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Akiba-Kei VS Otaku por Evil Onigiri

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Notas del fanfic:


Esa imagen de tamañaas proporciones está hecha, íntegramente, por mí en momentos de extremo aburrimiento.
http://i295.photobucket.com/albums/mm154/LolzDollfie/img044.jpg
http://i295.photobucket.com/albums/mm154/LolzDollfie/img043.jpg
Esos son los enlaces a los originales, dibujados ambos en clase de matemáticas (lo cual no dice nada demasiado bueno de mí...)
Las anotaciones son mias (felicidad). Sí, el opening de Shippuden está MAL escrito. Tenía el cerebro desconectado en ese momento xD

Notas del capitulo:

Los personajes utilizados para este fanfic son propiedad de Masashi Kishomoto. Yo, persona inocente, los uso sin afán de lucro.

CAPÍTULO 1-Akiba-kei

 "I don't know you but I think I hate you
You're the reason for my misery
Strange, how you've become my biggest enemy 
I have never even seen your face"
(No te conozco pero creo que te odio
Eres la razón de mi miseria
Extraño, como te has convertido en mi mayor enemigo
Ni siquiera te he visto nunca la cara)
Chump-Gren Day  

 

Naruto Uzumaki era lo que los entendidos llamaban “Akiba-kei”. Su pose casi elitista frente a los distintos rangos de afición al mundo audiovisual y su adicción a las compras en el barrio de Akihabara hacían que se ganase a pulso tal denominación. Sin embargo, era un chico de buen corazón. Noble, amigo de sus amigos y de sonrisa fácil.

 

Su vida le resultaba increíblemente satisfactoria y no encontraba absolutamente nada que pudiese perturbar su envidiable paz.

 

Hasta que decidió cambiar de instituto.

 

El día que Naruto Uzumaki tomó la determinación de dejar atrás su ñoño instituto para conocer un nuevo ambiente más allá de los cuatro amigos de siempre, no pensó demasiado en las consecuencias. ¿Qué podía pasarle además de nada? Sólo serían dos años en ese lugar para después hacer su vida y olvidarse por completo de él. Ni siquiera llegó a pasársele por la cabeza que en ese instituto encontraría a la horma de su zapato.

 

Pero lo hizo, justo una semana después de haber llegado.

 

Los primeros días ni se fijó en que ese chico existía. Simplemente sabía que en su clase había un otaku que se llamaba Siosake Cuchipa o algo así y no le daba demasiada importancia. Sin embargo, tuvo que tenerle en cuenta a la fuerza al tener un pequeño choque con él. Un choque literal…



 *** 

 

Había dado con su trasero en el suelo y eso, en esencia y sin descafeinar, era doloroso. Preguntándose quién había sido el soberano subnormal que se había chocado con él, consiguió levantarse del suelo y mirar a la figura que tenía delante. Al parecer, era ese tal Susike Ochija o como se llamase.

 

-¿No has oído nunca eso de que hay que andar con los ojos abiertos?-.Cuestionó, esperando una respuesta que no tardó en llegar.

 

-Podría preguntarte exactamente lo mismo-.Se tomó su tiempo para evaluar al otaku con la mirada, calificando desde su pelo hasta su ropa con el ceño fruncido. No comprendía cómo alguien como ese tío había llegado a otaku. Dentro de lo que su masculinidad aceptaba como belleza del mismo género, el chico tenía un riguroso y bien merecido diez…y eso no es que fuese muy normal entre otakus…

 

-¿Cómo te llamas?

 

-Sasuke Uchiha. Te preguntaría tu nombre, pero no necesito información que en unos minutos vaya a desechar-.Reconoció que ese Sasuke era un hueso duro de roer tras esa pulla y pensó que tal vez y sólo tal vez su estancia en ese nuevo instituto no iba a ser tan aburrida como parecía a simple vista.

 

-Naruto Uzumaki. Y será mejor que te lo aprendas bien, Uchiha-.Frunció el ceño ante la desconcertante sonrisa satisfecha del otaku y le observó marchar con un sentimiento de rabia bullendo de forma insoportable en su cerebro.

 

Ningún otaku de cuarta le hablaba así a un akiba-kei como él.

 

La guerra había empezado.

 

Pasó un día…y otro…y otro…y Uchiha ni siquiera le miraba. Desesperado por la falta de atención y ansioso por iniciar un pique, no dudó mucho en lanzar la pelota cuando tuvo ocasión.

 

-Uchiha, bonitos mangas para chicas…-Se sentó con descaro en el escritorio de Sasuke. Tenía por costumbre llegar mucho antes de la hora establecida y al parecer el otaku hacía lo mismo. Con un gesto fluido, cogió el tomo que estaba leyendo de las manos de Uchiha y se puso a leer sin más. Era una historia anticuada, muy vista. La típica trama de Mary Sue. Le sorprendió un poco, un poquito, que alguien en apariencia tan amenazador como Sasuke leyese cosas así.

 

-Gracias, Uzumaki. Puedo prestártelos cuando quieras-.Le gustó que recordase su nombre, o al menos su apellido. Eso significaba que le tenía en cuenta y que sería mucho más fácil lanzar ofensivas a partir de ese momento. Le miró un poco por encima del tomo, distinguiendo apenas los mechones negros y parte de la frente pálida.

 

-Si te los pido prestados alguna vez, Uchiha, será para quemarlos. No necesito nada de un otaku…mucho menos manga de baja categoría-.Sonrió con cierta prepotencia; pero, como pudo apreciar al bajar el tomo un poco más, no con tanta como la que destilaba Uchiha al sonreír apenas curvando un extremo de los labios.

 

-Creía que un akiba-kei de alta alcurnia no se fijaba solamente en lo superficial…-Sin saber en absoluto a qué se refería, cerró el tomo y miró la portada con cierta curiosidad. El título le resultaba familiar, pero no por ser un manga para chicas soso y espeso…si no por ser de una temática algo especial…

 

-¿Yaoi? Con que el rudo y malvado Uchiha es de la acera de enfrente…-Un bufido llegó hasta sus oídos y otra sonrisa, más amplia que la anterior, se mostró en sus labios.

 

-No soy de la acera de enfrente, Uzumaki. Simplemente me entretengo con un género fuera de lo normal-.Le había puesto la respuesta en bandeja. ¿Lo habría hecho a propósito?

 

-No, Uchiha, lo que está fuera de lo normal eres tú. Los otakus normales os matáis a…soledades…-Carraspeó-.Leyendo yuri, no yaoi-.Pero Uchiha no le respondió esa vez y se limitó a recuperar su tomo arrebatándoselo a él y a retomar su lectura con tranquilidad.

 

No supo exactamente qué fue lo que le enfadó más, pero si sabía que odiaba a Sasuke Uchiha por tres razones:

 

1-Le ignoraba. Y nadie ignoraba a Naruto Uzumaki.

2-Era, simple y llanamente, insufrible en la máxima expresión de la palabra.

3-Era un otaku. Eso bastaba para reforzar las otras dos causas.

Notas finales:

Espero que no haya defraudado y que, pese a ser corto, sea suficiente como introducción.

Se agradece la lectura de todos y cada uno de los que pasan por aquí y añaden un numerito más al contador de visitas.

Obviamente, también son estimados los reviews.


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