Por las oscuras calles de una ciudad sin sentido vaga un muchacho de mas o menos dieciséis años, los audífonos a todo volumen no permite la cavilación sana de un cerebro que no sabe sentir mas que confusión.
_ ¿Por qué tenía que decir eso?
Se cuestionó sin entender aún que los adyacentes podían escucharlo. Ingresó a un callejón no quería que las miradas de ajenos lo interrumpieran, mucho menos quería volver a casa, ahí le esperaba la responsabilidad de cuidar a una hermana pequeña, 8 años, solo 8 años tenía la mitad de su edad aparente , sin embargo ella constituía toda su familia todo su mundo. Sus padres egoístas, decidieron separarse, el amor entre ellos jamás existió y entre la repartición de bienes se encontraba la repartición de los hijos.
“_Yo me quedó con Pamela, Tú cuidaras de Antonio.
_ Ni loco o te quedas con ambos o me los quedo yo, no puedes ni tienes el derecho a separarlos.
_yo me voy a Guadalajara, él no aguanta a mi familia, y mucho menos mi familia a él, que se quede contigo.
_y por qué te llevas a Pamela, Ellos tampoco la quieren. Rosario por favor razona, no seas pendeja
_No, te atrevas a llamarme así, aquí el único pendejo eres tú, que acaso no piensas por quién estamos haciendo esto
_no me vengas a echar la culpa ahorita esto pasó por las tonterías de los dos
_yo no me anduve revolcando con cuanta puta se me atravesaba.
_al meno ellas querían hacerlo, tú jamás me hacías caso
_y que esperabas después de todo tú eras quien trabajaba todo el tiempo, el que desaparecía por semanas, yo te esperaba como idiota que más querías.”
“Dos años estuviste separado de tu hermanita, en realidad lo que hiciste fue lo mejor, aunque ahora no sabes ni que vas a hacer”
Cavilaba aquellos hechos, su hermana y él sufrían con esa separación tan terrible, ambos se amaban, y por el hecho de estar separados sufrían, qué culpa tenía ellos de los problemas de sus padres, ahora lo recordaba bien tomó el primer autobús que le llevó con ella y la trajo consigo
“_te cuidaré como ellos no supieron hacerlo, ¿quieres venir conmigo?
_pero no quiero que estén solos, por eso cada uno esta con el otro…
_estamos sufriendo por su culpa, no quiero que sufras no me gusta.
_pero entonces que vamos a hacer… tú dejaras la escuela.
_si es necesario, lo haré.
_no, tú debes…
_eres tú quien importa ahora.
_pero a dónde vamos…
_donde sea, ya veré como nos la arreglamos, por ahora es alejarnos de nuestros padres. Entiende esto, ellos ya no pueden estar juntos ya no se aman, pero no permitiré que se olviden que tienden dos hijos. Al menos no todavía.”
La canción que escuchaba había terminado hace rato y las que seguían no le agradaban del todo así que las cambiaba en cuanto iniciaban, al final solo escuchaba la melodía de los autos pasar por la calle y el viento gélido que chocaba contra sus mejillas. “Será lo mejor” y emprendió el viaje de vuelta a la casa alquilada que muy amablemente pagaban sus padres.
“_Dónde están Antonio lo que hiciste te va a costar caro.
_madre ya cállate que te crees para estarme reprimiendo
_soy tu madre quien más, ¿dónde estas, dónde esta Pamela?
_está conmigo, y la verdad ninguno de los dos quiere volver, bastante hicieron al separarnos al menos ahora dejen que seamos algo que no estorbe sus vidas…
_Antonio, pero cómo dices eso a los dos los amamos nunca serian un estorbo…
_mejor no digas nada, ya bastante tengo con las estupideces que hicieron tú y papá como para tener que pensar que lo que hago está mal.
_Antonio ustedes no pueden vivir solos y mucho menos juntos…
_ ¿Por qué madre, dame una razón y tal vez lo reconsidere?
_bueno…
_no queremos que se reconcilien eso ya para que pedirlo, hagan sus vidas, pero recuerda madre que tienes dos hijos y que necesitan de ti y su padre.”
El camino seguía sinuoso parecía estar mas empinado que de costumbre, el callejón por si solo era tenebroso, y daba pánico el solo girar la vista a su interior, un cuerpo extraño se hallaba recargado en las paredes de dicho espacio, tenia dolor, lo habían golpeado y estaba muy mal herido, por la calle una silueta conocida le hizo mirar de frente, se acerca, que mas da ahora solo falta que él se vengue.
_¿qué te pasó?
Pregunta asombrado, mientras le ayuda a levantarse, de la impresión él volvió a caer al piso
_nada
_¿quien te hizo esto?
_¿no lo adivinas?
_esos imbéciles, ¡maldita sea, que les importa!
_cálmate ya pasó, me puedes acompañar a mi casa.
_ ¿en ese estado?, a donde debes ir es a un hospital.
_al hospital no, si me llevas preguntaran mucho y no quiero que tus amigos salgan perjudicados.
_esos idiotas no son mis amigos, son compañeros…
_no trates de desquitarte con ellos, se que esto fue culpa mía; llévame a mi casa, por favor.
_creo que mejor te llevo a la mía.
No hubo respuesta aquel maltrecho cuerpo había desfallecido ante la endorfina que él mismo producía.
_perdóname, también fue culpa mía.
Primero lo que dijo y ahora las idioteces que hacían sus amigos, solo faltaba que Pamela se hubiera lastimado para hacer de esa noche la peor.
Ha llegado, golpea la puerta con los pies y nadie responde
_señora Luz, por favor ábrame.
