Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando duermes por Shin Black

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno un fic con mucha miel protagonizado por los OLVIDADOS de L'arc~en~ciel, es decir, Ken Kitamura y Yukihiro Awaji ¿Por qué los olvidados? Nadie hace fics de ellos como pareja ._.U

Cuando duermes


Fic dedicado a Niyako-xan~ ella sabe por qué *O*



------------


POV Ken


Cuando duermes, es tan fácil descubrir lo que sueñas, tus ojos cerrados y tus facciones delicadas parecen relajarse ante una hermosa ilusión. Cuando duermes todo es más bello, te hundes en el mundo de los sueños donde todo es tu felicidad, donde todos tus deseos se cumplen y sólo tú estas allí, brillando con luz propia como todos los días de mi vida; porque yo soy el que te veo brillar.

Es tan difícil despertarte cuando estás dormido, es tan cruel despertarte de aquel paraíso en el que te encuentras cuando cierras tus ojos y tu pecho sube y baja lentamente con tu respiración. Tu hermoso cabello largo muchas veces se cuela frente tus ojos y frunces el ceño molesto, aunque aun dormido; y yo, me encargo de quitártelos con suavidad mientras te veo dormido, pacíficamente, con tu semblante relajado y calmo sigues en aquella fantasía de tu mente.

Sonrío como un idiota, al ver tu manera pacifica de conciliar el sueño, y también aquella forma tan fácil de quedarte dormido. Muchas veces cuando hacemos el amor, después de unos minutos esperando a que todo se regularice para poder descansar, tú ya yaces dormido encima de mi cuerpo, con tus bellos ojos cerrados y tus cabellos encima de mi piel.

Te diré la verdad, ahora mismo te estoy viendo dormir en la cama de nuestra casa, una matrimonial, que solo hemos compartido tres años, desde el 2000. Recuerdo tu hermoso rostro completamente deslumbrado, con una tremenda alegría encima y tus ojos brillaban felizmente al igual que tu sonrisa demostraba eso que no decías con palabras, sino con actos. Te había pedido que fueras mi pareja y tras unos meses de estar juntos te pedí que te mudaras a mi casa puesto que quería amanecer todos los días de mi vida a tu lado.


- ¿Qué haces? - musitaste aun medio dormido.

Sonreí nuevamente como un completo idiota, ¡Si! ¡Soy un imbécil enamorado! ¡Pero sólo de ti, porque mis ojos tienen un dueño y ese eres tú!

- ¿Hm? ¿Me hablas a mí? - me hice el desentendido.

- Jajajaja, no, le hablo al neko de cabello negro con el que me acuesto todas las noches y a quien amo con locura - dijo mientras ibas gateando detrás de mío por la cama y me abrazabas con tus fuertes brazos delgados por encima de los hombros mientras besabas mi cabeza.

- ¿Tienes un amante? - dije de manera graciosa recibiendo los besos en mi cabeza, sintiendo como bajaban hacia el lóbulo de la oreja, mordisqueándomelo suavemente.

- ¡Si! ¡Uno muy sexy! - me dice y me botas a la cama.

Obviamente ni en menos de medio segundo, ya estaba acostado en mi cama en posición vertical y tú encima de mis caderas besándome el cuello mientras te acariciaba con sigilo.
Los besos empezaron a hacer más intensos y pasaron de mi oreja a mi cuello, a mi mejilla y terminaron devorándome la boca, cosa que continué mientras acariciaba tu cintura.

Siento como todo empieza a calentarse, me estoy volviendo completamente loco, Yukki, eres el único que me puede hacer esto, el único que es capaz de despertar al Ken dulce y al Ken apasionado al mismo tiempo.

Decido invertir las posiciones, nunca me gustó ser domado y tú lo sabes y sonríes ante este cambio mientras empiezo a quitarte la ropa, dando pequeños besos en tu pecho y en tu vientre, el cual empiezo a notar algo extraño ¿habías dejado el ejercicio? ¡Que importa! Siempre me gustó tu cuerpo, la forma delicada que tenía, tu suave piel, tan dulce y exquisita como el mejor de los manjares.

Me desfajo de una manera brusca, no aguanto más esta presión en mi bajo vientre, deseo hacerte mío y tú pareces quererlo tan como yo, me lo dicen tus ojos, esos ojos que puedo ver cerrados y abiertos.
Levanto tus caderas y suavemente muevo mi miembro contra tu entrada, sin penetrarte, sólo para que sientas el dulce sabor y la dura erección que me hace querer tenerte siempre mío; porque siempre lo serás.


- ¡Aaah Ken! - Gemiste de manera tan tentadora - Te necesito Ken, no me hagas esto.

