con semejante similitud. O bien no era un conocido suyo o quizás... llevaba algún pañuelo o alguna otra cosa que hacía que su voz no se escuchase bien, ya que era muy débil y no demasiado nítida.
FIN DEL FLASH BACK---à
Hanamichi sintió como la persona que se encontraba detrás de él, lo aprisionó más contra la pared con su propio cuerpo para poder prescindir de sus manos para amarrarlo. Lo próximo que sintió, mientras intentaba gesticular alguna palabra de auxilio, cosa que le fue imposible debido que sus labios estaban sellados con ese trozo de tela, fue que ese hombre posicionó sus manos en sus caderas y en menos de un segundo, sus shorts deportivos estaban cubriendo sus tobillos. Acto seguido, sus boxers fueron a hacer compañía a sus pantalones.
Hanamichi quería gritar, seguía moviéndose en todas direcciones para soltarse, pero todo movimiento era inútil.
De pronto, sintió como una gran mano se posicionó en su entrepierna y le comenzó a dar fuertes y bruscos masajes en su pene, mientras que, con la otra, desabrochó el cierre de su propio pantalón y se lo bajo junto con sus boxers.
Para desgracia de Hana, su miembro reaccionaba ante tales estimulaciones y pronto lo tuvo totalmente duro. El otro muchacho, contento ante ese resultado, empujó a Sakuragi haciéndolo caer al suelo. Después, se arrodilló donde el pelirrojo estaba y como pudo, lo colocó a cuatro patas y se posicionó detrás de él y con una se sus manos, separó esas nalgas bronceadas y con la otra colocó su propio miembro a la altura del ano del pelirrojo y en tan solo una embestida, penetró por completo a Sakuragi.
Hanamichi sintió un profundo y desgarrante dolor en su entrada que se fue extendiendo por todo su cuerpo. Aquello era inaguantable. La posición...el dolor...Quería chillar, soltarse y salir de allí, pero le era totalmente imposible. La rabia y la impotencia inundaron su ser. Estaba siendo humillado de la peor manera posible y lo peor: no podía hacer nada por solucionarlo...
Ese sujeto enseguida que entró en el cuerpo del pelirrojo, comenzó a moverse, sin dar siquiera un pequeño respiro a Hana. Sus movimientos torpes y bruscos en un principio, en cuestión de momentos, se tornaron fuertes llegando cada vez más al fondo. Una de sus manos sujetaba los muslos canela de Sakuragi mientras que con la otra, lo masturbaba fuertemente. Con cada nueva arremetida, se escuchaban pequeños gemidos de placer por parte del agresor, mientras que el pelirrojo lloraba para sus adentros e intentaba no morderse la lengua del profundo dolor que sentía.
Tras unos minutos interminables, ambos llegaron al orgasmo.
-¡¡¡¡¡¡¡Aaaahhh!!!! HANAMICHI!!!!!!!- gritó el agresor en el momento del clímax. No pudo callarse tales emociones, suerte de ese pañuelo que cubría su boca, sino sus jadeos se hubiesen escuchado en todo Kanagawa, pero gracias a eso, nada más fue percibido por el pelirrojo... el cual, en ese momento, tuvo que tragarse su gemido de dolor y placer y todas esas lágrimas que luchaban por salir al exterior.
Los dos chicos cayeron agotados al suelo intentando tranquilizar sus respiraciones.
La luna llena que se podía observar esa fría noche, hacia que una cálida luz iluminase ambos cuerpos semidesnudos, pudiendo distinguir así un cuerpo bronceado y otro más pálido, unos cabellos de fuego y otros tan negros como el azabache y una mirada avellanada, cubierta aun por esa tela blanca, y otra, en esos instantes cerrada por unos pesados párpados... Ese ser intentaba recuperar su aliento. Ahora sería el momento de desatar al pelirrojo de sus muñecas y salir huyendo del lugar antes que él mismo se quitase la venda de sus ojos y lo viese...
Y así fue. Lo desató y salió corriendo con sus últimas fuerzas del parque, dejando allí tirado, sobre una gran mancha de sangre, provinente de su entrada, a Hanamichi Sakuragi, el cual no podía ni siquiera moverse del intenso dolor físico y mental y se quedó allí tumbado durante unas horas más, en silencio, con sus ojos todavía cubiertos por esa cinta, la cual ahora se encontraba totalmente humedecida.
Ahora era el turno de las lágrimas.
El supuesto Tensai había sido humillado cono nunca antes.
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Lalihoooo!! Pues como ya dije, he aquí mi sengundo fanfic ^0^ Aunque la verdad es que este primer capitulo lo tenía en mente desde muchísimo antes que el anterior xDD Espero que les haya gustado y no duden en dejar sus reviews!! *0* Que ya sabeis que me hacen mucha ilusión y ayudan a seguir escribiendo!! Ja neeee ^0^
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