Capítulo 1 - Soledad compartida.
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Mi nombre, Allen Walker; mi ocupación, Exorcista de la Orden Negra de occidente; Misión en la vida... salvar a los humanos y a las almas perdidas de los Akumas... ¿nada más?
He estado tan agitado con las misiones dela Orden y con mi deber como exorcista, que no me he dado el lujo de experimentar el amor. ¿Qué es el amor? ¿Por qué la gente se enamora? Tengo tantas preguntas y tan pocas respuestas... Desde que mi innocence evolucionó a Crown Clown me he puesto a reflexionar bastante. Y... tanto pensar... ¡me da hambre! ¡Iré con Jerry-san a que me prepare muchas de sus delicias!
Fue entonces cuando me encaminé hacia los comedores de la ”rden Negra; los pasillos estaban más oscuros de lo que suelen estar, pero eso no me desmotivó a tomar un pequeño aperitivo del grandioso Jerry-san. De repente, sentí que alguien me toca el hombro derecho, miré hacia atrás, y pude apreciar que era Lavi con una gran sonrisa en la cara.
- Buenos días, Allen-kun. ¿Cómo has estado?
- ¡Lavi! - sonreí y lo abrazé repentinamente y con todas mis fuerzas.
- ¡OUCH! ¡ALLEN! ¡Eso duele! - dijo Lavi mientras era estrujado por mis brazos.
- Etto... oh, discúlpame, Lavi.
- No hay problema. ¿Por qué de repente tus deseos de abra... digo... estrujarme? ¿Está todo bien?
- Sí... bueno...
- ¿... y bien?
- ¿uh? No - fingí reimre - no pasa nada, no te preocupes, amigo.
- Bueno, entonces ¿qué esperamos? Tengo mucha hambre.
- ¡Claro, vamos! - grité entusiasmadamente.
Lavi y yo nos encaminamos hacia el comedor, mientras tanto, lo contemplaba sin que él se diera cuenta... ¿Cómo un Bookman puede ser tan fuerte? Los Bookman, si se requiere, tienen que dejar todo para ir a otra misión y grabar la historia en sus memorias fotográficas. ¿Y si llegan a encariñarse de la gente con la que pueden llegar a convivir? …l más que nadie sabría explicarme qué es el amor...
- Lavi...
- ¿Sí, Allen? - se detiene y me observa.
- ¿Para tí... qué es el amor?
- El amor... es un afecto enorme hacia algo o alguien. Te la pongo así, si yo amara a una persona, y esta muriera, estaría muy triste, porque, de alguna manera, esa persona llenaba un espacio en mi corazón el cual determina quién soy y que me ayuda a percibir la vida de una manera más agradable. Por supuesto, hay distinto tipos de amor: amor al trabajo, amor a tus amigos, amor a la pareja, amor a los pasatiempos... todos y cada uno de ellos es importante, porque te motivan a seguir viviendo, a seguir pasando tiempo con tus amigos, con tus pasatiempos, con tu trabajo, con tu pareja... ¿Respondí tu pregunta?
- Sabes mucho, Lavi ^_^
- Digamos que mi experiencia como Bookman ha ayudado un poco, bueno, sigamos.
Cuando llegamos al comedor, Kanda estaba almorzando, levantó la mirada y nos hizo una seña con la mano para que nos dirigieramos a donde estaba, cosa extraña porque no es propio de Kanda.
- Brote de habas, tenemos otra misión - avisó Kanda con un tono seco.
- ¡¿Qué?! ¿Contigo? - le respondí.
- Sí, al parecer Lullubel-sama ha reunido un numero considerable de Akumas lvl 3 en las afueras de París.
- Lullubel, la Noah que guarda la memoria de la ambición. Nos causó muchos problemas, e hizo que la pequeña Meileen no se convirtiera en exorcista al destruir su Innocence. ¿Cuándo salimos, Kanda?
- Ahora mismo.
- Pero, pero... ¡no me he alimentado!
- Dije ¡VÁMONOS!
- Lavi, ¡haz algo! - le grité mientras Kanda tiraba de la parte de atrás del cuello de mi traje.
- ¡Que tengan buen viaje, Yuu! - dijo Lavi con una sonrisa en la cara.
Kanda y yo nos dirigimos a la canoa que sale de la Orden. Desde ese momento hasta el tren a París no nos dirigimos la palabra, y es que Kanda no se veía molesto, sino, deprimido, tenía un rostro de desesperanza, de preocupación y de frustración, todo a la vez, aunque no entiendo porqué, si hace unas semanas que no ha salido a ninguna misión.
Una vez en el tren, Kanda rompe el silencio.
- Brote de habas, ¿Cómo está Lenalee?
- Es Allen, idiota. Y Lenalee ya está mucho mejor, ya puede activar su nueva innocence.
- Qué fortuna el saber que se reincorporará... será lo mejor para la órden.
- ¿Estás bien, Kanda?
- Sí ¬¬, ¿por qué lo preguntas?
- Te he visto algo deprimido.
- No es nada.
- Como digas, yo sé que no nos llevamos bien, pero puedes contarme lo que sea, puedes confiar en mi plenamente.
- ¿En verdad? - dijo Kanda con voz cortada.
- Por supuesto - y cuando dije eso el silencio retornó al vagón y lo impregnó friamente.
De repente, el tren se detuvo bruscamente y todas las luces se apagaron. Kanda y yo salimos disparados hacia el extremo opuesto del vagón. Me levanté rápido y salí al pasillo a ver qué ocurría, y fue cuando vi un Akuma lvl 3 que estaba aguardando nuestra salida.
- Serán asesinados, Exorcistas, de una vez por todas! - y de su espalda sacó una espada muy grande.
- ¡CROWN CLOWN! - mi innocence se activó y con mi brazo izquierdo desgarré la armadura del Akuma, que se destruyó al instante junto con todo su ser, graciasa mi evolucionada innocence.
- ¡MUGEN, HATSUDO! - gritó Kanda, y salió del tren por la ventana. Lo seguí, por supuesto, no podía quedarme solo.
- Ya era hora, exorcistas, hora de vengarme de ustedes - gritó Lullubel que estaba en el techo del tren justo frente a Kanda.
- ¿Vengarte? ¡Destruiste la innocence de Meileen! ¡¿Qué más quieres?! - le grité.
- Sus muertes - y sus manos se convirtieron en látigos que nos empezaron a tratar de golpear.
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