Tus ojos son lo más hermoso del mundo, el tesoro más bello y odio cuando me ven con suplica porque se que parte de ti esta sufriendo y eso me hace sufrir a mi. Me acomodo mejor y te penetro de una sola vez, acallando tus quejas por la rudeza con dulces besos en tu boca que hacen que tu cuerpo tenso se relaje y tus suaves manos empiecen a recorrer mi espalda, pidiendo el movimiento que, obviamente, yo sedería a darte, porque eres un consentido ¡Mi consentido! Y no me gusta dejarte con las ganas, por lo cual empiezo a moverme ante tu propia excitación.

- ¡Aaah Ken.....aaah por dios! - gemías en mi oído, lamiéndolo suavemente.

- Yu...yukki.... ¡Agh!

¡Oh! Como amo esto, sólo tu me excitas de esta forma queriendo más y más movimiento, queriendo derramarme dentro tuyo para volver a penetrarte, porque no aguanto un día sin sentir que te lleno, sin sentir aquellas marcas en mi espalda que haces al llegar al orgasmo, si, cuando estas al cúlmine de tu placer y el mío, cuando sientes que te lleno que soy de ti como tú eres mío, siempre serás mío y lo tienes asimilado; por tanto, no te prestaré a nadie, ni nadie querrá que te preste a ellos al saber que soy tu dueño, que me perteneces enteramente y que yo te pertenezco porque ninguna chica intelectual o con grandes pechos me hace sentir lo que siento cuando veo simplemente tu sonrisa.

Siento una de tus manos acariciando mi mejilla y abro los ojos para ver tu rostro, empapado en sudor, pero con aquella sonrisa que tan feliz me hace y ¡me siento feliz! Realmente ¡me siento feliz!

Mis caderas se mueven unas cuantas veces más luego de sentir tus fluidos y el eminente orgasmo que eso conlleva. Siento que estoy llegando y lo hago, cierro mis ojos y sólo puedo apreciar como tus manos se mueven, rasguñando mi piel con una pasión extrema mientras te dejo toda mi esencia en tu cuerpo. Yukki, mi Yukki, eres el ser más hermoso que ha pisado mi mundo; eres la persona más dulce que ha llenado mi vida de miel.


- Ken-chan - me despertaste de mi sueño, de mi hermoso sueño al verte.

- ¿Hm? - mi respuesta fue más bien una molestia, no sabía si era porque te apartaste un poco de mi o por el ruido que produce tu voz post noche furtiva.

- Debo decirte algo Ken - musitaste nuevamente con una hermosa sonrisa por lo cual te miré.

- ¿Qué? - musitaste.

- Vamos a ser padres....- dijiste acariciando mi cabello, dejándolo detrás de las orejas mientras sonreías al ver mi rostro repleto de sorpresa - No sé como fue, ni los médicos lo saben, pero eso no importa, es nuestro regalo del cielo, vamos a ser papás.

Si hubiera otro día en el universo más importante que este, sería el nacimiento de mi hija; pero nunca fui tan feliz como en aquel instante en que sabía que sería padre, y nueve meses después, nueve tormentosos meses en el que S.O.A.P y Acid android tuvo que esperar su salida, nació mi hija, una pequeña niña hermosa a la cual no puedo evitar verla todos los días dormir, y es que me recuerda a Yukki.

Seguro me preguntaran ¿te recuerda a Yukki? ¿Acaso ya no le ves dormir? Y es que ¡No hay tiempo! Con la pequeña travieza es imposible conciliar el sueño.

Hyde y Tetsu vinieron a verla, dicen que es la bebé más hermosa que ha pisado el universo y yo digo que es cien por ciento verdad, es la niña más linda del mundo. La veo y me es imposible creer que sea mía, sólo mía, es mi nena, mi princesa, la que cuidaré por siempre, la que recibirá los besos de papá, la que será la consentida y también Yukki esta entrenando para peinarte tu cabello.

Mi niña, mi princesa, cuando duermes eres tan tranquila, pero cuando estas despierta eres muy gritona. Al fin puedo verte dormir después de varias horas llorando, mi reina, la princesa del corazón de papá. Me haz cambiado como me cambió Yukki, ahora ando más meloso, más imbécil como dice Hyde, más humano como afirma Tetsu. ¡Que me importa ya si soy un pervertido sin remedio o un holgazán como dice Yukihiro! Ahora estoy demasiado baboso con mi beba, con mi nena, porque es mía mía y mejor me voy antes de gastarte con la mirada.

Te dejo en tu cunita y te aprecio por última vez mientras me dirijo a la puerta del cuarto. Yukihiro ya debió haber terminado la cena.

Miro el cuarto, mi dulce niña, y antes de cerrarlo por completo, susurró.


- Descansa Niyako.

Cierro la puerta y me dirijo hacia donde esta mi Yukihiro, en realidad he cambiado, gracias a ellos, soy el ser escondido en mi.

Cuando duermes....mi mundo es otro.



FIN
Notas finales: Espero que les haya gustado.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).