_voy niño, ya quieres tirar la puerta a patadas ¿Qué se te olvidó la llave de nuevo?
_no señora pero no puedo abrir, ayúdeme por favor.
_Dios santo que le paso a este pobre muchacho?
_ lo golpearon, no es obvio.
_ santísimo niño Jesús, llévalo a tu casa ahorita subo el maletín.
_Señora no puedo llevarlo así a mi casa, y Pamela?
_ hace rato que se acostó, te esperaba para que cenaran juntos pero no llegaste.
_ dios, y cenó ella?
_ si yo le di, pero ánda que ese chico se pone cada vez peor.
Aquella noche ese chico, lo apartó de sus compañeros de trabajo, parecía preocupado, le conocía bien, era la única persona que realmente la agradaba de ese lugar, el primero que les ofreció a él y a su hermanita un techo y un empleo.
_ Antonio, yo me siento extraño diciendote estas estupideces pero no encuentro mas explicación…
_que te pasa? Estas asustándome
_ eso me temía, dime que tanto me aprecias??
_mucho y en sobremanera, ya lo sabes.
En ese momento él, agachó la mirada y suspiró profundamente, como si lo que estuviera a punto de decir le costara mas trabajo del que pensó; poco a poco las pequeñas piezas de aquellas palabras le carcomían a trozos la garganta.
_ prométeme que seguirás siendo mi amigo después que te diga lo que tengo que decirte…
_que? Acaso es tan grave…
_por favor, prométemelo
_si, claro que lo prometo.
_Antonio, tu me gustas…me gustas mucho!!!!…
Esto último lo gritó, llamando la atención de los circundantes quienes aun no habían notado sus ausencias.
_Vaya, con que sí eres “rarito”.
Se escuchó un eco entre los observadores, tras este comentario todos echaron a reír burlonamente, ¡Hazle caso para que sepa lo que es un hombre de verdad!, se escuchó en el fondo del bar.
El sujeto con la cabeza gacha, y el rostro oculto, sólo dice.
_Antonio. Te veo luego.
_¡Espera!
Sale corriendo y él va tras suyo, no lo alcanza y siente como si ese pequeño incidente fuera a cambiar muchas cosas, será cierto, y si lo es cómo diablos debía responder, lo aprecia, ¿pero a caso a tal grado?
Ahora se encuentra recostado en su cama, con el rostro marcado de golpes y lleno de sangre, le ha retirado la camisa sucia que traía y ahora se dispone a retirar los pantalones; en este momento se ha despertado.
_¿Dónde estoy?
_en mi casa, ¿acaso ya no te acuerdas de ella?
_cierto, que… ¡¿que haces?!
Se incorpora y rehúye al otro extremo de la cama, le mira con miedo como si esa simple acción de camaradería le resultara molesta.
_Tratamos de curar las heridas que traes en las piernas…
_¿Tratamos?
_Hola joven, dios como nos asustó, ¿le duele mucho?, ¿necesita algo? ¿tiene hambre? ¿quiere que llame a sus padres?
_Doña Luz, me permite, creo que mejor terminamos y después preguntamos.
_tiene razón joven Antonio, pero hay es que me quedé con el Jesús en la boca.
_ no es para tanto…
_cállate y déjame quitarte los pantalones
_Antonio espérate no me lastimaron las piernas …
_A no?
El se recarga en su muslo derecho y al momento el otro grita, algo tenía encajado y aun no se había dado cuenta.
_pareces una niña
-ja si que raro que me digan eso.
_no quize decir eso
_lo se no lo tomes tan apecho, está bien de todas formas…
_que?
_lamento haberte hecho ver mal frente a esos tipos.
_de que te preocupas tu eres el dueño del bar y si quieres los puedes correr.
_no es tanto por ellos que me preocupo
_lo sé, yo estoy bien, te aseguro que si vuelven a tocarte un pelo, los mato a golpes yo solo.
_ya bastantes problemas tienes como para achacarte los míos .
_mis padres….ellos se han dado cuenta que no vamos a regresar así que no tengo mucho de que preocuparme
Sonrrio sin muchas ganas me gustaba el rumbo que seguía la platica, ciertamente no se si sea cierto que mi mejor amigo me atrae a tal grado, será acaso que es cierto que me he enamorado de él.
Las curaciones terminaron rápido, la mujer se retiró después de colocar dos platos de comida en la mesa.
_vamos a comer
_no tengo mucha hambre
_bueno hazme compañía, no me gusta comer solo
_si está bien.
La comida sabía bien, aquel que se encontraba herido, tragaba con dificultad, pero hacía un esfuerzo por no quejarse.
_Te molesta dormir en el sofá
_no, de todas formas he sido yo quien importunó
_ no es molestia, pero sabes como están repartidos los muebles en este lugar.
Ciñe un esbozo de sonrisa, como tratando de disculparse por lo pobre de su morada. él se acomoda en la alfombra y se cubre con una mata tratando de descansar el resto de la noche.
Las horas transcurren y el sol comienza a aclarar por entre la ventana, se siente incomodo algo está recargado en su pecho, su amigo, duerme ahí plácidamente. No le molesta, es cierto que ambos comparten el mismo sexo, peor el hecho de sentirlo cerca, le hacia sentir un extraña sensación de paz.
Se incorpora y aquel despierta.
_lo... siento
_él sonríe, no me importa ahora es lo que menos me importa
tira su mejilla y sella esa confesión en la caricia mas inocente y perfecta que un ser humano puede hacer. Un beso.
Del otro lado de la habitación una pequeña sonríe para sus adentros, y se alista para ir a la escuela. Feliz de que su hermano ahora ya no se encuentre solo