Título: ¿Hasta cuando?
-Voy a dejarlo.
-Siempre dices lo mismo.
-Esta vez es en serio… ya no pienso soportar que me vuelva a poner una mano encima…
-Te creeré el día en que los vea separados. -murmuró antes de empacar lo que quedaba de algodón y demás instrumentos de curación en una bolsita que en menos de unos segundos fue a dar al botiquín de la oficina, Misako esbozó una amistosa sonrisa y salió de la oficina.
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Akito se recostó en el sillón frente a su escritorio, ahogando el gemido de dolor que amenazó con abandonar su boca.
-“¿Hasta cuando?” -le había preguntado su amiga y secretaria al verlo acostado en ese mismo sillón esta mañana. -“Hasta cuando seguirás soportando esto?... a esto no se le puede llamar amor…
No es amor…
Entonces…
¿Qué demonios era?
¿Qué es lo que lo mantenia irremediablemente a su lado?
¿Acaso sería costumbre? ¿Pasión? ¿Obsesión?....
No, cosas tan vanales no podían tener tanto poder como para mantenerlo ahí, siempre a su lado, soportando sus golpes, sus humillaciones… sus arrepentimientos…
¿Cuándo fue que todo esto cambió?
¿Desde que momento las caricias se volvieron golpes?
¿Desde cuando las sonrisas pasaron a ser lágrimas?
¿Hasta cuando resistiría su corazón y su cuerpo los maltratos de su “amor?
¿Hasta cuando seguiría refugiandose en su oficina cada vez que lograba huir del apartamento donde ambos vivían?
¿Hasta cuando?
Y es que…. ¿Cómo olvidarlo?
¿Cómo olvidar su sonrisa, su mirada, sus labios…?
Simplemente imposible….
Y sin embargo….
Como dolía…
Le tenía miedo y varías veces incluso llego a odiarlo… aunque… siempre era lo mismo, cada vez que estaba a punto de dejarlo -como ahora- llegaba “él”, regresaba con esa impactante mirada arrepentida, sus ojos azabache refulgiendo en una suplica muda rogando por su perdón. Pero él no lo miraba, evadía esos ojos y es ahí donde la suave mano de su koi le tomaba la barbilla y -levantandole un poco el rostro- lo besaba con una ternura inimaginable, llenandole los labios de necesitados besos con tal intensidad, que el flaqueaba, cedía a sus suplicas y correspondía a esos sonrojados e insistentes labios que eran su adicción y su perdición…
Siempre era lo mismo, luego de la tempestad, de la humillación… de los golpes y los insultos… luego… venía el perdón, la reconciliación y la promesa de un feliz futuro, la promesa de que nunca volvería a pasar….
Y a pesar de eso, aquí estaba… volvía a pasar…
Una y otra vez…
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Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar esos tres años de dolor y tristeza, pero además de felicidad y amor.
…l era como un caballero de dos caras, una que le odiaba y otra que le amaba.
Estar con este último es lo que lo mantenía con vida.
Mientras que el estar con el primero es lo que lo mataba muy lentamente…
Tocaron la puerta un par de veces, ¿Quién podría ser? A esa hora de la noche todos los empleados estaban en sus casas, incluyendo a Misado, ¿Quién iría a buscarlo a esas horas?, solo podría ser….
-Oh, no… -murmuró sin aliento a la vez en que se acurrucaba más en el cálido sillón.
-¿Akito-kun? -el aludido redobló su silencioso llanto al escuchar esa voz tan grave que siempre amó y ahora se encargaba de empañar sus sentidos… ¿Por qué?, ¿Por qué tenía que causar ese efecto en el?
Ya sabía lo que pasaría, sabía que volvería a flaquear… sabía que volvería a sufrir…
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Con un ligero chirrido se abrió la costosa puerta, revelandole a Ian la perturbadora imagen de Akito acostado en posición fetal sobre aquel sillón, sus mejillas empapadas con lágrimas, su cuerpo salpicado de moretones y cubierto con vendajes.
Se maldijo a si mismo al verlo ahí, tan indefenso, tan lastimado… y todo por su culpa…
-Disculpame, Akito… yo… -las palabras abandonaron su cabeza al sentir que el chico se tensaba al sentir sus brazos atrapando esos finos hombros. -“soy un monstruo” - se reprendió mentalmente, pero ya era tarde, imposible volver el tiempo atrás. -Pérdoname, te prometo que…
-Shh… calla… -miró impresionado a su koi, sintiendo su dedo indice en sus labios, mirando como los ojos avellana de Akito se dirigían a algún punto infinito mientras eran empapados con nuevas lágrimas.
Fue luego de un silencio tenso que Akito continuó.
-Ya basta, Ian… hasta… hasta aquí llegó, no pienso seguir soportando esto… ya… ya no quiero volver a sufrir… solo dejame, no quiero volver a verte nunca…
Un susurro que sirvió para romper ambos corazones al mismo tiempo.
“Dejame, no quiero volver a verte nunca…”
Siete palabras que lo decían todo…
Siete palabras que los separaban
Siete palabras que quemaban en el fuego de la purificación ese pasado tan doloroso.
Siete palabras que terminaban con todo.
-No… yo… yo te amo, Aki-kun… lo sabes, te amo más que a mi propia vida… moriría sin ti…
-También yo moriría sin ti… aunque ahora estoy muriendo por ti…
-Akito-kun, yo… -dejo que las acciones hablaran por el y unió sus labios a los de él en un tierno y delicado beso que expresaba todo lo que su corazon deseaba decir pero su boca no podía…
Al principio, sintió la negativa de Akito, pero sucumbió finalmente ante la insistencia y la intensidad del sentimiento demostrado en aquel simple beso.
-Akito-kun… te amo…
Un suspiro.
Una sonrisa.
El universo concentrado en una sola persona…
-Yo tambien te amo Ia-chan…
Y esa promesa sellada con un profundo y apasionado beso…
Solo una pregunta rondaba la mente de Akito:
¿Hasta cuando soportaria este amor antes de derrumbarse?
¿Hasta cuando lo seguiria perdonando?
¿Hasta cuando terminaria esto?
¿Hasta cuando…?
Ok, ok, se que debería estar actualizando DESEOS, pero ¿Qué quieren?, se me vino a la mente y cuando menos lo pensé ya estaba escrito jejeje.
Este mini fic se lo dedico con todo mi corazón a Nan-san que me ha estado ayudando a continuar con DESEOS, además va para Vincent-san (¡Suerte con la escuela! n__n)
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